Me estiré flojamente para abrazarla en respuesta, la tormenta era espantosa pero de seguro terminaría al día siguiente
Me sorprendí por el abrazo pero se lo correspondí y sonrei --Anda....vete a dormir--Le dije sonriendo a Rojo
—Hasta mañana, intenta no aburrirte por estar sola... —finalmente me dormí, mientras seguía abrazándola—
Miré a Rojo y sonrei --Jaja, no te preocupes por eso, yo dormire tambien--Le dije sonriendo mientras me recostaba a su lado y me quedaba dormida poco a poco
Los últimos restos de café se enfriaban en el fondo de la taza. Ocupando ambos la silla que se encontraba a mi lado, Maractus y Cottonee compartían un batido de sus bayas favoritas, mientras que Serperior saciaba el apetito con los frutos enteros, servidos prolijamente en una fuente de vidrio. Yo, por mi parte, miraba atentamente la pantalla del televisor… Cuando Gardevoir y Goodra fueron curadas en el Centro Pokémon, decidí parar en aquella cafetería de la ciudad para seguir la otra batalla del Torneo Acrílica por trasmisión televisiva. Libreta en mano, logré recabar algo de información. Por ejemplo, a Ukita sólo le conocía a Prinplup y Venusaur como parte de su equipo, pero gracias a lo que la pantalla de la televisión ofrecía a los espectadores, puede dar cuenta de que también lo acompañaban un Metagross variocolor (¡nada más y nada menos!) y el potente Electivire con megaevolución. En la ficha de Steve agregué el nombre de Noivern. Fue una pena no poder verlo en acción. Por su parte, la entrenadora de Suicune también tenía uno de esos fascinantes Slaking, además de un Aggron… Y en cuanto a Effy... Suspiré: ya conocía bastante bien a Blastoise y Dragonite. Sí, menos mal que se tomaron todo el tiempo del mundo para empezar la batalla, porque los datos que estaba registrando en el papel y en mi memoria eran muy, pero muy interesantes.
Me desperte y noté que Rojo se habia despertado --Buenos días Rojo--Le dije sonriendo mientras daba un bostezo