Salté de Skarmory en pleno vuelo, y por tal imprudencia salí rodando hacia la puerta de una casa enorme, como una mansión. Después de chocar con ella me puse en pie y toqué la puerta, dispuesto a hacer mi característica pregunta: --¿Señor, puedo usar su baño?
--Muy fácil... --le dije sonriendo --Escoge entre estas dos. O jugamos a pillar, para fortalecerte, o simplemente paseamos mientras me haces preguntas
(Volvemos con lo mismo XD Que echaba de menos eso :'D) --¡Exacto! -- le dije -O eso, o preguntas y burrirnos
(xDDD Yo igual) --Esta bieen, no quiero aburrirme. --me rendí mirándola sonriente. --¿A que juego, o que cosa quieres hacer de ejercicio?
--Tienes que saber, tu eres la profe ahora. --le respondí con burla. --Anda que...los profes de hoy en dia...
--¿Au? --me quejé del golpe que me había dado aunque no me había dolido y eché a correr y tras de ellos. --¡Tramposa! ¡Me cogiste desprevenida! --le grité divertida sin parar de correr.
--¡Nadie a dicho que el juego ha de ser con reglas! -- Le grité sin mirar atrás. Miré a Lucario, y este supo que hacer, giramos rápidamente para despistarla, e irnos más rápidamente. --¡Ve más rápido niña!
No se por qué pero el que me haya llamado así me molestó. --¡¡Que no me llames niña!! --le chillé girando por donde se habían ido aún sin perderlos de vista.
Mi nivel de enfado cada vez subía a más, y cada vez aceleraba más el paso, cosa que me ayudó al tener cada vez máss cerca a pokémon y entrenadora. --¡¡Para ya de llamarme así!!
Giré ami cabeza hasta más o menos verla, y le saqué la lengua. --¡Nunca! -- Dicho esto, empecé a coger más velocidad junto a mi pokémon, para dejarla un poco atrás.
--¿A no? Eso ya lo veremos rubita... --le dije con una mirada decisiva y seguí cogiendo más velocidad al igual que ella. Ummm, ¿rubita? Me suena...