Ciudad Barniz

Jaden cruzó los dedos de sus manos, incluyendo la mano enguantada, entre sí. Apoyó la barbilla sobre el dorso de las manos entrecruzadas, y comenzó a hablar con voz queda.

—Desde el principio de los tiempos, al humano le ha fascinado la evolución pokémon. Siempre ha querido saber más sobre ésta, siempre ha querido conocer los secretos que albergaba... y ello, claro, llevó a que los seres humanos realizásemos terribles estudios que influyeron directamente en la paz y la naturaleza de los pokémon, quienes escondían el conocimiento que tanto anhelábamos. Por supuesto, al estudiar la evolución, hubo un pokémon que llamó la atención de los investigadores poderosamente, uno que parecía ser especialmente sensible a la evolución... Eevee.

Calló un momento.

—En fin, experimentaron con diversos pokémon de la especie, realizaron todo tipo de pruebas. Cada vez se descubría una forma distinta de hacer evolucionar a este misterioso pokémon, siempre en formas distintas, siempre con poderes distintos en cada evolución. Por supuesto, cuando se descubrió la megaevolución, hace relativamente poco tiempo, Eevee fue el punto de mira para tratar de entender este nuevo fenómeno. Todos los estudiosos pensaban que, si Eevee albergaba, de alguna forma, tanta sensibilidad a la evolución en su genética, también sería sensible a la megaevolución. Y trataron, entonces, de crear una megaevolución artificial. Un Eevee supremo. El proyecto se llamó "Eon". Era el nombre que pretendían darle a la megaevolución artificial que tenían preparada para Eevee. Clandestinamente, un grupo científico sin ningún tipo de escrúpulos comenzó a desarrollar el primer prototipo de megapiedra. La "Eonita". Decían que era blanca y resplandeciente, pero que, a la luz del sol, resplandecía con los colores del arcoíris.

Se aclaró la voz nuevamente, antes de terminar la historia.

—La cuestión es que se dice que el proyecto Eon funcionó, y el pokémon megaevolucionado fue un rotundo éxito. No obstante, todo el nuevo y abundante poder que tenía le permitió al Eevee con el que experimentaron, ahora Eon, volcar toda su ira acumulada en sus creadores. Y destruyó todo... incluida la Eonita. Dicen que el Eevee murió, y que los supervivientes que encontraron los fragmentos de Eonitas las escondieron y custodiaron con mimo desde aquel entonces.

>> Lo más terrible de todo esto, chico, es que se cuenta que este experimento fue llevado a cabo aquí, en Galeia. Tengo la teoría de que la leyenda es cierta, y las partes de la megapiedra artificial, de la Eonita, siguen en alguna parte de la región. Y tengo mis propias deducciones al respecto, debo añadir.

>> Durante mucho tiempo he indagado en el tema, pero no he logrado encontrar más que vagas pistas e indicaciones difusas. Si es cierto que existe una megaevolución definitiva tan poderosa para Eevee... si Eon es real... temo que la Eonita pueda usarse con fines malvados, como ya se hizo en el pasado.

Hubo unos segundos más de silencio.

—Yo ya comienzo a estar cansado de las aventuras. No tengo ganas, fuerzas, para continuar. Pero, quizá... quizá tú quieras tomar mi testigo. Quizá te interese, a ti o a alguno de tus amigos, indagar en el misterio de la Eonita. Nada me haría más feliz que ver cómo mi esfuerzo del pasado se ve recompensado. ¿Qué me dices, joven? ¿Querrías... seguir mis investigaciones? Si aceptas, te contaré lo poco que logré averiguar al respecto de este espinoso asunto.

 

Así fue como comenzó la historia sobre Eon. Durante cinco interminables minutos para mí, Jaden explicaba lo ocurrido a Eevee, lo relativo a la Eonita y la desaparición de esta. Mordí un pasta y bebí, tras lo que carraspeé un poco para comenzar a hablar.

—Vaya, así que de eso se trataba. Las megaevoluciones secretas no son más que megaevoluciones artificales de las evoluciones naturales de Eevee, ¿me equivoco? Eevee siempre ha sido un pokémon que me ha intrigado mucho, y con lo que me ha contado ahora mi intriga ha crecido. ¡Estoy dispuesto a continuar el misterio de la Eonita, señor! Sí, lo haré por usted y por la confianza que ha depositado en mí.

>>¿Puede contarme, pues, hasta qué punto llegaron sus investigaciones?

 

—Bueno —matizó Jaden—, existen muchas más megaevoluciones secretas, pero una de mis teorías es la existencia de esas megaevoluciones de las que hablas, sí.

Se aclaró la voz por enésima vez.

—En cualquier caso, gracias por aceptar tomar mi testigo. Ahora, escucha bien: la escasa información que he logrado recopilar es muy escasa, lo reconozco, pero... espero que sea suficiente.

>> Para empezar, oí cómo un entrenador de pokémon tipo fuego había logrado encontrar parte de la Eonita en las entrañas del Volcán Barniz.

>> Según he descubierto, en la Ruta 300, aunque aparentemente no hay aguas lo suficientemente profundas como para bucear, es posible hacerlo si se sabe cómo. Y dicen que en el fondo de ese lugar hay una caverna oculta. Ahí descansa otra parte de la Eonita. No obstante, desconozco la manera de entrar en la Caverna. ¿Tal vez lo pueda saber alguno de los lugareños de las poblaciones cercanas, Lienzo y Caballete?

>> Por último, la última pista que tengo sobre la Eonita pasa por la Compañía Óleo. Por lo visto, ellos encontraron otra parte de la piedra, si es que siquiera existe, a saber dónde. Pero claro, son una compañía bastante influyente, no van a dar información clasificada así como así. Aunque... he oído que hace poco, el dueño de la Compañía fue apresado, ¿no es así? Me pregunto que habrá sido de ella...

>> Y eso es todo cuanto tengo por ahora. Si descubriese algo más, te lo haría saber. ¿Necesitas alguna aclaración más?

 

La información proporcionada fue tan abundante como incompleta. Tres posibles pistas que rastrear sobre la Eonita, sí... ¿pero cómo se suponía que iba a encontrar yo a ese hombre del volcán, preguntando por ahí? ¿Cómo iba a encontrar esa caverna de la que no se tenía constancia? ¿Y cómo iba a sacarle información a los trabajadores de Óleo? Desde luego tenía un buen trabajo de por medio, y debía ponerme las pilas.

—Bien, si eso es todo lo que puede ofrecerme... ¡Muchas gracias! Me voy ya, no quiero perder más tiempo. Tengo mucho que investigar, creo que empezaré por el volcán. Iré allí a echar una ojeada, a ver si encuentro a alguien, que lo dudo mucho, pero como está a tiro de piedra... Que por mirar no quede. Después iré a la caverna esa de la que habla, y posteriormente a Óleo. Le iré manteniendo al tanto de mis progresos, y muchas gracias de nuevo por confiar en mí.

>>¡Deséeme suerte! —grité ya desde la puerta, saliendo de la lujosa mansión.

Rumbo al volcán.

 

Steve Stone.

Noivern voló velozmente desde la alta ciudad de Galeia y aterrizó cerca de la entrada del aeropuerto de Barniz.

—Muchas gracias, amiguito... —le dije acariciándole la cabeza.

Y entonces, me di vuelta y vi dicho edificio, y vaya que me trajo recuerdos... Hace ya unos años que tomé el avión de ciudad Aerosol dispuesto a iniciar mi viaje y llegué aquí, Barniz, donde se iniciaría el próximo torneo, el cual sería el primero en el que yo participaría. Todo era muy distinto en ese entonces... ¡Era tooodo un novato y tenía las mismas ilusiones que un pequeño niño cuando ve un juguete con el que sueña por años! Apenas el profesor Abeto fue a mi casa para obsequiarme a Torchic, de inmediato fui a las rutas cercanas de Aerosol y me encontré con la sorpresa de encontrarme con el par de Eevees, las cuales ayudé a rescatar de una planta de las que estaban enredadas con ayuda de Torchic; sus ataques tipo fuego habían sido de mucha ayuda. Y luego de eso, el par de pokémon evolución se encariñaron conmigo y me quisieron acompañar en el viaje, y cómo ya tenía tres pokémon conmigo, me decidí aventurar y vine a esta ciudad para entrenar y ojalá participar en el torneo... lo cual hice, afortunadamente.

Con ciertos aires de nostalgia, lancé la pokébola de Blaziken. Mi inicial, al salir de su cápsula, vio donde estábamos y no le costó absolutamente nada sumirse en el mismo mar de recuerdos nostálgicos en el que yo estaba...

El viento recorría con una agradable brisa los pastos, calles, cabellos y ropa de la gente de esa ciudad y el sol alumbraba de una forma muy radiante que hacía el día de lo más agradable... exactamente como el mismo día en el que Blaziken y yo iniciamos nuestro viaje. De verdad que el entorno nos ayudó por completo a tener ese flashback...

—¿Recuerdas como todo era en ese entonces? Tú y yo no conocíamos nada de aquí... pero no bastó mucho tiempo para que un montón de aventuras locas iniciaran para nosotros... al poco rato ya estábamos de camino al lago donde nos enontraríamos con Scizor.
—Blaze... —Blaziken asintió con aires reflexivos. Él también ha cambiado mucho desde entonces; su fuerza ha aumentado notoriamente y asimismo la confianza en sí mismo... es por ello que no le avergüenza para nada seguir siendo igual de cariñoso de como lo era antes, porque en su especie es muy escaso que las muestras de cariño ocurran.

Noivern y Phanpy —el cual estaba sobre la cabeza del murciélago—, nos contemplaban curiosos. Para ese tiempo todavía no los conocíamos, pero sí sabían perfectamente que hablábamos del inicio del viaje, y es por eso mismo que escuchaban atentos, para sincronizarse en el mismo tono pensativo en el que estábamos.

—¡Oh! Y también al nada más llegar conocimos a Dennis y Carol, los hermanos. Con ellos estaban los otros iniciales de Hoenn... ¿Qué será de ellos?

 

Contenido oculto

@GalladeLucario me metí mucho en el cuento de lo que roleé que se me pasó etiquetarte x'D So sorry

 

Steve Stone

Mientras Blaziken y yo estábamos mirando al horizonte con una sonrisa gigante y nuestros cabellos se movían fabulosamente (sobretodo el de Blaziken) al más puro estilo de escena Hollywoodense, alguien me sacó de mi burbuja de recuerdos cuando se tropezó conmigo bruscamente.

—¡Auch! —me quejé sobándome el hombro. Wow, de verdad dolió... ¡mucho!

Y entonces el chico reaccionó enojado y yo ya estaba preparándome para calmarlo. ¡Fue todo un accidente y yo estaba quieto! No tienen por qué haber culpables en esto...

"¿S-Steve? ¡Eres tú!"
​

¡Oh por Dios!, ¡era Denis! Justo cuando pensé que la cuota de nostalgia no podía ser más grande... ¡Pero qué agradable sorpresa! El chico iba a correr para abrazarme, y yo estaba abriendo los brazos para recibirlo, pero entonces... frenó bruscamente.

"Espera... n-no estarás enfadado conmigo y con Carol, por aquello de... ya sabes, seguro que te han contado algo tus compañeros."
​

Mi expresión de sorpresa positiva cambió a una de desconcierto completo. ¿Enfadado?, ¿aquello que "ya sé"? Pero... yo no sé. No entiendo. Nadie me ha dicho nada de ellos... ¿Habrá pasado algo malo?

—¿Enfadado?, ¿debería estarlo? —pregunté, rotundamente confundido—. Cielos, la verdad no me han dicho nada... Pero no, no estoy enfadado ni contigo ni con Carol... que a todo esto, ¿no está contigo? ¡Siempre suelen estar juntos!

>>¿Acaso pasó algo malo, amigo?

 

Dennis suspiró. En parte, estaba tremendamente aliviado. Pero, al mismo tiempo, sentía que le debía, también a él, una explicación. De modo que alzó la mirada con decisión y comenzó a hablar.

—Verás, Steve... sé bien que conoces a un equipo que recibe el nombre de equipo Gamma. Una asociación clandestina y criminal que lleva ya algún tiempo haciendo de las suyas por toda la región. Sabrás, supongo, que sus movimientos no han sido cosa que uno pueda, simplemente, obviar: han perturbado la paz de muchos legendarios, han puesto en peligro la misma existencia de este mundo... o incluso de otros mundos. Sé que estás en su contra. Sé que los odias. Y por eso... temía que me odiases a mí.

>> Yo pertenecía al equipo Gamma, Steve. Muchos de tus amigos nos enfrentaron, y, en nuestra última misión, colaboramos por órdenes de Gamma con la mismísima Iota, no sé si habrás oído de ella. La cuestión es que... ¡Steve, los científicos... ellos son los verdaderos villanos! Carol y yo, los dos nos unimos al equipo Gamma porque un viejo amigo nos lo pidió. Porque queríamos ayudarle, porque creíamos en su causa. Su causa era justa, Steve, era justa. Pero nos dimos cuenta de que... no sólo los Científicos eran malvados. Quizá todo había perdido la cordura y la bondad, y el fin no justifica los medios. Gamma ya no era como antes.

>> Por eso, hace poco Carol y yo dejamos el equipo. No pudimos soportar más aquella situación, aquél... modo de hacer las cosas. Cuando Iota enloqueció, los dos nos opusimos a ella. Sé que ni de broma sería bastante para enmendar el daño que pudimos hacer, pero... al menos colaboramos en parar su locura, junto a más holders como nosotros. Cuando éramos miembros del equipo, nos hacíamos llamar... Dseta y Sigma. ¿Te suenan? Éramos una suerte de ninja, ¡me sentía tan libre cuando me dejaba llevar por mi papel, inmerso en aquel traje negro, creyendo firmemente en un futuro mejor...! Darme cuenta de que aquella no era la forma, darnos cuenta de que estábamos siendo demasiado crédulos... fue una suerte que fuésemos capaces.

Dennis terminó su discurso, y, justo entonces, una jadeante Carol apareció, con un par de bolsas cargadas de ropa entre las manos.

—¡Ya he vuelto, herma...!

Calló de repente al ver a Steve, y las bolsas se deslizaron entre sus dedos, cayendo al suelo. Boquiabierta, Carol miró a su mellizo, y no hicieron falta palabras: sus ojos, el magnetismo que tenían como mellizos era suficiente para que ella entendiese de qué estaban hablando.

—S-Steve —susurró ella, pero Dennis la interrumpió.

—Entiendo que puedas tener muchas preguntas y es probable que ahora mismo estés sin palabras. Puede que nos odies. Lo entenderíamos.

—Lo mereceríamos, en cualquier caso —completó Carol.

 

Comencé a escuchar atentamente las palabras de Dennis. Y... bueno, sí. Lo admito. La cara de aterrado no pude disimularla de ninguna forma. Fue una bomba muy potente... ¡Y vaya que no me lo esperaba! Es que... ellos eran tan dulces, enérgicos y amigables. Cuando tú piensas en Equipo Gamma automáticamente se te vienen a la cabeza todas las características opuestas.

Tomé aire mientras seguía escuchando al chico con total prudencia, atención y silencio. De seguro tenía encima una enorme carga emocional al contar todo esto (de hecho, hasta me recordó un poco cuando le conté a Mimi sobre mi niñez), y una vez que terminó, suspiré y adopté una pose pensativa. Y entonces, apareció Carol, y luego los hermanos dijeron lo siguiente frase:

"—Entiendo que puedas tener muchas preguntas y es probable que ahora mismo estés sin palabras. Puede que nos odies. Lo entenderíamos.
—Lo mereceríamos, en cualquier caso"
​

Admito que esa frase me pilló completamente desprevenido, por lo que la indisimulable cara de aterrado volvió a aparecer. Los quedé mirando fijamente a los dos, y poco a poco comencé a negar con mi cabeza... y por último, una sonrisa melancólica apareció en mi rostro.
Lentamente, me fui acercando a ellos y los tomé a cada uno para darles un cálido abrazo grupal.

—Los odiaría si aún siguieran siendo parte de ese horrible grupo —afirmé, guiñándoles el ojo; luego de ya soltarlos—. Lo único que quiero decirles es...

>>Gracias: por contarme esto, tener confianza en mí, por haber tomado la decisión de irse de allí, y por haberse cruzado en mi vida. No soy nadie para reprocharles nada. ¡Y créanme! Yo también sé lo loca que era la tal Iota así que les creo todo, todo.

Concluí dicha oración con una risa amigable. Blaziken, Noivern y Phanpy nos contemplaban con aires pensativos pero amables...

—La única duda que tengo es... ¿Pudieron ayudar a su amigo?

>>¡Ah!, ¿y de casualidad ese amigo no se llama Michael o Melanie? —añadí con una pose "investigativa". No perdía nada con preguntar, ¿no?

 

Carol empezó a sollozar al escuchar las tiernas palabras de Steve, y Dennis se lanzó, directamente, en aquel abrazo que no se atrevió a darle la última vez.
Mientras el chico rubio lo estrechaba entre sus brazos, fue Carol la que, secándose las lágrimas, habló:

—Gracias, muchas gracias.

—No pudimos ayudar a nadie —aclaró Dennis, aún sin soltar a Steve—. Nadie podría hacerlo, realmente. Y menos así.

—Sólo quería un futuro mejor, pero... pero...

—A Gamma se le está yendo de las manos. Poco a poco, lentamente.

Los dos guardaron silencio, mientras Dennis se separaba de Steve. Mirándolo fijamente, reaccionó justo entonces a los dos nombres que había mencionado éste.

—¿Melanie? ¿Michael? No... no conocemos a nadie con ese nombre. Creo, al menos.

—No —Carol se enjugó las lágrimas que le quedaban—; definitivamente no le conocemos. ¿Por qué preguntas sobre esas personas? ¿Quiénes son?

>> En cualquier caso, queremos compensar el daño que hemos hecho, Steve. Es por eso que nos gustaría proponerte algo... si no te supone una molestia en tu viaje.

 

Steve Stone.

Y de repente... todo se volvió aún más emotivo de lo que esperaba. ¡Vaya! Y justo había venido a esta ciudad y esto es como un re-encuentro de amigos del primer día viaje. Carol se emocionó hasta las lágrimas y Denis se me abalanzó repentinamente.

—Wo... —dije en voz baja, casi sin aliento. El chico me apretó fuertemente que me costó mantener la compostura, pero poco a poco me las arreglé para volver a estabilizarme. En el transcurso, los chicos me dedicaron algunas palabras explicatorias, hasta que llegó el momento de las interrogantes:

"—¿Melanie? ¿Michael? No... no conocemos a nadie con ese nombre. Creo, al menos.
—No; definitivamente no le conocemos. ¿Por qué preguntas sobre esas personas? ¿Quiénes son?"​

—¡Oh!, ¿ustedes no recibieron el mensaje misterioso? Ellos por alguna razón tenían como contactarse con los holders y pidieron ayuda en Lienzo... y realmente fue todo muuuy confuso. Primero: son uno el polo opuesto del otro. Mike es todo feliz y Melanie toda silenciosa. ¡Y ambos se sabían mi nombre! Les juro que fue todo confuso, y ellos persiguen un objetivo que no quieren revelar y tenían una de las notas de Tau y...

Hice una pausa y los volteé a mirar. Los chicos aún seguían igual de melancólicos, y la verdad era esperable... deben de estar pasando por un estrés pesado. Me aclaré la garganta para retomar la situación de una forma más adecuada. Me distraje porque en verdad lo de esos otros dos chicos me tiene full intrigado, pero no es el momento para eso...

—...y realmente no es algo que importe ahora. No me hagan caso, tuve un lapsus —completé, con una sonrisa algo avergonzada mientras me rascaba la nuca.

"En cualquier caso, queremos compensar el daño que hemos hecho, Steve. Es por eso que nos gustaría proponerte algo... si no te supone una molestia en tu viaje."​

—¡Oh! Pues dime que propuesta sería... soy todo oídos —concluí, sonriente para amenizar un poco el ambiente.

 

Los mellizos se miraron, confusos, cuando Steve comenzó a contar todas aquellas cosas sobre Melanie y Michael. Definitivamente, no entendían nada de lo que Steve decía, pues no habían oído hablar de esos chicos antes.

—No recibimos ningún mensaje de nadie —comentó Dennis, acariciando su nuca, pensativo—, al menos no que yo recuerde.

—¡Pero bueno! —arguyó Carol, deseosa de encauzar por fin el tema de conversación—. Steve... hay algo que necesitamos hacer. Algo para agradeceros y compensaros no sólo a los holders, sino también a otros amigos nuestros. Pero antes...

Dennis apretó el puño y miró con decisión a Steve.

—¡Una batalla, Steve! ¿Podríamos tener una batalla? La última batalla. La última que hagamos nuestros viejos compañeros y nosotros, juntos.

—Un cooperativo —susurró Carol—. Es nuestro estilo, ¿no? Cooperativo, seis contra seis, tres pokémon yo, y tres Dennis. ¿Qué dices?

>> Si quieres llamar a algún amigo, esperaremos. No es justo que tú tengas que pelear solo si no quieres, en cualquier caso.

 

Steve Stone.

Sonreí satisfactoriamente. Sin decir nada aún, suspiré sin perder la sonrisa, y entonces saqué mi holomisor y envié un mensaje de audiovisual en el proceso:

—Ukita: aquí dos grandes personas, amigos y entrenadores me han retado a un cooperativo, y como es debido, no pienso negarme a este desafío tan emocionante. La cosa es que... es un cooperativo, así que necesito un compañero. ¡Te esperamos, amigo! Ven lo más pronto posible.

Una vez que el mensaje fue enviado, Blaziken y yo miramos con una sonrisa desafiante a Dennis y Carol, mientras Noivern y Phanpy estaban a un costado, espectantes por la batalla que está por venir.

—Reto aceptado, chicos.

 

Volaba sin rumbo por los cielos. Había partido de Óleo (O eso creía) algo aburrido, mis ganas de buscar algo que hacer iban aumentando a medida que la mañana se hacía tarde.
Fui afortunado, de pronto mi holomisor vibró: Un mensaje de mi viejo amigo Steve.
Si lo entendí bien, me estaba invitando a una de esas batallas cooperativas, ¿cómo negarme?
Di la orden y Natu voló en dirección a Barniz, un lugar que ya conocíamos.
Volamos unoa cuantos minutos y cuando por fin logré con la vista alcanzar muestras de la ciudad, grité a Natu que me dejara caer, bajando unos pocos mentros claro.

Ya en el suelo, busqué y busqué a quien me había llamado, ¿dónde estaría?

—Este lugar no es taaaaan grande, debe estar por aquí— Natu se colocó en mi cabeza, cansado seguramente.

Tras buscarun rato por fin logré ver al entrenador del Blaziken, ¡ahí estaba Ste!

—¡Me vas a disculpar la terrible demora!

 

Dennis y Carol se miraron al ver llegar al chico, y luego lo miraron a él una vez más. Ambos lo reconocieron. Habían peleado con él, estaban casi seguros de ello. En el Volcán Barniz, hace bastante tiempo, cuando eran aún Dseta y Sigma.

Probablemente él no supiese nada... o quizá sí. Pero, en todo caso, planeaban centrarse en lo importante. De modo que fue Dennis quien dio un paso adelante y apretó el puño.

—¡Está bien! Esta será... la última batalla... con nuestros amigos, ¿verdad, Carol?

Carol suspiró.

—Sí... la última.

Ambos acariciaron las dos pokéball que cada uno tenía en su cinturón con melancolía. Pero rápidamente, alzaron la cabeza con decisión.

—Está bien, Steve. Vamos allá. Tres pokémon tú, tres pokémon tu compañero, y tres pokémon cada uno de nosotros, ¿sí?

—Hagamos que esta sea una batalla... ¡inolvidable!

>> Empezaremos nosotros. ¿Estáis listos?



—¡Braviary!

—¡Mandibuzz!


BRAVIARY: Normal/Volador (Potente)
Vista Lince: No se puede bajar la prioridad de este pokémon
Salud: 200/200
Fuerza: 290 (110)
Resistencia: 150
Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3)
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Afilagarras (Aumenta en 10 la fuerza, el próximo ataque no fallará) (Usos: 2/2)
-Tajo Aéreo (75 Potencia, Volador (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 5/5)
TURBO: 0/100 (Paciencia)


MANDIBUZZ: Siniestro/Volador
Funda: no sufre daño residual por climas.
Salud: 220/220
Fuerza: 120
Resistencia: 310 (110)
Agilidad: (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Mofa (El rival se ve obligado a usar movimientos ofensivos) (Usos: 3/3)
-Tóxico (Envenena gravemente) (Usos: 3/3)
-Respiro (Restaura hasta 1/2 de los PS máximos, y pierde el tipo volador) (Usos: 1/1)
-Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3)
Turbo: 0/100 (Paciencia)

 

Steve Stone

Estuvimos esperando un rato, cuando a lo lejos escuché esa característica voz, y vi al chico adicto a la "Frizz!" llegando con su inseparable Natu en su cabeza. Lo abracé para saludarlo. No nos veíamos desde la cena navideña, y era un enorme gusto verlo nuevamente. Y ahora que lo pienso... ¡esto se está haciendo más nostálgico aún! Con Ukita tuve mi primer combate cooperativo, y fue precisamente contra Dennis y Carol, cuando me regalaron la Blazikenita.
Wow... cuantas alusiones al recuerdo. Esto es... fantástico.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y no tenía duda alguna de que Dennis y Carol habían mejorado muchísimo como entrenadores. Yo... he tratado de mantenerme, pero algo debo de haber mejorado seguro. Y Ukita, estoy seguro que también es mucho más fuerte que antes; así que llegó la hora: ¡a dar una gran batalla!

—Dennis, Carol: Ustedes conocen a Ukita. Hace muchísimo tiempo tuvimos un combate cooperativo, cuando me obsequiaron la Blazikenita, ¿recuerdan?

>>Hagamos que esta batalla sea aún más emocionante que la anterior: ¡Adelante, Gliscor!

Y entonces, el murciélago de tierra, segundo pokémon obsequiado por Alpha, salió al campo de batalla. Quería probar su potencial también, y seguro que era tan óptimo como el de Haxorus.


GLISCOR: Tierra/Volador (Resistente)
Antídoto: el envenenamiento y envenenamiento grave cura PS en lugar de restarle.
Toxisfera: causa envenenamiento grave al portador, que no sanará hasta que éste pierda el objeto.
Salud: 150/150
Fuerza: 140
Resistencia: 260 (60)
Agilidad: 3/3 (105 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Cuchillada (50 Potencia, Normal)
-Tóxico (envenena gravemente) (Usos: 2/2)
-Danza Espada (Sube en 20 fuerza propia) (Usos: 5/5)
-Relevo (cambia al usuario con otro pokémon del equipo) (Usos: 2/2)

 

Todo sucedió muy rápido: Denis y Carol estaban ahí, ¿eran ellos? Tal vez me memoria a corto plazo me impedía reconocerlos.
Pero él sí era el Steve de siempre, quizás mucho más hábil. La nostalgia de revivir un combate así me dejó sin palabras.

—¡Estoy listto amigo!—le dije sin más. —¡Snorlax yo te elijo!


SNORLAX: Normal (Muro)
Inmunidad: inmune a veneno.
Salud: 390/390 (70)
Fuerza: 175
Resistencia: 225 (50)
Agilidad: 1/1 (30 de Velocidad)
Movimientos:
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Fuerza (65 Potencia, Normal (Base 50, STAB +15))
-Descanso (se induce al sueño, recuperando el 100% de sus PS a cambio) (Usos: 2/2)
-Ronquido (65 Potencia, Normal, sólo funciona dormido (Base 50, STAB +15))

 

Dennis exclamó un sonoro "¡Claro!", y se dirigió a Ukita.

—¡Ya te recuerdo! Encantado de volver a verte, Ukita.

Aunque, por supuesto, seguía meditando en su cabeza la idea de que previamente hubiesen peleado ambos, no sólo como Dennis y Carol, sino... como Dseta y Sigma.

No obstante, alzó la cabeza, y fue él el que comandó la primera orden a su Braviary.

—¡Afilagarras!


BRAVIARY: Normal/Volador (Potente)
Vista Lince: No se puede bajar la prioridad de este pokémon
Salud: 200/200
Fuerza: 300 (110)
Resistencia: 150
Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3)
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Afilagarras (Aumenta en 10 la fuerza, el próximo ataque no fallará) (Usos: 1/2)
-Tajo Aéreo (75 Potencia, Volador (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 5/5)
TURBO: 25/100 (Paciencia)


MANDIBUZZ: Siniestro/Volador (Resistente)
Funda: no sufre daño residual por climas.
Salud: 220/220
Fuerza: 120
Resistencia: 310 (110)
Agilidad: (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Mofa (El rival se ve obligado a usar movimientos ofensivos) (Usos: 3/3)
-Tóxico (Envenena gravemente) (Usos: 3/3)
-Respiro (Restaura hasta 1/2 de los PS máximos, y pierde el tipo volador) (Usos: 1/1)
-Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3)
Turbo: 25/100 (Paciencia)

 

—¡Danza Espada, Gliscor!


GLISCOR: Tierra/Volador (Resistente)
Antídoto: el envenenamiento y envenenamiento grave cura PS en lugar de restarle.
Toxisfera: causa envenenamiento grave al portador, que no sanará hasta que éste pierda el objeto.
Salud: 150/150
Fuerza: 160
Resistencia: 260 (60)
Agilidad: 3/3 (105 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Cuchillada (50 Potencia, Normal)
-Tóxico (envenena gravemente) (Usos: 2/2)
-Danza Espada (Sube en 20 fuerza propia) (Usos: 4/5)
-Relevo (cambia al usuario con otro pokémon del equipo) (Usos: 2/2)


SNORLAX: Normal (Muro)
Inmunidad: inmune a veneno.
Salud: 390/390 (70)
Fuerza: 175
Resistencia: 225 (50)
Agilidad: 1/1 (30 de Velocidad)
Movimientos:
-Protección (se protege) (Usos: 2/2)
-Fuerza (65 Potencia, Normal (Base 50, STAB +15))
-Descanso (se induce al sueño, recuperando el 100% de sus PS a cambio) (Usos: 2/2)
-Ronquido (65 Potencia, Normal, sólo funciona dormido (Base 50, STAB +15))