Ciudad Barniz

—Pues, podríamos ir a la Pradera Arte… no se si has ido alguna vez, pero no es muy lejos y es muy grande, hay muchos pokémon… —comenté al pasar.

En eso, noto que andaba por ahí también una entrenadora con un Raichu, Mitsuki… Clefairy se escapó de su pokebola casi instantáneamente y se acercó dando grandes y animados saltos hacia la chica para llamar su atención y guiarla hacia nosotras.

 

Chuchu noto a un Clefairy y sonrió antes de tirar de mi pantalón—¿Que sucede?—vi al pokemon y supe de inmediato de quien era—Hola Clefairy, esta Effy cerca ¿no?—el pokemon asiente con energía—bueno, guíanos donde ella—el Clefairy nos guía hacia su entrenadora—Hola Effy—le dije sonriendo y chuchu la saludo igual.

 

Yo asentí ante la propuesta de Effy y me fijé que su Clefairy fue a saludar y a llamar la atención de otra entrenadora.
En cuanto vino, solo se fijó en Effy y yo decidí activar mi modo planta decorativa.

 

Chuchu me volvió a jalar del pantalón—¿Hum?—ella señalo a una entrenadora a su lado y vi a la chica—Hola,me llamo Mitsuki—me presente sonriendo, ya que antes no la había visto.

 

Saludé a Mitsuki una vez se nos acercó, y Clefairy apretó el botón de su pokebola en mi cinturón para meterse dentro una vez más. Vaya, realmente había una primera vez para todo…

—Mitsuki, ésta es Jenna. Jenna, Mitsuki —presenté rápidamente, a la vez que sacaba a Skarmory y le hacía una seña a Jenna para que montara a bordo del ave de acero—. Nos dirigíamos hacia la Pradera Arte… si gustas acompañarnos y no tienes nada que hacer, nos veremos allí entonces...

 

Yo la saludé y le sonreí para ser amable y me monté sobre Skarmory.
Al oír la propuesta de Effy reaccioné.

—¡Eso! ¿Nos reunimos allí?

 

Asentí—Claro, las veo haya—les dije sonriendo, tenia que hacer una pequeña cosa antes.

 

Asentí; decidido esto, me subí a Skarmory, delante de Jenna, y acaricié a mi pokémon de acero. Skarmory extendió sus grandes alas metálicas, aleteó y se alzó del suelo, elevándonos por los aires en un santiamén.

 

Me puse a caminar hacia el CP otra vez, y tras estar en la habitación donde se encontraba Yair dormido saque a Ataro—Ataro, cuida de el ¿si? después volveré aquí, pero quiero que lo tengas vigilando y si despierta ya sabes que hacer—el pokemon asiente con una sonrisa y se sienta en una silla al lado de la cama de Yair—gracias—le dije sonriendo antes de darle otro beso a yair pero en la frente y le di uno a Ataro, para luego salir del CP, sacar a Doddy, montarme en el e ir hacia la pradera arte.

 

La subí al dragón frente a mi y le dí la orden de despegar.

*****

En pocos minutos ya estábamos el cielo al momento del atardecer, el sol se ocultaba y nosotros volábamos hacía el horizonte donde el cielo tomaba una tonalidad anaranjada y a lo lejos el sol caía en el mar ocultándose poco a poco..

— ¿Qué tal la vista, rubia?— Pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro.

 

Decidí mirar mejor al frente, y como un flechazo, sentí un recuerdo muuuy antiguo.
--Pues... Me trae mucha recuerdos... -- decidí contestar, pero cambié la respuesta --. Pero a parte de eso, es bastante bonito.

 

Puse mi mano en su mejilla dándole una suave caricia.
— Tu padre, ¿No?— Sonreí.— ¿Volaban en su Charizard negro?— Pregunté.

 

Asentí poniendo una sonrisa algo forzada mientras miraba hacia arriba.
--Aunque no sólo con él... Mi infancia no se basa sólo en estar con mi padre. Echo de menos a mi madre sobre todo.

 

— Lo sé, pero tranquila...piensa que podría estar viva, pero en un hospital sufriendo mucho...— Le comenté.— Tú padre es lo mismo, los extrañas, pero están contigo no físicamente

 

Asentí levemente, y a continuación me hice para atrás apoyándome un poco contra Alpha.
--Cuanta razón tienes...
Luego de eso, sonreí, y después reí.
--Aunque en parte, en el fondo, muy en el fondo, me alegro de que mi padre no esté.

 

— ¿Por?— Le pregunté.— Y no respondas que por mi bien..

 

--Entonces no te respondo -- dije riendo
--Pero ahora en serio... Te tendría como a un soldado. Aún recuerdo cuando llevé a uno de mis amigos a mi casa y mi padre lo tomó por mi novio... Pobre chico.

 

— Pobre chico, creo..— Reí.— No puede ser tan malo.

 

--Bueno... Si para ti no es malo pasar por un interrogatorio donde te preguntan hasta tu número del DNI, entonces no, no es nada malo -- dije con tono sarcástico
--O pasar por su revisión. Era como una revisión del médico.

 

— Que exagerado..— Me quejé.
— Paso de los médicos por siempre...