Ciudad Azulona

Haru Edogawa

Hubo un gran vacío en mi mente hasta encontrarme frente a las puertas del hotel, donde por fin me detuve y le di a mis pulmones un descanso. Me estaban quemando. Miré hacia los lados, inspeccioné la aparente calma de la recepción y pedí, joder, con una fuerza que no sabía que tenía, pedí que Emily estuviera bien. Que me hubiera hecho caso y se hubiera quedado en la habitación esperando a que regresara. El qué coño estaba ocurriendo aún no lo había procesado.

Sólo me preocupaba que ella estuviera bien.

Avancé con mayor discreción, pegado a una pared, hasta alcanzar una escalera de emergencia y salir pitando hacia el quinto piso. Senri me seguía de cerca, en el más absoluto de los silencios. El mundo a mi alrededor seguía palpitando en colores rojizos, seguía oliendo a sangre y reverberando entre llantos distantes y gritos de terror. Tras finalmente alcanzar la puerta de mi habitación, me tomé un segundo para ordenar mis ideas antes de girar el pomo.

Me había preparado para lo peor.

Llevaba años viviendo así.​

El jodido corazón me dio un vuelco cuando la puerta ofreció resistencia, y el chispazo de esperanza me bañó el cuerpo de una energía diferente. Me removí, inquieto, y apoyé una mano en la madera; Senri se quedó algo apartado, probablemente alerta.

—¿Emi? —alcé la voz, intentando sonar compuesto, y pasé saliva; joder, tenía la boca como una lija—. Emi, soy yo.

Aguardé, aguardé y así fueran pocos segundos, juré que el oxígeno de ese puto pasillo estuvo a nada de acabarse. Muchísimas cosas me atravesaron la mente a velocidad relámpago hasta que oí sonidos de adentro y el pestillo cedió. La tomé de los hombros apenas la tuve frente a mí, volví a revisar el pasillo y busqué su muñeca, echándole un vistazo rápido a su Espeon.

—Tenemos que irnos —sentencié en voz baja, recuperando fragmentos de mi temperamento usual.

Ahora que ella estaba bien, podía volver a funcionar con normalidad. La insté a seguirme y tracé el camino inverso por las escaleras, con los sentidos a flor de piel. Con la debida precaución conseguimos salir del hotel sin inconvenientes, aunque a mitad de un callejón me detuve en seco. Un jodido... una de esas malditas cosas apareció por la calle, bloqueándonos la salida. Afiancé el agarre en la muñeca de Emily y los hilos del mundo me susurraron. Giré el cuello en seco, Senri me miró.

Había dos.

Y nos tenían acorralados.​

—Senri —siseé, soltando a Emily, y el Meowstic comenzó a desplegar sus orejas lentamente—, pulso umbrío.

>> Meowstic: Pulso umbrío (impacto: 18 y daño: 7) [todos]


MEOWSTIC
Tipo: psíquico
Nivel: 1
PV: 20/20
CA: 8 (+7)

Contenido oculto: Habilidad y movimientos

Habilidad
Allanamiento: Permite al poseedor realizar sus ataques sin tener en cuenta la presencia de reflejo, pantalla de luz, velo sagrado, sustituto y/o neblina que el oponente haya usado.

Movimientos
Rayo: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de probabilidades (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue) de paralizar al objetivo.
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 15/15
Tipo: Eléctrico

Psíquico: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de posibilidades de bajarle 1 punto la CA al objetivo (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue).
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 10/10
Tipo: Psíquico

Pulso Umbrío: Causa daño (1d8) a todos los enemigos en combate y tiene una probabilidad del 30% de hacer retroceder (no actúa en su siguiente turno) al objetivo.
Potencia: 1d8
Precisión: +5
PP: 14/15
Tipo: Siniestro

Maquinación: Aumenta 2 puntos el Impacto y el Daño del usuario.
Potencia: -
Precisión: No falla
PP: 20/20
Tipo: Siniestro

 

Emily Edogawa
Callejón

No era ninguna estúpida, por mucho que ciertas situaciones pudiesen hacerme parecerlo, y por ello supe desde el primer instante que no podía esperar ninguna clase de reencuentro emotivo entre hermanos ni nada remotamente parecido. Me había preparado mentalmente para que me preguntase qué hacía ahí, para que directamente me mandase de vuelta a casa, pero no para que me hiciese quedarme esperando en su habitación de hotel mientras él se iba a hacer cualquier otra cosa en la ciudad.

Quise quejarme, a decir verdad, pero deseché la idea prácticamente al instante, porque había venido con intenciones de recuperar el contacto y estaba dispuesta a ceder en lo que hiciese falta para que nuestra relación empezase con buen pie. Así que subí a la habitación junto a Espeon y me entretuve en el pokégear tras haber echado un vistazo fugaz por el lugar, pasando el tiempo con bastante tranquilidad hasta que un grito de puro terror atravesó el aire y puse todos mis sentidos en alerta.

Mi primer instinto fue mirar a Espeon, claro, y distinguir la obvia tensión de la posición que había adoptado no sirvió para calmarme en absoluto. Mi segundo movimiento fue asegurarme cierta protección dentro del cuarto y le eché el pestillo a la puerta, dando un vistazo al exterior a través de la ventana tras haberme asegurado de que la misma también estaba bien cerrada. No supe definir exactamente qué demonios estaba pasando, pero al menos podía tener la absoluta certeza de que no era nada bueno.

Y Haru seguía en la calle.

Tenía suerte de estar acompañada de Espeon, por lo menos, porque su presencia siempre lograba tranquilizarme incluso en la peor de las situaciones, especialmente cuando me dedicaba aquella mirada que pretendía decirme que todo iba a estar bien. Aquella afirmación no solía tener mucho efecto por sí sola, pero ganaba bastante peso cuando venía de un pokémon que podía llegar a predecir el futuro. Por ese mismo motivo, cuando escuché el pomo de la puerta intentando abrirse, me bastó otro vistazo fugaz al pokémon para saber que no estaba en peligro y, no mucho después, escuchar la voz de mi hermano para sentirme completamente aliviada.

Me acerqué correteando a la puerta y abrí lo más rápido que pude teniendo en cuenta que las manos me temblaban, abriendo la boca para intentar formular alguna pregunta, o al menos decirle lo contenta que estaba de verlo sano y salvo. No me dio tiempo a procesar ningún pensamiento antes de dejarme arrastrar por el chico hacia el exterior del edificio, atinando a comprobar que Espeon nos estuviese siguiendo de puro milagro.

Después todo siguió sucediendo con demasiada velocidad, y es que de repente nos encontramos en un callejón oscuro, rodeados de... de algo que daba mucho asco y olía muy mal, pero también que también se sentía peligroso y daba mucho miedo. Busqué esconderme detrás de Haru sin pensarlo demasiado, pero afortunadamente Senri se encargó de aniquilarlos antes de que nos pasase cualquier otra cosa peor.

—Haru... —murmuré con un hilo de voz, buscando la mirada del chico con una clara expresión de confusión—. ¿Qué es esto? ¿Qué hacemos?

Mientras tanto, Espeon se había separado de mi lado y se había acercado a... ¿los cadáveres? del suelo, buscando algo o comprobando que no pudiesen levantarse de nuevo para atacarnos.

 

Haru Edogawa
Callejón

Prácticamente había contenido la respiración hasta que Senri liberó su poder, las espirales violáceas serpentearon por el aire y el callejón palpitó, casi como una ilusión, en tonos oscuros. Lo sentí en el cuerpo, las... cosas esas se desarmaron frente a nosotros y aflojé los músculos. Me los quedé mirando un buen rato, pretendiendo, quizá, darle sentido a todo este delirio. Al menos parecían débiles.

Era un punto a favor.

Volteé hacia Emily, quien se había resguardado tras mi espalda, y noté cómo su Espeon se acercaba a uno de los monstruos. Una simple mirada compartida con Senri bastó para que comprendiera mi pedido, y se alejó para hacer lo mismo con otro cuerpo. Me giré entonces hacia mi hermana y suspiré, comprobando una vez más que estaba de una pieza.

—No lo sé —reconocí, hastiado, rascándome el cabello en un gesto nervioso—. A mí también me pilló de sorpresa, no sé... no entiendo una mierda.

Era frustrante, realmente, pero jamás me había identificado por hundirme en círculos viciosos ni anularme demasiado tiempo. Suspiré, bajando el brazo. Además, si yo me desesperaba ¿qué iba a quedarle a Emily?

—Vamos a tener que recorrer la ciudad —analicé en voz alta, monótono, procesando información a velocidad—. Encontrar provisiones, armas, cualquier cosa de utilidad. Personas en nuestra situación, también, y la forma de comunicarnos con el exterior.

Trastabillé en mi discurso hacia el final, dudé un momento y le lancé un vistazo rápido a Emi antes de acercarme a Senri, para ver si había encontrado algo de utilidad.

—Deben estar preocupados por ti —agregué en voz más baja.

También era mi excusa para poner algo de distancia, la verdad. Me había ido de casa en unas condiciones de mierda y llevábamos tres años sin vernos ni hablar una palabra, encontrarnos así de sopetón era... algo incómodo, la verdad.

 

Emily Edogawa
Centro Comercial

Sabía que esperar una respuesta definitiva que pudiese calmarme por parte de Haru era un poquito egoísta, porque dada la situación tan irreal en la que habíamos acabado, él debía estar igual de confundido que yo o incluso más. Estaba demasiado asustada como para pensarlo, pero por fortuna, y contrario a lo que pudiera parecer, sus palabras sí que lograron tranquilizarme de alguna manera; incluso si no podía decirme qué estaba pasando, había logrado idea una especie de pan provisional.

Asentí lentamente con la cabeza, aún intentando procesar todo lo que estaba pasando, y me agaché para coger a Espeon en brazos en cuanto el pokémon se acercó tras haber terminado de olisquear... aquellas cosas. Fue también en ese momento que Haru se alejó de nosotras, lo que me hizo seguirlo con la mirada hasta que volvió a hablar y tuve que apartar la misma hacia una de las paredes del callejón.

—Mhm... —murmuré como única respuesta, apretando ligeramente a Espeon entre mis brazos.

Quise decirle que seguramente también estarían preocupados por él, pero... ¿podía afirmarlo con completa certeza? Por mucho que me pesase admitirlo, la verdad era que no, no podía hacerlo. Y me apenaba y frustraba a partes iguales, pero no había mucho que pudiese hacer por el momento, ¿verdad? Me hubiese gustado que nuestro reencuentro hubiese sido... menos apocalíptico, a decir verdad, pero de nuevo, no podía hacer gran cosa al respecto.

Y, por encima de todo, debíamos pensar en sobrevivir.

>>Aquí hay un Centro Comercial, ¿cierto? Quizás ahí encontremos provisiones o algo que nos sirva. ¿Vamos?

 

Emily Edogawa
Centro Comercial (PB)

Logramos cruzar la ciudad hacia el Centro Comercial sin más percances por el camino, lo que podía considerarse un buen golpe de suerte en mitad de toda la confusión de aquella situación. Por desgracia, no íbamos a poder decir lo mismo del Centro en sí mismo, pues el lugar estaba infestado de cadáveres y aquellos seres que, sí, definitivamente eran jodidos zombies.

Espeon saltó en mis brazos para adelantarse e intentar protegernos de un grupo de zombies que se nos estaba acercando peligrosamente, momento que aproveché para llevarme las manos a la nariz y procurar limitar aquel olor nauseabundo que nos estaba rodeando.

—Espi, Brillo Mágico... antes de que se acerquen demasiado, por favor.


Tipo: Psíquico
Nivel: 1
PV: 20/20
CA: 8 (+7)
Espejo Mágico: Refleja al Pokémon rival los efectos de movimientos de cambios de estado dirigidas al usuario durante ese turno. Algunos ejemplos son modificadores de estadísticas (chirrido, encanto...), movimientos de alteración de estado (fuego fatuo, atracción...), trampas (púas, red viscosa...) y muchos otros como drenadoras, bilis, rugido, mofa, etc.

Esta habilidad no protege al Pokémon de un estado alterado si el estado es transferido por psicocambio ni afecta a Pokémon con las habilidades rompemoldes, turbollama o terravoltaje. Funciona cuando el rival está en la fase oculta de vuelo, bote, excavar, buceo, golpe umbrío, caída libre o golpe fantasma.

Contenido oculto

Psíquico: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de posibilidades de bajarle 1 punto la CA al objetivo (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue)
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 10/10
Tipo: Psíquico

Bola Sombra: Causa daño (1d8) y tiene un 30% de probabilidades de bajarle 1 punto la CA al objetivo. Los Pokémon que posean la habilidad antibalas son inmunes a este movimiento.
Potencia: 1d8
Precisión: +5
PP: 15/15
Tipo: Fantasma

Brillo mágico: Causa daño (1d8) y afecta a todos los enemigos.
Potencia: 1d8
Precisión: +5
PP: 9/10
Tipo: Hada

Rapidez: Causa daño (1d6) y afecta a todos los enemigos. Este ataque nunca falla, ignorando cambios en la precisión del usuario y la evasión del objetivo. No obstante, no puede golpear a Pokémon que estén usando bote, buceo, excavar, golpe fantasma, golpe umbrío o vuelo.
Potencia: 1d6
Precisión: -
PP: 20/20
Tipo: Normal

 

Haru Edogawa
Centro comercial (PB)

Era consciente que no estaba comportándome como el hermano del año, pero ¿alguna vez lo había sido? La distancia que había marcado entre nosotros llevaba allí tres años, replicarla físicamente y en la forma de unos pocos metros no debería sorprender a nadie. Podría haber sido más empático con Emily, podría haber considerado su estupidez de venir sola hasta aquí como un acto de amor; quizás en el fondo lo hiciera. ¿Ahora? Ahora ya no importaba.

Sólo tenía que mantenerla a salvo y regresarla a casa.

Me aproveché de su temperamento, también, para básicamente dar órdenes y asumir que las aceptaría sin chistar. Senri no encontró nada en aquel montón de huesos, el Espeon tampoco y me erguí. Removí apenas el montículo frente a mí con la punta del zapato, oyendo a Emily.

—Sí, había pensado ir allí también —respondí, monótono, y busqué sus ojos—. Vamos.

Le pedí a Senri que se mantuviera atento a los alrededores y el pequeño obedeció, manteniendo cierta distancia a medida que avanzábamos por las calles. No nos encontramos problemas de ningún tipo, más allá del silencio opresivo que reinaba en la ciudad y los rastros interminables de... de la masacre que había ocurrido. Tenía que haber más personas con vida, ¿verdad? No podíamos ser los únicos. Era estadísticamente improbable.

Aminoré el ritmo cuando escuché los quejidos guturales de un monstruo, localizándolo justo entre las puertas del centro comercial. Sangre, había sangre por todas partes y tuve que apartar la vista de los cadáveres desmembrados. Arceus.

—Mantente cerca —le susurré a Emily, avanzando con suma precaución.

No confiaba en el interior de ningún edificio, aún menos de uno tan grande como un centro comercial, y mis sospechas pronto adquirieron forma. Senri, quien lideraba la marcha, se detuvo de repente y volteó hacia nosotros. El primer anuncio de los zombies fueron sus quejidos repugnantes, luego comenzaron a aparecer de diferentes direcciones y estuve a punto de actuar cuando Emily envió a su Espeon. Aguardé, tenso, hasta que logró derribar casi por completo a todos. Sólo quedaba uno en pie, y en mal estado.

La había estado entrenando, ¿eh?

—Senri, encárgate del que queda.

>> Meowstic: Psíquico (impacto: - y daño: -) [zombie 1]


MEOWSTIC
Tipo: psíquico
Nivel: 1
PV: 20/20
CA: 8 (+7)

Contenido oculto: Habilidad y movimientos

Habilidad
Allanamiento: Permite al poseedor realizar sus ataques sin tener en cuenta la presencia de reflejo, pantalla de luz, velo sagrado, sustituto y/o neblina que el oponente haya usado.

Movimientos
Rayo: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de probabilidades (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue) de paralizar al objetivo.
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 15/15
Tipo: Eléctrico

Psíquico: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de posibilidades de bajarle 1 punto la CA al objetivo (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue).
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 09/10
Tipo: Psíquico

Pulso Umbrío: Causa daño (1d8) a todos los enemigos en combate y tiene una probabilidad del 30% de hacer retroceder (no actúa en su siguiente turno) al objetivo.
Potencia: 1d8
Precisión: +5
PP: 14/15
Tipo: Siniestro

Maquinación: Aumenta 2 puntos el Impacto y el Daño del usuario.
Potencia: -
Precisión: No falla
PP: 20/20
Tipo: Siniestro

 

Haru Edogawa
Centro comercial (PB)

Por un segundo genuinamente me congelé al ver que Senri fallaba su ataque. El zombie evadió la fuerza psíquica que palpitó hacia él y, en un descuido casi mortal, se abalanzó sobre Emily. El tiempo se redujo a una amalgama espesa, parpadeé y tomé aire. Allí estaban, los hilos y sus direcciones, todo aquello que el mundo ofrecía y podía leerse con la debida atención. El zombie avanzó un paso, se tambaleó, su pie derecho cedió hacia afuera y mis ojos leyeron su curva de movimiento antes de que la hiciera.

—Ahora.

Los de Senri también.

>> Meowstic: Psíquico (impacto: 10 y daño: 2) [zombie 1]


MEOWSTIC
Tipo: psíquico
Nivel: 1
PV: 20/20
CA: 8 (+7)

Contenido oculto: Habilidad y movimientos

Habilidad
Allanamiento: Permite al poseedor realizar sus ataques sin tener en cuenta la presencia de reflejo, pantalla de luz, velo sagrado, sustituto y/o neblina que el oponente haya usado.

Movimientos
Rayo: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de probabilidades (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue) de paralizar al objetivo.
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 15/15
Tipo: Eléctrico

Psíquico: Causa daño (1d9) y tiene un 30% de posibilidades de bajarle 1 punto la CA al objetivo (se lanza 1d100 y si sale 70 o más lo consigue).
Potencia: 1d9
Precisión: +5
PP: 08/10
Tipo: Psíquico

Pulso Umbrío: Causa daño (1d8) a todos los enemigos en combate y tiene una probabilidad del 30% de hacer retroceder (no actúa en su siguiente turno) al objetivo.
Potencia: 1d8
Precisión: +5
PP: 14/15
Tipo: Siniestro

Maquinación: Aumenta 2 puntos el Impacto y el Daño del usuario.
Potencia: -
Precisión: No falla
PP: 20/20
Tipo: Siniestro

 

Haru Edogawa
Centro comercial (PB)

Exhalé despacio cuando, esta vez, el ataque de Senri sí le dio. El zombie se desplomó como todos los demás y volteé hacia Emily, a punto de preguntarle si estaba bien; un ruido, sin embargo, volvió a alertarme. Enderecé el cuello, arrugando el ceño, y enfoqué el mueble de la recepción. Venía... de allí, ¿verdad? Parecía haber alguien o algo atrapado. Volví a mirar a Emily.

—Quédate aquí.

Dicho eso, fui hasta el mostrador y compartí un vistazo con Senri; el enano ya estaba con sus orejas a medio desplegar, listo para atacar de ser necesario. Con eso a mano, tomé aire y corrí la puerta debajo del mueble.

 

Emily Edogawa
Centro Comercial (PB)

Espeon logró derribar a dos de los tres zombies, y aunque el tercero se quedó bastante herido, siguió manteniéndose en pie y acercándose peligrosamente a nuestra posición. Senri intentó terminar con él, pero el ataque le falló y, de repente, noté al zombie procurando abalanzarse sobre mí. Dejé escapar un chillido de pánico, llevándome los brazos hacia delante en un intento burdo de protegerme, y solo me di cuenta de que Haru me había vuelto a salvar un buen rato después, cuando pude procesar de nuevo el sonido de su voz.

Relajé la postura lentamente, pestañeando un par de veces mientras miraba a ambos lados de mi cuerpo, y pude soltar el aire en un suspiro aliviado al comprobar que el tercer zombie había acabado deshaciéndose en el suelo también. Espeon volvió a revolver entre los cadáveres, encontrando unas bayas y algo de agua que me trajo y pude guardar en mi mochila; me dejó relativamente contenta tener algo de provisión, así no fuese ningún banquete.

En eso estaba cuando una nueva voz se alzó en el lugar, haciéndome girar el rostro hacia el sitio donde Haru había ido a investigar. Se trataba de un hombre bastante grande, ¿un fotógrafo? Y se veía bastante asustado, aunque nadie podía culparle por eso, pero por encima de todo parecía estar vivo como nosotros. Eso... eso tenían que ser buenas noticias, ¿verdad?

—Tranquilo, no queremos hacerle daño —aseguré, intentando dedicarle una sonrisa tranquilizadora mientras decidía acercarme a ellos también—. ¿Se encuentra bien? ¿Cómo se llama?

 

Emily Edogawa
Centro Comercial (P1)

Mucho más tranquilo después de comprobar que éramos unos entrenadores, el hombre nos explicó que era lo que le había pasado y cómo había acabado escondiéndose en el Centro Comercial. Al parecer, había estado haciendo fotos en el gimnasio y vino aquí en busca de cámaras analógicas, pero no parecía tener ningún pokémon acompañante ni tan siquiera un posible arma, así que por supuesto había acabado poniéndose en peligro por ello.

Escuché el relato del hombre con atención, asintiendo de vez en cuando, y compartí una mirada breve con Haru antes de volver a centrarme en el extraño, recuperando la sonrisa ligeramente amable en el proceso.

—Podemos ayudarte a recuperar tu cámara, Norman —le ofrecí, con voz suave, para justo después echar un vistazo a la escalera que subía al resto de plantas del Centro—. Haru, ¿qué tal si buscamos algo más para aprovisionarnos antes de ir al gimnasio? En la primera planta, aunque sea, podríamos encontrar algo...

Contenido oculto

Vamos a ir con Norman a por su cámara al gimnasio, pero primero queremos investigar la primera planta (tienda de entrenador) del centro, por si no había quedado claro (?