Ciudad Barniz

(Descuida xD Pero saca tu poke owo)

 

(estoy en Lago Helado:( no puedo)

 

(Te fuiste? D: Me dejaste en medio de la batalla? xD Regresa >:c)

 

(Hagan como que es un flashback)

 

(Claro, haz como que la batalla ya paso, así no te mueves de el Lago Bruno xD)

 

Salté de Sigiliph al aterrizar en ciudad Barniz y corrí con las balls de Mienshao y Gengar en mis manos para entrar en la sede del torneo.

--Pobre del que me haya tenido que esperar. --suspiré incómoda.

 

(Ahora que lo pienso, hiciste esperar a los dos hermanos @Liza ! jajajajajaja porque tu primera batalla fue contra Carol y creo que también le había tocado esperar xD Ya veo que Dennis dice algo como "Con razón mi hermana se había quedado dormida esperando" jajajaja)

 

(See, soy demasiado despistada y tardona xDD)

 

Llegué rápidamente a la ciudad gracias a Staravia, y en menos de dos segundo entré al Cnetro pokémon, curé a mi equipo y luego me fui a mi habitación para dormir lo que no había podido en semanas...

 

Me dirigí al c.p y curé a mi equipo para dirigirme a la habitación que me asignó la enfermera Joy para poder descansar de tan larga semana sin dormir. Puse un pie en el cuarto tras cerrar la puerta, dejé mi gorra y mochila en la mesa y caí reventada de sueño en la cama.
Eevee salió de su ball de repente y se subió a la cama para dormirse a mi lado tiernamente.

 

Desperté completamente recuperada y con mucha energía y eevee abrió los ojos al sentir que me movía.

--Buenos días amiguito. --sonreí cogiéndolo en brazos con cariño pero el pokémon me miró mal. --¿Qué pasa? Ah, vale, eres hembra verdad? --reí al verla asentir y la abracé. --Perdona, pero que bien, otra chica en mi equipo.

Al estar totalmente despiertas, las dos salimos del c.p con mochila y gorra incluidos y me disponía a irme cuando vi que eevee se paró en una tienda.

--¿Te gusta ese lazo? --la pokemon sonrió. --Esta bien, todo tuyo. --se lo compré y se lo puse alegremente y nos fuimos en sigiliph a dar un paseo por ahí.

 

Luego de haber dormido toda una doche, abrí lentamente los ojos, y me vino energía de inmediato al ver que mi huevo brillaba... ¡Estaba punto de eclosionar!


El cascarón se fue rompiendo... ¡Y salió un Piplup!

 

Caminé por la ciudad junto a pikachu, quien no se separaba de mi lado, como todo buen pokémon, y llegamos al c.p. Tras dejar a todos mis pokémon y el huevo, salí junto a pikachu al parque de en frente y nos sentamos en un banco a comer patatas fritas.

 

Observé que pikachu estaba un poco distante, y supe el porqué.

--Pikachu, ¿lo extrañas verdad? --el pokémon eléctrico asintió levemente. --Yo también. --Pikachu me miró extrañado y yo me sonrojé. --No dije nada. --reí nerviosa.

Pikachu era bastante listo y no quería que supiera nada.

--¿Qué tal si vamos a verle tu y yo mientras los demás están al cuudado de la enfermera Joy?

Al pikachu le gustó la idea y empezó a correren direción al gran desierto mientras yo le seguía con una sonrisa en el rostro.

 

--¡Pi, Pi, Piplup! --exclamó el pequeño pingüino.

Sin embargo, este pokémon no tenía el mismo color que un Piplup común... ¿será variocolor?

--¡Hola, amiguito! --exclamé-- Yo soy Steve.

Piplup aleteó con alegría y se subió a mi cabeza... tenía ganas de conocer la ciudad.

 

Antes de salir, recordé algo, el huevo. No querría dejarlo allí y que naciera sin yo poder verlo. Di media vuelta y Pikachu me miró.

--Pikachu, vamos un momento al centro pokémon. --el pokémon asintió y se subió a mis brazos para ir caminando allí.

 

Fui al restaurante del centro pokémon para comer un bueen desayuno: Huevos revueltos, pan tostado, queso fresco y jugo de naranja...

Mientras tanto, mi equipo pokémon comía sin parar su alimento preferido.

 

Al salir del c.p con mi equipo ya descansado y en sus pokeballs, con el huevo en mi mochila y pikachu en mis brazos, nos pusimos a caminar un rato hacia la salida de la ciudad, pero me detuve en una fuente para beber un poco y pikachu igual.

 

--¡Ah, esta comida estaba deliciosa! --exclamé.

Apenas había terminado de comer, pude darme cuenta que mis pokémon habían acabado también.

 

--Pikachu, ¿Bruno es un buen entrenador? --le pregunté mientras paseábamos por la ciudad y me vino a la mente la imagen del chico.

El pokémon sonrió y asintió, dándome a entender que le tenía un gran aprecio. Pero mi pregunta le extrañó y me miró confuso.

--¿Qué? ¿No puedo preguntar? --pikachu tan solo rió y miré hacia delante para cruzar una calle bastante grande.