Ciudad Barniz

— ¿Dejo de decirlo entonces? — pregunté levantandome para tirar la envoltura de la hamburguesa que había comido y después volver a mi asiento

 

Me levanté de la mesa asintiendo a sus palabras de irnos de allí, pero antes que nada me acerqué a ella y le quité delicadamente su cartera para guardarla en mi bolsillo — Yo pago, el quitarte tu cartera solo asegura el hecho de que me des hacerlo — dije antes de que me reclamara cualquier cosa, saque el dinero de uno de lso compartimientos de mi mochila y pagué lo que habíamos comido, me dirigí la puerta y la abrí

— ¿Nos vamos?

 

—Anda... no me digas eso — dije siguiéndola de cerca sacando su cartera de mi bolsillo y caminando rápidamente para alcanzarla y ponerme frente a ella — Nunca podré ser malo contigo y lo sabes perfectamente — le entregué su cartera y me enderecé nuevamente para colocar mis manos en mis bolsillos y colocarme a su lado

 

Reí levemente al escuchar lo primero que dijo, esa era mi costumbre y no planeaba cambiarla — ¿Qué es lo que más deseo en este mundo?..— murmuré, revivir a los muertos quedaba completamente descartado ahora, ¿ser fuerte?, no.. jamás me ha interesado eso — Tal vez... poder seguir frente a ustedes — dije pasando una de mis manos por mi cabello pensandolo un poco — Sí, en efecto es eso

 

Pensé que seguiríamos caminando normalmente, pero no, me había equivocado... de un momento a otro Emily se encontraba colgada de mi obligándome a sostenerla con uno de mis brazos por el bien de ambos — O-Oye...q-que no es para tanto..— logré decir a pesar de mi sorpresa y algo de vergüenza, debía aprender lo que iba a hacer cuando se detenía asi de repente, para la proxima vez no sorprenderme tanto

 

Fruncí muy ligeramente el ceño y abrí un poco mi boca atrapando por muy pocos segundos su dedo que se hundía en mi mejilla para luego después soltarlo como si nada hubiera pasado, soltando una ligera risa — Realmente no lo se, pero... podriamos caminar un rato, ¿te parece?

 

Caminé un poco hasta llegar a una banca y déjala allí para poder cargarla de la forma que había propuesto, no me molestaba en lo absoluto, ya había llevado muchas veces a Ukita en mi espalda como para no hacerlo con Emily

— ¿Y bien?... ¿por donde quieres pasear?

 

— Es la ciudad más pequeña de Galeia, no hay mucho que mostrar — dije paseandome por allí —Aunque se distingue porque posiblemente se encuentra justo en medio de tres fenómenos meteorológicos distintos, sin ser afectado por ninguno de ellos.

 

— ¿A que ciudad quieres ir Emily? — pregunté mientras aun caminaba por las calles sin rumbo en específico

 

Cresselia procuró que Chad se sintiera cómodo sobre ella. Yo saqué a Pidgeotto de su pokébola; Plusle fue a parar al interior de mi morral, desde el cual se asomaba su cabeza dormida. Tras montarme en mi respectivo pokémon volador, dictaminé nuestro siguiente destino.

—Ciudad Acrílica, amigos míos.

Nos perdimos en el cielo.