--Eh sí, eso haré.--Debía cambiar el tema como sea.--En fin... Por qué estas tan feliz? Te vi brincando como loco~!
--Oh, es que vengo saliendo de mi primera batalla del Torneo Barniz, ¡pasé a la segunda ronda! --celebré con los brazos en alto.
Al escuchar a Steve recordé que yo no había curado a mis pokémon aún, así que salí disparado hacía el centro pokémon. --¡¿Cómo rayos pude olvidarlo?! --grité mientras corría.
--Vaya! Que genial...--recuerdo que yo participe ya hace un tiempo en un torneo... pero la verdad es que sólo de pura suerte quedé en tercer lugar--Dije recordando los penosos sucesos con Dante y Emily.--Mi amiga Liza tambien esta en el torneo! Por si acaso no la has visto? O acaso la habras vencido? ... No no lo creo, ella es asombrosa entrenando Pokemon~!
Tantas preguntas me estaban dejando un poco mareado, hasta que luego de unos segundos pude procesar todo. El chico parecía un poco ansioso, pero no era molesto, al contrario, me parecía bastante gracioso. --Sí, sí la conozco, aunque no sé que tal es como entrenadora porque aún no he tenido una batalla con ella. Luego miré a mis pokémon rápidamente para volver la mirada hacia Ukita. --Oye, yo también debo ir al centro pokémon. ¿Vamos?
Pasados unos minutos salí del centro pokémon con mis pokémon curados y la gameboy que había dejado allí hace días. Qué bueno que en el mundo pokémon nadie roba videojuegos abandonados... --¡Cuanto extrañaba esta cosa! --exclamé mientras caminaba con la consola encendida.
Seguí caminando con total naturalidad, sin importarme cuantas veces chocaba con algo por no ver el camino ¡No iba a soltar mi Gameboy!
Al escuchar la respuesta, devolví a Scizor a su pokébola y me dirgí al centro pokémon junto a Ukita, Combusken y Bulbasaur. --Oye, ¿y no has pensado en evolucionar a Bulbasaur? --pregunté en el camino.
--Pues...--ya era la tercera vez que me preguntaban eso de hecho.--No lo presiono ¿verdad amigo?--Bulbasaur afirmó sin dejar de caminar--Cuando él se sienta listo lo hará...
--Oh, lo siento --dije riendo mientras me rascaba la nuca--. No sabía que te lo habían preguntado tantas veces...
(Ah, leí mal entonces ._. Bueh...) Entré junto a los otros al Centro Pokémon, y luego de regresar a Combusken a su pokébola me dirigí en compañía directamente a donde la enfermera Joy. Un par de minutos después, la enfermera de cabellos rosados me pasó mis pokébolas, y luego de darle las gracias, miré al chico y le dije: --Tu turno, Ukita.
Fue raro volver al Centro pokemon justo depues de haber salido, al enfermera mi miró algo extrañada, pero era su trabajo, recuperó a mis pokemon de manera eficaz y rápida. --¡Listo!... ¿Steve verdad?
(La enfermera Joey ha de pensar "Este entrenador es tan malo que pierde cada 15 minutos" xDDDDDDDDDDDD)