—Lo se~ Y mas efectica que la patada por lo que veo—sonrei satisfecha y volvi a dejarme caer para mirar al Cottonee que, junto al Staraptor de Dante, se habian ido con el resto de mi equipo—¿Que quieres hacer ahora?—pregunte al chico—¡Y no vale decirme lo que yo quiera!—interrumpi antes de que dijera eso.
— Ian me ha arrojado a su inicial diversas veces, una patada... no es tan eficaz — reí levemente recordando como por un simple comentario en la escuela pokemon él me había lanzado a su inicial rápidamente. — Claro que no vale...—murmuré pasando una de mis manos por mi cabello pensando la respuesta, yo realmente no hacía muchas cosas interesantes, decidir era todo un reto — Pues...tal vez.. ir por un café, ¿quieres ir?
—Claro~—respondí y me separé de su abrazo para llamar a mis pokémon con un silbido, y una vez estuvieron a nuestro lado miré a Dante—¿Dónde quieres ir a tomarlo?—le pregunté juntando mis manos detrás de la espalda.
Llamó a sus pokemon y con eso, también vino Staraptor, que se acercó a mi para dejarme meterlo en su pokebola — ¿En dónde iremos a tomarlo?....hmm— miré hacia las calles de Barniz tratando de localizar algo en especial — ¿Qué te parece allí? — pregunté apuntando a una cafetería a lo lejos
—¡Muy bien!—respondí alegre y empecé a andar mientras Cottonee se alejaba del equipo para volar a mi lado y mirar a los alrededores curiosa. A veces, algunos habitantes o visitantes, la señalaban y cuchicheaban, lo que hacía que se escondiera entre mi pelo, un escondite muy efectivo pero, adorable de ver. —Después podemos ir al Volcán Barniz. ¡O al Lago Helado! ¡O al Gran Desierto! A ver si consigo algún pokémon guachi piruli—dije emocionada dando plamaditas.
En nuestro trayecto, muchas personas señalaban al pequeño pokemon que de inmediato se escondía en el cabello de Emily buscando refugio causando más ternura de la necesaria. — Nunca he ido al volcán Barniz así que tal vez podemos ir primero a ese lugar para visitarlo ambos primero..
—¡Sí!—dije más emocionada de lo que debería y me giré rápidamente, haciendo que el pequeño Cottonee, agarrado a unos de mis negros mechones diera la vuelta y cayera al suelo, mareada—¡Oh no! ¡Cottonee!—me tapé la boca con ambas manos mientras me dejaba caer en cuclillas delante de pokémon—Lo siento~—me disculpé con él mientras lo cogía en mis brazos para que se recuperara.
Llevé una de mis manos a mi nuca al ver la escena de la caída de Cottonee, pero no parecía haberse hecho daño así que estaba algo más aliviado, además estaba a salvo ahora entre los brazos de Emily — Creo que no se ha hecho daño Emi — acaricie un poco al pokemon y le sonreí amablemente — Adelante, por favor — dije abriendole la puerta de la cafetería delante de nosotros
—Te daré un poco de chocolate ¿vale?—le murmuré al pokémon algodón mientras entraba al edificio y su cara volvió a resplandecer de alegría ante mi proposición, lo cual me hizo reír. Una vez dentro me dirigí a una mesa que se encontraba al lado de una ventana, para así poder observar mejor a mi equipo, que estaba jugando por los alrededores. No solté a Cottonee en ningún momento y observé sonriendo como Dante se sentaba enfrente nuestra.
— Me imagino que querrás un chocolate... con azúcar si no me equivoco, ¿verdad? — sonreí un poco recargándome en el respaldo de mi silla observándola con una sonrisa — Cottonee, ¿también querrá algo? — pregunté con una leve risa, tal vez le gustara un chocolate al igual que a Emily
Asentí con la cabeza tras una pequeña carcajada y después noté como Cottonee se escapaba de mis brazos para ponerse enfrente de Date y darle a entender con su expresión que también quería un chocolate. —Pero ponle menos azúcar—avisé apoyando mi barbilla en la mesa.
Me levanté de la mesa con una pequeña risa acariciando a Cottonee — Entendido, tú también quieres un chocolate sin tanto azúcar. Ya vuelvo con eso — sonreí y di media vuelta para caminar hacia la barra y pedir los dos chocolates y mi café, luego les prepararía los chocolates como lo habían pedido, Cottonee sin azúcar y el de Emily, todo lo contrario
Giré mi cabeza para seguir el trayecto del chico y después levanté la cabeza para erguirme. Me quité la chaqueta y la dejé sobre el respaldo de la silla para después apoyarme en este y mirar al techo pensativa.
Una vez que me entregaron las tres bebidas me fui a prepararlas, Emily con mucha azúcar mientras que Cottonee con una cantidad relativamente normal, mi café se quedó como me lo dieron solo que con un poco de leche y eso había sido todo. — Aquí tienen, Emily.. Cottonee — dije una vez que llegué a la mesa, dejando los chocolates correspondientes a cada una — Disfrutenlo
—¡Muchas gracias!—dije cogiendo la taza entre mis dos manos y soplé para enfriarlo. Tras tomar un par de sorbos miré como el Cottonee observaba el vaso con gesto confuso. —¡Uy! P-pero tú... no puedes tomarlo. ¿Sabías lo que era el chocolate?—se movió de izquierda a derecha, diciendo que no y sonreí levemente—Pues en verdad es una cosa muy mala para la salud así que mejor que no puedas tomarlo—expliqué y el pokémon se puso en mi regazo para taparse un poco con sus hojas y así quedarse dormido—¿Lo quieres tú?—pregunté a Dante señalando el recipiente que estaba en el centro de la mesa.
Reí levemente ante aquello, era cierto que Cottonee no podría tomarlo pero aun así tenía que comprárselo para que no se sintiera mal o ignorado, Emily me preguntó si lo quería pero negué suavemente, tenía a alguien de mi equipo que le encantaría el chocolate — Mawile, ¿gustas chocolate? — pregunté a la nada realmente, hasta que salio un brillo de una de mis pokebolas dejando salir a Mawile que se encontraba algo emocionada. De lo que si les había enseñado a mis pokemon era a no salir de sus pokebolas a menos que les llamara, era una de las pocas cosas que seguían obedeciendo — Adelante, allí esta — dije sonriendole, mi pokemon corrió al lado de Emily y se paró en la silla al lado de Emily para alcanzar el chocolate con sus patas y comenzar a tomar un poco con una sonrisa
—Hola Mawile~—saludé al pokémon que se había sentado a mi lado y empezó a beber el chocolate emocionada—¡Un brindis!—exclamé de repente levantando la taza—¡Por nosotros!—dije y esperé a que los demás propietarios de vasos chocaran conmigo.
Mawile paró de beber chocolate y con su pequeño bigote de espuma saludó amablemente a Emily con una sonrisa, pero al ver que se haría un brindis tuvo que pararse en la mesa para poder alcanzar el vaso de Emily y chocar su vaso con el de ella a pesar de no saber realmente el significado de este. — Por nosotros...— dije con una sonrisa chocando mi vaso con el de ella antes de empezar a beber mi café
Tras el golpe di un largo sorbo de la bebida y después miré a Mawile. No pude evitar soltar una gran carcajada al observar su bigote. —Aw~ Mawile~ Kawaii~—dije entre risas, pero el pokémon, no agradecido por mi risa me señaló y empezó a reírse también. Paré en seco y ladeé la cabeza para después darme cuenta del producto de su risa y empecé a pasarme la mano por el labio superior, limpiándome el chocolate.
Después de que Emily limpiara todo el resto de chocolate que le quedaba Mawile le imitó para desaparecer la evidencia de su dulce bigote de chocolate — Creo que te ha quedado un poco Emily — dije acercándome un poco a ella para besarle rápidamente en los labios antes de volver a mi lugar — O tal vez solo ha sido mi imaginación — añadí con una pequeña sonrisa antes de volver a tomar un poco de mi café