Miré atónito mi videomisor, preguntándome, como diablos Bruno podría ser tan tonto como para rechazar mi ayuda...
Llegue a Ciudad Acrilica sobre Flygon y me pare justo a lado de Rojo. --Sube rapido que no tengo tu tiempo chico...--
Entré a una ciudad que desconocía, Ciudad Acrílica… lo primero que hice, como siempre hacía, fue dirigirme al centro pokémon por supuesto…
La Joy local me informó un poco al respecto de la ciudad… tenían una arena donde cada tanto se realizaban torneos, y había además un dojo de kárate donde las personas peleaban entre ellas como si fueran pokémon… le agradecí por toda esa valiosa información, y me alejé caminando junto con Jolteon y Gloom.
Mis dos pokémon comenzaron a corretear por la ciudad, ganándose unas miradas curiosas de los pasantes pero yo los ignoré y también lo hicieron mis pokémon…
—Me pregunto si el dojo quedará por aquí… —murmuré mientras caminaba, mirando alrededor… sonaba como un lugar aterrador, pero había oído rumores de que allí podía conseguirse la MO Treparrocas de modo que debía visitar el lugar sin lugar a dudas.
Mientras paseaba, llegué a una calle repleta de vendedores ambulantes… uno de ellos se encontraba regalando su mercancía porque iba a abandonar su vida como vendedor, de modo que la gente se apilaba y empujaba la una a la otra para intentar conseguir algo. Liberé a Togepi para ver si podía conseguirnos algo; la pequeña hada se escurrió entre la gente, pasando entre o por debajo de varios pares de piernas para llegar hasta el mostrador, pero sólo pudo regresar con un objeto en sus pequeñas manitos. —Una megapiedra… —observé, intrigada. Era para un Raichu… no tenía ningún uso para ella, pero se me ocurría alguien que sí podía necesitarla. Liberé a Skarmory, regresé a los otros tres pokémon, y le ordené al ave de acero que hallara a la entrenadora con un Raichu que estaba buscando.
Llegué sobrevolando la ciudad, lo poco que recordaba de aquí fué ayudar al difunto Bruno a reconciliarse con Liza, ese recuerdo me entristeció y aterricé en la entrada del centro Pokémon y esperar a Mizuki y Yair
Aterricé en la ciudad y de inmediato cambié a Skarmory por mi Charizard de color negro en el cual empecé a recorrer la ciudad. La otra vez solo fui al Dojo con Ukita.
Paseando por la ciudad encontré a Rojo, Air..creo que se llamaba y una chica que no conocia..no tenia muchas ganas de pelear ni nada así por lo cual solo nos situamos sobre ellos sigilosamente. — Trata de no hacer algo tonto. ¿Vale?— le dije al Charizard el cual asintio con su sonrisa arrogante que lo diferenciaba de cualquier pokemon
Charizard es respuesta al cañonazo lanzo una gran flama que hacia honor a su mote de Flame. — Le dicen que no haga alguna tonteria y pum! Lo primero que hace..
—En cualquier ruta los hay —sonreí— Blastoise recibió de lleno la llamarada, pero al ser resistente a los ataques de tipo Fuego sólo se bronceó un poco
Charizard sonrio con una pequeña gota de sudor. Solo queria saludar, no atacar. — Ya que...baja Al decir esto el agil pokemon de fuego bajo lentamente.
Me desperté ya que me había quedado dormida, y miro a mis alrededores y no había nadie—ohh,vaya ya se lo que siente Mitsuki—Dije mientras me levantaba y Quilava me indicaba que lo siguiese—Vale, vale espero que no me vayas a meter en un lío—Dije sonriendo y este empezó a caminar hacia la ruta 307 y empece a seguirle
Luego de mucho rato estaba entrenando con Milotic y Charizard. Definitivamente tenia que ser el mejor....o bueno, ser aun mejor. — Vale, vamos por ahora es suficiente— dije mientras empezaba a caminar por la ciudad seguido de Milotic ya que había guardado a Charizard
Seguí caminando por la ciudad hasta cierto punto donde vi a Rojo con la misma chica de la otra vez. — ¡Hola!— les saludé desde lejos alzando la mano.
Pues buen.....--no me dio a terminar la frase cuando vi al chico de la isla Caballete--Hola--Dije sonriendo