Ciencia Traviesa

Re: Ciencia Traviesa

Ciencia Traviesa​

Antonella dormía en el sofá del laboratorio; la chica tenía una sonrisa tonta. Por su mente vagaba un sueño que pronto lo haría realidad, su sueño tenía nombre y se llamaba: Ésteban.

—Oh Ésteban, bésame…bésame—susurraba moviéndose en el sofá.
— ¡Antonella!—llamó Joseph tocándola cuidadosamente con un palo—. ¡Antonella! Definitivamente no puedo con esto Niki, ven y despiértala tú.

La rubia se acercó a pasos lentos. No quería despertar a su amiga conociendo el mal genio que tenía.
Niki suspiró, tragó saliva y gritó el nombre de la peli purpura; Antonella dio un brinco para luego mirar a su amiga y gritarle: estúpida, cosa que solía hacer a menudo. Joseph sonrió de lado y dirigió su vista a la computadora que estaba encima del escritorio. Se acercó con cuidado, sin que Antonella se diera cuenta. La peli purpura estaba distraída discutiendo con su amiga.

—En qué fiesta de disfraz estabas Niki—preguntó Antonella observando la vestimenta de su amiga, que se cubría el cuello con una bufanda, las manos con guantes, tenía botas y pantalones largos. También una franela gruesa y encima una chaqueta.

—La Doctora me recomendó vestir así.
—Vestir patéticamente diría yo—comentó Joseph.
—Yo como tú denunció a esa Doctora—dijo Antonella.

Joseph volvió su mirada a la pantalla de la computadora; pudo observar qué algún plan tenía Antonella en mente, un nuevo experimento, algo grande, asombroso, moría de ganas por saber que era.

—No sé burlen—decía la rubia haciendo pucheros—. Al hospital fue Iván a confesar su amor por mí; pero yo me hice la dormida. No sé qué hacer, estoy confundida. Es que Iván lo tiene pequeño…

— ¿Pequeño?—repitieron Anto y Joseph al unisonó; la primera con picardía y el segundo con el ceño fruncido.

—Sí—contestó sonrojada—. Me refiero al cerebro, lo tiene pequeño.
—Yo creo que ese tonto tendrá pequeño todo—burló Antonella.
—Pues fíjate que no. La primera vez que lo conocí lo vi desnudo en los vestidores de hombres—contó con rapidez sin saber lo que decía, luego se llevó las dos manos a la boca y ocultó su rostro con sus piernas.

—Vaya Niki. Pero bueno, si deseas saber ese “detalle” pregúntaselo a Sasha. En fin no me interesa en lo más mínimo y pasando a algo más importante—. Antonella se levanta del sofá y se dirige al escritorio, sentándose en la silla. Joseph se coloca detrás de ella y Niki se acerca colocándose al lado de Joseph—. Quiero que observen mi nuevo experimento.

— ¿Un juego?–preguntó Joseph decepcionado.
Anto había creado una especie de juego en su ordenador.

—No es un juego común y corriente; es un juego virtual o mundo paralelo—informó Antonella con una sonrisa perversa—. Puedo crear un mundo a mi antojo y en ese mundo, Ésteban y yo seremos la mejor pareja. Así le daré a entender de una vez por todas que él es mi príncipe azul y yo obviamente su princesa.

—Estás enferma. No puedes obligar a una persona amarte.
—Y tú que sabes Niki—Antonella giró la silla para encarar a su amiga—, no sabes que es el amor, no estás ni segura de lo que sientes por Iván.

La rubia tragó saliva y se quedó en silencio, prefiero no cuestionarla más o sufriría las consecuencias. El silencio había invadido aquel laboratorio, los tres se miraron fijamente; una alarma hizo que voltearan a ver la entrada del laboratorio, que anunciaba que alguien había traspasado la pared. Antonella rápidamente les contó a sus amigos que Emily estaría aliada con ella. La peli purpura autorizo la entrada de Emily. Al abrir la puerta, la chica observo el laboratorio detalladamente y le recordó al de su novio.

—Lindo—fue la única palabra que emitieron sus labios mientras se acercaba al trío de villanos.

—No te hagas la mosca muerta conmigo. Aún no confió en tus palabras—Antonella se cruzó de brazos y miró fijamente a Emily.

—Haces bien en no confiar, porque el aroma en este laboratorio huele a traición. Pero Antonella, yo nunca te traicionaría. Soy tu amiga.

—Si me traicionas te convertiré en una mosca.

—Cambiando de tema—decía Emily caminando por el laboratorio—. La Directora nos encargo a nosotros seis preparar la bienvenida del nuevo estudiante. Iván y mi novio nos esperan en el salón principal.

—Jah ¿tú novio? Y sé puede saber quién es—interrogó Antonella con cierta curiosidad. Algo le decía que Emily iba a pronunciar…

—Ésteban—contestó rápidamente—. Se me confesó el día del festival de música. Es un amor. He descubierto que algunos chicos como él nunca dan la iniciativa; pero me sorprendió cuando pidió que fuera su novia.

—Felicitaciones—dijo Antonella en seco mientras cerraba sus puños con fuerza.

—Dejemos esta discusión para después y vayamos al salón—dijo Niki con una risita. Antonella asintió con la cabeza para luego los cuatros montarse en el ascensor.

***

Iván, Niki, Joseph, Antonella, Ésteban y Emily se encontraban en el salón donde se organizaría la fiesta. Había mucho trabajo por hacer, la Directora estaba como loca, ordenaba a todos limpiar el colegio, que en los pisos se viera el reflejo de su rostro. Quería todo impecable para la llegada del nuevo estudiante.
Antonella inflaba globos sin quitar su mirada de la parejita que había en el salón; Ésteban y Emily, estos dos realizaban el trabajo en equipo, se abrazaban, se besaban. Anto debía admitir que ambos sentían buena química, eso aumentaba la cólera de la chica.

—Ésteban—llamó con dulce voz—, podrías ayudarme con esto.
El joven la miró de reojo para luego acercarse a ella. Emily se quedó observando la reacción de Antonella.
Ésteban sostenía las escaleras mientras la peli purpura adornaba los globos en el techo. Antonella tropezó a propósito con uno de los escalones y cayó directo a los brazos de Ésteban –tal cual como lo había pensado-

—Te encuentras bien—preguntó preocupado viendo el rostro—de la joven.
—Sí—musitó traspasando sus brazos por detrás del cuello de él—. Gracias Ésteban.
—Cualquiera hubiera echo lo mismo—dijo con nerviosismo mientras desviaba su mirada.
—Ésteban—está vez era la voz de Emily quien lo llamaba. El joven dejó a Antonella de pies y se fue directo hasta donde se encontraba su novia.

Iván y Niki se dirigían mirada fugaz de vez en cuando, la rubia se ruborizaba al sentir los ojos de Iván clavados en ella. La joven sabía que él no tendría el valor suficiente para confesar su amor nuevamente.

***

Había pasado una hora desde que los jóvenes estaban arreglando el salón; la decoración y todos los preparativos había quedado lista. El alumnado del colegio se encontraba en las afueras del jardín, principalmente en la entrada de la Sandy Bay, donde se esperaría la llegada del estudiante nuevo. Las chicas estaban emocionadas por saber cómo sería el chico. Algunas habían escuchado hablar muy bien de él, se decía que era el mejor alumno de todo el mundo y por ende estaría viajando de colegio en colegio cada año. Joseph por su parte sentía celos al saber que tendría competencia aparte de Antonella y Emily, el trío de buen promedio.

Dos helicópteros en el cielo se hicieron presentes entre la multitud de estudiantes y profesores. Después, llegó una limusina negra muy grande, que se estacionó en frente del colegio, de dicho auto bajo el chofer abriendo una de las puertas de la limusina; de allí se bajo un joven hombre rubio de contextura muscular no muy exagerada, pero sí definidas, tanto en sus brazos que se pegaban y remarcaban a la manga de la camisa. Los dos botones abiertos dejaban al descubierto sus formados pectorales. El rubio movió su cabello al ritmo del viento lentamente, pero con sensualidad. Se fue quitando sus lentes de sol, dejando a la vista sus lindos ojos color verde. También tenía un piercing pequeño en su oreja izquierda.
Los gritos de las damas del colegio comenzaron a retumbar por todo el colegio. Realmente aquel chico era muy atractivo. El joven camino a pasos lentos, pero elegantes, por todo el jardín. En sus alrededores estaban los alumnos de la Sandy Bay junto a los maestros. Al llegar a la entrada el joven se detuvo; la directora, con una gran sonrisa en su rostro, le dio una bienvenida. Le indicó que pasará al salón principal, donde le harían la mini fiesta de bienvenida.

—Es hermoso—exclamó Niki cerca de Antonella.
—Ay por Dios—bufó su compañera—. Es un chico común y corriente, es guapo; pero no tanto como Ésteban.
—Sí tú lo dices…
—Obvio que es verdad. Nunca cambiaria a Ésteban por nadie. Y juro que luego de la memoria virtual él se enamorara de mí.
—Como digas Antonella, pero será mejor ir al salón.

Ambas chicas se dirigieron al salón, donde hace una hora se encontraban decorándolo para ese presumido. El lugar estaba repleto de personas, las chicas se empujaban entre ellas para poder establecer una charla corta con Hasber, el nuevo estudiante.
Ésteban se encontraba con Emily agarrados de la mano, mientras se escabullían entre la multitud.

—Hey, Ésteban…—llamó la voz varonil de Hasber al reconocer al joven a quién llamaba. Rápidamente se acercó a la pareja.

—H-hola Hasber—saludó Ésteban tartamudeando.

—Mi primo querido—Hasber lo abrazo para luego besar su mejilla, el joven sintió como sus mejillas se tornaban de otro color. Emily lo miró y río.

—Ustedes son primos—preguntó Emily mirando a ambos chicos. Hasber le sonrió, mientras detallaba con sus ojos el cuerpo entero de la chica.

—Sí—musitó Ésteban—. Él es Hasber Bellamy.
—Su primo más lindo, inteligente y querido—dijo Hasber.
—Qué bien. ¿Por qué nunca me contaste Grigg que tú primo era el chico nuevo?
—No lo vi necesario—contestó Ésteban apretando fuerte la mano de su novia.
—Bueno, fue un placer conocerlo Hasber, Ésteban y yo iremos a un lugar. Nos vemos luego.

Antonella veía como Ésteban y Emily se retiraban del salón; la chica decidió seguirlos, pero alguien la había agarrado del brazo; prohibiéndole el escape.

— ¿Y tú quién eres?—preguntó el rubio observando a la peli purpura, está lo miró con el ceño fruncido.

—Suéltame estúpido—dijo zafándose del agarre.

— ¿Estúpido?—repitió mientras agarraba la muñeca de Antonella y la recostó contra la pared—. Nunca me habían llamado de esa forma.

—Sí, estúpido. Me podrías soltar para que dejaras de ser tan estúpido.

—Así que tenemos a una chica difícil por aquí—decía acercando su cuerpo hacía el de Antonella, recostándola más a la pared.

—Qué te pasa estúpido—Antonella levanta su pies y le pega en las partes intimas del rubio, dejándolo adolorido en el suelo.
Rápidamente sale del salón en busca de Ésteban; al verlos cerca de la cafetería, se esconde tras un árbol cerca para observar.

—Tú primo es lindo—confesó Emily mientras tenía sus brazos por detrás del cuello de su amado.
— ¿Así? Y más lindo que yo.
—No tonto. Tú para mí eres el mejor—las mejillas del joven volvieron a cambiar de color; agacho la cabeza para esconder el sonrojo, pero Emily le levanto el rostro por el mentón y ambos sin pensarlos se besaron con pasión.

La chica que observaba se llenaba de furia. Cerró su puño con fuerza y se dirigió rápidamente hasta su laboratorio. Pondría en marcha su plan….continuara.

Lamento haber tardado, pero hace dos semanas empecé el cole y también tenía la compu mal.
La que sigue puede meter en su capítulo el experimento que hará Antonella, el cual es este:

-Memoria virtual: Antonella crea un juego en el cual ella es novia de Ésteban, y hace que el chico sea odiado por todos, y se repite el mismo día, como si vivieran el mismo día todos los días.

Alguna duda o algo me lo hacen saber para ayudarla en el capítulo. El orden cambia, recuerden que a partir de está ronda deben ingresar en sus capítulos al personaje de Asumi; pero sin que éste se enteré del secreto por los momentos.

Heather.
Floekimflora.
Asumi Star.
Christyn.
Selenezca.
HimekiTAT.
Kamsayu.

Ruego por que las dos últimas den señales de vidas. Floe, tienes cuatro días, o sea hasta el viernes.

 

Re: Ciencia Traviesa

Mi conti! Lamento haber tardado, que sea corto y no haya mucho e_e
Ando seca...
---
Antonella no soportó más, salió corriendo de allí a lo que Nicole disimuladamente le siguió, algo no andaba bien y era evidente, porque ella se dirigía al laboratorio. Entró allí con furia seguida por una sudada y cansada Niki.

“Consideraré denunciar a la doctora” pensó al verse en ese estado.

-¡Antonella! ¿Qué sucede? –interrogó bien exaltada la rubia-

-¿Qué qué sucede? Esto es lo que sucede, me cansé, y ahora todo cambiará, si puedes ser útil, presiona ese botón cuando te diga –respondió señalando un botón azul de una especie de panel de control-. ¡Ahora!

Niki apretó el botón con nerviosismo, de repente una máquina rara comenzó a girar como una licuadora, disparó un rayo hacía el cielo, al instante todo fue más lento y Niki veía todo raro.

***​

​

Los rayos del sol ingresaron por su ventana, el despertador sonó, obligando a la rubia despertar de sus dulces sueños. Entró al baño de su habitación para prepararse para un nuevo día de clases. Una vez lista, vestida y peinada, bajó de su habitación para encontrarse con su hermano mayor, quién ya lo esperaba a ella.

-¿Lista? –preguntó amablemente abriendo la puerta-

-¡Claro hermanito! –sonrió dulcemente saliendo de la casa-

El camino al colegio fue “tranquilo”. Sin contar las chicas y chicos que se acercaban a ella a pedirle autógrafos y fotos, común de ser una modelo novata adolescente, sonreía dulcemente, como si fuesen conocidos. Llegaron al colegio, en la entrada, el novio de Niki, Iván, le esperaba para ir juntos a clases.

-Hola, lindo –le dijo la rubia dándole un beso en la mejilla-

-Hola, linda –repitió divertido, se saludó con Nick con un apretón y entraron al colegio-

-¿Cómo va el equipo Iván? –interrogó Niki tomada de la mano de Iván-

-Bien, supongo…

Joseph, el chico más rico de todo el colegio venía hacía ellos, calmado. Niki le saludó con la mano por ser buenos amigos. Faltaba tiempo para ser la hora de ingreso, así que fueron a matar el tiempo a algún lado.

En otra parte…​

​

Ésteban caminaba confundido hacía la escuela, toda su ropa había “desaparecido” misteriosamente, solo tenía camisas y chalecos, además, le era imposible no tropezar sin ponerse unos lentes que se encontró en su mesa de luz. Al llegar, todos lo miraban feo, menos cierta pelivioleta, que al verlo corrió hacía él.

-¡Buenos días cariño! –comentó con una sonrisa, le dio un beso rápido en la mejilla-. ¿Cómo has amanecido hoy?

-¿C-cariño? ¿Y Emily? –preguntaba mucho más confundido que antes-

-¿Emily? ¿La novia de tu primo? ¿Qué tiene?. Mejor vamos a clase, o llegaremos tarde Ésteban –informó sonriente y como si nada-

-¿La novia de mi primo? ¿¡Qué está pasando!? –exclamó intrigado-

-No sé de qué hablas, cariño. ¡Vamos! –dijo tomándolo de la mano y llevándoselo al salón al sonar el timbre-

En el salón todos estaban hablando animadamente, aunque al ver a Ésteban todo el mundo calló y todo se puso incómodo. Antonella fue hacía la rubia alegremente, Ésteban vio la escena extrañado, ¿Antonella no siendo mala con nadie? Algo andaba mal pero, ¿Qué?.

-¡Niki!

-¡Anto! –ambas chicas se dieron como besos sin tocarse en las mejillas, después de un abrazo-

Ésteban buscó entre el salón a Emily, quién estaba sentada al lado de Hasber, quienes reían y se trataban con cariño, algo hizo que Ésteban intente matar a alguien, Antonella al notarlo se acerca a él tratando de calmarlo.

-¡Ven conmigo! –ordenó llevándosela afuera del salón-. ¡Dime ahora mismo! ¿Qué está sucediendo Smith?

-Estamos en mi mundo ahora, donde tu y yo somos la pareja perfecta, como debería ser…

-¡Estas loca! ¡Sácame de aquí ahora mismo! ¡Esto no es real! ¡Y yo no soy tu novio! –gritaba Ésteban a más no poder-. ¿Sabes? No importa. ¡Yo mismo lo haré!

-Oh no, eso si que no… -murmuró la pelivioleta presionando un botón de su reloj, el rayo volvió a dispararse y…-

***​

​

Los rayos del sol ingresaron por su ventana, el despertador sonó, obligando a la rubia despertar de sus dulces sueños…
---
Espero que esté bien xDDD. Por cierto, me ha encantado el capítulo Heather! *-*

 

Re: Ciencia Traviesa

Aquí, como siempre a ultima hora mi capi *3* el primero de este coletivo que es un amor (L
Espero les gusté, creo que pude haberlo hecho mejor e incluso hera mejor hasta ue mi tio borró la mitad y tuve que escribir casi todo denuevo e.eU
Sin más mi capi (L

Ciencia traviesa [Conti Asumi~]

​

HTML{height:100%;cursor:text;} BODY{padding:3px;border:0px;margin:0px;} .PlainText,.HTML{font-family:'Lucida Console' !important; font-size: 80%;} P{margin:0em !important;padding:0em !important;} BLOCKQUOTE,UL,OL{margin-top:0em !important;margin-bottom: 0em !important;padding-top:0em !important;padding-bottom:0em !important;} *{text-indent:0in !important;} SPAN.squiggly{border-bottom:dotted 1px #f00} Los rayos del sol ingresaron por su ventana, el despertador sonó, obligando a la rubia despertar de sus dulces sueños. Se cambio de ropa, como siempre, se veia hermosa frente al espejo, digno de una modelo adolecente.

- ¿Estas lista Niki? -preguntó su hermano bajo la escalera.

- Claro, hermanito -respondió con una sonrisa bajando con una caminata perfecta, digna de ella claro está.

Llegaron al colegio en una lujosa limosina, mientras Niki arregla su horario, ser una modelo como ella requería de mucha organización. Bajó del auto mientras una estampida de personas se le avalanzaba sobre ella pidiendo autografos, fotos, entre otras cosas, ya se encontraba acostumbrada a aquello por lo que no le costó mucho safarse de aquella situación. Caminando, ya más desocupada, apareció su lindo novio y lider del equipo de futbol soccer del colegio, Iván.

- Hola solcito mio - dijo meloso el chico llegando a su lado dandole un abrazo.

- Hola cariño -respondió la rubia dandole un beso el la mejilla a Ivan dejando su lapiz labial marcado en su mejilla- ¿que tal el equipo? -preguntó con una sonrisa en el rostro borrando con su pulgar la mancha de maquillaje.

- Bien como siempre, obvio si yo soy el lider -respondió con soberbia en chico soltandola del abrazo y tomando su mano mientras se dirigian a clases.

- ¿Y Joe? -preguntó Niki al notar que faltaba su amigo popular y más guapo de Sandy Bay.

- Por ahí debe andar buscando de alguna chica o mejor dicho huyendo de unas cuantas -contestó un divertido Ivan.

Ambos se dirigieron al salon tranquilamente conversando tomados de la mano. Ivan siendo observado con odio por los chicos y amado por las chicas, al igual que su novia pero al reves, siempremente eran la pareja perfecta y envidida del colegio, pero no los únicos...
----

- Entonces podemos hacer eso -concluyó Antonella converzando con Joseph de un fiesta que harían pronto por el colegio.

- Si, solo hay que comentarselo a Hasber y estaría todo termiando -agregó Joseph

Vestido con vaqueros apretados y una camisa con los primeros botones de estos abiertos demás de haber dejado sus lentes por unos de contacto, de verdad se veia muy sexy y atractivo. Mientras obviemente era observado por todas las chicas del salón.

---

Ésteban despertó otra vez en su cuarto, viendose obligado nuevamente a colocarse aquellos horribles lentes y su ropa de nerd, ya que no había otra palabra para explicarla.

- Antonella me las pagará -murmuraba para sí mientras salía de su casa, camino a Sandy Bay.

Ésteban llegó enrabiado al instituto, recibió al igual que antes las miradas de todos hasta que entró al salón en donde la pelivioleta se volvió a acercar a él con afán cariñoso y amable.

- Buenos días Amor -dijo Antonela con tono meloso colgandose de su brazo.

- No me digas amor ¡y ya cortala con este jueguito! -le dijo con algo de rudeza, Ésteban

- Pero cariño... -susurra con un puchero- si esto es tan perfecto, hasta Emily se ve feliz -dijo con tono de inocencia y maldad a la vez mientras apuntaba a la linda parejita que se encontraba atrás del salón.

Hasber converzaba con Emily animadamente mientras se encontraban muy cerca el uno del otro y Hasber la sujetaba de la cintura. Ésteban solo los miraba con algo de odio y molestia, más que molestia una ira profunda.

- Antonella ya para con esto ¿quieres? -murmuraba cada vez más enrabiado aún sin quitarle los ojos de encima a la linda parejita que cuchichiaba atrás.

- ¡No lo haré! ¡Tendrás que rendirte por que no podrás contra esto!, ¡sé mi novio como debe ser!, despues de todo no puedes hacer nada -respondía Antonella enfadada y con tono autoritario al notar que el chico no le prestaba atención apesar de todo.

Hubo un momento de silencio entre Antonella y Ésteban.

- ¡Escuchenme todos! -gritó Hasber subiendose a la mesa y subiendo con cuidado a Emily con él- Como muchos sabrán, yo adoro a esta chica que está parada frente a mí -Empezó a decir tomando las manos de Emily entrelazandolas.

Ésteban hervía de rabia ¿es que acaso sentía celos? bueno si celos es ese sentimeinto que hierve en tí al ver a tu chica -en un juego- con otro y querer moler a golpes al chico aunque este fuera tu primo, entonces sí esta celoso y mucho o incluso más que eso...
Antonella solo miraba la situción imaginandose lo peor que vendría luego y dispuesta a presionar el botón para volver atrás en un segundo, mientras que a la vez se imaginaba a ella misma en el lugar de Emily, pero con Ésteban recitandole aquellas palabras, incluso unas mejores, más romaticamente y ambos vestidos como se lo merecian como en un verdadero cuento de hadas.

- Y como es tanto lo que yo siento por ella que... -pero Hasber no alcanza a terminar la frase, ya que recive un golpe departe de Ésteban en toda la cara haciendo lo caer de la mesa

Y con ello haciendo que Emily pierda el equilibrio arriba de la mesa, pero al ser la lider de porristas alcanzó a salir de la mesa sin problema alguno.
Hasber se levanta rápidamente luego del golpe sobandose un poco la mejilla y se tira contra Ésteban tumabandolo en el piso un golpe en la cara, pero este lo detiene e invierte la posición golpeando a Hasber fuertemente en el estómago y la cara, al chico ya le sangraba el labio, la verdad Ésteban no sabía de donde había sacado tanta fuerza, ya que nunca fue así.

- Debe ser obra de Smith -pensó para sus adentro distrayendose un segundo.

Haber aprovecho su distracción para lanzar a Ésteban de una patada hacia atrás para luego levantarse, limpiarce un poco el labio y dirigirse hacia Ésteban para seguir golpenadolo. Antonella ya se preparaba para apretar el botón, por que no quería que su "amorcito" saliera lastimado, pero alguien más se le adelantó...

- ¡Ya basta! -grito Emily interponiendose en medio de ambos chicos empujandolos levemente- No sé que rayos te pasa Grigg pero sea lo que sea, no te da derecho a tratar así a tú primo -mirandolo con rabía y dureza en su voz mientras se giraba donde Hasber se acercaba a limpiar su labio- ¿Estas bien?

- Si, si -contestaba el rubio impidiendo que Emily se manchara la ropa con su sangre.

- Ven vamos a la enfermería... -susurró en tono suplicante tirandolo levemente del brazo para que lo siguiera.

- Pero si te dije que estoy bien -bufó caprichoso el chico siguiendola.

------

Mientras en otra parte de Sandy Bay, más especificamente en la azotea...

- Cariño, esto no esta bien -murmuraba preocupada la rubia sentada apoyando su espalda totalmente en la muralla con su chico al lado.

- Tranquila, solo te quería un momento para mi ¿es eso malo? -preguntó haciendo un puchero y tomando la mano de la chica entrelazandola.

La rubia solo movio la cabeza negativamente un poco sonroja por el contacto hasta que un fuerte viento alborotó sus cabellos.

- Oh no... -susurró algo molesto el chico cuando el aparato que produjo el viento calló en la azotea dejando bajar a un millon de extraños.

Miles de flashes y luces inundaron la vision de ambos chicos además de pregunta extrañas que al hablar tantas personas a la vez con se entendía nada de lo que querían saber. Luego de unos segundos llegó otro aparato volardo -y no presisamente un ovni- del cual salieron varias personas vestidas de negro y grandes gafas oscuras que tomaron a la rubia y la sacaron rápidamente de ahí dejando a un Iván solo mientras Niki lo obserba con una expresión de "lo siento" en el rostro.

-------------

En al enfermería se encontraba la tierna pareja, casi una de las mejores de Sandy Bay -obviamente despues de Antonella y Ésteban- a la espera de una enfermera la cual nunca llegó -o mejor dicho no fue programada-

- Emm ya te dije que estoy bien -se seguía quejando Hasber mientras Emily hacia caso omiso y busca el botiquín de primeros auxilios.

Del pequeño botiquín blanco con una cruz roja arriba, saco un algodón y un poco de alcohol. Volvió donde el rubio él cual estaba sentado en la camisa -ya habiendo sido obligado por la misma- y empezó a limpiar su herida.

- Que delicada eres... -susurró el rubio miendo como pasaba el algodón por su labio con tal delicadeza como si este fuera la más fina porcelana.

Ante el comentario la chica solo se sonrojo levemente y siguió en silencio.

- Emi.. no me quebraré, es solo un daño en labio -decía Hasber esbosando una sonrisa por el sonrojo de la chica, mientras le tomaba las manos- Eres tan dulce... -susurró bajando su cabeza un poco haciendo que sus narices casi rozaran.

---------------

- ¡¿Quieres pararla con este juego ya?! -gritaba un ya alterado y sacado de quisio Grigg.

Fuera del salón aparentemente vacio con la pelipurpura, discutiendo a todo pulmón. Mientras que sierto astuto inteligente chico se encontraba trás la puerta del del salón que daba al corredor escuchando.

- ¡¿Cual es tú problema con que yo sea feliz Grigg?! ¡dimelo! -respondía con preguntas Antonella con el mismo tono.

- ¡¿Tú felicidad a costa de qué?! o mejor dicho de ¡quienes! -contestó ya arto de todo el chico.

Antonella lo miro con rabia, ¿por que todos podían ser felices menos ella? ¿por que todos tenían alguien menos ella? ¿porque no podía enterder que ella solo tenía ojos para él? todas esa preguntas pasaban por su cabeza antes de derramar una lagrima traicionera por sus ojos mientras le paba una pequeña cachetada a Ésteban y apretaba por segunda vez el botón para reiniciar aquel juego que era su fantasia, sueño, y todo lo que ella quería...

-----

Los rayos del sol ingresaron de su ventana, el despertador sonó obligando a sierta rubia a despertar de sus dulces sueños.

 

Re: Ciencia Traviesa

Los rayos del sol ingresaron de su ventana, el despertador sonó obligando a cierta rubia a despertar de sus dulces sueños.

En una vano intento por volver a ellos, Niki se cubrió por complemento con su frazada, pero era demasiado tarde, de seguro su “Jefe” había escuchado ya el aparato y en segundos tocaría la puerta del cuarto obligándola a levantarse. Hoy era un día muy importante para él, y estaría más histérico de lo normal, no quería ponerlo aún peor.

Se aseó, vistió, ató su cabellera en una un poco desprolija trenza y bajó a desayunar.

–¿Qué hay para hoy Joseph? –preguntó sentándose en la mesa.

–Lo de siempre, estamos cortos de efectivo –contestó sirviendo el típico plato diario de huevo y tocino–. Si quieres café hazlo tu, sabes donde está guardado –dicho eso comenzó a comer.

La mañana estaba más calurosa de lo normal, el sol brillaba fuerte en lo alto y no soplaba ni la más mínima brisa. Pero bueno, ya todo el pueblo estaba acostumbrado, el “Lejano Oeste” era así.

Mientras tanto, en la Comisaría del pueblo, el sheriff Grigg custodiaba a su ahora único preso: Ivan. El pobre chico no estaba seguro de por qué estaba allí, pero lo estaba. Es más, todos estaban allí en esa vida, sin darse cuenta que otra era la época y lugar al que pertenecían.

–¿No crees que ya es hora de dejarlo salir, Hasber? –preguntó Esteban entrando a la habitación y sentándose en una silla frente al escritorio del poli.

–Un acoso es un acoso Esteban, no puedo dejarlo salir así como así.

–¿Acoso? ¿En verdad le crees a esa chica de que Ivan le acosó? ¡Es la secuaz de Joseph! A personas así no se le puede creer ni la hora… Y bien lo sabes.

–Ja ja, puede que tengas razón, pero esa chica hizo una denuncia frente a todos en el pueblo, si lo dejo salir mi nombre quedará manchado, ¿entiendes? Debo esperar al menos un par de días…

–Como digas… –dijo y dirigió una mirada compasiva a su amigo– Ya lo escuchaste, si quieres me quedo a hacerte compañía, no debe ser tan malo estar ahí, al menos te dan buena comida

Ivan solo sonrió, llevaba poco mas de un día ahí y ya estaba realmente agotado, y más con ese sol abrumador. Pero realmente eso le importaba poco, lo que realmente le molestaba era el hecho de que SU Niki le haya traicionado de esa manera, seguro es todo obra de Joseph, él la debe de haber obligado…

–¡Cuando le ponga las manos encima a ese maldito! –exclamó saltando de la pequeña camita que había en la celda, dejando desconcertados a los dos chicos que también se encontraban allí.

–Ehm… Un mosquito me pico y yo… Bueno… –dijo completamente rojo, sentándose nuevamente en la cama, mirando hacia el suelo.

–Mira… –susurró muy serio Hasber–. Este chico puede que no sea acosador, pero algo raro hay con él…

Esteban sólo sonrió. Admitía que aquello era divertido, pero sabía que todo eso estaba mal, esas no eran sus vidas y en algún momento debía de encontrar a Antonella para arreglar toda aquella farsa de una vez.




A unas cuadras de ahí, en la casa de los Smith, Antonella disfrutaba enormemente de su nueva vida. En aquél pueblo era la más rica y poderosa, y para su gran satisfacción, Emily era su criada, una simple mucamita que obedecía sin objetar.

–¡Vamos, tráeme de una vez mi mejor vestido que debo lucir divina esta tarde!

–Señorita Antonella, no tiene ninguna cita para hoy, no entiendo para qué-

–¡Haz lo que te digo y ya! Tu no tienes derecho alguno a cuestionarme, ¿entendiste?

–Claro Señorita… –dijo y salió del cuarto.

–Hoy será un gran día, todo tiene que salir perfecto, como lo planeé. Joseph me secuestrará, mandaré a ésta a llamar al Sheriff que según mi juego estará con Esteban, quien se preocupará por mí y me rescatará, y así viviremos felices para siempre~

Antonella cantaba, bailaba y soñaba despierta, estaba tan segura de que su plan funcionaría que no le importaba nada más, finalmente ella sería feliz con su amado Grigg, y nadie se los impediría. Pero para su desgracia, las cosas estaban a punto de salirse un poquito de su control…

Un fuerte grito se escucho proveniente de algún otro lado de la casa, acto seguido, Emily entró llorando al cuarto con lágrimas en los ojos.

–El bandido Joseph está aquí Antonella, creo que viene a por ti, hay que huir, ¡rápido! –exclamaba mientras tiraba de su brazo tratando de que la acompañara por la ventana.

–¿Pero eres estúpida o qué? Una doncella como yo no puede ir trepándose por el techo ni nada por el estilo, debo ser rescatada con estilo chiquilla, así que ve tú por ahí y avísale al sheriff que deben ir hacia la estación de trenes, él me llevará hacia allí.

–De acuerdo… –contestó algo confundida la muchacha, pero aún así se fue.

A los segundos que ella cruzó por el marco de la ventana, la puerta se abrió dejando ver a un par de siluetas ya conocidas para la muchacha.

–¡Llegan temprano! –exclamó Smith furiosa–. Denme tiempo ahora a que me ponga algo decente y…

Pero Niki no la dejó terminar de hablar y se avanzó sobre ella, atándo sus manos con una cuerda y poniéndole una cinta en su boca.

–Habla mucho, ¿no crees?

–Demasiado… –dijo Joseph con una sonrisa–. Y sí, llegué temprano, pero sólo para que veas que no soy uno más de tus juguetes Antonella. Desde que desperté supe que algo no iba bien, y finalmente logré darme cuenta de todo, ¿sorprendida, eh? Lo se… Creo que ya debes empezar a tratarme como un compañero, no como a un títere, ¿verdad?

–¿Joseph de qué hablas?

–Jaja, de nada Niki, vamos de una vez, llevemos a esta doncella y pongámosla en peligro, como ella quiere.

Dicho eso, alzó a la chica y la cargó en su hombro como un costal. Está bastante pesada…, pensó.

El camino saliendo del pueblo era solo desierto, un par de cactus por ahí y unas lomas a lo lejos, nada más. En caballo tardaron minutos en llegar, y en todo el camino Antonella no dejo de patalear y tratar de zafarse. Más de una vez casi se cae, y ni un así se calmaba. Realmente tenía miedo, si ella ya no controlaba a su secuestrador, cualquier cosa podría pasar. Sabía que Joseph no la mataría, pero no era un genio, podía cometer muchos errores que a ella le costarían…

Una vez allí, Niki le ayudó a colocarla sobre las vías y con algo de problema la amarraron allí. Primer error, pensó, al venir más temprano no tomó en cuenta el tren anterior al que yo programé, y el idiota al atarme tan fuerte no me dejó manera de salirme de acá. Dios,¡creo que al fin moriré! Esteban, ¿Dónde estás?

Mientras, Emily estaba en la comisaría contando la historia a Hasber y Esteban mientras las lágrimas caían de sus ojos. Esteban se sintió realmente mal por ella, pero sabía que no podía siquiera decirle algo. Si era como las veces anteriores, era muy probable que ella le odiara o ya tuviera novio, en ese sentido Antonella no la dejaría tranquila.

Definitivamente ALGO había que hacer, y la única manera sería hablando con Smith y arreglando todo de una buena vez.

Los cuatro, con el ahora libre Ivan, no demoraron y montaron un par de caballos camino a donde Emily les indicó. Grigg tenía el leve presentimiento que algo estaba más mal de lo que creía…

---



Bueh, mil disculpas por la demora, y por no terminar la historia D: Que alguien le de un fin dramático porfa YOY
Por mi hubiera seguido, pero llegó mi vieja de visita y asdf, esta insoportable con qu eno use la pc YOY
Espero esté todo bien Barbie, cualquier cosa me dices y lo arreglo :3
Besos~

 

Re: Ciencia Traviesa

Esteban había cambiado de parecer; ya no le parecía demasiado divertido el viejo oeste, especialmente por el horrible calor y los tontos caballos. Oh, caballos... desde pequeño los odiaba: sus dientes grandes y amarillentos, el pelaje áspero, la forma en la que caminaban...

Grigg sacudió la cabeza y suspiró.

–¿Pasa algo? –le preguntó Ivan, mirándolo extrañado. Su amigo se estaba comportando raro.

–No, no, es sólo... que no sé qué esperar de todo esto –soltó, encogiéndose de hombros.

Hasber rió.

–¿Miedo, primito? –dijo después, con una sonrisita burlona en los labios.

–No, Sheriff.

–Es que te siento algo irritado... –siguió Hasber, mientras su caballo caminaba a la par del de Emily. Ésteban volvió a fruncir el entrecejo al ver como estos dos interactuaban, él siendo terriblemente amable y encantador y ella, por su parte, sonrojándose de forma tímida, tan distinta de lo que solía ser.

Un disparo al aire lo sacó de sus poco armoniosos pensamientos y puso a todos alertas. El segundo estruendo, ahora más cerca, hizo que el caballo de Emily relinchara con miedo y se parara en dos patas, tirándola.

–¿Qué diablos? –preguntó más como exclamación Ésteban, mirando a Joseph sorprendido. Lo desconcertaba que Antonella fuera tan lejos al incluir armas de fuego en el jueguito.

–¡Sí que estás perdido hoy primito! –gritó el Sheriff mientras subía a Emily a su caballo e Ivan le disparaba con saña al supuesto maleante– Mejor ve y busca a Antonella, nosotros nos encargaremos de él.

Ésteban asintió y salió a un galope bastante torpe hacia la estación de tren. Maldijo un par de veces cuando algunos disparos lo rozaron, pero no fueron muchos: sus compañeros resultaron más hábiles que los otros dos, lentamente superando a éstos en la batalla.

Después de un minuto de cabalgata llegó a la estación. No tardó demasiado en localizar a Antonella, encontrándola en ropa poco elegante y aún menos apropiada, atada a las vías, con cara de desesperación. A lo lejos ya se podía escuchar el silbido del tren acercándose, y esto parecía sacarla más de sus casillas, mientras forcejeaba contra sus ataduras. Al ver a su “príncipe azul” sonrió casi aliviada.

–¡Ésteban! ¡Viniste a rescatarme! –exclamó, contenta.

–No Antonella... vine a terminar con todo esto –contestó él, acercándose sin intenciones de desatarla aún.

–Sí, sí, ¡pero luego! –dijo alterada la rubia– No puedo zafarme y el tren estará aquí en cualquier momento. ¡Soy demasiado joven y bella para morir, Grigg!

Whut?

–¿Cómo diablos se te escapó esto de las manos, Smith?

–Es Joseph, él... –El pitido del tren la interrumpió, haciendo que abriera los ojos de forma exagerada, casi llorando. Ésteban reaccionó y se agachó junto a ella para desatarla. Los lazos de los pies fueron fáciles de deshacer, pero los de la parte superior de su cuerpo parecían casi imposibles.

–Grigg... vete, sino moriremos los dos –Antonella cerró los ojos con fuerza, casi resignada. El joven se sorprendió al escuchar algo tan poco egoísta por parte de la chica, de la cual esperaba más bien gritos y chillidos desesperados. Suspiró.

–Olvídalo, si te mueres no sabré cómo volver todo a la normalidad –dijo él como excusa del acto heroico que intentaba realizar.

–...Gracias por preocuparte –expresó ella casi al borde de las lágrimas, contando los segundos que les quedaban. Cerró los ojos. 5 segundos, 4... ¿O serían más? Qué importaba, eran segundos inútiles, perdidos. Resignada, le sorprendió cuando dos brazos fuertes lograron al fin jalarla de las vías, pocos segundos antes de que se convirtiera en puré. Esos mismos brazos se aferraron casi desesperados a ella, mientras su dueño respiraba violentamente, agotado por el esfuerzo y la adrenalina.

–¡¿Por qué diablos tuviste que configurar esto como en una maldita película de cowboys, Antonella?! –comenzó a quejarse el chico, sin soltarla– No sé si sabías, ¡pero las estúpidas ataduras en ese tipo de películas no se desatan hasta el último segundo!

Antonella emitió un sonido similar a un ronroneo suave, demasiado aliviada y feliz para reaccionar. Ésteban la soltó de su abrazo y la jaló por los hombros, entre enojado y satisfecho de haberla salvado.

–Antonella, por favor, sácanos de aquí. Este lugar es una pesadilla.

Ella lo miró con ojos soñadores, pensando todavía en cuan cerca estaba de ella, cuán cálido y...

–¡Antonella Smith! –Ésta parpadeó y asintió, sólo para desmayarse después.

–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– ​

Antonella descansaba entre sus sábanas de seda una vez más, sin ganas de despertarse. Sabía que Ésteban estaba sentado al costado de su cama, en parte por preocupación, en parte para que la joven no reseteara el día.

–En caso de que te interese –comenzó entonces Ésteban– apresaron a Joseph, Ivan tuvo una dramática discusión con Nikki que terminó en una declaración aún más dramática de amor, suficientemente melosa como para causarle diabetes a alguien. Después... bueno, Hasber confesó sus sentimientos hacia Emily, como si las malditas hormonas estuvieran flotando en el aire... pero de todas maneras Ems lo rechazó alegando que estaba completamente enamorada de mí.

–¿¡Que QUÉ?! –soltó Antonella, sentándose sobresaltada y mirando a Ésteban con asombro y odio, mientras maldecía a esa chiquilla que parecía también haberse escapado de su control.

–Ok, ok, era mentira, ahora mismo esos dos están hechos dos insoportables tortolitos... –dijo, con una sonrisa que a Anto más que burlona le pareció cálida– De todas maneras, era para ver si estabas despierta.

La joven se sonrojó, avergonzada.

–¿Estás mejor ahora, Smith? –Otra vez, Ésteban le pareció cálido y casi dulce, preocupado. Antonella asintió– Bien, así que ya nos puedes devolver a nuestro mundo...

La joven frunció el entrecejo pero accedió, tomando el control con el botón, abriéndolo por la mitad y reconstruyéndolo.

–Tengo tu palabra, Antonella –le recordó el joven, vigilándola.

–Sí, sí... lo sé –y apretó el botón una vez más.

–––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––– ​

Segundos después, estaba parada en su laboratorio una vez más, con Nikki mirando todo extrañada.

–Anto... ¿para qué fue todo eso?

La otra resopló.

–Ya no importa... ahora vete, necesito estar sola para pensar mi próximo plan –soltó de mal humor– especialmente ahora que viene el baile de disfraces...

¡El baile de disfraces! En los labios de Antonella se formó una sonrisita casi malévola.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––



​

Ésteban está también feliz de la vida de haber vuelto a la normalidad, pero debo otras contis y no me da el tiempo o la inspiración para describirlo :'D
​

 

Re: Ciencia Traviesa

Ciencia Traviesa.​

—Mañana será la fiesta de halloween; espero que prometas lo que hablamos.
—Por supuesto, Emily, yo cumplo con mi palabra. Te aseguró que mañana por la noche tendremos un show increíble de zombis—agregó Antonella con una sonrisa perversa. Era extraño creer lo que pedía Emily, pero se suponía que eran “aliadas” y el show de los zombies sería parte de la fiesta.

El celular de Emily sonó nuevamente; era la tercera vez que lo hacía, la chica miró el aparato, sonrió y se dirigió al ascensor para salir de aquel laboratorio.

— ¡Nos vemos! Ésteban me está esperando—dijo presionando el botón que abría la puerta.
— ¡Espera!—exclamó la peli purpura alterada, para luego tomar control de su expresión—. ¿De qué irás disfrazada?
—No sé por qué ha de interesarte, pero iré de bruja; así quiso que fuera Ésteban—contestó montándose en el ascensor. Antonella le dio una sonrisa tan amplia que asustó a Emily. La puerta se cerró y subió a Emily a la superficie.

Una luz verde indicó que Emily se encontraba fuera del laboratorio; Antonella río como niña pequeña mientras frotaba sus manos, Niki y Joseph se encontraban perplejos sin entender aquella alegría de Antonella, según los planes no había nada en marcha.

— ¿Puedo preguntar?—dijo Niki entre un susurró.
—Obvio. Pero sé que es lo que vas a preguntar y pues te voy a explicar—la chica se dirigió hasta Niki y la agarró de las manos para luego bailar con ella—. Mañana será el día de la fiesta y como pudieron haber escuchado, Emily se irá disfrazada de bruja; entonces será mi oportunidad para ir con el mismo disfraz de ella.
— ¿Qué ganaras con eso?—preguntó Niki.
— ¡No me interrumpas estúpida!—gritó al mismo tiempo en que la lanzaba al sofá.

Antonella sé colocó los lentes y tecleó por unos minutos su computadora. Joseph y Niki sé acercaron para ver la pantalla; en ella se podía visualizar el cuarto de Emily, que en esos momentos se encontraba vacío, sin ninguna persona.

—Sé puede saber que demonios tenés en mente—preguntó con un tono de arrogancia.
—Eres el menos indicado para preguntar, Joseph—la joven dirigió su vista al chico—. Te recuerdo que por tu culpa, el plan anterior no salió a la perfección.
—Mira Antonella, desde horita te comunicó que yo no soy como Niki; soy mucho más inteligente—apoyó su mano con fuerza sobre la mesa—, o es que tienes miedo de que yo me rebele.

La joven tragó saliva, por una parte se sintió intimidada por el joven; pues tenía razón en sus palabras. Él no era ningún tonto, Niki tampoco; y por ende no podía darse el lujo de perder a sus secuaces para realizar maldades. Suspiró para volver la vista al monitor.

—Les explicó… Puse una mini cámara en el cuarto de Emily, lo cual me comunicara ¿cómo será su disfraz de bruja? Con eso podré hacer uno idéntico, solo presiono un botón y la cámara brotara de ella un rayo que traerá una copia exacta del vestido. Así, en la noche, es decir en la fiesta; podre estar igual a Emily y con un cambio de voz que realice anoche; podré hacerme pasar por ella, hablar igual y estar en su mismo disfraz. Con esto lograré que Ésteban se fije en mí y baile durante toda la noche conmigo. Joseph se encargara de la música, cuando me veas con Ésteban pondrás un vals especial para ambos. Niki, estarás al tanto. Te daré un control por el cual deberás cuidar, ese control llamara automáticamente a los zombis, lo cual saldrán de sus tumbas y estarán dentro de la fiesta. ¡Será un gran espectáculo!

—Interesante—comentó Joseph.
—Sí, Joseph tiene razón. Pero son zombis de verdad.

Ambos miraron a Niki con incredulidad.

—Okey, ya entendí. Pero no crees que los zombis tardaran en llegar a la fiesta; del cementerio al colegio.
— ¡Exacto! Por tal razón hice que el cementerio se tele trasportará debajo del colegio. Eso quiere decir que estamos debajo de un cementerio, con puros muertos—rió con perversidad mientras daba una pequeña patada al suelo.
—Eres perversa—dijo Joseph con una sonrisa de lado.
—Gracias.

La peli purpura se levantó de la silla, tomó su saco y abrió el ascensor. Al estar dentro y ver que ninguno de los dos la siguió, los miró con el ceño fruncido.

—¿Qué esperan? Debemos ir al cementerio.
— ¿Cementerio?—repitió la rubia con un escalofrío sobre su cuerpo.
—Ajá, el cementerio—dijo Antonella.
—No se supone que está debajo de nosotros.
—Supones mal, tenemos que ir al cementerio para traerlo al colegio. Y que mejor momento que en la noche.
—Pero mencionaste que ya estaba aquí. ¿Por qué lo hiciste?—preguntó Joseph molestó, no tenía miedo de ir al cementerio; solo le molestó que Antonella le viera la cara.
—Era broma, solo para molestar a Niki. Mira como está temblando.

El trío de perversos se montaron en el ascensor para salir del colegio e ir al cementerio. Con una rubia nerviosa, un moreno serio y, una peli púrpura perversa.

***

— ¡Hola! Lamento haber llegado tarde. Se me habían quedado unas cositas en el colegio—informó Emily al entrar al cuarto de Ésteban, donde se encontraba él, Iván y Hasber, éste último estaba haciendo abdominales sin camisa. Emily no pudo evitar ver a ese chico tan guapo de esa manera, con su cuerpo sudado, la forma en que delineaba los cuadritos de su cuerpo. ¡Era un chico bello!

—No te preocupes mi amor, ven siéntate—le indicó Ésteban dándole un pequeño beso en sus labios. Emily se sentó en un sofá de tres personas, donde estaba Iván, Ésteban y Emily al costado.

Hasber se levanto del suelo, secó su cuerpo con una toalla y, agarró un vaso de agua, regándola sobre su rostro y parte del cabello. Eso lo hizo ver más sensual de lo normal. Movió lentamente su cabeza de lado, mientras los rubios cabellos se movían por la elevación.

—He, no mojes el suelo—gruñó Ésteban.
—No te preocupes primito. Me iré a bañar, vean la película sin mí—dicho esto abrió la puerta del cuarto y sé dirigió al baño.
— ¿Qué tanto piensas?—preguntó Emily a Iván, que era extraño verlo callado.
—Nada, bueno sí. Es Niki. No me da bola. Desde que le confesé mis sentimientos en el hospital, me anda esquivando. ¡Seguro me escucho!

***

— ¡Uchú!—estornudó la rubia mientras sacaba un pañuelo y limpiaba su nariz.
—De seguro alguien te está pensando o está hablando de ti—contó Joseph.
—No te creo capaz de creer en esas cosas tontas, Joseph—dijo Antonella caminando junto a los otros dos por el cementerio.
—Sí existen genios; porque no tener un poco de superficialidad.
— ¡Vaya! Últimamente andas muy hablador—la joven dirigió una mirada fugaz al chico. Éste se retractó de contestar, no quería dar más sospechas de la que había. Sí seguía así, Antonella no podría confiar en él, y nunca sé enteraría del secreto de los genios; para él ser uno.

Antonella se detuvo en el centro del cementerio, le indicó a Niki que alumbrara junto con Joseph un lugar determinado del suelo. La peli púrpura sacó de su bolso una especie de báculo, sonrió para luego enterrar dicho objeto en el suelo. A continuación, un rayó verde alumbro todo el cementerio; mientras que una ventisca de viento se deslizó por el suelo, levantando polvo y demás cosas que habían en el piso.

Niki agarró fuertemente del brazo de su compañero Joseph, cerrando los ojos y tratando de pensar cosas “lindas”

— ¡Listo!—informó Antonella con una sonrisa estúpida. Ese gritó hizo saltar a Niki.
—Q-quieres decir que debajo de está tierra ya no hay nada—tartamudeó la rubia.
— ¡Exacto! Todo lo que había debajo de está tierra, fue tele trasportado al suelo del colegio; es decir los muertos están debajo—contó Antonella sin quitar su sonrisa de satisfacción—. Ahora iré al laboratorio para ver cómo será el tonto disfraz de la tonta de Emily.

El ruido del celular de Niki hizo que Antonella se callara. La joven miró el número y pudo reconocer que era de Carly.

—Oh no, de seguro Carly desea hablar con Nick—la rubia tembló mientras miraba a sus compañeros. Joseph cogió el móvil y sé hizo pasar por Nick, cuando terminó de hablar el celular volvió a sonar; está vez era el número de Thomas Kuran, el chico ególatra, pervertido y adinerado del Sandy Bay.

—Aló. Sí, soy yo Niki. Ok no hay problema, iré contigo—al finalizar cerró el celular mientras soltaba un leve suspiró.
— ¿Quién era?—preguntó Antonella.
—Era Thomas, para que fuera su pareja en la fiesta. Por cierto, Joseph, qué te dijo Carly.
—Lo mismo, que mañana quería ir a la fiesta con Nick. Y, yo con gustó acepte.
— ¡No puede ser! ¿Qué haré? Antonella, debes crear algo para poder salir de esto.
—Jah, que estúpida. Crees que yo perdería mi tiempo haciendo un experimento para tu uso. ¡Para nada! Ni lo sueñes. Vámonos que ya tengo frío.

La rubia sé mordió la lengua para poder evitar contestar, sin duda alguna Antonella no tenía corazón; era una egocéntrica que solo pensaba en ella y en su tonto amor por Ésteban, que era lógico que él nunca le daría bola.

Al día siguiente…

— ¡Perfecto!—gritó una peli púrpura al contemplar el disfraz de bruja que cargaba en manos. El día había comenzado a su favor, las cosas estaban marchando bien según lo planeado.
–Si al menos me ayudará con mí vestido—reprochó Niki mientras terminaba de coser el disfraz que usaría para la fiesta, tanto el de ella como Niki y Nick.
—No sé cómo harás para estar en el mismo lugar como tú y Nick.
—Ya que no quisiste ayudarme; entraré como Niki, estaré un rato con Thomas y luego me convertiré en Nick, solo espero que no me descubran, y, también espero que Carley no sé sobrepase conmigo. Iuug.

—Gracias por prestarme el baño del laboratorio Antonella, el del colegio suele llenarse de idiotas y bueno, no estoy para perder mi tiempo en eso—avisó Joseph saliendo del baño con una mini toalla blanca que cubría su cuerpo desnudo. El joven tenía marcado su abdomen y unos brazos largos y fuertes. Sin lentes y con el cabello húmedo lo hacía lucir: sexy.
—J-Joseph, ustedes saben que pueden usar el baño cuando gusten—comentó Anto sin dejar de ver a Joseph; la joven se sonrojo al sentir que Joseph la miraba con confusión, rápidamente dirigió su vista hacía otra dirección.
—Vaya Joseph, no creí que estuvieras tan bien, jeje—rió tímidamente Niki sin dejar de coser.
—Nunca han visto a un hombre de está manera, qué patéticas—dicho eso el joven se retira para cambiarse.
— ¿Perdón? ¡Eres un idiota!—gritó pero el chico no le hizo caso a Antonella.

***

La fiesta estaba por dar inició; todos los alumnos entraban con sus típicos disfraz de noche de halloween, otros lucían algo más alegre, como el disfraz de Niki. La joven rubia rezaba a todos los santos que conociera para que nada saliera mal, haber aceptado salir con una chica y chico al mismo tiempo le traería problemas, y más, si por allí andaba Iván sin quitarle la vista de encima y su hermano cuidándola desde lo lejos.
Cerca del salón de fiesta estaban Joseph y Antonella, el primero con un disfraz de vaquero sexy que dejaba al descubierto su pecho, y la segunda con un disfraz de bruja idéntico al de Emily.

—Muy bien, cuando esté con Ésteban colocas la canción—recordó Antonella con emoción—. Y como luzco con la voz de Emily, seguro que sueno horrible.
—Pero te ves linda, y eso es lo que cuenta; de seguro Ésteban moriría al verte o besarte.
— ¿Besarme?—la chica tocó sus labios con los dedos, era mucho pedir que al menos recibiera el primer besó por parte de Ésteban, su amor desde la primaria.

Ambos entraron a la fiesta; ya todos se encontraban dentro, Hasber con su disfraz sexy rey egipcio, era más lo que dejaba ver de su cuerpo que el disfraz. Emily con el de bruja, Ésteban como un príncipe, que cubría sus ojos con un antifaz, al igual que el disfraz de ambas brujas, Iván como un vampiro…

— ¡Que comience la fiesta!—gritó el animador al mismo tiempo en que se prendía la música, todos los presentes buscaron sus parejas y comenzaron a bailar; al principió Emily estaba con Ésteban, tenía que esperar el momento preciso.


LOL, creo que el fangirlesmo por los chicos de este colectivo es demasiada, pero es que todos son tan kiut. Los adoro♥

Ya la mayoría sabe de qué tratara la ronda, donde Ésteban bese a Antonella por accidente, pensando que era Emily y ésta los ve y le cuenta todo a Hasber. La próxima es Cris; harás que Ésteban y Anto se besen y terminarás con que Emily los ve, luego seguiría Asumi; donde Emily le contará toda la verdad a Hasber y éste pide que se lo demuestre y lo dejarás donde Emily busca a Antonella. Después vendría Floe, y haría que Emily le diga a Anto que ponga en marcha el plan de los zombis que se encuentran debajo del colegio y saldrían en ese capítulo. Luego vendría Himekitat, donde Joseph arruinaría los planes para que estos seres se salgan de control, y al finalizar vendría Selenezca salvando la noche.
Kam lleva tiempo sin entrar a cemzoo y dudo que participe en está ronda, así que por los momentos no tengo nada pensado con ella.

Heather.
Christyn.
Asumi
Floekimflora.
Kamsayu.
HimekiTAT.
Selenezca.

Suerte a todas.
Abajo dejo el disfraz que usan en la fiesta.
También dejo una canción de Floricienta que estoy traumada por ella x’D.

http://blogs.cemzoo.com/heather-smith/blog/u101109/136412-trauma.html