Ciudad Óleo

Miré a Rojo
--¿No me acompañaras?--Le pregunté a Rojo mientras le miraba

 

—Vale, voy contigo —me puse a caminar junto a ella a donde estaba su hermano—

 

--Genial--Le dije sonriendo mientras empezaba a caminar hasta donde se encontraba mi hermano

 

—Entonces... ¿Qué pasará después? —pregunté mientras me acercaba—

 

--Pues no lo se....supongo que me comprenderá y me perdonará--Le dije sonriendo levemente a Rojo mientras me acercaba a mi hermano y este me miro y se acercó a mi
--A ti te estaba yo buscando--Me dijo mi hermano mientras se acercaba a mi
--¿A sí? Bueno, yo tambien ya...--Me interrumpió mi hermano
--¿Es cierto que le hicistes caso a papa?--Me preguntó seriamente

 

Miraba todo en completo silencio, pero decidí romperlo por un segundo
—No tuvo de otra...

 

--Ya lo he dicho bastantes veces....papá no me ha dicho nada....he sido yo que he madurado--Le dije mientras apartaba la mirada
--....Mizuki, se perfectamente que si maduras nunca serás como te estas comportando--Me dijo mi hermano

 

—Ya sabía yo... —respondí a secas— Siempre que te pregunté, me mentiste... ¿Por qué? Sabes perfectamente que puedo ayudarte a detenerlo

 

Miré a mi hermano para despues mirar a Rojo
--N-no estoy mintiendo, di-digo la verdad--Les dije mientras me cruzaba de brazos
--¿A sí? Ohh, entonces....cuando estabas en ese parque de atracciones....¿Porque te comportabas como una niña pequeña? ¿No habias madurado?--Me dijo mi hermano
--¿C-Como sabes eso?--Le pregunté
--Primero me aseguró de laa cosas, despues protesto--Me dijo mi hermano seriamente

 

—No tiene sentido que sigas mintiendo, sólo dinos y ya, podemos detenerlo —me crucé de brazos—

 

Los había acompañado hasta la habitación del hermano de Mizuki, pero preferí mantener algo de distancia al ver la conversación que comenzaba a desarrollarse con éste. Bebía en silencio mientras prestaba atención a las palabras que intercambiaban. Por un momento sentí que estaba invadiendo la privacidad de aquella conversación, hasta que terminé concluyendo que me habían hecho partícipe de la misma. Y para qué negarlo: sentía interés por saber qué estaba pasando. Al parecer los chicos que solían acompañar a Rojo tenían pasado bastante peculiar, con padres asesinos y demás hierbas.

Seguí manteniéndome apartado.

 

--He dicho que no estoy mintiendo--Les dije mientras miraba al suelo
--¡Ya basta Mizuki, Para ya está estupidez, y admite que estas mintiendo! --Me gritó mi hermano
--.....--No dije nada solo me quedé mirando al suelo

 

Suspiré y me acerqué a la máquina dispensadora para tomarme un refresco, mientras veía todo en compañía de mi madre y su Emboar

 

--....Está bien....quizás le hice casó--Le dije a mi hermano--Pero tuve una buena razón para hacerlo--Le dije a mi hermano mientras miraba al suelo
--....Vale...¿Sabes lo que debes hacer ahora?--Me dijo mi hermano
--¿El qué?--Le pregunté
--Ahora debes ser como antes....--Me dijo mi hermano

 

Tras comprobar que Gible, Cottonee y Maractus jugaban en el patio de la casa, siendo vigilados por Serperior y Gardevoir para que no cometieran travesuras en la propiedad privada, me acerqué a Rojo, con una lata de refresco a medio beber en la mano.

—No entiendo muy bien qué es lo que está pasando ahora, ¿podrías explicarme? Pienso que podría ayudar... —le dije con una expresión seria.

 

Miré a Hubert
—Amigo, parece que el padre de Mizuki tiene un plan, la mantiene manipulada para tener un comportamiento repelente para hacerle perder a sus amigos para finalmente maltratarla a sus anchas sin nadie que le detenga —respondí— Mantuvo todo eso en secreto, pero fuí astuto y me puse a espiar, por lo menos...

 

--Pero si lo hago....ya sabes lo que podría pasar--Le dije a mi hermano
--¿Crees que les hará algo? Aunque parezca raro esa no es su intención, el no es tan malo...--Me dijo mi hermano
--Eso es lo que tu crees--Le dije a mi hermano
--Yo he vivido mas tiempo con el que tu lo conozco mucho mejor--Me dijo mi hermano
--Bueno si....--Le dije pensativa
--....Mizuki, no quiero que te conviertas en una seria, quiero que te diviertas y que hagas lo que siempre haces--Me dijo mi hermano y yo me quedé pensando y suspire
--Me lo pensaré ¿vale?--Le dije sonriendo levemente a mi hermano y este asintió
--Está bien--Me dijo

 

Miré finalmente a Mizuki
—Vale, ya se sabe entonces que querían hacerte madurar a la fuerza —le dije— Sé tu misma, no te intimides

 

Miré a Rojo y asenti
--Si....--Le dije sonriendo levemente a Rojo y mi hermano se quedo mirando fijamente a Rojo y suspiró

 

—¿Cuál es el objetivo de tu padre al tratarte de esa manera? —le pregunté a Mizuki, pues la respuesta de Rojo me había dejado más interesado en el asunto.