Liza White Caminamos por las calles desiertas de las ciudad en completo silencio, sin saber muy bien qué debería decir. Cabizbaja y con las manos resguardadas en los bolsillos de mi chaqueta, nos dirigimos de vuelta hacia el centro pokémon, dejando el establecimiento atrás. Glaceon y Sylveon habían vuelto a sus pokéballs tras la cena, agotadas tras un largo día como lo había sido este. Y no les quitaba la razón, me sentía desfallecer. Steve no había vuelto ha aparecer desde entonces. —Creo que... las cosas no volvieron a salir bien, ¿eh, Dante? —murmuré, deteniendo mis pasos en medio de la calle. Le miré de soslayo, con una sonrisa entristecida en mis labios—. Siento que de nuevo hayamos tenido que postergar la cena de pizzas, supongo que hoy tampoco era el día indicado. Y me mordí el labio inferior, sin saber qué más decir. Al final habíamos acabado cenando en un lugar de comida rápida, cancelando la salida hasta que Steve volviese a dar señales de vida. Y no solo me sentía mal por eso, le había puesto tantas ganas a esta noche... Pero me preocupaba aún más el paradero de Steve. —Chicos, iré a resolver un asunto rápido, creo que mejor será que vayan a descansar. Buenas noches a los dos —y tras abrazarles rápidamente sin mirarles mucho a los ojos, pues no me gustaba dejarles atrás, di media vuelta y saqué a Togekiss de su esférico. Sin embargo, y antes de subir a lomos de mi pokéball, me giré por última vez en especial hacia a Dante, con un semblante preocupado—. Si saben algo de Steve díganmelo, por favor. No dudo de sus capacidades ni mucho menos, pero... m-me preocupa todo esto. >>Nos... nos vemos luego, ¿sí? Y tras sonreírles débilmente, subí en Togekiss y emprendimos el vuelo hacia un nuevo destino, deseando volver rápido junto a ellos. Necesitaba saber qué estaba pasando en Ciudad Lienzo, pero ahora no hay tiempo que perder.
—Ah, me arreglé para nada... Aw... —me llevé una mano a la cara para luego reírme y salir del centro Pokémon— Supuse que me vendría bien regresar a casa después de un tiempo, así que liberé a Aerodactyl y me trepé a su lomo —¡Óleo! Y enseguida emprendimos vuelo a la mencionada ciudad
Dante Miles Y nuevamente había pasado. No había respondido lo primero que había dicho Liza, solo me había limitado a acariciarle su cabello con una pequeña sonrisa para que le restara importancia al asunto, luego volveríamos a intentarlo sin mucho problema. Pero bueno, había sido una buena elección posponerlo esta vez... prefería que comiéramos todos juntos a hacerlo cuando alguien faltaba. Aunque también había servido de cierta forma para que Liza fuera al asunto que tenía que atender, así que después de despedirnos y asegurarle que si sabía de Steve se lo haría saber de alguna forma y luego de que Rojo se fuera de repente, regresé al centro pokemon para intentar descansar un rato y... esperar a que Steve volviera.
Steve Stone Aterrizamos, finalmente, en la urbe más alta de toda Galeia. Tomé un laaargo respiro, ¡el aire se sentía tan genial aquí! Sobretodo cerca de la cascada, daba un toque "fresco" al asunto. Le sonreí a Togekiss y lo devolví a su cápsula esférica. Caminé atentamente. Sabía que tenía que llegar al centro pokémon para curar a Noivern y Haxorus, y también reunirme con Liza y los chicos de vuelta, pero primero necesitaba sí o sí pasar a otr lugar para zanjar un asunto pendiente de una vez por todas. ¿Lo mejor? Al fin determiné que pokémon participarán luego de hacer un arduo análisis de qué pokémon sería más conveniente para la categoría de este torneo en particular. Así es... Al fin llegué a donde necesitaba, y luego de soltar una bocanada de aire, muy emocionado, entré al Auditorio de Concursos Pokémon.
Steve Stone Y con asunto al fin concluido, fui directo al centro pokémon, con Phanpy en brazos, al cual le dije que era momento de ir parando con eso de robarse los dulces ajenos. Éste agachó un poco sus orejas, y asintió. Yo, sin embargo, lo acaricié para que supiera que no lo estaba regañando, pero sí era necesario empezar a parar un poco con esas cosas para no tener problemas a futuro con alguien más. Cuando finalmente llegamos al centro pokémon, pasé las pokébolas de los tres partícipes de la batalla con Melanie, y entonces Phanpy saltó de mis brazos para saltar a los de alguien más, moviendo su cola continuamente de la alegría. —¡Hippiesito! —lo saludé a lo lejos—. ¿Eres el único que quedó aquí?
Dante M. Al final, ni siquiera había ido a una habitación en el centro para descansar, me había tomado una pequeña siesta en la misma cafetería del centro que ya estaba totalmente desolado y dudaba que a alguien le importara que durmiera una pequeña siesta mientras esperaba a que Steve o Liza aparecieran, si era el primero ya podía decirle a donde había sido Liza, y si era la segunda pues.. le confesaría que en todo ese tiempo no había visto a Steve. Y.. después del par de horas que había pasado dormido, nadie había venido. Tendría que esperar mucho más para que ellos llegaran pero bueno, eso de esperar no me desagradaba en lo absoluto. Y después de un rato de sacar a mis pokemon fuera del centro para que pasearan por allí, a excepción de Mawile que se había quedado conmigo en la cafetería a esperar hasta que el elefantito azul llegó a mis brazos seguido de Steve. "¡Hippiesito! ¿Eres el único que quedó aquí?" —Hola Steve —lo saludé desde mi lugar acariciando un poco a Phanpy con una pequeña sonrisa, Mawile también saludo a Steve —Pues si, todos se fueron uno a uno de repente, así que decidí esperarte a ti —reí —, verás... Liza se fue a resolver un asunto importante y me pidió, bueno... nos pidió a Rojo y a mi que la informáramos sobre ti si te veíamos porque estaba preocupada, pero como Rojo se fue.. solo te recibo yo. >> Así que... ¿ya sabe que estás por aquí?
Liza White El viaje hasta la ciudad había sido algo más lento de lo habitual, y quizás hubiesemos tardado más de lo esperado en llegar, pero lo prefería así. Togekiss no se había quejado en toda la travesía para no preocuparme, pero yo no podía evitar sentirme mal al exponerla a un viaje superior a sus ya de por sí limitadas fuerzas. El combate la había dejado exhausta, y temía haber agravado su estado. Bajé de su lomo poniendo especial cuidado en no rozar sus heridas, y la observé de pies a cabeza, realmente preocupada por su salud. Sus alas eran las que más habían sufrido, pero Togekiss las recogió y me dirigió una sonrisa reconfortante para no preocuparme más de lo necesario. —Lamento mucho haberte hecho llevarme hasta aquí en ese estado, de verdad que no... —pero sin dejarme tiempo de hablar, la pokémon hada agachó mi cabeza con su ala juguetonamente, en un gesto por hacerme callar y restarle importancia al asunto. Torcí los labios en un gesto de culpabilidad, y aparté su ala de mi rostro con suavidad—. Está bien, ya dejo el asunto. El Centro Pokémon está muy cerca de aquí, ya verás como dentro de nada te sentirás mucho mejor. Confía en mí, ¿sí? Y sin pensárselo dos veces, Togekiss asintió ante mis palabras. Regresó a su esférico bajo mi atenta mirada (pues ella quería ir a pie y no iba a permitir que hiciese semejante locura), y comencé a caminar hacia el edificio, dándome algo de prisa en la caminata. Steve ya debería haber llegado allí, o al menos eso esperaba. ¿Seguirían allí los chicos, quizás? *** —Liza, tus pokémon ya han recuperado toda su vitalidad, ¡están llenos de energía! —la enfermera Joy captó mi atención, y dejé de observar el reportaje que estaban retrasmitiendo por la televisión del hall para poder acercarme al mostrador. Me sentí mucho más tranquila ante sus palabras—. ¿Vas a querer una habitación, o solo vienes de paso? —Pues... sí, no me vendría mal descansar un poco. Si aún quedan habitaciones, claro —respondí, recogiendo las pokéball que me pertenecían, y tomé las llaves de mi nueva habitación con alivio—. Muchas gracias, enfermera. ¡Hasta pronto! La mujer me despidió con su alegría habitual, volviendo al trabajo, y yo decidí ir a curiosear por la cafetería en busca del entrenador. Si Steve no se encontraba en el hall, quizás estuviese allí, ¿no? Me adentré en el establecimiento reprimiendo un pequeño bostezo. A estas horas de la mañana la cafetería se encontraba en una de sus horas puntas, no me extrañaba ver tantas personas rondar por allí. Por suerte, divisé no muy lejos de la entrada una mesa en específico, y me alegró ver que no solo Steve y su elefantito se encontraba por allí, si no que la pequeña Mawile y Dante también estaban junto a él. Me acerqué hacia su mesa y tomé a Mawile en brazos con cariño, hacia mucho que no la veía y la había echado de menos. —Mira a quiénes tenemos por aquí, mis dos chicos preferidos juntos. Así me facilitáis el tener que buscaros por separado —les saludé, sonriente, revolviendo el cabello de Dante con mi mano libre al aprovechar que se encontraba sentado a mi lado. Miré a Steve con curiosidad—. ¿Llegué muy tarde?
Steve Stone. —Eso creo, le mandé un mensaje de audio antes de venir —dije como respuesta a Dante. Luego de decir eso, la típica musiquita de que los pokémon ya estaban recuperados hizo su aparición, así que me di media vuelta para recibir las pokébolas de vuelta y le di las gracias a la Enfermera Joy. Dicho asunto ya estando concluso, le sugerí a Dante ir a la cafetería, ya que igual le quería comentar a él lo ocurrido en la ciudad blanquita... Fuimos a la primera mesa que encontramos, y mientras nosotros nos sentamos para conversar, Phanpy y Mawile comenzaron a jugar. —Resulta que al llegar a ciudad Lienzo estaban combatiendo un chico llamado Michael con un Umbreon y una chica llamada Melanie con un Espeon, y apenas me vieron... ¡me llamaron por mi nombre! Y la verdad, yo nunca los había visto en mi vida. >>Me empezaron a decir que supuestamente estaban en busca de algo pero la otra persona siempre se les cruzaba en el camino... así que todo era muy confuso. ¡Y muy de caricatura! Eran polos opuestos en extremo: la chica era tímida y con aires tristes mientras que el chico era extremadamente extrovertido y sonriente... Entonces me dijeron que tenía que luchar con alguno para que el otro pudiera seguir su camino, y luego de pensarla mucho, elegí a Melanie porque pensé que podría ser una fachada esa imagen medio inocente, pero a mitad de la batalla comencé a dudar. >>Y para qué estamos con cosas... ¡La chica era fuerte! Estuvo muy reñida la batalla, pero Blaziken logró dar el golpe final. Decidí hacer una pausa, y tomé un poco de jugo para hidratar mi garganta. Había sido un relato algo extenso y aún quedaba una parte por explicar. En ese lapso, Liza hizo su aparición, quien saludó cariñosamente a Mawile al llegar y luego se integró con nosotros. —No, la verdad yo llegué hace unos pocos minutos nada más, pero igual te gané —respondí, haciendo una mueca burlesca con mi lengua.
Liza White Rodé los ojos esbozando una sonrisa ante su comentario y tomé asiento de inmediato, aprovechando que aún quedaba una silla libre. Mawile no tardó en acomodarse en mi regazo, y alzó la cabeza con curiosidad a pesar de que no llegaba del todo su cuerpo por encima de la mesa. Al parecer, a ella también le interesaba saber de qué estaban hablando los chicos. —Y bien, señor ganador, ¿qué es eso tan interesante que necesitas enseñarme? —pregunté entonces, apoyando mis mejillas sobre las palmas de mis manos. Sentía demasiada curiosidad al respecto—. Intentaré ayudarte todo lo que pueda, pero no poseo toda la información que me gustaría tener.
Dante M. Asentí levemente cuando Steve dijo que ya le había mandado un mensaje a Liza y eso dio lugar a que Steve me empezó a contar todo lo que había pasado en Lienzo. Y con eso comenzaba a notar que Lienzo ya no era una ciudad tan tranquila como lo solia hacer antes, pero como todo imaginaba que las cosas tenían que cambiar y Lienzo no podía seguir manteniéndose tan tranquilo. También tenía que admitir que me interesaba un poco el hecho de que hubiera dos entrenadores capaces de... saber quien era Steve sin siquiera conocerlo, ¿conocerían a los demás holders? ¿o acaso lo conocerían por su familia y demás? —Bueno, al menos las cosas salieron bien... pero a todo esto, ¿por qué no se per-? "Mira a quiénes tenemos por aquí, mis dos chicos preferidos juntos. Así me facilitáis el tener que buscaros por separado. ¿Llegué muy tarde?" —Bueno, la verdad es que yo les gané a ambos...pero bueno, quitando ese pequeño punto, Steve tiene algo que podrá interesante, ¿no es así?
Steve Stone Asentí con la cabeza y comencé a buscar en mi mochila lo que les iba a mostrar. Phanpy pegó un saltito en el proceso y comenzó a mirarme fijamente mientras movía su pequeña colita de un lado a otro. Suspiré con una sonrisa irónica y saqué un paquete de galletitas, sabía que estaba esperando eso. Y así era... Phanpy rápidamente tomo el paquete y yo pude seguir con mi busqueda sin interrupciones.} —¡Aquí está! Saqué el pequeño papel que contenía la nota de Tau, y se los mostré a Dante y Liza para que ellos mismos lo leyeran. Apenas terminaron, aproveché de preguntar: —¿Qué es "Tau"?
Liza White Incliné mi cuerpo y la silla junto a mí hacia delante, con Mawile sujeta entre mis brazos para evitar accidente alguno, y observé con notorio interés el papel que Steve nos tendía a ambos frente a la mesa, dispuesto a aclarar sus dudas. Por un efímero instante me pregunté qué tendría que ver un papel tan pequeño con el caso del Mundo Espejismo. Cómo algo como eso podría estar relacionado con esa realidad alternativa que habíamos dejado atrás. Mis dudas, sin embargo, fueron silenciadas tras escuchar la palabra Tau de los labios de Steve, y no despegué la mirada del escrito hasta que lo hube acabado de leer. Al alzar la cabeza, mi expresión palideció ligeramente. Aquella voz gutural volvió a resonar en mi cabeza una vez más. —Tau... ¿eh? —susurré, casi con un hilo de voz. Incluso pude sentir cómo me costaba pronunciar su nombre—. Recuerdo haberte nombrado este nombre justo cuando salí del Mundo Espejismo. Iota llamó así a la masa de oscuridad que conformaba el núcleo antes de que se... volatilizase. Así, sin más. >>Según ella, Tau se había fusionado con el núcleo del espejismo, manteniéndose con vida mútuamente hasta que acabamos con él. Y fue entonces cuando Iota, arrepentida de sus acciones, tomó su lugar para mantener a salvo aquella extraña realidad. Pero por lo que leo ahora... Dejé de hablar por un instante, observando de nuevo aquel papel y prestando especial atención en los diferentes tipos de caligrafías que se distinguían en él. Una de ellas estaba claro que pertenecía a ese o esa tal Tau, que al parecer... era un humano también antes de haber acabado como Iota. Y por lo tanto, la otra letra pertenecía a... —...Iota. Ella perseguía todo tipo de pistas sobre el mundo Espejismo, parecía estar obsesionada con ello. Al parecer, este papel pertenecía al tal Tau, creador del espejismo, y fue reescrito en algunas partes, posiblemente, por la científica loca. La imagen de aquella esfera que ahora identificaba como Tau comenzando a derretirse y volviéndose gas hasta desaparecer en la oscuridad... no me daba buenas vibraciones en absoluto. En aquel instante estuve tan aturdida que no llegué a fijarme en detalles, pero ahora que lo pensaba en frío... Steve tenía toda la razón, esto aún no había acabado. —Yo... no sé qué decir al respecto, todo esto es nuevo para mí —murmuré, llevando una de mis manos a mi cabello. Me sentía demasiado confusa ahora mismo—. ¿Cómo has... encontrado esto? ¿De dónde lo has sacado? ¿El Mundo Espejismo era nuestro mundo pero en otro tiempo? ¿Tau había utilizado a Celebi en sus planes para llevarlo todo acabo? ¿Él o ella... no había desaparecido aún? ¿No había terminado todo?
Steve Stone. —Melanie —contesté—. Fue la chica con la que tuve que combatir en Lienzo. Era lo que le había contado a Dante; al llegar a Lienzo, la vi a ella combatiendo contra un chico llamado Mike, y me hicieron elegir el combatir con alguno para que el otro escapara, y por cosa del momento elegí a la chica porque era más callada y misteriosa, aunque después tuve mis dudas... Pero en fin. Supuestamente perseguían un mismo objetivo pero la forma de abordarlo era diferente, pero hasta ahora no pude sacar mucha información, estaban bastante repelentes en ese sentido. Hubo un silencio reinante durante un par de segundos, y un aura enigmática dominó el local. Mundo Espejismo, "Tau", notas, Mel y Mike, objetivos no claros... ¿cómo es que todo esto se enlaza? Y... ¿por qué Melanie tenía una nota de esta persona? No entiendo, simplemente no entiendo. Suspiré, y luego alcé la mirada, y vi que Liza estaba como medio descompensada. Un poco preocupado, le tomé la mano para atraer su atención... —¿Estás bien?
Dante M. Miré con atención la pequeña hoja que Steve nos proporcionaba y cuando Liza comenzó a explicarle de nuevo a Steve quien era Tau yo saqué mi camara y tomé una foto a la hoja por mera precaución que otra cosa, después volví a tomar la hoja para leerla tranquilamente sin dejar de notar lo alterada que se estaba poniendo Liza. La aventura que había vivido y los holders con los cuales se había enfrentado Steve tenían mucho que ver y ya estaba comenzando a parecer extraño, un mundo paralelo al nuestro creado para cambiar algo... Suspiré y devolví la nota a Steve, mirando de reojo por la ventana del centro pokemon para ver si mis pokemon no estaban causando algún alboroto por allí, una vez comprobado esto volví a prestar atención a nuestro pequeño asunto. —Dices que Michael y Melanie te conocían, ¿verdad? Supongamos que ambos vienen de esa pequeña dimensión de Tau y por ende te conocen o quien sabe, conocen a la mayoria de los holders activos y... tal vez buscaban algo que cambiaría las cosas en su mundo o algo así, tal vez ambos tenian una nota de Tau... tal vez se impidan avanzar porque uno quiere que todo siga su ritmo y otro no. Rasqué mi nuca algo incómodo, no me parecía normal tener que pensar en un mundo ajeno al nuestro, pero bueno.. cosas mas raras ya han sucedido. — Pero bueno continuando con esta charla tan extraña... lo más importante aquí es la herramienta, ¿Celebi sigue por allí con los Gamma o fue usado y liberado una vez que el propósito se completo?
Liza White Sí, Dante tenía toda la razón, esta charla cada vez se estaba volviendo más y más extraña. Ahora ya no era solo aquella misteriosa persona llamada Tau, si no que dos chicos, un tal Mike y una tal Melanie, parecían estar metidos detrás de toda esta historia, o al menos relacionados de algún modo. Y estas personas aparecen ahora, semanas después de haber puesto fin al Mundo Espejismo, con unas misteriosas anotaciones que explicaban ciertos aspectos desconocidos con la historia de todo aquel mundo alternativo. Con la existencia de estos dos extraños personajes y la pequeña nota, las últimas palabras que Tau dejó escapar antes de desaparecer se volvieron más escalofriantes aún, si acaso eso era posible. Definitivamente, mi cabeza iba a estallar. "¿Estás bien?" Sentí entonces la mano de Steve posarse sobre la mía en medio de mis cavilaciones, y recordé entonces que no estaba sola. Levanté la mirada, y noté cierta preocupación en la expresión que me brindaba el chico, a la vez que Dante me observaba desde su lugar mientras hablaba. Me limité a asentir con la cabeza, apretando su mano con suavidad. —Sí, estoy bien, es solo que... todo esto me ha tomado demasiado desprevenida, la verdad. Es curioso como algo a lo que había considerado un caso cerrado regrese tiempo después de esta forma —solté su mano entonces, tomando una vez más la nota. Mawile acercó su cabeza, intrigada, tratando de descifrar todo aquel jeroglífico para ella. Acaricié su cabeza por un momento, volviendo a lo que estaba—. Si en la nota pone "Informe número 3" significa que esta no es la primera vez que nos toparemos con las anotaciones de Tau e Iota. Está claro que, si queremos llegar a entender todo esto en algún momento, debemos intentar enlazar el resto de informes. >>Y la cuestión aquí es... ¿cómo? ¿Siguiendo a esos dos y viendo a ver qué nos pueden decir al respecto de todo esto? No lo veo muy factible, pero si surgiese la oportunidad... Ladeé la cabeza entonces, escuchando a Dante dar su punto de vista al respecto, y he de decir que cierto sentido podía tener. Lo que sí estaba claro era que después de todo esto esos dos chicos estaban detrás del Mundo Espejismo, detrás de Tau. Eso quería decir que, al final, era cierto que esto no había acabado. Tau no había desaparecido para siempre. "Pero bueno continuando con esta charla tan extraña... lo más importante aquí es la herramienta, ¿Celebi sigue por allí con los Gamma o fue usado y liberado una vez que el propósito se completo?" —¡Lucas! —exclamé entonces, dejando la nota sobre la mesa con cierta sorpresa. Noté la confusión de ambos chicos, y pasé a explicar lo que acababa de decir—. Lucas tiene ahora a Celebi, fue lo que estuve haciendo cuando me despedí de vosotros la última vez, acompañar a Lucas hasta que logró atraparlo en el Claro Pincel.Pero Celebi estaba solo.
Dante M. "Y la cuestión aquí es... ¿cómo? ¿Siguiendo a esos dos y viendo a ver qué nos pueden decir al respecto de todo esto? No lo veo muy factible, pero si surgiese la oportunidad..." — No creo que eso sea necesario... los informes debieron sacarlos de algún lugar, así que si encontramos ese lugar podríamos encontrar las demás notas. Además... dudo que ellos quieran darnos alguna respuesta de lo que tienen que ver con Tau para que hayan tenido una nota, ¿no lo crees? — miré a liza y le sonreí levemente, tratando de quitarle importancia al tema y evitar que se siguiera preocupando un poco. — Tal vez deberías comentarlo con alguien más del grupo de tu pequeña misión... tal vez alguien sepa más o entre todos encuentren una solución... Antes de que pudiera agregar otra cosa, Liza gritó el nombre de alguien que tan siquiera yo no conocía pero, para nuestra suerte Liza explicó rápido que Lucas había atrapado a Celebi, entonces no teníamos que preocuparnos de que los Gamma lo tuvieran bajo su poder o algo parecido. —¿Acaso quemaron bosques juntos para hacer aparecer a Celebi? — pregunté ligeramente confundido y un tanto preocupado —Bueno, tan siquiera ese chico es buena persona, ¿verdad?
Liza White A medida que la conversación avanzaba, me sorprendía ir notando todo lo que posiblemente estábamos ignorando sobre el paradero de Tau. Lo que Dante decía tenía más sentido de lo que me pareció en un principio, y asentí algo más tranquila devolviéndole una pequeña sonrisa afirmativa. Mi interés por todo este asunto había crecido lo suficiente como para no dejarlo así por mucho más tiempo, y la observación del chico me hizo mantenerne dubitativa por unos instantes. —Creo... creo que eso haré. En cuanto tenga la oportunidad de ver a los demás, veré qué podemos hacer. Siempre es mejor tener diferentes puntos de vista, ¿no es así? "¿Acaso quemaron bosques juntos para hacer aparecer a Celebi?" —¡Síp, eso mismo! —respondí entonces, sonriente. Estaba tan distraída recordando la primera vez que vi al pokémon legendario frente a mis ojos, que no razoné lo que acababa de decir. Agité mis manos frente a mí tratando de rectificar, volviéndose la sonrisa algo temblorosa por el despiste—. ¡D-digo, n-no teníamos otra opción! Celebi es el protector de los bosques, por lo que la única manera de hacerle aparecer era con una fogata pequeñita... >>¡Pero no hubo problemas, lo prometo! El fuego lo apagamos enseguida —aclaré finalmente, jugueteando con los dedos algo culpable, a pesar de no haber hecho nada. Por suerte, aquello no fue más lejos. Mientras continuábamos nuestra conversación, sentí como el aparato que colgaba de mi muñeca conenzaba a vibrar. Manteniendo el silencio mientras los chicos hablaban, bajé la mirada y comencé a leer el mensaje. Me sorprendí al ver que se trataba de los chicos, un mensaje en el que explicaban que era hora de acabar con el problema en las ruinas de Pueblo Brocha y el caso de Dimitry. Hacía tanto tiempo que no volvía a saver de ello, que me detuve por unos instantes recordando todo lo ocurrido durante la investigación en la mansión abandonada. Y ahora, tras tanto tiempo de haber pospuesto cerrar el caso con la visita al Agujero Inmundo, todos se habían puesto en marcha. Y yo no me podía quedar atrás. —Chicos, lamento interrumpir la conversación, pero tengo algo importante que atender —me levanté de mi asiento, depositando a Mawile junto a su entrenador de regreso, y aproveché la cercanía para abrazar a Dante. Tras separarme, le dirigí una mirada de disculpa, prometiéndole que pronto regresaría, que no se libraría de mí, y me acerqué a Steve—. Espero que al menos lo poco que sé sobre el tema te sirva lo suficiente. Te mantendré informado si sé algo más sobre todo esto, te lo prometo. Deposité un rápido beso sobre su mejilla como despedida, y comencé a caminar hacia la salida del centro, agitando mi mano hacia todos los presentes. Esperaba que no se molestasen demasiado conmigo, pero si el resto de Holders iban a embarcarse en esta peligrosa aventura, al menos les brindaría toda mi ayuda posible. Esperaba regresar de nuevo sana y salva junto a ellos. Pero algo me decía que esta vez no sería tan fácil.
Dante M. Aunque me sorprendió que realmente hubieran ido a incendiar el bosque para que Celebi apareciera, confié en que realmente solo fue un pequeño incendio y que no pasó nada más, a fin de cuentas al parecer Celebi estaba en buenas manos y eso me tranquilizaba un poco. Lamentablemente la charla no pudo durar mucho más, Liza se levantó de su asiento y observé confundido como me regresaba a Mawile hasta que explicó sus razones, Liza siempre estaría en misiones a fin de cuentas, tendríamos que organizarnos mucho mejor si realmente queríamos ir a comer esa pizza. —Cuidate mucho, Liza —sonreí y me despedí de ella moviendo mi mano de un lado a otro, tal y como lo estaba haciendo ella, después me levanté con Mawile en uno de mis brazos y el otro lo extendí a Steve para despedirme —Yo también me marcho, iré a dar una vuelta a Lienzo para ver que pasa allí, y tal vez me de un paseo por otras rutas si veo la oportunidad, espero que nos podamos ver pronto Steve Y una vez que Mawile también se despidió de Steve caminé hacia la puerta del centro pokemon, donde tuve que llamar a mis compañeros de viaje para que volvieran a sus pokebolas y poder subir a Staraptor con Mawile de acompañante, ¿qué cosas nuevas habrán en lienzo esta vez?
Steve Stone. Dante y Liza hablaron de potenciales hipótesis de lo que podía estar ocurriendo, luego hablaron de como incendiaron un bosque (¡woah! La última vez que ocurrió eso salió un chico enojado porque habían quemado su legado, menos mal apagaron el fuego inmediatamente), y después... se fueron. ¡Sí! Se fueron, y yo quedé triste y abandonado... O bueno, algo así. —Cielos, con que así se siente cuando la gente se va de repente, así de un momento a otro... —reflexioné—. ¿Acaso esto es el karma por haberlo hecho antes cuando íbamos por la pizza? >>¿Será que soy mala persona y estoy pagando por mis actos? ¿Tú que dices, Phanpy?, ¿soy malo? Pero Phanpy simplemente me miró mientras comía su paquete de galletas. Milagrosamente se había tomado su tiempo esta vez. —Ay, si fuera posible te pediría comer mi maldad... —comenté, apoyando mi cara con mi mano sobre la mesa. Phanpy asintió felizmente ante aquella propuesta, y yo... sólo sonreí confundido sin enterarme de todo. Finalmente, suspiré. ¿Qué hago mientras tanto?
Steve Stone. Suspiré... ¿Y ahora que podía ponerme a hacer? La verdad es que no tenía nada planeado... pensé que iba a llevar más tiempo lo de la conversación, pero nope. Las expectativas muchas veces son distintas a la realidad Steve, que no se te olvide eso. Le hice una seña a Phanpy. No quería quedarme sentado el resto del día, así que nos fuimos de la cafetería del Centro Pokémon y comenzamos a vagar por a ciudad, de seguro tenía panoramas interesantes (y ahora que recuerdo... ¿el concurso cuándo es que empieza). En el trayecto, miré a todos lados... quizá en una de esas me pillo a una cara conocida. Contenido oculto @GalladeLucario