Ciudad Aerosol

Tema en 'Rutas' iniciado por MrJake, 2 Enero 2014.

Cargando...
  1.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    —Tsk, ya estaba tardando en aparecer—mascullé retornando a Raiden a su esférico.

    ¡Ese Steelix era una auténtica fortaleza acorazada, maldita sea! Era más que evidente que tarde o temprano aparecería, pues era la mejor baza contra la ofensiva eléctrica de Raiden... pero era una completa molestia. Su altísima defensa y su tipo tierra iban a ser un problema. Sin embargo, de algo estaba segura. Todo muro tenía un punto flaco y en el caso de los pokémon resistentes, esa era la fuerza.

    Y la de Steelix era nimia.

    —Cambiaré también—dije—. Veamos entonces cual es el mejor resistente.
    >>¡Regresa aquí Kichi, esa mole no podrá hacerte nada!

    [​IMG]
    AGGRON: Acero/Roca (Resistente)
    Robustez: un movimiento que lo aniquilaría teniendo todos sus PS, le hace resistir con 1 PS.
    Salud: 140/140
    Fuerza: 205 (35)
    Resistencia: 310 (70)
    Agilidad: 0/1 (50 de Velocidad)
    Movimientos:
    -Trampa Rocas (coloca trampa rocas en el campo) (Usos: 0/1)
    -Velo protector (sube en 30 resistencia) (Usos: 4/4)
    -Cola Férrea (65 Potencia, Acero (Base 50, STAB +15))
    -Eco Metálico (baja en 20 la resistencia del oponente) (Usos: 4/5)
     
    • Fangirl Fangirl x 2
  2.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Diciembre 2009
    Mensajes:
    3,026
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    —Tal vez no, pero al menos podemos igualar un poco el terreno aquí… —dije, sonriendo de lado—. ¡Trampa Rocas!

    [​IMG]
    STEELIX: Acero/Tierra (Resistente)
    Robustez: si recibe un movimiento que lo fulminaría y tenía todos sus PS, resiste con 1 PS.
    Salud: 170/185 (35)
    Fuerza: 140
    Resistencia: 350 (85)
    Agilidad: 1/1 (30 de Velocidad)
    Movimientos:
    -Tóxico (Envenena gravemente; el rival perderá 1/16 Ps en el primer turno, 1/12 PS en el segundo turno, 1/8 Ps en el tercer turno, 1/5 ps en el cuarto turno, 1/3 Ps en el quinto turno, y 1/2 de ahí en adelante) (Usos: 3/3)
    -Protección (se protege) (Usos: 2/2)
    -Rizo Defensa (sube 10 resistencia propia)
    -Trampa Rocas (coloca una capa de trampa rocas, que restará a todo pokémon rival que entre al campo desde su uso 1/3 de sus PS máximos si es doblemente débil a roca, 1/5 si es débil, 1/8 si es neutro, 1/10 si es resistente, y 1/12 si es doblemente resistente al tipo roca. El máximo de capas de trampa rocas es 1) (Usos: 0/1)
     
  3.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Cuando Effy comandó aquel movimiento bajo los pies de Kichiro emergieron afiladas rocas. Esas malditas piedras serían todo un problema si pretendía imitar su estrategia de cambios. Pero entonces recordé que ya viví una situación similar en la Torre...

    Y que tenía un pequeño as bajo la manga.

    —Buen intento—dije, retornando a Kichiro a su esférico—. Pero ahora tengo formas de contrarrestarlo. ¡Genji, te elijo a ti!

    Lancé mi último pokémon al campo. Era una elección arriesgada y era más que consciente de los riesgos que implicaba sacar a un pokémon tan poco entrenado... pero no podía permitir la presencia de aquellas malditas piedras mucho más.

    >>Él acabará con tus molestas rocas de un solo golpe—informé—. Además, será clave si terminas sacando a ese molesto Jolteon y su habilidad de absorber electricidad. No está lo suficientemente entrenado, es cierto... pero puede ser un verdadero dolor de cabeza.

    [​IMG]
    SANDSLASH: Tierra (Balanceado)
    Velo Arena: los movimientos del rival pierden prioridad (se esquivan con mayor facilidad; de ineludible a esquivable con 2 puntos, y de esquivable con 2 puntos a esquivable comunmente) en tormenta de arena sobre este pokémon.
    Salud: 135/150
    Fuerza: 145
    Resistencia: 165
    Agilidad: 2/2 (65 de Velocidad)
    Movimientos:
    -Fisura (KO de un golpe) (Usos: 1/1)
    -Tijera X (60 Potencia, Bicho) (Usos: 4/4)
    -Giro Rápido (20 Potencia, Normal, elimina la basura del campo propio)
    -Hiperrayo (90 Potencia, Normal; no puede atacar al turno siguiente)
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,845
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Aparecí de nuevo en Aerosol, en el mismo lugar por donde me había ido anteriormente.

    Suspiré con pesadez, al menos estar ocupada me servía para olvidar aquella terrible imagen del otro día. Aunque me temía que lo que averiguásemos en Udan sería algo que también me daría dolores de cabeza, aquello parecí realmente extraño.

    Mientras me dirigía hacia el Centro Pokémon, tanto queriendo avisar a mis amigas como para descansar un poco antes de volver a la isla, recibí un mensaje en la pokédex.

    —¿Uh? —logré murmurar, cogiendo el aparato.

    ¿Sería Farrow avisando de qué había sucedido? Sentí mi corazón empezando a palpitar con fuerza mientras abría el mensaje.

    Lo leí con atención.

    [...]

    >>Demonios, tengo que ir.

    Y de nuevo mi camino se vio interrumpido por otras circunstancia. Había otro sitio que tenía que visitar antes de encontrarme con Mimi y Effy de nuevo.

    Holi uwu
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Reflexivo Reflexivo x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
    • Espeluznante Espeluznante x 1
  5.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Diciembre 2009
    Mensajes:
    3,026
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    —Jo, interesante… así que esa es la estrategia que adaptarás para este duelo —concluí luego de que Mimi revelara a su último pokémon—. Entonces creo que ya lo comprendo un poco mejor… ¡muy bien, Dragonite, regresa al campo!

    MEGADRAGONITE X: Dragón/Acero (Asesino)
    Firmeza: sube la resistencia de Dragonite en 10 por cada golpe recibido.
    Salud: 164/182
    Fuerza: 294 (45)
    Resistencia: 260 (35)
    Agilidad: 3/3 (90 de velocidad) (10)
    Movimientos:
    -Carga Dragón (90 Potencia, Dragón (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 4/4)
    -Puño incremento (30 Potencia, Lucha, cada vez que se usa aumenta en 10 su fuerza)
    -Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 3/3)
    -Afilagarras (Sube 10 fuerza propia, y además garantiza el éxito del próximo ataque) (Usos: 2/2)
     
    Última edición: 23 Diciembre 2018
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    ¿Piensas que regresar a Dragonite combiará el resultado?—inquirí—. ¡Pues piénsalo de nuevo!
    >>¡Genji, limpia el campo de estas malditas rocas! ¡Usa Giro rápido!

    [​IMG]

    SANDSLASH: Tierra (Balanceado)
    Velo Arena: los movimientos del rival pierden prioridad (se esquivan con mayor facilidad; de ineludible a esquivable con 2 puntos, y de esquivable con 2 puntos a esquivable comunmente) en tormenta de arena sobre este pokémon.
    Salud: 135/150
    Fuerza: 145
    Resistencia: 165
    Agilidad: 2/2 (65 de Velocidad)
    Movimientos:
    -Fisura (KO de un golpe) (Usos: 1/1)
    -Tijera X (60 Potencia, Bicho) (Usos: 4/4)
    -Giro Rápido (20 Potencia, Normal, elimina la basura del campo propio)
    -Hiperrayo (90 Potencia, Normal; no puede atacar al turno siguiente)
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  7.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Diciembre 2009
    Mensajes:
    3,026
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    —No necesariamente, pero al menos cumplió su objetivo; hacer revelar cuales son tus tres pokémon —repliqué, señalando al Sandslash de Mimi, quien definitivamente no lucía tan entrenado como su Aggron o su Luxray—. ¡Dragonite, fulminalo con un Golpe Ae-

    Pero en ese momento, mi bolsillo comenzó a vibrar. Al principio no pensaba prestarle atención y esperar a que la batalla terminara, pero… la vibración era insistente. Decidí sacar mi pokedex para deshacerme de una vez de ese maldito mensaje, pero en cuanto lo hice…

    —Vaya, vaya, queridos holders... ¿qué tal? ¿Todo bien? Justice al habla. Apuesto a que me recordáis, ¿eh?

    Todos mis sentidos se pusieron alerta, y contuve mi respiración por unos segundos. Justice. No, no podía ser cierto…

    —Dragonite, detente —ordené con voz cortante. El dragón miró con sorpresa hacia atrás, pero se contuvo de atacar al Sandslash rival ante la órden de su entrenadora.

    Continué escuchando el mensaje hasta el final. No era posible… mi rostro palideció y apreté los puños, intentando contener la ira. ¿Cómo… cómo había podido suceder esto? No, no ahora que por fin había vuelto a verlas, Emily…

    —Mimi… tienes que escuchar esto —dije, intentando evitar que mi voz sonara quebrada.

    The drama begins now (?
     
    Última edición: 9 Febrero 2019
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Sad Sad x 1
  8.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Estaba preparada para cambiar a Genji de lugar y hacer que Kichiro recibiese el Golpe Aéreo de Dragonite saliendo indemne de él... cuando Effy detuvo el combate bruscamente.

    Le dirigí una mirada de circunstancias. ¿Ahora qué? ¿Como yo tenía altas posibilidades de ganar se inventaba una excusa ridícula para evitar mi victoria? Que patético. Sinceramente esperaba algo más de la entrenadora invencible. O eso quise creer... porque cuando finalmente Effy me miró, su gesto había cambiado completamente.

    Esa expresión...

    Pocas veces había visto ese gesto en Effy. Por no decir que probablemente era la primera vez que la veía así. Pálida, con los ojos desencajados... no tardé en sentir su desasosiego. Que alguien como Effy se viese tan afectada por algo que acababa de escuchar en su pokédex me hizo entender que había pasado algo. Algo grave. Y que no se trataba de una simple excusa para detener el combate o de otro de los casos de la CSG.

    Era algo mucho peor. Y no estaba segura de si quería saber el qué.

    —¿Qué... pasa? Te ves como si hubieras visto un fantasma—inquirí con cierto temor, indagando... y justo en ese momento, me di cuenta de que Dex también estaba sonando. Que llevaba sonando bastante y ni siquiera le había prestado atención. Preocupada, incapaz de entender qué era lo que tenía a Effy con esa expresión, abrí mi bolso y reproduje el mensaje.

    ...

    El tiempo que estuvo sonando, mientras lo escuchaba... casi lo sentí irreal. Ni siquiera parecía estar sucediendo realmente.

    ...

    —Esto... no es posible ¿verdad?—pregunté tras unos eternos segundos, mientras aquella nueva información calaba hondo en mi cerebro. Dejé escapar una risita nerviosa e incrédula—. Es... una broma ¿no? Una broma de pésimo gusto ¿cierto?

    Pero no lo era. En lo más mínimo aquello era una broma. Ignoraba quien era "Justice" pero Emily... los quejidos ahogados de Emily eran perfectamente distinguibles en ese mensaje. Eran reales. La voz ahogada de la misma Emily que me abrazó llorando aterrada tras presenciar una masacre el día anterior.

    Mi mejor amiga.

    ¿Cómo...? ¿Cómo era eso posible? ¿En qué momento? ¡¿Cómo demonios había pasado algo así?! ¿¡Y por qué yo no había estado ahí para evitarlo!?

    Apreté los labios, los puños... mi expresión se ensombreció. Mi cuerpo, acusado por una intensa rabia empezó a temblar violentamente.

    ¿Por qué Emily? Ella no se merecía nada de eso. Ni el más mínimo rasguño. En aquel momento me importaba una mierda el P.A.M y todos sus horribles crímenes.

    >>Emily está en Udan con sus pokémon—dije—. Ella fue a verlos porque los extrañaba. ¿Y ahora me dices que ha sido secuestrada por un hijo de puta que ni siquiera sé quien es? ¿¡Me estás jodiendo!? ¿¡Justice!? ¿¡Qué clase de justicia es esa!?

    Grité aquello último sin poder contenerme, furiosa conmigo misma y con la situación. En el fondo, no sabía si estaba molesta o lo que quería realmente era deshacerme en lágrimas de ira. Tenía un nudo en la garganta. ¿Por qué Emily? ¿Alguien que era tan brillante y que ya había sufrido bastante hacía tan solo unas malditas horas? ¿¡Qué clase de bastardo malnacido podía querer hacerle daño!? Estaba furiosa, furiosa como pocas veces en mi vida había estado.

    Liberé a Isamu de su pokéball sin añadir nada más.

    >>Larguémonos de aquí.

    Si tenía que tomar una decisión y escoger entre mi integridad física y la de Emily al regresar a esa maldita prisión... la decisión estaba clara.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Sad Sad x 3
  9.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    No pude evitar suspirar cuando sentí el agua caliente de la bañera sobre mi piel. Amaba esos momentos. Amaba la paz tan suma que me otorgaba sentir el agua caliente... como mis tensiones se disolvían.

    No sabía que estaba tan cansada hasta ese momento. Que estaba tan hecha polvo física y emocionalmente. Los eventos del día aparecían como flashes repentinos en mi cabeza mientras luchaba por recuperar algo de serenidad y calma.

    Pero era difícil.

    Después de todo lo único que podía escuchar en aquel pequeño baño del centro pokémon era el chapoteo del agua... y el murmullo ensordecedor de mis propios pensamientos.

    Y aquello no era agradable en lo absoluto.

    —Tsk, ¿qué diablos me pasa?—me reprendí a mí misma.

    Eché la cabeza hacia atrás apoyándola en los azulejos del baño. Estaba cansada. Pero no podía relajarme. Ni siquiera en la bañera podía tener un momento de paz. No podía dejar la mente en blanco.

    —... ¿Dónde se habrá metido Effy?—me pregunté entonces, abriendo de nuevo los ojos— Aún no la perdoné, ni siquiera terminamos el combate...

    >>Y Alpha... ese idiota ni siquiera apareció en la prisión... Me pregunto si realmente le afectó lo que le dije...

    ¿Qué estaba pensando? ¡Eso daba igual ahora! ¡Yo no quería saber nada más de él! Ni siquiera lo quería en mi vida como amigo...

    O eso era lo que quería creer.

    —¡Ugh, esto es imposible!—gruñí incorporándome de un salto de la bañera. El agua chapoteó—. ¡Me voy a la cama!

    ***

    Pero en la cama no fue muy diferente. Sentía un vacío a mi lado, ese frío gélido otra vez ocupando las sábanas. Nunca había notado lo solitario que era dormir sola.

    Era extraño. No estaba tranquila. Era como si tuviese un mal presentimiento. Un presentimiento horrible. Como si toda la trama de Justice hubiera sido tan solo la punta del iceberg.

    ... ¿Qué podía haber peor que todo eso?

    Cerré los ojos, abrazando con fuerza la almohada. La sujeté entre mis brazos y mis piernas y hundí el rostro en la misma.

    "Tonta... quería que te quedases conmigo..."

    Quizás todo se resumía en eso. No podía creer que fuese tan infantil y egoísta.
     
    • Sad Sad x 3
    • Fangirl Fangirl x 2
  10.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Tomé asiento en la mesa de la cafetería y pedí algo ligero para comer y un té. Había esperado por media hora a que Effy apareciese o respondiera mi mensaje... pero ninguna de esas cosas había ocurrido.

    ¿No quería que la perdonase? ¡Oh bien, desde luego yo tampoco iba a preocuparme por hacerlo! No se merecía que lo hiciese. Sinceramente me daba igual.

    La tarde había caído hacia rato y la luz anaranjada del atardecer se colaba por las ventanas de la cafetería. Era bastante pacífico en cierta forma... casi me sentía en paz. No había muchos entrenadores ocupando las mesas. Una pareja en una mesa cercana a la puerta, un chico solitario acompañado de un Croconaw...

    Pero un repentino pensamiento me asaltó.

    "¿Dónde estás Emily?"

    Dejé la taza de té medio vacía en el plato y apoyé mi mano sobre mi mejilla, el codo sobre la mesa para que me sirviera de apoyo. En Udan combatiendo contra unos enmascarados...

    Suspiré.

    Me gustaría que estuviese allí, conmigo. Sabía que solo tenerla cerca bastaría para que la inquietud que sentía por dentro desapareciese.

    Si lo pensaba fríamente... Emily me hacía actuar de forma impulsiva. Recordaba cuando abofeteé a Rhyme en la Calle Victoria porque la menospreció. Cuando le increpé a Dante porque apareció delante de ella con otra chica después del daño que le hizo su ruptura. Cuando pateé la silla de Orgen por bueno... ser el imbécil que era Orgen. Y por supuesto recordaba como sujeté al bastardo de Erwin por la camisa y a Irvine exigiéndole explicaciones sobre su secuestro.

    Siempre estaba tratando de protegerla. Siempre estaba dando lo máximo de mí por asegurarme de que estuviese a salvo y fuese feliz. Y eso... nunca había experimentado algo así. Claro que quería que Hubert o Effy fuesen felices pero... no renunciaría a mi propia felicidad para mantener la suya.

    Pero si renunciaría a la mía por Emily.

    Apuré la taza. Estaba cansada de esperar, no me quedaría mucho más tiempo allí haciendo la tonta. Me levanté de la mesa y recogí mi bolso y entonces... reparé en ese pequeño pseudo amuleto que pendía de él. Porque el sol que entraba por la ventana lo hizo destellar por un momento.

    Un llavero de Jirachi.

    Las palabras de Emily resonaron como un eco distante en mi cabeza:

    "—En fin, es un Jirachi porque es mi pokémon favorito y pensé que sería una manera de que me recordaras si alguna vez nos separamos, ya que un llavero es algo que se ve todos los días"

    Cuando me lo dio... estaba tan nerviosa. Apenas nos conocíamos de todas formas, estaba segura de que a Emily le daba miedo. Bueno, no era la persona más grata con la que tratar eso seguro. Era una niña gritona, mimada y molesta que se creía el ombligo del mundo. Y sin embargo, a pesar de lo hosca y estúpida que ella... ella se acercó a mí. Ella dio el primer paso para conocerme.

    Nunca me juzgó. Solo se quedó a mi lado, siempre estuvo allí cuando la necesité. Cuando Alpha abandonó la región y yo estaba destrozada... Emily se quedó conmigo. Hicimos un viaje con Effy hasta la Sede.

    Por supuesto que lo recordaba bien.

    Volví a sentarme y abrí el bolso buscando algo en su interior. Esa carta. Estaba bastante arrugada por el tiempo, algo rota por sus bordes... habían pasado cuatro años después de todo. Esa pequeña nota que me entregó con el llavero.

    "Sé que a Mimi Honda esto puede parecerle algo infantil, pero ¡no importa! ¡Eres mi amiga y te lo mereces!
    He pasado poco tiempo contigo pero ha sido un tiempo magnífico y te agradezco haberme brindado la oportunidad de conocerte un poco más~ Espero que también me consideres tu amiga y, bueno, no sé que más decir, la verdad es que siempre que te hablo o ahora que estoy escribiendo esto tengo miedo de decir algo que te moleste y me pongo nerviosa y tímida adfghjklñ >o<"


    No pude evitar reír. No sé exactamente por qué... simplemente reí al releer aquellas palabras. De verdad que estaba nerviosa. Cómo habían cambiado las cosas en tan poco tiempo...

    "Espero que también me consideres tu amiga"

    —Tonta, claro que te considero mi amiga.

    Una... ¿amiga nada más? Sacudí la cabeza y alejé aquellos pensamientos de mi cabeza. Emily era... mi mejor amiga.

    Guardé todo de nuevo en el bolso y echándomelo al hombro abandoné la cafetería. Ahora que no tenía nada más que hacer quizás regresase a la Sede. Necesitaba más puntos batalla.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 2
  11.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,140
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Lucas Diamond

    Latios pudo llevarme a la ciudad deseada en un abrir y cerrar de ojos, por suerte. La tienda de antigüedades se encontraba en una plazoleta de la ciudad; de hecho, realmente no era una tienda como tal, sino un puestecillo callejero. La gente Solía obviarlo, yo mismo lo había obviado en numerosas ocasiones, pero ahora era mi única pista.

    Pregunté por el objeto, y el señor que atendía allí me mostró su amplia colección. Allí pude ver una especie de diamante gigante, realmente brillante y extraño. Eso... ¿era la Diamansfera? Sí. Debía serlo. No tenía ningún tipo de duda al respecto, podía sentirlo. Podía sentir como el vello se me erizaba solo de ver el objeto.

    Su precio era caro, pero no dudé en pagarlo. Esta vez Dialga no se me escaparía.

    GalladeLucario compro la Diamansfera uwu/
     
    • De acuerdo De acuerdo x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
    • En desacuerdo En desacuerdo x 1
  12.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Cerré la puerta a mi espalda y apoyé la misma contra esta tratando de lograr cierta distancia emocional. Los nervios, la incertumbre y el miedo me estaban devorando a pasos agigantados por dentro. Me temblaban las manos y el corazón me martilleaba con insistencia dentro del pecho.

    Tras abandonar Udan habíamos regresado a Galeia. Y estábamos allí, en la habitación que solíamos compartir en el Centro Pokémon de Ciudad Aerosol. La última vez que habíamos tenido tiempo real de calidad juntas había sido allí, antes del Torneo, cuando Emily me consoló después de lo ocurrido con Alpha. Habían pasado meses de eso. Tantas cosas... el incidente en la prisión, Justice, el fin de Galeia a manos de Irvine...

    Y pensar que ahora estaba allí porque la situación había dado un completo giro de trescientos sesenta grados. Hubiera deseado que las circunstancias fuesen otras. Quizás preparar algo más elegante, escoger un lugar mejor. Pero me veía forzada a aprovechar aquel arranque repentino teniendo la certeza de que no tendría otra oportunidad para sincerarme de una vez por todas.

    Nunca había sido realmente sincera. Nunca lo era. Prefería guardarme para mí aquellas cosas que pudieran comprometerme. Arrojarme lejos de mi zona de confort. Aquel día, sin embargo, en aquel momento, iba a hacer justo eso. Iba a dejar de lado todo aquello que me hacía sentir segura, todo aquello en lo que mi turbulento yo lograba cierta estabilidad.

    Como lanzarse a mar abierto sin saber nadar y sin salvavidas.

    Cerré los ojos e inspiré profundamente de forma temblorosa, luchando por poner en orden mis ideas.

    "Calma. Cálmate estúpida".


    Emily debía estar confusa. Y preocupada. No podía verla pero debía estar preguntándose por qué demonios había interrumpido su prueba para prácticamente arrastrarla hasta una habitación del Centro Pokémon de Galeia. Si estuviese en su lugar hubiera salido volando por la ventana, corriendo a la más mínima oportunidad. Debía parecer una loca desesperada. Y mentiría si dijera que no lo era en cierta forma.

    El silencio se tornó pesado, tenso, porque yo era incapaz de pronunciar una sola maldita palabra. Mi boca no colaboraba, mi cerebro mucho menos parecía tener intenciones. Todo lo que quería decir se enredaba, enterrado bajo cientos y cientos de peros e inseguridades.

    ¿Cómo pensaba decírselo? "¿Emily, me he dado cuenta de que no te veo solo como una amiga porque me pones mucho?" ¿Qué clase de confesión desubicada era esa? Ni siquiera se trataba de eso. Debía mirar mucho más allá. Buscar en mi interior todo lo que quería y jamás había podido decirle. Todo lo que ella significaba para mí.

    Descubrir que era bisexual ni siquiera era la gran cosa. La gran cosa era todo lo que estaba poniendo en juego, en una cuerda floja suspendida a kilómetros del suelo.

    Ojalá fuera más fácil. Ojalá no fuese una cobarde de mierda. Siempre lo había sido. Por eso prefería la seguridad de mis propios muros en lugar de tener los ovarios de salir fuera y encarar mis sentimientos.

    Por suerte, todo eso iba a acabar ahora. No quería seguir siendo una cobarde. No quería seguir mintiéndome a mí misma. Todo aquello era ridículo. No tenía la más mínima razón de ser.

    —Me gustas —dije finalmente. En un principio ni siquiera reconocí aquellas palabras como mías. Se quedaron un instante eterno flotando en el aire, suspendidas como el sonido de algún instrumento de cuerda. Me mordí el labio inferior, forzándome a mí misma a proseguir a pesar de las circustancias—. Me gustas desde hace mucho tiempo, estoy segura de eso. El tiempo que hemos pasado juntas estos últimos meses me han hecho darme cuenta de lo importante que eres para mí. Emily... cuando pienso en ti me duele el pecho porque el corazón me late con tanta fuerza que parece que se va a salir. Cuando te escucho hablar, aunque lo que digas parezca no interesarme... me siento tan feliz que desearía oírte por horas. Pienso que eres sexy y que tienes un cuerpo increíble pero lo que más me gusta de ti es tu sonrisa. Esa sonrisa genuina que tienes. Quiero hacer todo lo posible por protegerla. Porque puedas seguir sonriendo como lo haces.

    Abrí los ojos en ese momento. Lo había dicho. Lo peor estaba dicho ya, ahora nada me detenía. Nada me impedía vaciarme por completo, destriparme y exponerme como en mi vida lo había hecho antes. Solo porque confiaba en ella. Solo porque no había una sola persona en el mundo en la que confíase tanto como en Emily Hodges.

    Y aquello era tanto un consuelo como una perdición.

    —No tienes idea de lo increíble que eres—proseguí y me aparté unos pequeños pasos de la puerta. Todo el calor subió a mis mejillas de súbito pero aún así no aparté la mirada de sus ojos—. No importa lo que pienses de ti. Eres increíble. Dices que no puedes llenar el vacío que me dejaron mi padre o Alpha pero eso es una estupidez del tamaño de un Wailord con sobrepeso—solté una risa por la nariz—. Solo necesito verte para sentir como se llena. Tú... me completas. Estoy llena de defectos y tú lo sabes, pero no te importa nada de eso. Puedes ver a través de mí, me entiendes cuando nadie más lo hace. Cuando ni siquiera yo misma lo hago. ¿Tienes acaso idea de todo lo que eso implica? ¿De todo lo que significa para mí?

    —Creía que todos estos sentimientos eran platónicos... hasta que me di cuenta de que no todos son puros. También pienso y deseo hacer otras cosas... Como besarte o... tocarte... Colar mis manos bajo tu blusa cuando me abrazas y tocar tu piel.

    Algo en mi cerebro me pidió que me detuviese. Pero mi cuerpo no acató aquella orden.

    >>Quiero conocerlo todo de ti. Lo que te gusta, lo que odias... tus pensamientos y deseos más profundos... porque todos son un tesoro invaluable para mí. Em, te necesito. Te necesito mucho más de lo que piensas.

    >>Creo... que esto es amor—murmuré finalmente—. Creo que esto de verdad es amor. No, es mucho más que eso—sacudí la cabeza con obstinación. Mi voz se tornó calma, sosegada, vibraba en ella cierta simpatía y emoción que no pude enmascarar—. Eres una amiga, una hermana, mi mejor amiga, una de las personas más importantes de mi vida... todo en uno. No te amo. Este sentimiento es mucho más que eso. Es algo que no había sentido por nadie nunca. Es tan intenso que me hace querer llorar cada vez que pienso en ello. Es tan fuerte que me duele.

    Tomé su mano entre las mías llevándola de forma protectora a mi pecho. La sostuve allí, sobre mi corazón. Me preguntaba si podría sentir mis desaforados latidos. Sería ridículo si no lo hiciese... se me iba a salir del pecho.

    >>Yo no sé lo que se siente amar a alguien—sentencié con suavidad y resolución. Mis ojos recorrieron sus facciones con extraña intensidad—. O si realmente he estado enamorada alguna vez. O si esto de verdad es amor. Pero sé como me haces sentir y sé que no puedo describirlo con palabras. No hay palabras que puedan expresar lo que siento. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Y el resto de la siguiente también. Quiero agarrarte de la mano y no volver a soltarte nunca.

    >>Sé que a veces soy un completo desastre. Que me miento y no soy sincera conmigo misma, que oculto las cosas que debería decir. Pero ya no quiero seguir huyendo. No quiero escapar de algo que es parte de mí y me hace ser la persona que soy. Quiero ser sincera contigo y conmigo misma. Quiero dejar de tener miedo.

    Mis manos acabaron sobre sus mejillas ahuecando su rostro con cuidado. Me pregunté si su corazón se estremeció como el mío, si también parecía querer escapar de su pecho con la misma intensidad.

    >>Porque todo es tan perfecto cuando estamos juntas—sonreí de forma leve pero genuina—. Siento que todo saldrá bien solo porque tú estás conmigo. Lo eres todo para mí, Em. No sé cómo demonios lo haces. Ni qué narices me has hecho...

    Mi cerebro se sorbrecargó en aquel momento. Me sentía tan sumida, tan absorbida por aquel momento. Por el brillo inocente de sus orbes morados, por su gesto, por su largo cabello negro como la obsidiana líquida... Solo dejé de pensar. Y me incliné hacia delante, más y más... acabando con los pocos centímetros que nos separaban hasta que mis labios sellaron los suyos.

    No era dueña de mi cuerpo en esos momentos. Mi razón y mis sentimientos habían perdido todo contacto. Mi corazón saltó; contrario a todo lo que esperaba, por primera vez pude soltar las cadenas que me retenían y dar el paso por mí misma. No estaba pensando con claridad. Lo único que tenía en mi mente era... lo mucho que deseaba besarla.

    Ea, ya me puedes matar a la niña
     
    • Ganador Ganador x 3
    • Adorable Adorable x 3
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
  13.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,845
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Tras cruzar el portal, llegamos a Aerosol. Siempre se sentía extraño volver a pisar una ciudad de Galeia después de pasar un tiempo en Udan, aunque fuese corto. ¡La diferencia era importante!

    De todas formas, lo cierto es que no pude centrarme por completo en mis alrededores pues Mimi me tenía algo preocupada. Seguí sus pasos con atención, sin dejar de observarla, pero en completo silencio, hasta que llegamos a una de las habitaciones del Centro Pokémon.

    Fui la primera en pasar, quedándome algo alejada de la puerta y de Mimi misma. No tardé en girarme para poder mirarla directamente a la cara, esperando de forma paciente a que me dijese lo que quería decirme.

    Lo cierto es que no dejé de preguntarme en ningún momento de qué podía tratarse y cuando escuche aquellas palabras salir de su boca, lo cierto es... que no me lo esperaba para nada.

    "Me gustas."

    —Oh —murmuré, sin poder evitar mi sorpresa. Por suerte, fue un murmullo imperceptible que no interrumpió a Mimi en ningún momento.

    Intenté concentrarme por completo en su discurso y estar atenta a su declaración, porque sabía que tenía que haber sido un paso muy duro para ella llegar hasta ahí, pero lo cierto es que sentí como mi cabeza empezaba a martillear y cada vez me costaba más seguir el hilo de su pensamiento.

    Tanto así que apenas fui consciente que Mimi me estaba besando hasta varios segundos después. Cuando finalmente me di cuenta, apoyé mis manos sobre sus hombros y la empujé levemente, separándola.

    Intenté, por supuesto, no ser muy brusca, y lo cierto es que a pesar de todo, no la separé demasiado de mi cuerpo, seguíamos estando bastante cerca. Prácticamente podía escuchar su corazón latiendo. El mío no difería mucho, tampoco.

    Después de un rato, cuando calmé mi respiración y un poco todo mi cuerpo, quité mis manos de su cuerpo, dejando caer los brazos a ambos lados del mío.

    —Mimi, yo... —empecé a decir, mirando hacia otro lado, con voz algo quebrada.

    Suspiré, cerrando los ojos. Tragué saliva con fuerza, intentando ordenar mis pensamientos antes de decir algo.

    No quería... tener que hacerle eso a Mimi. Pero no podía mentirle.

    >>Tú has sido sincera conmigo, así que yo también tengo que serlo —murmuré, más como un mantra para mí misma que para ella. Conseguí finalmente abrir los ojos y dirigir mi mirada hacia ella, sonriendo levemente, mientras me abrazaba a mí misma—. Creo que es la primera vez en mucho tiempo que escucho algo tan bonito por parte de alguien y... la verdad es que me siento muy agradecida por saber que tienes sentimiento tan... preciosos por mí.

    Otro suspiro, breve, una pausa necesaria para infundirme valor.

    >>Es extraño, siento que comprendo a qué te refieres porque me siento igual... pero a la vez no. Me encanta estar contigo y puedo decir sin dudar que te quiero mucho, mucho más que aun amiga... ¿casi como a un alma gemela, quizás? Pero... pero... no como algo más, no en un sentido romántico... l-lo siento, de verdad.

    Mi voz tembló al final de aquella frase, y tuve que volver a cerrar los ojos y tragar saliva con fuerza, intentando aguantar lo máximo posible mis ganas de llorar. Si yo me derrumbaba, la pobre Mimi...

    >>Lo siento, pero no puedo... —seguí en un murmullo, negando con la cabeza levemente, sin ser capaz de abrir los ojos y ver a Mimi, no quería ver su dolor reflejado. Me sentiría peor de lo que me estaba sintiendo.

    "Porque tampoco puedo dejar de querer a Dante" fueron las palabras que se quedaron atoradas en mi garganta, por miedo a pronunciarlas y romper en llanto, o quizás por miedo a hacerle más daño a Mimi. No lo supe muy bien, solo supe que era mi verdad y que nunca podría superarla.

    Bueno, ya lo siento si no es la gran cosa, aunque no lo creáis, a mi este tipo de conflictos no me gustan y quería hacer este post lo mejor posible pero bueno, estoy agotada y me duermo encima de las teclas, prácticamente so, eso, lo siento, ya solo quería dejarlo cerrado por fin xD
     
    • Adorable Adorable x 3
    • Ganador Ganador x 2
    • Sad Sad x 1
  14.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    El hechizo se rompió cuando mis labios se vieron forzados a abandonar los suyos. Y aquella calidez y suavidad que sentía por primera vez en mi vida también me abandonó. Fui consciente de dónde estaba, de lo que había hecho y el calor se apoderó con más fiereza de mis mejillas. La había besado. Había besado a Emily. Ni siquiera fui consciente de cuando esa idea cruzó mi mente porque ya había dado ese paso.

    No lo pensé.

    Se había sentido tan correcto para mí de alguna manera. Solo me había dejado guiar por lo que estaba sintiendo, olvidando todo lo demás. Olvidando lo que ella pensaba o como pudiera sentirse.

    Pero cuando sentí las manos de Emily sobre mis hombros y como me apartaba suavemente de su cuerpo supe que algo estaba terriblemente mal. Sin necesidad de que pronunciase palabra. La conocía desde hacía demasiado tiempo, antes de que dijese nada lo supe. Pude verlo en su mirada, en su lenguaje corporal, en la forma en la que rehuía mi mirada con las mejillas enrojecidas y los ojos vidriosos.

    "L-lo siento, de verdad. Lo siento pero no puedo..."

    Ese fue el final.

    El momento en que me di cuenta del enorme error que acababa de cometer. El momento en el que la realidad me golpeó con toda su fuerza y me dejó a la deriva de mis turbulentos sentimientos, sin saber qué demonios hacer.

    Sus palabras sonaron sinceras. Puras y genuinas, como ella lo había sido siempre. Y agradecía en el fondo su honestidad. Pero su amabilidad y su cariño y la forma tan suave de tratarme, incluso rechazándome, solo me hacía sentir aún más dolor. Me sumía en un sentimiento extraño pero que no me era ajeno... y me hacía sentir patética y estúpida.

    Emily no podía corresponderme. Y aunque no había sido del todo sincera, yo sabía de sobra el por qué. La conocía lo suficiente para saber que no quería hacerme más daño.

    Pero ocultar información no hacía que la realidad desapareciese. Y ahora estaba allí, frente a mis ojos. Y era incapaz de negarla más.

    —Yo... lo sabía de alguna manera. Siempre lo he sabido—le dije entonces. Y me reí. Una risa sardónica y patética, llena de resentimiento y dolor—. Y sin embargo guardé esa esperanza, pensando que quizás, tan solo quizás... hubiese llegado mi momento de vivir la felicidad que siempre ansié. Pero eso son falacias y cuentos infantiloides ¿no? Porque los finales no siempre son felices en la vida real. No hay finales felices para mí. No estoy hecha para ellos.

    Inspiré profundamente por la nariz para tratar de calmar las ganas que tenía de deshacerme en llanto. Me ardían los ojos y tenía un nudo en la garganta, prieto, asfixiante, que me comprimía el pecho y hacía que fuese difícil respirar. Parpadeé, luchando por mantener las lágrimas en mis ojos. Por evitar que rodasen por mis mejillas como tanto deseaban hacer.

    La diferencia entre querer y amar era tan inmensa. Nunca me había percatado de cuanto. Siempre había querido alguien que me quisiera, que pudiera priorizarme como nunca lo hizo papá. Pero Emily no era esa persona. Ella no podía priorizarme... a pesar de que siempre había sido mi prioridad.

    —¿Quieres saber una cosa, Em?—dije finalmente y le sonreí contra todo pronóstico. Una sonrisa rota, llena de dolor. El súmmun del patetismo más absoluto.—Ojalá él te quiera tan solo una décima parte de lo que lo hago yo.

    No dije nada más. No podía. No quería romper en llanto frente a Emily y destrozarnos más de lo que ya lo estábamos.


    Pero a medida que mis pies se alejaban de la puerta empecé a correr. Pasando entre la gente a empujones sin saber por donde iba, sin siquiera importarme si había un lugar al que ir.

    Solo quería huir. Alejarme lo más posible de aquellas palabras. Opacar el sonido de la voz quebrada de Emily con mis pasos apresurados. Ignoraba por qué había tanta gente en las calles de Galeia... pero no podía importarme menos. Ansíaba desaparecer. Que el suelo se abriese bajo mis pies y hundirme bajo él para nunca más dar señales de vida.

    ¿Cómo podía doler tanto el corazón? ¿Por qué se sentía como un dolor físico si habían sido mis ilusiones y esperanzas las que habían sido rotas? ¿Por qué mierda era todo tan doloroso?

    Corría y corría entre la gente. ¿Elecciones? ¿Qué elecciones? Lo había escuchado de pasada pero ni siquiera le presté atención. No podía. Mi yo de ahora había interpuesto un muro a su alrededor donde solo estábamos yo y mis sentimientos. Destrozados, que se entremezclaban con los ojos llorosos de Emily y con aquella sonrisa amarga, que trataba de ocultar su incomodidad y decepción. Y la vorágine que se apoderaba de mí me hacía sentir asqueada y tener ganas de vomitar.

    Mi estúpida inconsciencia había hecho llorar a Emily. Mi estúpida inconsciencia me había hecho dar el paso y fallar. Otra vez. Y me sentía como si estuviese cayendo al vacío sin tener nada a lo que sostenerme.

    Luchaba fieramente contra mis lágrimas, pero era tan inútil como arrojar agua en el mar. Dolía. Dolía como el jodido infierno. Dolía demasiado. Y no sabía si era por el rechazo, si era por el dolor que pude entrever en ella, si era porque me sentía desamparada y sola... como si todo repentinamente careciese de sentido. Si era porque me sentía traicionada de alguna manera.

    "Quiero morir. Quiero morir. Quiero morir".

    Mis pasos terminaron en aquel parque de Aerosol a salvo de miradas indiscretas a aquellas horas de la noche. Corrí hasta los columpios porque las piernas apenas ya me sostenían, porque me sentía débil, caminando sobre simples palillos que iban a terminar por romperse en cualquier momento. Todo los nervios que había sentido ante aquella declaración, aquel nudo de pura ansiedad me torció el estómago y la bilis escaló hasta mi garganta, obligándome a toser y casi devolver lo poco que había podido comer ese día.

    Me sentía estúpida. Estúpida como nunca antes en mi vida. Patética hasta decir basta. ¿Por qué no tenía suficiente con saber que me quería? ¿Por qué necesitaba más, si esa certeza era todo lo que siempre había deseado tener?

    Mis lágrimas ya no se detenían. Era imposible hacerlo. Algo se quebró en pedazos dentro mí además de mi corazón y ya no podía detener el llanto. Sollocé, abrazándome a mí misma con brazos trémulos. Emily no había contado toda la verdad. Pero yo sabía de sobra esa verdad. La había sabido siempre. Por eso no soportaba a Dante. Por eso no podía tolerar su presencia, quedarme callada como una imbécil y pensar en cuanto yo deseaba hacerla feliz... pero no podía. Porque ella no podía ponerme por encima de él. ¿Cómo podría ponerme por encima de la persona que amaba? ¿Cómo? Si yo no podía poner a nadie por encima de ella.

    Era igual que mi padre.

    Apreté los dientes con rabia. Furiosa entonces, en un arranque de ira repentina producto de la desesperación, del dolor; solté el llavero que pendía de mi bolso. Ese pequeño llavero de Jirachi... ese regalo de hacía años, que ahora solo me hacía sentir más estúpida y aumentaba exponencialmente mi dolor. Lo tomé con rabia—una rabia que no estaba dirigida a nadie más que a mí misma—y me dispuse a lanzarlo lejos, a algún lugar donde jamás tuviera que volver a verlo.

    En ese pequeño llavero estaba contenido el recuerdo de nuestra amistad, cuando empezamos a ser amigas. Cuando empezamos a llevarnos bien y Emily se decidió a dar el paso de conocerme, a pesar de que yo no era la persona más agradable con la que tratar. Nunca pensé que el "ser amigas" pudiera ser tan hiriente. Solo deseaba arrojar ese recuerdo. Despojarme de él, como si hacerlo pudiese hacerme sentir mejor conmigo misma. Como si eso... cambiase algo.

    Pero nada iba a cambiar. La realidad era inamovible. Quizás en otros universos hubiese sido distinto... si tan solo no hubiésemos tomado aquella maldita decisión de cambiar...

    La mano me tembló... y fui incapaz. ¿Por qué era tan estúpida? ¿Por qué siempre hacía esa clase de cosas cuando era lo último que realmente quería hacer? En su lugar cerré el puño con fuerza en torno al llavero y me lo llevé al pecho, sollozando con más intensidad. ¿Por qué insistía en mentirme ahora? Yo no quería eso. No quería perderla. No quería tirar por tierra todo lo que éramos, todo lo que habíamos sido. Pero me estaba destrozando por dentro.

    ****

    —¿Matt? Ya no es necesario que vengas a Galeia.

    Aferré mis dedos con más fuerza al escuchar la voz de mi hermanastro al otro lado de la línea. Mis lágrimas habían cesado. Y mi tono de voz era átono, monótono... plano y desprovisto de cualquier emoción. ¿Mis ojos estaban vacíos o era solo mi reflejo en el cristal?

    ...

    >>Yo voy a regresar a Sinnoh.
     
    • Sad Sad x 4
    • Ganador Ganador x 3
  15.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,534
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hubert Mattsson

    La cabina se estremeció un poco cuando las ruedas hicieron contacto sobre la pista de aterrizaje. Más allá de la ventanilla pasaron a toda velocidad algunos edificios de Ciudad Aerosol, que no tardaron en volverse algo más nítidos en tanto el avión aminoraba su marcha. No pude reprimir una sonrisa nostálgica, tal vez recordando el día en el me encontraba en esta misma situación, llegando a Galeia por primera vez cargado de libros y temores, acompañado por los (en ese entonces) Snivy, Scraggy y Pawniard.

    —Se siente bien volver —comenté a mí compañero de viaje—. ¿No te parece?

    Hoopa, en al siento de al lado, levantó un pulgar en señal de aprobación y esbozó con una sonrisa intensa y traviesa. Asentí, también sonriéndole.

    Después del incidente del Núcleo, lo primero que hice fue apresurarme hacia este mismo aeropuerto para tomar un avión hacia Kalos. Casi nadie se enteró de mi partida, tan sólo Effy. Aunque habíamos vuelto a existir y estábamos bien, a mí me quedó por entonces la desesperación de comprobar, con mis ojos, con mis manos, si mis padres realmente existían. Si la biblioteca Sócrates, mi hogar, existía. No iba a sentirme tranquilo hasta tener una prueba empírica, y fue por eso que me marché sin avisar.

    En verdad estuve pocos días fuera. Cuando llegué a Pueblo Mosaico, casi corriendo, sentí un nudo en la garganta al ver que la Biblioteca Sócrates, mi casa, estaba ahí. Y cuando mi padre me abrió la puerta, despeinado, somnoliento y fumando su cigarrillo artificial, el alivio que me invadió fue tan grande que sólo caí de rodillas y suspiré, sonriente. Tanto él como mi madre no entendieron por qué había llegado de esa manera a casa, pero me notaron tan cansado que asumieron que había pasado por muchas cosas en Galeia y que sólo quería descansar. Cosa que así fue. No me atreví a contarles el detalle de que Tau, pero ya no importaba. Ellos existían, compartía un pasado con ellos y con eso me bastaba. Cuando terminé de digerir todo por lo que había pasado, cuando me sentí fuerte y animado de vuelta, fue el momento de volver a marchar. Además, había hecho felices a mis padres con mi llegada inesperada, ya que me extrañaban.

    La estadía en Kalos también había servido para que Hoopa y yo mejoráramos nuestra conflictiva relación. A él le gustaba mucho medir su fuerza contra los demás y lo cierto es que en casa nunca le faltó la oportunidad de medirse: mi madre seguía siendo una excelente entrenadora y su equipo era tan temible como antaño, por lo que ella y yo otorgamos a Hoopa todo lo que necesitó. Como eso lo ponía de buen humor, pude acercarme mejor a él y hacernos buenos amigos.

    Acaricié la cabeza de mi pokémon, que dejo escapar una risa picarona en respuesta.

    —Hora de bajar —le dije.

    —¡Hoppa! —dijo con entusiasmo, tras lo cual tomó un anillo, abrió un portal en el suelo y se marchó.

    No me preocupé por él. Como se comportaba mejor le permitía campar libremente, y él siempre volvía a mi ubicación cuando quería. Tomé mi mochila del portaequipajes y me fui con el resto de los pasajeros hacia el aeropuerto.




    Como siempre, Serperior aprovechó que estuvimos en tierra firme para salir de su pokébola. Sus intensos ojos rojos estudiaron el aeropuerto. Más allá de su solemnidad, pude ver la misma nostalgia que sentí en el avión. Le di una palmadita en la zona de atrás de su cuerpo, a lo que él se giró para encontrarse con un asentimiento de mi parte.

    —Es hora de continuar lo que empezamos —le dije, sonriendo—. Nos quedan los torneos.

    Pasamos por debajo del cartel que anunciaba Partidas hacia diferentes destinos dentro de Galeia, además de un vuelo hacia Sinnoh. Aunque el lugar era espacioso, el aire estaba lleno de murmullos de conversaciones, muchas de las cuales hacían referencia a las inminentes elecciones en la región. De esto me enteré en las noticias de Kalos y no pude evitar fruncir el ceño: ¿por qué había elecciones justo después de lo del Núcleo del mundo? Era ciertamente raro y, al menos para mí, no se trataba de una casualidad. Por eso, lo primero que hice en el aeropuerto fue dirigirme a un puesto de periódicos y pedir, en caso de que hubiera, un número en el que aparecieran los candidatos. Y, efectivamente, había uno.

    Conocía de antemano la candidatura de Irvine gracias al mensaje de Karina. A quienes no conocía era a los otros, ni qué ideas se traían para nuestra región. Según la exlíder Gamma, eran extremistas con ideas opuestas, pero extremistas al fin y al cabo. Si quería ayudar a Irvine, mi primera tarea era recabar información y analizar.

    Así me quedé un buen rato, leyendo el periódico cerca de las puertas de Arribos y Partidas.
     
    Última edición: 2 Octubre 2019
    • Fangirl Fangirl x 5
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  16.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Mi avión saldría por la mañana. Era... casi irónico. Desde que me había dado cuenta de la distancia emocional que me unía a mi padre no había querido regresar a Sinnoh. De hecho pensaba que jamás se me pasaría por la cabeza volver a mis raíces. Volver me haría enfrentar cosas que no quería enfrentar. Mi "familia", mi media hermana. Pero quedarme no sería una situación muy distinta.

    Abandoné el parque poco después de hablar con Matt y simplemente caminé por ciudad Aerosol. Nunca me había tomado el tiempo para hacer eso. Iba y venía, siempre al Centro Pokémon. Pero en esos momentos y rota por dentro era el lugar al que menos quería regresar. Al menos no a ese. No al centro de ciudad Aerosol.

    Gente. Había mucho gente por las calles. Incluso a aquellas horas de la noche.

    Y hacía frío. Quizás. Si hacía frío ni siquiera me importaba y si tenía no iba a hacer nada al respecto. Mi cuerpo se sentía... entumecido. Era una sensación extraña porque lo sentía todo y a la vez no sentía nada. Quizás era la forma que tenía mi cerebro de soportar el dolor, aunque este ni siquiera fuese físico. Siempre había pensado que el emocional era mucho más duradero y dejaba cicatrices más amplias. ¿Pero a quién le importaba eso? No tenía nada. No me quedaba nada. Ni siquiera dignidad.

    Tal vez mi equipo. Ellos estaban conmigo en las buenas y en las malas y Raiden había salido a hacerme compañía en cuanto tuvo oportunidad. Sus ojos dorados no me preguntaron nada. Solo me acompañó, silencioso, pero asegurándose en todo momento de qué supiese que él estaba ahí para mí. Siempre había sido sereno, como una sombra... pero era una sombra que en aquellos momentos me mantenía a flote en un mar de sentimientos turbulentos.

    Pobre yo.

    Qué injusta era la vida a veces. ¿Por qué todo me salía siempre tan mal? ¿Por qué siempre que me decidía a abrir mi corazón de par en par y destripar mis sentimientos frente a alguien acababa lastimada? Si así iba a ser siempre prefería no tener corazón.

    No tardé en levantar el vuelo sobre Isamu.
     
    • Sad Sad x 3
  17.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,845
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Ver a Mimi salir corriendo me dolió, mucho. Sin embargo, lo único que pude hacer fue eso: verla. No me atreví a moverme, ¿había sido una buena o mala decisión?

    Por mucho que intenté despejar mi mente bajo el agua caliente de la ducha, lo cierto es que no podía dejar de repetir el rostro de decepción de Mimi en mi cabeza. Parecía... realmente afectada.

    "Ojalá él te quiera tan solo una décima parte de lo que lo hago yo."

    Suspiré, cerrando el grifo para que el agua dejase de salir. Posteriormente, salí de la ducha, cubriendo mi cuerpo con una toalla, hasta llegar al espejo y ver mi reflejo en el mismo. Espeon había salido de su pokéball y se encontraba durmiendo sobre la alfombrilla de baño.

    ¿Por qué era todo tan difícil? Cuando al fin pensaba que había conseguido superar mínimamente la ruptura con Dante... Y había sido gracias a Mimi y a todos los demás holders que consideraba mis amigos que lo había conseguido. ¿Tenía que suceder aquello?

    No es que culpase a Mimi por su sentimientos, ni mucho menos, pero... no hacía tanto que Mimi se le confesó a Alpha, y no parecía que fuese a sentirse mejor en mucho tiempo. No lograba asimilar aquel cambio.

    —No entiendo nada —murmuré, comenzando a secar mi cabello con otra de las toallas que el Centro proporcionaba.

    Así, acabé por secar todo mi cuerpo y finalmente cambiar mi vestuario a uno de mis pijamas. Salí del baño, seguida por el tipo psíquico y, tras dejar la ropa en su correspondiente sitio, caí rendida sobre la cama.

    Ya que había vuelto a Galeia y ya había dejado la prueba a medias, quizás podría aprovechar para descansar y hacer otras cosas por ahí, despejarme de todo lo sucedido. No podría centrarme en la prueba de las marcas en ese estado, si lo pensaba detenidamente.

    El Holomiso parpadeaba, señal de haber recibido mensajes en el mismo, y si bien fui consciente de que tenía que revisarlos, al tocar la cama olvidé por completo la existencia del aparato y antes de darme cuenta, acabé cayendo en un profundo sueño del que no me despertaría hasta el siguiente día.

    Después de todo, estaba demasiado agotada.

    Emily en busca de husbandos para consolarse parte 1: Hubert
     
    • Adorable Adorable x 3
    • Gracioso Gracioso x 2
  18.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,534
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hubert Mattsson

    Serperior y yo dejamos atrás el aeropuerto. Con las manos en los bolsillos y el periódico descansando bajo de uno de mis brazos, meditaba sobre la situación que involucraba a Galeia y (como no podía ser de otro modo) a nosotros mismos. Cuando me enteré de las candidaturas en las noticias, allá en Kalos, asumí que no iba a ser tan complicado que las cosas giraran en favor de Irvine; pero su personalidad, como bien había dicho Karina, no ayudaba. En un principio imaginé que Irvine sabría manejar el asunto, hasta que recordé que estuvo todo este tiempo en las sombras del Equipo Gamma, legando a la excampeona la tarea de comandarlo. Muy a mi pesar, el pedido de ayuda me pareció lógico y no quedaba más remedio que echar una mano.

    Lo único que deseaba… era que esto no involucrara un problema mayor. Algo que no estuviéramos viendo.

    —Vamos al Centro Pokémon, Serp —dije a mi inicial—. Hemos tenido un largo viaje y lo mejor que podemos hacer, ahora, es descansar antes de echar manos a la obra.

    Serperior asintió con solemnidad, expresando su acuerdo, y me siguió rumbo al Centro Pokémon de la ciudad.




    El lugar no estaba tan abarrotado esta vez, seguramente por las tempranas horas en que nos hallábamos. Mejor, eso ayudaría a relajarnos. Me aproximé a la cafetería y pedí un café cargado, además de unas tostadas con queso blanco para acompañar.

    Ya en la mesa, y tras infundirme nuevas energías con un par de tragos, me aboqué a la tarea de releer el artículo del periódico.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  19.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,845
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Me desperté al día siguiente gracias a la alarma de mi pokédex. A pesar de todo lo sucedido, noté que había descansado lo suficiente para poder afrontar el día con energía.

    Tras asearme y prepararme para el mismo, no pude evitar mirarme en el espejo un par de veces. No tenía del todo mala cara, incluso me sentí capaz de sonreír como solía hacerlo. Eso me aliviaba pues significaba que no tendría que preocupar a nadie por la expresión de mi rostro. En fin, ¡eso si me encontraba a alguien, por supuesto!

    Me arreglé pues, vestida con ropa más adecuada al ambiente de Galeia, y decidí que era finalmente momento de salir de mi habitación. Lo hice, como siempre, acompañada de Espeon que no había vuelto a su pokéball y se había dormido conmigo. No pude evitar formar una sonrisa enternecida al mirarlo, recordando a Dante. ¿Estaría bien allí donde estuviese? Me gustaría verle.

    Recordé mientras bajaba las escaleras los mensajes de mi pokédex y no tardé en sacar el aparato para mirarlos. Ambos eran de Karina, el primero nos informaba sobre la disolución de los Gamma, que ahora podíamos usar las instalaciones para revivir fósiles y una larga lista con información sobre diferentes pokémon legendarios. Hubo un par de datos que me llamaron la atención, si quería seguir los pasos de papá tendría que estar realmente atenta a esa lista, y quizás, podría conseguir acabar lo que él dejó.

    El segundo, por otro lado, llamó bastante mi atención. ¿Elecciones en Galeia? Vaya que habían pasado cosas aquí mientras estaba en Udan, rayos. Teníamos que hacer algo para ayudar a Irvine, me asustaba que hubiese candidatos tan extremistas y era obvio que el campeón era la mejor opción, ¿pero como podríamos nosotros ayudarle?

    Suspiré mientras cerraba la pokédex, habiendo llegado así a la planta baja del Centro Pokémon. Me hubiese gustado haber vuelto a Udan, después de todo, pero parecía que necesitaba estar en Galeia un rato y... parecía que Galeia también necesitaba que estuviese por ahí.

    —¡Bueno! ¡Lo mejor para afrontar los problemas es un buen desayuno, ¿verdad, Espeon?!

    El tipo psíquico respondió de forma alegre, moviendo su cola, y tras reír levemente, dirigimos nuestros pasos hacia la cafetería del lugar. No tardé en servirme lo necesario para desayunar bien y recuperar mis energías, y cuando me giré para buscar una mesa en la que sentarme, no tuve problema en reconocer la elegante figura de aquel Serperior como el perteneciente a Hubert.

    Me acerqué pues a la mesa donde estaba el chico, sentándome a su lado intentando no hacer demasiado ruido ya que el mismo parecía enfrascado en la lectura de un periódico. No dije nada, simplemente saludé con la mano a su inicial y posteriormente apoyé mi cabeza sobre las manos, mirando fijamente a Hubert con curiosidad, sin dejar de sonreír.

    ¿Se daría cuenta de mi presencia rápidamente?
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Gracioso Gracioso x 1
  20.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,534
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hubert Mattsson

    Mientras releía el periódico pensaba que la política era tan fascinante y terrible como un campo de batalla pokémon, salvo que los encontronazos eran entre ideologías. Hasta ahora no había tomado consciencia de un tema como éste. Es decir, sabía (a partir de mis largas lecturas en la biblioteca) que había naciones que se conducían a través de instituciones políticas y que las decisiones tomadas en el seno de éstas afectaban a diferentes aspectos. Entre ellos, la propia vida cotidiana de los ciudadanos. Pero como ni en Kalos ni en Galeia había una fuerte presencia de éste tipo de instituciones, no me aboqué mucho al tema al menos hasta ahora.

    Tan enfrascado estaba que no me di cuenta de la presencia de Emily hasta que estiré la mano para agarrar nuevamente la taza, momento en el que reparé de soslayo en sus brillantes ojos violetas.

    —¡Emi! —exclamé, un poco por la sorpresa. Pero enseguida afloró una sonrisa en mi rostro, contento de volver a verla— Eeeh… Estaba muy concentrado en esta lectura, admito que no sé cuánto tiempo llevas sentada a mi lado —añadí con un tono de disculpas mientras, inconscientemente, me rascaba la mejilla.
     
    • Adorable Adorable x 4
    • Fangirl Fangirl x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso