Tras una hora de incansables tratamientos y demás, acabé en la misma habitación que en la mañana conectada a todos esos cables tan incómodos sin hablar del de la sangre que me daban a través de una bolsita conectada a mi por una cuerda, y me daba repelús verla. Por lo menos la enfermera Joy fue considerada y antes de meterme en la cama me dejó ducharme y ponerme el pijama para pasar la noche lo más cómoda posible, aunque sabía que no iba apegar ojo, había tantas cosas que pasaban por mi cabeza...era dificil pegar ojo así. Bostecé y miré la hora en mi pokereloj: las 10:00 pm de la noche. Observé desde la ventana de mi derecha que todo estaba oscuro por la tormenta y la lluvia no cesaba. Un trueno me sorprendió y me asusté un poco, pero respiré hondo y logré tranquilizarme. Silencio... era lo único que había en mi habitación... Volví a sentirme sola, volví a deprimirme de nuevo. Por suerte algo me sacó de mi ensimismamiento, tenía mucha hambre. --¿Y ahora que hago? --pensé en voz alta al ver que la enfermera Joy estaría atendiendo a los múltiples entrenadores que se habrían quedado estancados en el c.p hasta que la tormenta amainara. --Jo, ¡tengo mucha hambre! Una idea cruzó mi mente y lo puse en marcha. Me desconecté de nuevo de los cables excepto de la sangre, que tenía una barra con ruedas que sería fácil de llevar junto a mi y mientras recuperaba sangre, y bajé de la cama agarrando dicha barra y saliendo de mi cuarto silenciosamente hacia el pasillo que tenía una de tantas máquinas espendedoras de donde podría comprar algo para picar al menos. Metí la moneda en la ranura y me llevé la sorpresa de que lo que había pedido no bajaba, ¡se había tragado mi dinero la máquina de las narices!
Una "Ejem!" pudo escucharse a lo lejos. Era la enfermera Joy que tenía una expresión acusadora en su rostro. --Te pusimos una etiqueta con GPS en la noche para asegurar que no escaparas de nuevo; y por cierto, eso impide que uses artefactos electrónicos... Posteriormente, la enfermera ingresó un código a la máquina y el bocadillo ordenado por Liza finalmente salió. La funcionara del centro pokémon miró a la entrenadora y le dijo: --Te lo daré; pero prométeme que no te volverás a escapar. Queda sólo una hora y media para terminar el proceso, pero si te sigues escapando lo único que harás es retrasar las cosas...
(OnlyYops, mi personaje es Liza no Serena xD) Miré arqueando una ceja a la persistente enfermera. --¿Enserio, un GPS? Ni que fuera una fugitiva peligrosa. --le respondí con sarcasco y suspiré. --Esta bien, esta bien, ya no me escapo más, pero tenía hambre...--eso último lo dije hinflando los mofletes como uns niña pequeña. Miré de nuevo a Joy y le pregunté: --¿Me das ya el bocadillo, por favor?
--¡Quiero mi bocadillo! --exclamé ya un poco nerviosa y con las tripas sonándome a cada instante. Escuché mi nombre y me giré con el ceño frundido aún para encontrarme de nuevo con el chico de antes. --Hm? ¿Qué quieres?
-- Entregarte tus pokeballs-- le conteste ofreciéndole a sus pokémon-- me pidió la enfermera que las tuviera yo--
--Ah, gracias. --le sonreí cogiendo la s pokeballs que ahora estaban vacias ys que la enfermera Joy uso el teletrasporte anteriormente para traérmelas ya que este chico no daba señales de vida. --¿Quién eres tú?
-- ¿No me recuerdas? soy Alpha, te elimine en los dos torneos que han pasado-- le recordé con un poco de burla.
Le miré con el ceño fruncido y me crucé de brazos. --No, no te recuerdo de nada. --le respondí un tanto molesta por su arrogante comportamiento.
¡Sí! ¡Llegué! ¡SÍ! Caí de rodillas al suelo junto a Lucario. Luego, alcé lo brazos y grité. --¡SÍIIII!
-- Bueno, soy Alpha, gane el torneo Tempera, me conociste en esa misma ciudad y se supone que viajo contigo y Destiny, pero entre tanta pelea no ha resultado nada-- Le explique un poco mas detallado.
Me puse de nuevo en pie, y con Lucario decidí ir a buscar a Liza, diriguiendo primero al C.P. --Vale compañero, vámos.
--¿Destiny? Ese nombre me suena...--murmuré con una sonrisa. Después dirigí de nuevo mi mirada a Alpha. --Pérerdóname por no recordarte, sufro amnesia y no recuerdo nada de mi pasado.
Llegué a la recepción del C.P. junto a mi pokémon a la carrera, y golpeé el mostrador sin querer. --¡Enfermera Joy! ¿¡Qué hay de Liza!? -- Le pregunté a la simpática trabajadora del hospital un poco brusca