Ese espadazo fue devastador para Umbreon y en su lugar salio mi ultimo pokemon. —Adelante Lucario, Psíquico...—
— ¿Eso fue todo? Escudo Real. AEGISLASH: Fantasma/Acero Forma Escudo Cambio Táctico: Cambia de Forma según el movimiento usado Salud: 30/120 Fuerza: 100 Resistencia: 300 Agilidad: 0/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Danza Espada (Sube en 20 fuerza propia) (Usos: 5/5) -Sombra Vil (30 Potencia, Fantasma; para esquivarlo, se necesitan 2 puntos de agilidad) (Usos: 3/5) -Escudo real (Protege; pero además baja 20 la fuerza del atacante si usa un ataque físico) (Usos: 0/2) -Espadasanta (60 Potencia, Lucha) (Usos: 1/4)
—Psiquico de nuevo...— MEGALUCARIO: Lucha/Acero (Asesino) Adaptable: Aumenta los ataques de su mismo tipo en 20 puntos Salud: 140/140 Fuerza: 300 (45) Resistencia: 140 Agilidad: 3/5 (150 de Velocidad) (30) Movimientos: -Contador (Devuelve un ataque físico recibido por duplicado) (Usos: 2/2) -Palmeo (55 Potencia, Lucha) -Esfera Aural (80 Potencia, Lucha; ineludible) (Usos: 1/2) -Psíquico (60 Potencia, Psíquico) (Usos: 1/4)
-- Eso es peligroso..-- Sonreí mirando a mi pokémon caer liberé al de antes.-- Acabale, Golpe Aéreo. MEGACHARIZARDX: Fuego/Dragón (Asesino) Garra dura: Ataques físicos de contacto directo aumentan su potencia en 30. Salud: 31/166 (10) Fuerza: 294 (71) Resistencia: 222 (39) Agilidad: 0/4 (130 de Velocidad) (20) Movimientos: -Puño Fuego (80 Potencia, Fuego) -Ímpetu dragón (Sube 20 Fuerza y Resistencia) (Usos: 2/2) -Rayo Solar (70 Potencia, Planta, en el primer turno se recarga y en el segundo se ataca) -Golpe Aéreo (70 Potencia, Volador, ineludible) (Usos: 2/3)
Regrese a Lucario antes de que este tocara el suelo por aquel golpe recibido y me acerque a Alpha. —Estupenda batalla... de nuevo tan serca... pero a la vez muy lejos...— exclame con una sonrisa extendiéndole la mano.
Al salir del Dojo, me compré una botella de agua para hidratarme tras el esfuerzo físico hecho en mi pelea contra Steve. Si bien debo reconocer que no me fue grato darle esos puñetazos al joven, el desgaste físico hecho en esa pelea me había embargado, podríamos decir, como de una sensación de liberación. Esto del ejercicio no estaba mal, quizás volviese al Dojo en un futuro para obtener el título de karateca... Mas, la prioridad del momento era aprovechar la demora de Ian para entrenar a mi equipo, y capturar cierto pokémon que lo completaría bastante, sobre todo cuando evolucionase ¡Ah! Y limpiarme esta baba dejada por el abrazo de Goodra. —Vamos al Centro Pokémon —le dije a Serperior y Maractus, que caminaban uno y otro lado mío. Ambos asintieron, el nopal tocando las maracas. A la enfermera Joy pedí que me diera una habitación con ducha si era posible, la cual estaba disponible por suerte. Mientras me enjabonaba y el agua caliente limpiaba la baba, podía escuchar cómo Maractus saltaba en la cama. Serperior no emitía sonido alguno, pero me lo figuraba contemplando la ciudad a través de la ventana, dirigiendo miradas reprobatorias a su compañero de vez en cuando. —¡Bien, será mejor que continuemos ! —les dije saliendo del baño, vestido y peinándome. Devolví las llaves a la enfermera, salimos y, ya sobre el lomo de Pidgeotto, volé en busca de entrenadores a los que desfiar. Obviamente, los tipo hierba habían vuelto a sus pokébolas.
Estreche su mano y sonreí. — No estuviste muy cerca, aún quedaba mi tercer pokémon: Milotic.— Le comenté.— Sí la hubiera sacado game over.
— Explica eso la próxima vez.— Reí empezando a caminar al centro pokémon.— ¿Vienes? Luego tendremos que pelear en el torneo.
—Si, mis pokemon necesitan un descanso y yo necesito una ducha...— exclame riendo y escuche esa parte de la conversación donde dijo que seria su oponente en el torneo y cambie mi cara por una mas seria.
— ¿Tú sabes contra quien lucho?— Le pregunté mientras entrabamos al c.p.— Yo no tengo ni idea..tampoco de mi compañero.
—Si, por lo visto mi compañero es Hubert y el tuyo es Ian...— le conteste mientras llegaba con la enfermera Hoy y le entregaba mis pokemon.
Espera un segundo...Ian....Alpha....pareja.....¡Genial! — Suerte contra quien os toque.— Le sonreí. Por otro lado velozmente la enfermera Joy recuperaba a nuestros agotados pokémon.
—Si suerte...— dije en voz baja al recordar que ellos serian nuestros oponentes, que realmente seria una masacre si no se planteaba una buena estrategia.
— Entonces iré a descansar.— Cuando la encargada de dar atención medica a los monstruos de bolsillo acabo tomé mis pokéballs y me dirigí a un cuarto recien pedido.
Ukita y yo salimos a plena Ciudad Acrílica… estaba disgustada por la falta de puntualidad de mis contrincantes, que habían retrasado el desarrollo del torneo, pero no podía hacer nada al respecto. Ukita decidió ir a entrar por su cuenta, mencionando algo de un volcán donde entrenó a su Metang hasta que evolucionó… le pasé el número de mi Holomisor y le indiqué que me llamara cuando quisiera para entrenar o algo así, y le recordé que eramos un equipo después de todo, para eso estaba. Y sin más, lo dejé en paz, sacando a Skarmory para ir a entrenar por mi cuenta yo también.
Pasaron unos días al parecer, creo que quedarme en una habitación dormido no era la mejor forma de entrenar. — Al torneo sera entonces.— Me dije a mi mismo tomando mis cosas y saliendo del cuarto, en poco rato ya había llegado a la sede. Pobre de nuestro rival, el Ian/Alpha sería invencible.
Los ciudadanos de Ciudad Acrílica fueron sorprendidos por una fuerte ráfaga que levantó papeles, polvo y faldas. Se trataba de mí montando a Pidgeotto, quien sin perder un segundo entró volando a la sala que correspondía a mi batalla.
Salamance hizo un aterrizaje forzoso: En el camino nos encontramos con una bandada de Pidgeys, los cuales chocaron contra nosotros, haciéndonos perder el control y caer de bruces contra el suelo. Pasada la conmoción inicial (una conmoción de diez minutos) al fin nos levantamos y comenzamos a caminar rumbo a la sede del torneo.
Crucé las puertas de la sede del Torneo acompañado por Serperior y Maractus; bajamos las escalinatas con lentitud... Ellos no podían ver la expresión de mi rostro puesto que me les había adelantado, dejando ver sólo mi espalda; pero sintieron gran curiosidad cuando, al llegar a la acera, me desperecé largamente para luego mostrarles una sonrisa animada... Fue una batalla memorable, pero para bien. No me sentía humillado de ninguna manera. —Son unos grandes—hablé en referencia a Ian y Alpha—. Y tenemos que sentirnos orgullosos de haber enfrentado y aguantado a los dos entrenadores más fuertes de la región de Galeia. La victoria, pero más que nada la derrota, SIEMPRE significarán un aprendizaje, el incremento de los conocimientos. >>Y hoy siento que aprendí muchas cosas: sobre el trabajo en equipo, la búsqueda de la combinación, la importancia de la potenciación... Por sobre todas las cosas, aprendí sobre la genialidad de tener a alguien con quien te puedes entender sin palabras y sincronizar en consecuencia... Por eso, esta batalla (y las pasadas y las futuras) nos permitirán crecer a todos. Maractus asintió con júbilo. Serperior dejó entrever una sonrisa, orgulloso del entrenador que tenía. Mientras les contaba de nuestros siguientes objetivos, llegamos al Centro Pokémon, lugar en que las fuerzas de Lucario y Gardevoir fueron restauradas. Con Lucario chocamos los antebrazos; muchas palabras de agradecimiento le fueron formuladas y él las recibió con serenidad; Maractus lo invitó a bailar, pero él se negó a pesar de que la derrota no lo tenía afectado. El Hada Soñadora respondió mediante telepatía a mis palabras; dejó en claro que ya se sentía preparada para la siguiente pelea. *** —¡Nos vamos, hagan el favor de regresar a sus pokébolas! Todos mis pokémon terminaron los restos de su comida y obedecieron la orden. Junté los envoltorios que quedaron desperdigados a lo largo y ancho de la plaza donde tuvimos el picnic y procedí a tirarlos. Pidgeotto, el único que quedó fuera de su esférico, me ayudó en la tarea. Entonces me miró, interrogativo. —Bosque Pincel —le dije, subiéndome a su espalda. Hacia allí marchamos.