-Empezar a acosarte hasta que me dijeras quién era la afortunada y me alegraría mucho por ti, supongo-respondí tras pensarlo un momento y después observé de reojo como Espeon se apoyaba con las patas delanteras en el pecho de Dante para empezar a lamerle la cara afectuosamente.
Reí levemente al sentir la acción de Espeon, sabía que no me había viso hace mucho pero era demasiada emoción del pokemon — Hey, hey.. tranquilo... — dije intentando que dejara de lamer mi rostro tomándolo entre mis brazos — ¿Así que me hubieras acosado por eso? — pregunté limpiándome un poco con la manga de mi camisa — Menos mal que no es mi caso...
Me estiré en toda mi longitud y después me levanté del banco de un salto. -¿Qué hacemos después de comer?-pregunte entusiasmada.
— Pues primero deberías curar a tus pokemon — dije señalando al centro pokemon que no estaba tan lejano — Y luego..tú decidirás...
-Pues no es muy buena idea dejarlo en mis manos, la verdad, pero me gustaría atrapar algunos pokémon y hacer algunas batallas, no sé-dije pensativa-¡Y quiero ver a Liza! ¡Y a Ian! ¡Y a Alpha! ¡Y a todos los que me haya olvidad nombrar!-dije emocionada.
— Pues si encontramos tiempo lo hacemos, no te preocupes... — liza, ian y alpha no tenía ni idea de donde estarían ahora así que tal vez fuera mas dificil encontrarlos
-¡Bien!-dije alegre y después miré a ambos lados-¿Pero cuánto se tarda en andar dos metros? Tengo hambreee-me quejé-Cuéntame algo-le pedí a Dante.
— No puedes impedir que Effy y Hubert lleguen a su paso, deben querer tener su tiempo solos, quien sabe...— dije acarciando un poco a Espeon — ¿Algo en específico que quieras oir de tu servidor? — le pregunté para darme una idea, no hacía muchas cosas interesantes que digamos y tal vez así supiera que decirle
Nuestro grupo llegó finalmente hasta donde se encontraban Dante, Emily y sus pokémon. Estreché la mano del entrenador de Chesnaught. —Tiempo sin verte, Dante —saludé sonriente, para después saludar con una inclinación de cabeza a su acompañante—. Effy me acaba de hablar de tí; un gusto conocerte, Emily. Plusle y Maractus saludaron dando salto alrededor de los dos, mientras que Serperior simplemente se limitó a mirarlos con serenidad.
-Lo sé, lo sé. Yo no quiero impedir que tengan su momento de intimidad, pero ya sabes, cuando se juntan las ganas de continuar con el hambre al final acaba saliendo impaciencia-dije sonriendo-Y bueno, como si me quieres contar la Caperucita moderna, lo importante es hablar de algo-dije riendo levemente.
Hubert y Effy se habían acercado impidiendo que respondiera a lo que había dicho Emily, además para mi sorpresa Hubert había estrechado mi mano, cosa que me sorprendió un poco, yo solo tenía planeado saludarlo con un simple "Hola", solo esperaba que no se hubiera notado en mi rostro la repentina sorpresa — Me temo que sabes que a mi me gusta estar por allí, así que creo que es normal que no nos hayamos visto — dije levantándome de la banca para ver a un miembro del equipo de Hubert que no había visto, aunque no creía que fuera suyo — El...plusle no es tuyo ¿verdad? — pregunté inclinandome un poco para ver al pokemon y acariciarlo un poco para después ver al Maractus y hacer lo mismo, claro cuidando de no clavarme una espina en el proceso
Me giré hacia la voz proveniente y vi que por fin la pareja había llegado a nuestro lado. “Mierda, me siento culpable. Siento como si una fuerza mayor los hubiera obligado a llegar antes aquí porque yo lo había pedido” dije sumiéndome en mis pensamientos pero luego moví rápidamente la cabeza, despejándome. -Un placer, Hubert. Dante también me ha hablado un poco de ti-dije sonriendo y me acerqué para darle dos besos en las mejillas-Espero que seamos amigos.
—En parte soy responsable también, ya que no permanezco mucho en el mismo sitio —respondí entre leves risas—. Y no: este Plusle es de Brendan. Me encontré con su entrenador en la sede del Torneo Acrílica, pero me retiré del lugar. Rato después me di cuenta de que este simpático pequeño me había seguido, así que lo estoy cuidando hasta el momento de volver allá. Plusle recibió gustoso la caricia de Dante. acabó por treparse al hombro del chico mientras éste también realizaba su gesto amistoso con Maractus, el cual respondió moviendo las caderas rítmicamente, siempre con su sonrisa en el rostro y las maracas en sus manos. En tanto, Emily me saludó con dos besos en las mejillas, deseando una buena amistad entre nosotros. —Lo mismo digo —respondí y le devolví la sonrisa.
— Aunque no desapareces como yo — murmuré mas para mi, que para él para después reincorporarme y sentarme en la banca con el Plusle en mi hombro, mientras Emily se presentaba con Hubert, esperemos que Hubert no preguntara que le había contado yo a ella, aunque no era precisamente malo lo que había dicho — Debí haberme imaginado que era de Brendan, pero como casi nunca he tratado con él no pude pensar en él como dueño de este pequeño...
—¡Plusle! —dijo el pokémon alegremente. —Yo tampoco he tratado mucho con él, a decir verdad. La última que lo vi antes del asunto del Torneo, investigábamos sobre el pasado de la Mansión Abandonada del Gran Pantano —me estremecí al recordar el esqueleto del feto y el de su madre, que encontré en una de las habitaciones del mencionado lugar—. Allí también estuvieron Alpha, Ian, Effy aquí presente y Liza.
Al escuchar los nombres de los que habían participado en no-sé.que cosa de una Mansión me sobresalté. -Perdona ¿Por un casual no sabrás dónde están ellos ahora?-pregunté al chico con un brillito en los ojos.
— ¿La mansión abandonada tiene una historia detrás? — pregunté algo sorprendido, aunque realmente lo unico que me había llamado la atención de esa mansión es que a Ukita casi le da un infarto dentro, asi que prefería evitar esa mansión — Ustedes si que saben pasar el tiempo..— y hablando de tiempo, Emily no dejo que pasara mucho para interesarse en los nombres de los mencionados preguntando donde estaban... pero si la iba a llevar con ellos solo esperaba que Ian no me arrojara algo esta vez
—Una turbia y triste historia de asesinato —fue lo único que dije, ya que entrar en los detalles de lo que habíamos descubierto en el lugar no iba a hacer bien a mi ánimo. En eso, Emily, con un marcado brillo de emoción en los ojos, me preguntó sobre el paradero de, intuí, Ian y Alpha. Negué con la cabeza, rascándome la nuca con algo de pena. —Siento decirte que no sé dónde se encuentran ahora. A ellos los vi por última vez en Ciudad Acrílica, pero pasó bastante tiempo desde entonces.
-Oh-dije con notable tristeza bajando la mirad ala suelo pero luego miré al cielo sonriendo-Guay, siempre quise ser detective. Encontrar personas es lo más importante para eso-¿Nos acompañas a comer?-pregunté al nuevo chico.
—¡Claro, será un placer! —respondí a la invitación— No te preocupes, tarde o temprano aparecerán, sobre todo si se trata de enfrentarse a alguien poderoso.