— Me va bien, pero tengo pocas batallas.— Le comenté.— Que tenga a Charizard es un problema, ademas sé supo muy rápido por todos los que conozco que tengo a mi Rayquaza. Ademas con Milotic y Aegislash no me aceptan combates y a veces me tengo que limitar..
— Vaya... he de decirte que eran detalles que yo no conocía hasta que me lo has mencionado — dije colocando una de mis manos en la nuca algo nervioso, todos sabían de eso yo apenas enterandome
— Bueno, la gran mayoría al menos lo sabe.— Le contesté.—Te pediría un combate, pero sé que no vas a aceptar.
-A mi también me gustaría luchar alguna vez contigo-dije mirando a Dante, intentando no apartar su mano de mi cabeza-Pero esa sería una derrota que no me gustaría tener-admití con el dedo índice en la comisura de mis labios.
— Yo ya no tengo batallas con nadie Emily...— dije en un suspiro — Hace mucho que yo ya no acepto batallas, y creo que eso ya todos lo saben
-Yo no lo sabía-dije encogiéndome de hombros-Pero ahora lo sé-sonreí-¿Alguna vez me contarías el porque has dejado las batallas?-pregunté mordiéndome la uña del dedo pulgar.
— No es nada complicado saber el porque...— aparté mi mano de su cabeza para colocar mis manos en los bolsillos — Simplemente, lo dejé...
— ¿Fue por lo de Gamma? — Le pregunté.— Sé que no podré hacerte cambiar de opinión, pero si te digo la verdad deberías darte la oportunidad de volver a pelear solo una vez.
Me quedé en silencio un rato y después metí la mano derecha en el bolsillo de los short. -Voy a currar a mis pokémon-avisé mientras me dirigía al Centro. Nada más entrar curé a los pokémon bajo la atenta mirada de la enfermera y cuando me lo devolvió me dirigí al baño para lavarme la cara con agua fría.
— No fue por los Gamma — alcé los hombros despreocupado — Y... las peleas no son lo mio Alpha, además que una cosa es que mis pokemon sean capaces y otra su entrenador...
— ¿Sabes? El entrenador si no es fuerte puede volverse. Simplemente debes querer.— Le expliqué retirándome seguido de mi Rotom hacía el centro pokémon.
Suspiré y le miré irse sin más, claro que sabía eso, pero al parecer era un problema que yo no quisiera, para mi todo aquello había terminado y no quería volver a tener que ver con alguna batalla otra vez — ¿Por qué tanto interés en si peleo o no? — murmuré encaminándome a una banca cercana, solo me restaría esperar a que Emily saliera de allí
Tras estar un rato mirándome en el espejo, me peiné el cabello y me lo recogí en dos trenzas bajas. Salí del edificio y busqué a Dante con la mirada. -¡Ahí!-dije señalando el banco cuando le encontré y me dirigí hacia él. Me quedé enfrente suya con las manos juntas detrás de la espalda y mirándolo sonriente-¡Buenas!
Me pegué un poco al respaldo de al banca al notarla de repente en frente mio — Lamento no poder tener una batalla contigo — me disculpé antes de otra cosa sin mirarla —Pero hay muchas personas que podrían tener una batalla mejor contigo
-No te tienes que disculpar por eso-dije mordiéndome el labio inferior-No te puedo obligar. Además no te creas que yo estoy tan interesada en las batallas. Solo quiero tener muchos pokémon porque so todos muy monos y adorables.
— Me disculpo porque se que querías — dije en un suspiro — Pero, creeré en tu palabra Emily — le sonreí un poco — Y...¿asi que pokemon adorables y muy monos?
-Pero bueno, tampoco me voy a morir así que no pasa nada.-dije riendo un poco-¡Sí!-respondí con los ojos brillantes-Como Jirachi. Es el pokémon perfecto.
-Pues... pues... porque es una cosita pqueñita adorable pero súper fuerte y también concede deseos y es legendario y duerme mucho-empecé a contar enumerando infantilmente con los dedos.
Reí un poco y no pude evitar sonreír — Se que es legendario, no estoy tan perdido en esos asuntos... pero me imagino para que sea tu pokemon perfecto tiene sentido por tu explicación