Ciudad Aerosol

Mimi Honda

Es curioso cómo pasa el tiempo casi sin que te des ni cuenta. Es curioso como en un momento haces algo y poco después ya forma parte del pasado. ¿Existe el presente siquiera? ¿O es solo una concepción humana para sentir que tenemos control sobre el tiempo?

Supongo que solo divago.

Habían pasado dos meses desde mi regreso a Sinnoh. Todo se sentía extrañamente cambiado y al mismo tiempo tan exacto e igual. Como una fotografía que permanecía inalterable a pesar del transcurso de los años.

Cuando pisé el suelo de Ciudad Aerosol la brisa primaveral meció mis cabellos al viento.

Me subí hasta el cabello las gafas de sol. Las había comprado en Sinnoh a un precio bastante asequible para bolsillos acaudalados como el nuestro.

Llevé uno de esos mechones tras mi orejas mientras observaba el paisaje frente a mis ojos.

Galeia. Aquella región perdida que no aparecía ni en los mapas. Una biosfera natural donde convivían humanos y Pokémon de otras regiones en perfecta armonía. Un mundo paralelo sostenido en el tiempo.

Mi hogar. Mi verdadero hogar.

Me permití una pequeña aunque genuina sonrisa.

Tenía tanto en esta región. Recuerdos de mis primeros pasos como entrenadora. De todos y cada uno de mis tropiezos, derrotas y victorias. Una parte muy importante de mi vida había transcurrido en Galeia. Amigos, amores—aunque imposibles—, familia. Le debía tanto a esta región que no tenía palabras ni formas de agradecerle todo lo que había hecho por mí.

Y ahora estaba de regreso.

El victorioso chillido de un majestuoso Braviary hizo que mi cuerpo ya de por sí pletórico se llenase de alegría. Cómo la había echado de menos…

Raiden alzó la vista siguiendo el vuelo de Isamu. Después cruzamos miradas. Sus ojos siempre tan llenos de secretos para todos excepto para mí misma tenían un brillo de emoción, de ilusión contenida. Ambos pensábamos lo mismo. Ambos sentíamos lo mismo.

Pero fui yo, con la mirada fija en el horizonte, quien exteriorizó aquellos sentimientos. Todo el tiempo que había pasado desde mi partida parecía carecer de importancia.

Había vuelto y eso era todo lo que necesitaba. Tenía más fuerza y determinación que nunca. Había logrado lidiar con la mayoría de mis problemas, los había resuelto. Y estaba más que dispuesta a dar todo de mí de nuevo.

Por mi equipo. Por mí misma. Y por todo lo que Galeia significaba para mí.

—Ya estoy a casa—dije y el viento pareció arrastrar mis palabras. Cerré los ojos—. Es un placer verte de nuevo. Tratemos de llevarnos mejor a partir de hoy ¿huh?

Como si aquellas palabras hubieran estado guardadas por demasiado tiempo esperando el momento idóneo para ser liberadas. Aguardando justo eso.

Aquella región perdida era mi hogar… y a pesar de todos los pormenores, los problemas, las derrotas y tristezas, no la cambiaría por nada.

Contenido oculto

¡Hola people! ¡Tenía muchas ganas de hacer esto! <3

David me dio permiso para dar un saltito en el tiempo de dos meses, así que Mimi está de regreso. A pesar del poco tiempo tiene muchas cosas que contar y eso (?)

AAAAAAAAA *llora de la happiness*

 

Ian Lockhart

Había comenzado a aburrirme de dar vueltas de un lado a otro; entrenando, sí, pero poco más. No es que me gustase tener algo que hacer en realidad, podría permanecer sin hacer nada por tiempo indefinido, pero no con el tema de las elecciones en la puerta. Seguir entrenando simplemente, sin saber qué hacer después de ello, no era algo que me agradaba.

Por eso, cuando recibí aquella llamada, no lo dudé demasiado. Una misión de infiltración, ¿Eh? Sonaba interesante. El resto de holders deberían llegar pronto, así que, de momento, me sentaría a esperarlos. Localicé una zona cercana a dónde nos habían citado y entonces me acomodé en el primer lugar que vi, mirando con desinterés el suelo, esperando el momento en que apareciesen los demás.

 

Mimi Honda

Isamu planeó suavemente sobre Ciudad Aerosol. Había salido de Témpera en cuestión de minutos... y ahora estaba allí. Nuevamente, sin tener idea de a qué iba a enfrentarme. ¿Habrían llegado ya los demás? Observé los alrededores, solo para encontrar a Ian Lockhart apoyado de espaldas contra la pared de un edificio. ¿Lockhart? ¿De verdad tenía que ser él?

Arceus.

Chasqueé la lengua con disgusto.

Avancé hasta apoyarme a su lado aunque separada por varios metros de su posición y cruzada de brazos observé el cielo. El sol brillaba en lo alto de un cielo azul salpicado de pequeñas nubes. Resultaba realmente tranquilizador. Aunque internamente sentía de todo menos eso.

Hablar de Tyre Chance liberaba al Arcanine furibundo que había en mí.

Al menos había llegado a tiempo. Era un alivio saberlo.

 

Mimi Honda

Emily apareció poco después. Teniendo en cuenta como era ni siquiera me sorprendió que hubiese decidido acercarse a Aerosol. El mensaje debía haberle llegado a todos los holders.

—No—le respondí cruzada de brazos. Y suspiré—. Y no se me ocurre quien más podría ve—

Exclamé cuando aquella idea repentina cruzó mi mente. Tomé mi bolso y me apresuré a abrirlo para sacar a Dex de su interior. En efecto, había una persona que se me venía a la cabeza al pensar en esta clase de misiones. Él no podría negarse a algo así. Era tan bruto como un Slaking. Si teníamos que pelear, él estaría en primera línea resistiendo todos los golpes.

Llevaba meses sin saber nada de él. Y si lo veía aprovecharía para darle el libro que me pidió sobre Darkrai, aquel que encontré en la biblioteca de Ciudad Canal. Creo que fue bastante "explícito" al pedírmelo.

—Alpha—hablé con calma cuando Dex finalmente logró conectarse a la línea. Pero no parecía haber respuesta al otro lado—. Soy yo, Mimi. Regresé hace poco a la región y... ¿hola?

Mi ceño se frunció. Nadie parecía responder. De hecho solo sonaba un chirriante pitido entrecortado. ¿Por qué no contestaba? ¿Dónde narices se había metido?

—¿Hola...?—gruñí y apagué el aparato de un brusco toque a la pantalla con el pulgar—. Casi será mejor si le mando un mensaje.

Y eso hice. Aunque por algún motivo, no tenía la más mínima esperanza de que apareciese. Conociéndole, seguro estaba entrenando por ahí. Muy típico de él. El señor "todo puede arreglarse con fuerza bruta" en persona.

—Olvidadlo—les comuniqué a Ian y a Emily finalmente y volví a apoyar la espalda contra la pared—. ¿Alguna otra idea? ¿Liza? ¿Lucas?—carraspeé—... ¿Dante?

 

Ian lockhart

—Yo no tengo idea —me encogí de hombros, indiferente—, no hemos sabido nada de Hubert desde la última vez, y lo cierto es que hay holders como Effy de los que no he tenido noticias desde hace mucho. Si Alpha no está, ahora mismo sólo se me ocurren Liza y Lucas, siendo honestos. Son los únicos que se me vienen a la cabeza que he visto recientemente, el resto brilla un poco por su ausencia. En el peor de los casos —bostecé un poco, sin estar realmente preocupado— creo que con nosotros tres podremos apañárnoslas, a menos que alguna de ustedes dos decida meter la pata. De todos modos, supongo que Joel y Rhyme deberían saber en lo que nos metemos.

—Aunque lo cierto es —suspiré— que Joel es incluso más temperamental que tú, Honda, así que no me sorprendería que la líe antes que cualquiera de nosotros. Uh, supongo que tendré que echarle un ojo a él también.

Sí, no creía que hubiese problema si nadie más aparecía, aunque aún así, seguía pensando en que alguien más llegaría. No era usual que esos chicos no asistieses a esta clase de cosas.

 

Mimi Honda

Fulminé a Ian con la mirada.

—¿Y no puedes meter la pata tú?—inquirí molesta tanto por su afirmación como por su comentario sobre mi carácter—. En cualquier caso, no veo por qué no ir solo nosotros tres. Si nos quedamos esperando a alguien más solo perderemos el tiempo.

Cerré los ojos y cavilé en silencio unos segundos. Si Joel y Rhyme se habían puesto en contacto con nosotros y el tema involucraba a Tyre Chance, no creía que fuese algo que convenía aplazar. Mucho menos con las elecciones tan cerca.

—¿Qué crees Em?—le pregunté a la entrenadora finalmente—. ¿Deberíamos ir ya al lugar de reunión o esperar un poco? Todo esto me da muy mala espina... preferiría no tener que retrasarlo más.

 

Mimi Honda

Finalmente decidimos ir tan solo los tres. El edificio en cuestión era un lugar abandonado, destartalado y lleno de máquinas sin usar y polvo. En un primer momento me pregunté si no había sido tal vez una falsa alarma. Pero cuando Rhyme encontró un pasadizo secreto me di cuenta de que el problema no había hecho nada más que empezar.

Conque un laboratorio secreto ¿huh? Un lugar aséptico de paredes blancas blindadas. Logró recordarme al laboratorio de los Gamma, incluso al interior del Gran Cerebro.

El caso, es que como era usual todo se jodió en poco tiempo. Y el grupo terminó separado por una verja azul que apareció desde el suelo y el techo y se cerró de forma hermética.

—Maldia sea—chasqueé la lengua.

Joel, Ian y Emily habían quedado al otro lado de la verja. Y yo estaba con Rhyme. ¡Oh genial, tenía una relación tan buena con la entrenadora después de todo...!

Pero no había tiempo para eso. Dispersarnos sería lo mejor que podía pasarnos ahora. Sería más difícil atraparnos ahora que se había dado la voz de alarma.

De modo que eché a correr en dirección sur.

—Vamos Rhyme, deprisa—insté a la entrenadora—. Luego podrás encontrarte con tu novio. ¡Ahora hazme caso por una vez en tu vida y corre!

 

Ian Lockhart [2/4]

Joel y Rhyme nos informaron de los detalles del asunto, y tras eso, nos escabullimos dentro de la fábrica abandonada. Aunque lo de abandonada no le pegaba demasiado, pues pronto Rhyme encontró un pasadizo secreto que nos llevó a un laboratorio bastante concurrido, eh.

Quizá demasiado concurrido, porque nos pillaron más pronto de lo que pensaba, tsk. Al menos no había sido una captura inmediata, pero si no nos dábamos prisa, nos encerrarían pronto.

—De acuerdo —le respondí a Emily, avanzando rápidamente junto con ella y Joel, viendo cómo las otras dos chicas se alejaban— hay que encontrar cómo ocultar nos pronto.

Contenido oculto

1- Enemigos
2- Nada
3- Nada
4- Enemigos
5- Nada
6- Enemigos
7- Nada
8- Nada
9- Enemigos
10- Nada

 

Ian Lockhart [4/4]

De momento no nos había interceptado nadie, pero eso podía cambiar en cualquier momento. Mantuve en mi campo de visión tanto a Joel como a Emily, tratando de que no nos separásemos en algún momento o que se llevasen a alguien sin que nos diésemos cuenta. De todos modos, avanzábamos bastante rápido, pero tratando de mantenernos alertas y lo más escondidos que se pudiese.

—Joel, Emily —les hablé en un susurro, volteando hacia los lados—, ¿Ven algo extraño? Quizá podamos encontrar otro pasadizo como hizo Rhyme por el que podamos escabullirnos o escondernos temporalmente.

 

Mimi Honda

Todo era demasiado extraño. Mientras corría pasillo abajo solo podía pensar en eso y formar hipótesis en mi cabeza. ¿Un laboratorio subterráneo? Me recordaba tanto al PAM, el programa de Alteración Molecular. ¿Estaban acaso experimentando también con Pokémon? ¿Podían ser tan rastreros? Oh, claro que podían. La campaña de Tyre se cimentaba sobre la idea del "peligro" que suponían los Pokémon para los humanos. Si así era... ¿estaban acaso manipulando genéticamente Pokémon para volverlos más agresivos? Eso le daría mucha veracidad a su campaña de cara al público.

Apreté los labios, tensa.

Esa idea no me gustaba para nada.

 

Rhyme reaccionó de forma brusca, correteando tras Mimi, tras escucharla hablar de Joel como su "novio".

—¡Hey! ¡¿Qué es eso de "tu novio?! ¡J-Joel y yo somos amigos, vale! H-Hmpf, qué maleducada puedes llegar a ser.

Y continuó andando tras ella, sin poder disimular un enrojecimiento progresivo de su rostro. Al final, lograron llegar a una especie de sala algo más amplia, vacía. En ella, una gran máquina con una enorme palanca emitía un brillo rojizo. Curiosa, Rhyme se acercó.

—Uhm. Me pregunto qué hará esto. ¿Tendrá relación con las rejas? ¡Quizá sirva para desactivarlas!

Tras analizar brevemente la máquina, se fijó en su alrededor. Al este se podía avanzar, la verja no estaba cerrada; sin embargo, al sur, pese a haber otro pasillo, no podía una ir, pues esa condenada reja azul bloqueaba el camino.

Opciones:
>> Camino derecha (2 posts) (Verja roja)
>> Camino izquierda (4 posts) (Verja azul + Verja Roja tras el tercer post)

Verjas abiertas actualmente: rojas.

***

Por su parte, Joel, Ian y Emily llegaron rápido al final del pasillo, y alcanzaron una nueva sala. ... pero no estaban solos. En aquella sala había mesas de laboratorio, estanterías y... varios pokémon aparentemente sedados y puestos sobre la mesa. Pokémon pequeños, como Pidgeys, Wurmples o Bidoofs.

Dos de los científicos que habían allí se acercaron, alarmados. Llevaban... unos extraños visores sobre sus ojos. Y... ¿era ese el logo de la empresa de Chance, en sus batas? Sí, sin duda, eran trabajadores de Chance. Tsk.

Contenido oculto

—¡L-Los intrusos! ¡A por ellos!

—¡N-No pueden seguir merodeando por aquí, hay que detenerles!

Y, pokéballs en mano, liberaron a sus pokémon.



HELIOLISK: Normal/Eléctrico
Piel seca: absorbe agua. La lluvia le cura gradualmente, y el sol le hace daño gradualmente.
Roca húmeda: aumenta el número de turnos de danza lluvia de 5 a 8 turnos.
Salud: 124/124
Fuerza: 299 (135)
Resistencia: 150 (4)
Agilidad: 4/4 (120 de Velocidad) (11)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego)
-Voltio Cruel (90 Potencia, Eléctrico; Recibe 1/4 del daño)
-Surf (50 Potencia, Agua)
-Danza Lluvia (Coloca danza lluvia por 5 turnos) (Usos: 3/3)


PORYGON 2: Normal
Rastro: copia la habilidad del rival al salir al campo.
Casco dentado: el rival perderá 1/10 de sus PS cuando haga contacto con este pokémon.
Salud: 170/170
Fuerza: 185
Resistencia: 335 (150)
Agilidad: 2/2 (60 de Velocidad)
Movimientos:
-Viento Hielo (30 Potencia, Hielo, -2 agilidad del rival) (Usos: 3/3)
-Tóxico (envenena gravemente al oponente. Perderá 1/16 Ps en el primer turno, 1/12 PS en el segundo turno, 1/8 Ps en el tercer turno, 1/5 ps en el cuarto turno, 1/3 Ps en el quinto turno, y 1/2 de ahí en adelante. ) (Usos: 3/3)
-Rayo Carga (30 Potencia, Eléctrico, sube en 10 su fuerza si impacta)
-Divide dolor (suma los PS restantes de ambos pokémon, los divide y los reparte a partes iguales) (Usos: 1/1)

Contenido oculto

 

Mimi Honda

Rodé los ojos ante las respuesta de Rhyme. ¡Oh, por favor! ¿en serio?

—Buena suerte intentando que me crea eso.

Nuestros pasos acabaron en una sala amplia, blanca y blindada. El camino del este estaba abierto, pero no así el camino del sur, cerrado por una de esas malditas verjas azules. ¿Un desvío? ¡No contaba con eso! ¿Ahora por dónde ir? Con los esbirros de Chance pisándonos los talones mejor actuar que pensar demasiado.

Tsk.

De modo que me aproximé a la máquina que examinaba Rhyme. Era grande y emitía un extraño resplandor rojizo.

Parecía un interruptor o algún tipo de palanca activadora. Quizás pudiésemos abrir la verja azul del camino sur con eso. Algo me decía que tomar la solución más fácil nos traería problemas a la larga. La verja roja del este debía estar abierta por alguna razón... ¿no?

—Ugh, al cuerno—bufé—. No tenemos tiempo para esto. Espero que tengas razón.

Y sin más, bajé la palanca.

 

Así pues, al tirar de la palanca (tras ignorar Rhyme de la forma menos sutil posible las primeras palabras de Mimi), el color de esta cambió al azul. Y de pronto, todas las verjas rojas se cerraron, abriéndose unas azules que antes no estaban cerradas.

Rhyme suspiró.

—Oh, no me digas que esto va a ser como un puzle de esos típicos videojuegos, donde no puedes tener abiertas dos puertas a la vez porque abrir una cierra otra. Ugh, ¿¡quién diseña un laboratorio con un sistema tan incómodo para moverse con él!? Esta gente necesita urgentemente a un arquitecto de verdad.

 

Mimi Honda

La verja azul se abrió... pero la roja de detrás que estaba abierta se cerró. Y la del este hizo lo mismo. No había forma posible de seguir el camino de esa forma.

Al accionar la palanca las rojas que estaban abiertas se cerraban y las azules se abrían. Rhyme tenía razón, era como un puzzle de uno de esos videojuegos... que no había jugado nunca. Tal vez fuese así realmente. El caso es que era horriblemente incómodo y absurdo.

Suspiré con resignación y subí nuevamente la palanca. La verja azul se cerró y la roja del este volvió a abrirse.

—No hay de otra—chasqueé la lengua—. Vamos por el este.