Frené en seco al llegar al lugar y le señalé con la mano que tenía libre el lugar. --Al dojo Kárate. --le dije motivada. --Es que escuché de que este lugar era muy interesante, y me entraron ganas de venir. ¿Entramos? Porfiii. --le pedí con ojitos de cachorrillo.
Al salir del dojo caminé hacia el c.p mientras me colocaba la gorra y entré en mi habitación, cerré bien la puerta y me tumbé en la cama un rato a ver la TV.
Al terminar de ver la televisión, me decidí a entrenar un rato, estabamos quedandonos atrás y no podia permitirlo. Salí a la calle y nos colcamos en un descampado a combatir entre ellos.
Desperté lentamente con un dolor de cabeza terrible en una habitación desconocida, me encontraba en una cama, y trataba de recordar porqué estaba aquí pero no lo conseguía. --¿D-Dónde estoy...? --dije extrañada. Me bajé de la cama y caminé tambaleandome pese a que el dolor de cabeza no cedía, y abrí la puerta de la habitación para intentar salir de ahí.
--Tio... Es mejor que suba a ver como esta Liza no cree?-- pregunte pregunte preocupado a un hombre que tenia mucho parecido conmigo, pero este usaba botas y sombrero. --Tranquilo muchacho, debe de seguir dormida, pero adelante, ve por mi sobrina...--contesto el hombre con sombrero ranchero.
Al salir de la habitación bajé unas escaleras y me encontré en una especie de casa rural, se veía muy bonita pero ahora no tenía tiempo de mirar, quería salir de allí cuanto antes.
Crucé el comedor y me dirigi a la sala para subir las escaleras y me tope con Liza, intente cubrir mi labio roto y me acerque a ella.
--¡Bruno! --exclamé al verle y le abracé. --Menos mal que estas conmigo. ¿Dónde estoy? No recordaba que había pasado y el dolor de cabeza hizo que no recordara que estaba molesta con él.
Seguí a Bruno en la bicicleta de antes, pedaleando a toda fuerza, y encontré la casa donde estaban Liza y Bruno