One-shot de Inuyasha - Chocolate.

Chocolate.

Se levantó sigilosamente despojando su saco de dormir. Observó con cautela su alrededor. Sus compañeros estaban dormidos, incluso el hanyou acurrucado en el árbol, su respiración era lenta y tranquila. Sonrió para sí misma; de seguro estaba cansado, después de una ardua caminata todos estaban cansados incluso él aunque lo negara. Movió la cabeza a regañadientes reprendiéndose así misma por distraerse tenía que cometer su misión. Caminó despacio haciendo el menor ruid, fiándose el piso, estando al alerta, escuchando con cuidado las respiraciones de los demás. A zancadas pudo alcanzar su mochila amarilla, sonrió triunfante, ahora podía tener lo que tanto ansiaba ¿Cuándo fue la última vez que lo probó? No sabía con exactitud. Volteó a todos lados asegurándose que nadie estaba despierto y comenzó con su labor. Abrió el cierre con cautela, esperando cada cinco minutos hasta poder terminar el ruidoso zumbido que producía el cierre. Su rostro se iluminó al ver que estaba allí. Tan perfecta, sabrosa, tan, tan…Dulce.

— ‘Por fin’—pensó en sus adentros. La verdad era que nunca había disfrutado su mayor adicción. El chocolate. No podía comérselo públicamente, siempre tenía que dárselo al infante zorro que comía sin cesar dulce y lo envidia, tampoco podía comérselo en su época porque cierta personita la interrumpía y por ultimo le robaba su chocolate. Los quería en verdad pero a veces ella necesitaba su pequeña adicción. Sonrió divertida, estaba a punto de morderlo, a punto de acariciarlo con sus labios hasta que una respiración cerca de su oído la hizo voltear.
Respingó Kagome intentando callar el grito de terror que moría en su garganta. El chico de ojos dorados la había descubierto.

— Dámela— su voz era aterciopelada, tan suave confundiéndose por los ruidos del viento. Kagome tragó duro, la había asustado. Suspiró derrotada, ¿Cómo podría ganarle a los instintos de él? Era una mentira que él estuviera durmiendo. Inuyasha siempre estaba alerta…Siempre. Sólo para protegerla.

El hanyou la había observado cuando salió de esa cosa que acostumbraba ella. Se divertía observándola perdiéndose entre las penumbras pensando que lo engañaría. Incluso había olfateado aquel pedazo de chocolate que tenía en la mano antes de abrir la mochila. La mujer bufó, no sería tan fácil arrebatarse.

— No lo voy hacer—dijo dispuesta salvar su ultimo chocolate. No era posible que ayer llegara a esta época con una caja de chocolates y ahora se habían ido como agua entre sus manos. Inuyasha esbozó una sonrisa burlona y se acercó a ella, casi sus respiraciones se unían. Kagome se sintió morir.
Sus rostros estaban demasiados cerca, tragó duro sintiendo los latidos de su corazón en su agrganta, intento abrir sus labios pero estos temblaro; la ilucion de un beso estaba en el aire y antes de que pudiera reaccionar, Inuyasha le había arrebatado el chocolate comiéndoselo con rapidez, solo con dos mordidas para luego ralamer lso restos en sus labios, mostrando su sonrisa de victoria y burla. Kagome se quedo en shock. La rabia la había dominado. No era posible y todos sus esfuerzos en vano aparte de que él se había burlado de sus sentimientos…

— ¡Inuyasha Abajo!—gritó a todo pulmón, solo se escucho el pequeño ‘Crash’ antes de que todos los demás se despertaran. Solo vieron a una Kagome enojada gritándole al pobre chico en el suelo— ¡Tonto!— exclamó la chica del futuro bufando y cruzando de brazos.
¡Chocolate! ¡Estúpido chocolate!
Pensaron ambas cabezas, mientras una se levantaba del suelo y la otra se recostaba en su colchoneta. Sí, el chocolate podía ser tan dulce, amargo y engañoso pero a pesar de eso, es una gran adicción.

Bueno este escrito lo hice para un concurso, lo modifique y bueno mi inspiración fue el chocolate espero que les guste y comenten. No arrojen tomatazos.