Ciudad Barniz

Contenido oculto

No me gusta ser el que da malas noticias, pero: Electrico no daña a Tierra. Piloswine nunca se debilito.

 

Había estado algo sumisa pensando si sería buena idea sacar aquí a todo mi equipo para que Emily pudiera verlo, pues no sabía qué tanto podrían llamar la atención mis dos pokémon legendarios y el grandullón, pero cuando iba a enseñárselos finalmente me di cuenta de que me había quedado un poco atrás. Miré más adelante y noté que Sylveon y Glaceon se encontraban a la par de la chica, que al parecer se encontraba mirándolos y chocó contra alguien. Estuve a punto de correr para ver si se había hecho daño pero al fijar mejor la vista vi que se trataba de Dante con su Arcanine, y que rápidamente éste la ayudó a levantarse, por lo que decidí quedarme donde estaba. Por alguna razón sentí un no se qué que me indicaba que en esos instantes allí sobraba, pues hace un rato Emily me dijo que Dante había estado algo ocupado para atenderla y se notaba algo molesta, por lo que pensé que mejor los dejaba a solas. Solté un suspiro y llamé a mis tres pokémon con una sonrisa, los cuales aparecieron a mi lado sin rechistar. Acaricié el lomo de mi incial y me monté en él junto a mis eeveevoluciones.

—Vamos a dar una vuelta por otro lado, ¿vale? —les propuse a los tres desviando la mirada hacia el cielo y éstos asintieron a gusto con la idea. Samurott comenzó a caminar hacia el norte de la ciudad.

 

Caminaba con mi Arcanine por la ciudad sin un rumbo que seguir como siempre acostumbrábamos cuando nos quedábamos solos. Esos pequeños (y de vez en cuando grandes períodos de tiempo) acostumbraba a pensar en muchas cosas, los temas de ingreso de ahora eran nada más y nada menos que el hebo de que Emi saliera corriendo de esa forma cuando estaba hablando con Mili y Kiaru, lo más probable era que estuviese enojada porque no fui a animarla en su pelea, pero tampoco iba a dejar a dos personas hablando sola, no acostumbraba a ser eso.

Llego un punto del camino donde note que Arcanine de hizo a un lado rápidamente y de la nada choque con alguien haciéndome caer al suelo al igual que la otra persona por estar así de desprevenido. Cuando la otra persona se disculpó reconocí de inmediato su voz..

— Emily estas bien? — le pregunte rápidamente acercándome a ella una vez que estuve de pie para ayudarla a pararse — ¿No te hiciste daño?

 

Abrí los ojos algo sorprendido al notar como apartaba mi mano de ella con brusquedad — ¿Emily pasa algo? — le pregunte preocupado por su reacción en definitiva estaba enojada

 

"Tus nuevas amigas"

Ladee la cabeza algo confuso, no sabía sí podía considerar a Mimi y Kiaru como "amigas" si apenas llevaba 5 minutos de conocerlas, pero eran las únicas a las que podía referirse — Se fueron... Aunque realmente no las conozco, sólo me presenté con ellas

Camine hacia ella para que pudiera verme, ya que al parecer me estaba evitando — Emi... ¿Qué pasa?

 

— ¿Entonces porqué pareces enojada conmigo? — pregunté en un suspiro — Jamás me habías visto de la forma en que lo estas haciendo ahora — le expliqué mirandola desde mi lugar — ¿Qué hice?

 

Suspiré y pase ambas de mis manos por mi cabello dando un paso hacia atrás — Bueno Emily... trataré...trataré de no molestarte desde ahora, ¿vale? —llamé a Arcanine que se encontraba lejos de la escena y poco a poco se fue acercando a nosotros

— Simplemente te digo esto porque no quiero volver a perderte — dije finalmente mirandolacon gesto preocupado a pesar de que ella no me estaba viendo

 

Al notar su tono de voz y la acción que había hecho anteriormente me acerqué a ella, invadiendo relativamente su espacio personal, pero de esa forma era mas fácil hacer lo que venía hacer: abrazarla con algo de fuerza y recargar mi frente delicadamente en su cabeza — Tranquila...Emily — susurré acariciando con una de mis manos su cabello — No hay nada de que disculparse

 

— Eres la persona menos egoísta que conozco, no digas eso — dije abrazándola un poco más al ver como ya había iniciado a llorar — Aunque bueno, para mi nunca serás egoista, que lo sepas

 

— Enfádate, no me importa — dije separandola un poco para ponerme a su altura y limpiar el camino que habían dejado sus lágrimas con mis manos — Así que deja de llorar por favor...jamás me ha gustado verte así

 

— ¡POR FIN! —Exclamé a todo pulmón llegando a la ciudad. A Tyranitar le cayó una gota de la frente mientras me veía, otra gente pensaría que estaba loco, pero no importa, ¡por que por fin había llegado a Barniz!
Tenía arena, tierra y sudor por todo el cuerpo. El desierto no es un lugar muy divertido que digamos, sin mencionar lo tedioso que es cruzarlo. ¿Me pregunto si fui el primero en llegar?

@Nami Roronoa