Empecé a llamar a mi casa, una y otra vez... --Vamos... Vamos... Al no cogerlo, me rendí. --¡No sé cuantas personas trabajando allí, y no hay nadie que coja un maldito teléfono!
— ¿Y si calmas tu ira?— Comenté desde atrás de Destiny, al salir del centro pokémon la había visto.— ¿Cómo estas Des? Ademas de enojada..para variar..
Sin girarme, empecé a contar. --Pues adivina... Estoy agobiada, estresada, he dejado cosas pendientes, me siento rara, voy ha ser madre entre comillas, no he comido nada, tengo un frío que lo flipas...-- según acabé, me di la vuelta--. Creo que bien.
Escuche todo sin mucha atención hasta que me pare en algo. — ¿Vas a ser madre?— Pregunté algo confundido.— ¿Por qué el entre comillas? Si pasaba algo estaba seguro que no había hecho nada.
Contenido oculto el huevo pokémon niño! XD Rodé los ojos. --Me han dado un huevo pokémon. Charizard lo esta calentando por mi fuera.
Me encogí de hombros. --No tengo ni idea. A continuación, decidí coger al pokémon día para quitarle mi chaleco, algo que a él no le gustó. --Y pobre del lagarto como piense hincarle el diente...
De todas formas...no se que es mas peligroso, mi Charizard en mega o Destiny enojada...seria un gran experimento. — ¿Cuando conseguiste ese Espeon? — Le pregunté mirándole a los ojos.
Empecé a hacer memoria mientras me ponía mi prenda... No fue hace mucho, pero tampoco hace mucho. --Evolucionó el mismo día en que me gasté novecientos y pico pokedólares. ¿Por?
Una pequeña mueca salio en mi rostro, aun no creía que se le hiciese tan fácil gastar el dinero. — Curiosidad, nada mas. ¿Qué haces en la ciudad?
Muchas preguntas... Aiyayai que me da que hice algo mal... --Emmm... S-Sólo iba a comer con una amiga nueva, pero me acordé de una cosa.
— ¿Que pasa? ¿Destiny nerviosa? ¿Tan malo es eso?— Le pregunté con una pequeña risa, verla en ese estado no era normal.
Alcé una ceja. --Vale, sí, estoy nerviosa-- dije finalmente soltando mis brazos--. Tantas preguntas hacen que me ponga nerviosa.
Reí con suavidad. — Última pregunta, ¿Qué tal una cita? Me haría bien relajarme y estar un rato contigo.
Puse una expresión de sorpresa. ¿Se ha dado un golpe? Le puse mi mano derecha en su frente, y no, no notaba fiebre. Al apartar mi mano, sonreí y decidí contestar. --¿Por qué no? Bueno... ¿Cuándo y dónde? Pero una cosita... Si vas a estar conmigo, relajado no vas a estar ¿eh?-- le dije poniendo un tono de broma en lo último
--¿Cómo la primera ves? Aunque por fuera no lo aparentaba, por dentro estaba tan temblorosa como un flan. Miré a Espeon, y con un gesto que hice con la cabeza, este se marchó con mi inicial. --Claro. Me gusta esa idea.