Ciudad Barniz

Decidí hacer que Charizard me cogiera de los tobillos, para quedar boca abajo. Según hizo eso, descendió un poco, dejandome a solo una distencia un poco corta de Yair.

--¿Quieres probar? -- le pregunté extendiendole mi mano.

 

--Claro!--Dije y tome su mano--

 

Charizard voló un poco alto, y cuando vio que era seguro, me tiró a mi y a Yair. Yo solté la mano del chico, y cuando me di cuenta, Yair estaba sentado en el lomo de Charizard, yo estaba de pie detrás de él, pero decidí sentarme.
Me incliné hacia delante, empujando al mismo tiempo con mi cuerpo a Yair para que se inclinara también.

--Agárrate fuerte...

Según dije eso, Charizard voló hacia arriba rápidamente, cogiendo una velocidad bastante elevada.

 

Me agarre fuerte ya que ibamos muy rapido pero fue genial..

--Esto es genial tendre que aprender a hacerlo con pidgeotto--le dije sonriendo mientras me agarraba fuerte--

 

--No es lo mismo que con un Charizard, créeme, no te puede agarrar. -- Le dije riéndo --. Pero si quieres intentarlo, te puedo enseñar.

Charizard pasó las nubes, quedándo por encima de ellas. Paró de subir, y nos miró.

--Tírate. -- Le dije sonriendo a Yair.

 

Llegué a la ciudad tras un largo recorrido... pero en lo único en lo que podía pensar era en Gallade y Arcanine, los cuales estaban agotados por completo, y Skarmory estaba exhausto tras todo el viaje. Lo regresé a su pokebola y marché a pie hasta el centro.

La enfermera Joy me recibió con una sonrisa y tomó a mis tres pokémon para curarlos. Un momento después, me los devolvió en óptimas condiciones. Le agradecí y marché hacia afuera, a buscar algún lugar grande y verde donde entrenar...

Anduve junto con Togepi por un largo rato, hasta que dimos con un claro de hierba muy fresco y bonito... perfecto para entrenar. Pero entonces noté que ya había alguien allí, una chica que viajaba sobre un Charizard...

 

Me tire como lo habia ordenado destiny y solo espere a ver que pasaba...

--Ok destiny ahora que!--Grite mientras estaba cayendo--

 

¿Acaso... esa chica se había tirado de su Charizard? No, seguía allí arriba, otra persona se había tirado al vacío sin paracaídas ni nada... pero estaba muy lejos, no podía distinguir quien era...

 

(Perdón, tuve que ir a clases particulares XDDD)

--¡Aguanta! -- le grité.

Charizard cayó en picado, hasta que se quedó justo en frente de él.

--Ahora mira que chulo.

Charizard agarró al chico por las muñecas, y lo tiró hacia arriba, hasta que Yair se quedó sentado en el lomo de Charizard detrás de mi.

--¿Te gustó? -- Le pregunté al chico.

 

--Claro fue genial!--Dije feliz y sonriendo--

 

--¡Genial! Porque te toca equilibrio en la cola. -- le dije riéndo

 

--Ok!--Dije haciendo equilibrio en la cola--

 

Suspiré aliviada cuando aquel Charizard atajó al sujeto que se arrojó desde su lomo... ¿acaso estaba demente? Podría haberse matado...

Oh, ¿por qué me preocupaba yo? No era mi problema después de todo... me senté en la hierba a descansar, sin muchas ganas de entrenar por el momento, y me puse a observar el cielo calmadamente, mirando a todos lados menos al tipo que ahora hacía equilibrio en la cola del Charizard.

 

(Creo que primero deberías ir hacia atrás XP)

--¡Un truco! ¡Charizard moverá la cola hacia arriba con cada aleteo! ¡Cuando eso pase, dobla las rodillas! ¡Y cuidado con el fuego! -- le conté sonriendo

 

Charizard empezo a mover la cola de arriba hacia bajo con cada uno de sus aleteos, asi que tuve cuidado con el fuego y doble las rodillas como me dijo destiny

--Ok ahora que destiny!--Le grite--

 

--¡Nada. Lo demás es demasiado arriesgado, y lo tendrías que entrenar sola con Charizard!

Charizard fue descendiendo intentando dejar la cola quieta para que Yair no cayera. Cuando mi pokémon tocó tierra, me bajé, y volví a colocar las gafas a mi cabeza.

--Y eso es lo que se consigue cuando tienes un pokémon volador entrenado. -- dije con una sonrisa

 

--Es divertido--Le dije sonriendo--

 

Reí.

--Al principio no, pero te acostumbras.

 

--Pues para mi fue divertido--Le dije sonriendo--

 

Oía voces cercanas. Levanté la vista y me senté en el suelo para observar la escena ante mí.

El entrenador de aquel Charizard resultó ser una entrenadora en verdad, y charlaba animadamente con el tipo que se tiró en el aire, que resultó ser...

—Vaya, miren que casualidad —comenté en voz alta para llamar la atención de ambos.