Veo a los pokes los cuales me miraban --Si soy tonto y que?--Le dije a los pokes y veo a mitsuki--Pues que hayas recostado mi cabeza en tus piernas--
Los pokemones le ven feo. —Jaja, entonces ya sabes que te iba a pedir ¿verdad?—le dije mientras jugaba con un mechón suyo.
—Cambiando de tema...¿como sigues?—le dije mientras seguía jugando con su cabello...era inevitable, lo tenia suave.
--Pues tu decide ya que tu no me dejaste ir la primera vez que te dije que estaba bien--Le dije sonriendo--
—Genial—le tomo la mano para luego pararme y regresar a chikito, cuando me monto en doddy quien había quedado afuera— como dijiste...¿vamos al lago helado?
—Oh, menos mal que compre un abrigo en ciudad tempera—veo a quilava—...tu no debes sentir frió lindura, ya que hasta fuego sale de su cabeza—dije para luego soltar una risa.
Quilava sonrie por el comentario de mitsuki --Ese pequeño hara que no me de frio en el lago--Le dije sonriendo--
—muchas gracias pero...—me bajo de doddy, lo regreso a su pokeball para sacar a arnine y montarme en el—así a doddy no le da frió—antes de entrar e pongo el abrigo para luego pasar.
Llegué desde el lago helado, un sentimiento de nostalgia pasaba por mi mente, ya que aquí inicié mi viaje hace algún tiempo, y decidí caminar un rato a ver que había de nuevo