Al acabar mis compras, me dirigí al c.p para dejar a mis pokémon allí para hacerles un chequeo, ya que luego tocaba entrenamiento, y subí a mi habitación a dejarlo todo.
Llegue a la tienda y no la encontré. --Oh amor... Donde estas?-- volvi a subir a Flygon y me dirigi al centro pokemon para comer algo.
Bajé de mi habitación al vestibulo del centro pokémon a ver como iban mis pokémon. Aún estaban con la enfermera Joy. Me senté en una silla a esperar y vi a lo lejos la sala telefónica y me entraron ganas de llamar a mis padres. Bueno, padres adoptivos...
Entre al Centro Pokemon y deje a mis pokemon con Joy y me sente en una banca hasta quedarme casi dormido
Tras decidirme a llamarlos, salí 15 min después de la sala telefónica con una sonrisa. Me alegraba saber que se encontraban bien y no ha habido ningun que otro problema. Vi un cartelito a lo lejos aun en el c.p, y me acerqué a ver. --¿Un dojo?, ¿Aquí? --dije viendo el cartel. --Hace tiempo que no practico judo, quizás me anime a ir.
Estube a punto de salir para ir a ver lo del dojo cuando me pareció ver a Bruno dormido en una silla. Me acerqué y vi que estaba en lo cierto. Era él. Noté que tenía flores y bombones y comprendí todo. Le di un beso en la mejilla y suspiré: --Que dificil es enfadarse contigo --sonreí.
Senti el beso pero estaba cansado de haberla buscado, mis animos no estaban del todo bien y buscarla despues de haber metido la pata me habia dejado muerto. --Liza...--suspire su nombre aun dormido.
Al acercarse Liza a recepcion la enfermera Joy la llamo. --Disculpa, eres amiga del chico que esta dormido? Esque sus pokemom ya estan sanos y listos-- exclamo mientras en una camilla estaban 3 pokebolas y Pikachu.
--Eh si, es mi novio. --le dije mientras metía mis balls en su sitio y miraba las de él. --Ya me encargo yo de cuidarselos. --sonreí tomándolas mientras Pikachu subía a mi hombro y salia a fuera.
Caminamos por la ciudad y llegué a las puertas del dojo. --No se si entrar...y si se despierta Bruno ¿como nos encuentra? --dije en voz alta.
Lucario salio de su pokebola y se dirigio al centro pokemon, al parecer el guiaria a su entrenador cuando despertara.
Vi a Lucario irse y se me vino algo a la mente. Corrí donde él hasta llegar de nuevo al c.p y me coloqué al lado de Bruno. --Bruno, ey, despierta. --le llamé mientras le movia levemente. --¡Brunoo!
--Eh? Mmm amor?-- conteste adormilado, ya mas despierto le di las rosas y los chocolates --Me perdonas?-- le pregunte con una cara tierna.
--Si, ven conmigo. --le contesté energética al guardar las cosas en mi mochila y le cogí la mano para arrastrarle a fuera.