Ciudad Barniz

--Encantada, yo soy Liza y esta pequeña de aquí es Fennekin. --les sonreí y mi pokémon cachorro ladró alegre.

 

Lucario se levantó con dificultades, pero luego, lo hizo sin problemas, sacudiéndose el polvo de encima

--Woo...

 

--Genial, es primera vez que veo un Fennekin, ¿dónde lo conseguiste?

 

Muy bien joven. Ha sido una genial pelea para no contar con los poderes de la megaevolución de tu lado. Creo que te mereces este megaaro... y un premio especial. Dime, ¿cuál de éstas megapiedras te interesa: una charidazita x, charidazita y, krookodita, greninjita, lucarita, noivernita o raichita?

 

Hmmmm...

Todas las piedras llamaban mi atención, pero al parecer sólo podía una, así que...

--Creo que la Charizardita X

 

--Pues aquí tienes --le dijo, sonriendo--. Espero que algún día domines el arte de le megaevolución; sin duda es poder grandioso.

 

Miré la esfera negra y azul con curiosidad.
--Entonces... esto es una megapiedra... ¡Gracias!

 

--Genial --respondí.

De repente me di vuelta y logré ver un anuncio que me llamó la atención; decía "¿Quieres conocer los secretos de la mega-evolución?"
Comencé a leer la información, así que me despedí de Liza y de inmediato me fui corriendo al lugar indicado en compañía de mi Combusken.

Pasados unos minutos, llegué a una gran mansión y toqué el timbre.

 

Decidí irme en dirección al C.P., pero mirando mi nueva megapiedra. Luego, vi a Liza a lo lejos.
--¿Liza?

 

Me despedí de Steve muy confusa, pensando una y otra vez en la pregunta que no pude responderle a este. ¿Dónde conseguí a Fennekin? Con esa pregunta me senté en el cesped del parque en el que me encontraba y empecé a jugar con la cachorrita a tirarle un palo. En una de las ocasiones lo lancé bastante lejos y la perdí la vista. Oí una voz a mis espaldas y dejé de mirar a mi pokémon para observar a la chica del raichu de antes, que...me llamó por mis supuesto nombre. La miré confusa y decidí responder.

--¿Me dices a mí? --dije volteando para mirar a todos lados por si hablaba con otra persona. No, no había nadie, se dirigía a mí.

 

El hombre, que apenas había cerrado la puerta, la volvió a abrir al oír que llamaban de nuevo.

--Vaya, ¿otro que viene por el anuncio? Bien, ¿te interesa, entonces, aprender sobre la megaevolución? --dijo mientras agarraba una ball de la que salió una Lilligant muy elegante.


LILLIGANT: Planta
Salud: 140/140
Fuerza: 170
Resistencia: 150
Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad)
Movimientos:
-Danza aleteo (Sube en 5 fuerza y resistencia, y además recupera un punto de agilidad propia) (Usos: 2/2)
-Danza Caos (Confunde) (Usos: 2/2)
-Danza Pétalo (70 Potencia, Planta; lanzas un dado de 5 caras, y si sale 1, queda confundido)
-Danza espada (Sube en 10 Fuerza propia) (Usos: 5/5)

Megaguante: 3/3

 

--¿Qué haces fuera? Deberías estar dentro. --le dije mientras ponía en mi muñeca mi nuevo objeto

Lucario me miró extrañado, pero yo sabía que decía
--Dime por qué no estás dentro

 

--Que, ¿que porque no estoy dentro? --me puse a pensar y recordé lo que hice hace unas horas. --Me escapé, estaba muy agobiada allí dentro. --le contesté como si tal cosa a la chica.

Fennekin volvió con el palo y yo le acaricié por su buen trabajo.

 

--Aagg... ¿Qué voy a hacer contigo hermana? --Suspiré

Miré al nuevo pokémon de Liza, pero no me sorprendió mucho.
--Tú también conseguiste a un inicial de Kalos ¿eh?

 

La palabra hermana me rebotó en la cabeza muy fuerte. ¿Hermana? Que yo supiera no tenía hermana, buena tampoco recuerdo mucho de mi pasado. La miré extrañada y Fennekin saltó a mi cabeza alegremente.

--Si, esta es Fennekin. --le dije acariciando a la pequeña y esta ladró feliz. Me puse un poco más seria y la mire. --Oye, ¿quien eres tú? --le pregunté muy confusa.

 

--Esto es gracioso... Tú tienes un Fennekin, y yo un Frogadier. --Dije riendo.

Guardé la megapiedra en mi mochila, y decidí responderle.
--Soy amiga tuya.

 

--¿Por qué es gracioso? Y yo a tí no te vi nunca. --Dije cada vez más confundida y puse mis manos en mi cabeza, intentando recordar algo. --No recuerdo nada...

 

Eso me dolió un poco
--Liza... Tú y yo empezamos este viaje juntas...

 

La miré muy entristecida, no lograba recordarla y me daba mucha pena.

--Perdóname, tengo amnesia desde que me golpeé la cabeza... --le expliqué muy triste.

 

--No pasa nada... Olvídalo...

Lucario me intentó animar poniendo su pata en mi hombro, pero ni así me animaba.
--Si no te acuerdas, no pasa nada