Misato Aoyama Sentí mi vida irse lentamente...ya no podría ver al rostro de mamá, papá...Kaede...Shizune.. Kuroki Takeda...Mao...todos... —¿eh? Un fuerte alarido se hizo presente, el guerrero empezo a delirar en cuanto mencioné el nombre de aquel dios maligno, esto escapaba de nuestras manos, éramos guerreros samurái preparados para luchar contra enemigos armados de acero y habilidad...no contra fuerzas demoníacas y energías esotéricas brindada por seres superiores....debía actuar. —¡Señor Kenzo h-huyamos!— dije entre una fuerte tos sanguinolenta, tome al samurái del brazo para arrastrarlo fuera del local. —No podemos luchar contra Yokais, solo somos mortales ¡Y esta bestia!—volvia a toser sangre— ahora es un verdadero demonio ¡Debemos huir y advertir al clan!. Con gran fuerza y desesperación huimos hasta un punto lejano fuera de la armería para ocultarnos en algún lugar.
Kenzaburo Dejó que la mujer le arrastrara hasta la puerta de la herrería, más el ronin no se movió de su sitio. Miraba fijamente a Masaki, sus gestos, sus gritos y esa espada roja. ¿La espada lo estaba controlando? Se tapaba los oídos como Rengo y al parecer mantenía una charla interna con una voz, como el pequeño Harima. Los acontecimientos que desencadenaron en esa locura animal en el enemigo lo sobrecogió, siendo una clara señal de que las artes espiritistas debían de ser enterradas bajo tierra y lanzar esa espada al mar. Si una voz en tu cabeza, más una espada que no alcanzaban a entender podía sembrar la locura en la psiquis de una persona, no era algo bueno. No podían dejar que ese sujeto siga sin más con esa espada. Debían de quitársela, debían de arrebatarla para poder destruirla. De ese modo podría salvar a Rengo, era la única forma y ahora lo comprendía. Tenían que destruir la fuente de poder de Mara; era lo correcto, liberarían a Rengo de su pesadilla y destruirían gran parte de un mal que se extendería por Japón. Pero aunque sentía que su deber con Rengo no era tan intenso como con el de Takeda, sabía que estaban ligados, entrelazados. Uno mismo era el otro y viceversa. Se aferró a su katana, con el rostro ensangrentado, con el costado de su cuerpo hipeando inconscientemente al estar perdiendo demasiada sangre; estaba con menos fuerza que al principio, pero aún así pudo detener el avance de Misato. Le tomó una mano, manchando sus dedos con su sangre. Le sonrió levemente, apenas una curvatura de sus labios. —Pensé en escribir una carta a Takeda. Incluso otra a Mao. No hay tiempo para esos detalles. Me consta saber que les dirás que intenté proteger el legado de los Minamoto. La espada que tiene este sujeto es la respuesta a todas tus preguntas sobre Rengo. La necesitamos. La necesito. Tengo que destruirla. No puedo dejar que este demente siga atormentando a personas inocentes. Hoy fuimos nosotros, mañana será el herrero. Otro día será nuestro señor. —apretó con fuerza la mano de ella, acentuando su decisión. —Es un poder que muchos quieren para sí, pero yo quiero destruirlo, es la única forma. Por favor, Misato. Vete ahora, vende mi caballo y toma esas monedas para comprar otro y llegar cuanto antes junto a Takano. Los gritos de Masaki le obligaron a prestarle atención nuevamente, estaba perdiendo el juicio cada vez más y él mismo sentía como Shi, la katana del Taira, parecía hablarle en susurros, en un idioma que no lograba comprender. —¿Y si hay más malos? ¿Mas que tú y tu nuevo amigo? ¿Que harás? Kenzaburô se quedó en silencio, sintiendo la mirada de sus tres amigos. Movió su katana invisible mientras hablaba: —Entonces moriré luchando hasta la última gota de sangre, como mueren los héroes. No supo porque, pero ese pequeño recuerdo inundó su mente y se aferró a su katana con más fuerza si cabe. Era un recuerdo difuminado, de antaño, de cuando apenas era un crío con sueños y anhelos, con la inocencia característica de la edad. Arrugó el entrecejo, sabía que no siempre era bueno que el cerebro juegue con sus recuerdos, solo dictaminaba un final inminente. "Miedo, jamás", se repitió para sí mismo. Los impulsos animales, recordó que su maestro le dijo, eran tres. Huir. Esconderse. Atacar. Y a él solo se le había enseñado uno de ellos. "Ante el peligro, los animales sólo tienen tres salidas: esconderse como los conejos, huir como los ciervos o atacar como los leones. ¿Qué eres tú, Kenzaburo?" —No te detengas, por nada del mundo te detengas. Y recuerda que el camino correcto a veces es el menos esperado y el más gentil. Vive bien y ten una larga vida. —y le dio la espalda, contemplando al extraño enemigo que tenía por delante. La faz de Ayame sonriendo se cruzó por su mente por unos brevísimos segundos. ¿Qué eran todos esos recuerdos? Se rascó el pecho, su corazón ardía. —Dame la espada. —ordenó a Masaki, extendiendo una mano hacia él. No lo atacaría en desventaja, Kenzaburo era alguien honorable, no atacaba a traición. —Es una fuerza que tú no comprendes. Te liberaré de su carga.
Misato Aoyama Mi fuerza fallo nuevamente, Kenzaburo freno nuestra huida. —Señor es muy peligr....—intente convencerlo del riesgo asumido, pero el recordaba su misión como Bushi de los Minamoto, lucharía con honor para defender a su señor, el miedo para el era solo una pequeña roca...un estorbo que podía hacer a un lado... —¿Un héroe?—susurre replicando parte de las respuestas del Ronin, la determinación y sentido del deber trajo por unos instantes la imagen del abuelo...terco y inamovible...dispuesto a caer con honor. —Takeda recordara siempre su valor kenzo-san—dije con una reverencia (con el dolor) para el samurái valeroso que tenía ante mi—Me encargaré de no dejar tu hazaña en el olvido. Mi conciencia me había traicionado y deseaba luchar a su lado...no podía permitir que un cobarde escudado con poderes oscuros siembre el caos y asesine maestros formados tras 10 inviernos de esfuerzo y entrenamiento, solo éramos cucarachas al lado de este guerrero; era deshonra luchar de aquella forma. No quería huir... Pero ¿No era más deshonroso simplemente quedarse a luchar y morir dejando libre a una sería amenaza para el clan, tarde o temprano iría a por todos...todos pereceriamos. La herida continuaba sangrando, el sudor frío y la hiperventilación agotaban mis fuerzas a cada paso, debía huir a otra ciudad; pero antes debía detener el sangrado lo más rápido posible. Entre hipidos y lágrimas recorriendo mis mejillas enfunde mi katana y escape con sigilo, hasta la clinica, evadirme cualquier obstáculo hasta dar con la entrada a la clínica local. —A-ayuda por favor....u-un bandido atacó la armeria...p-pude escapar y un es-p-padachin lo está enfrentando...fui herida s-solo quiero detener este sangrado y huir de la ciudad—rogue apenas conteniendo mis lagrimas, Masaki estaba herido pero no tanto como Kenzo...estando al borde de la muerte era poco lo que podía hacer, solo luchar... Y yo huir con información valiosa.
Casa de armamento [Kenzaburo] Masaki miró a Kenzaburo y sonrió —¿Crees que podrás controlarlo?— clavó su espada en el suelo de madera para sostenerse y evitar caer y verse como un débil —¿Tú me entregarías tu katana? —preguntó burlón —Lo dije desde un inicio ¡DETESTO QUE ME TRATEN COMO A UN IMBECIL!— Golpeó la mano de Kenzaburo, alejándolo de él. Los ojos de Masaki estaban cada vez más erráticos, perdía el control —¿Y tú crees entender esta fuerza? —Preguntó —Mira tu cuerpo; no puedes ni soportarla físicamente. Masaki veía a Kenzaburo sangrando, pero había perdido de vista a Misato, esto hizo que su sonrisa se desvaneciera —Todos huyen, todos temen a mi poder — sonrió —Ahora veo que eres en verdad valiente; pero la valentía no te servirá de nada cuando te mande al infierno. Contenido oculto Contenido oculto rapuma, ya perdiste tu oportunidad de atacarlo sin defensa, esquiva o mueres Clínica [Misato] Misato había actuado con inteligencia mientras Kenzaburo con coraje, al final, un equipo perfectamente alineado; no servía de nada que ambos murieran allí. Los presentes se alertaron al escuchar las palabras de Misato; pero no parecían del todo sorprendidos. Un hombre atendía a una mujer, ajustaba el vendaje de su frente mientras ella miraba a Misato mientras otro hombre se acercaba a ella y rápidamente la sostenía, para iniciar a tratar sus heridas. Aquella mujer se levantó, se acercó a Misato y colocó su mano en su hombro, no dijo nada solo afirmó ante ella mientras Misato era atendida. Contenido oculto La misteriosa mujer salió de la clínica. —Señorita por favor; no se mueva —mencionó el hombre que ya rociaba alcohol en las heridas, pues debían actuar rápido para detener el sangrado. Contenido oculto Kuno Vizard te recuperarás al 100% en mi siguiente post. Masaki Kenzaburo Misato Nivel 4 Pv= 67 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 33 Fuerza= 9 Protección= 6 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 25 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta)
Kenzaburo Apartó la mano ante la abofetada en ella; gruñó como un lobo y separó los pies a la altura de sus hombros. Hablar con ese demente no era buena idea, pensó. Movió la katana al estilo de su escuela secreta, Niten Ichiryu, la cual Kato lo había visto digno de ser capaz de andar por la senda de la perfección Harima. E irónicamente su técnica valía contra el cuádruple de enemigos, era inválida para un solo enemigo en concreto. —¡Herrero! —gritó hacia el responsable de la armería. —¡Deme una de esas armaduras samuraís, maldita sea! —y no esperó a respuesta, lanzó el brazo de costado, intentando alcanzar una armadura completa que le sirviera de protección contra la fuerza de aquella bestia. Aunque no estaba seguro de poder conseguirlo al cien por cien; si Kenzaburo desviaba la vista de los ojos de Masaki, éste entraría en cólera y atacaría sin más. Ahora mismo eran dos cazadores; dos depredadores que no acostumbraban a retroceder en ningún momento de sus vidas.
Casa de armamento [Kenzaburo] El herrero no pudo reaccionar; mientras que Kenzaburo no pudo distraerse demasiado en el robo del yoroi; Masaki aprovechó esa abertura y atacó con fuerza; dejando a Kenzaburo agonizando. Estaba en la misma situación que en Tsu, de nuevo a merced de la espada de su enemigo. Masaki soltó una risa descontrolada —¡ESTE ES MI PODER!— señaló a Kenzaburo —SERÉ MAS GRANDE QUE CUALQUIER PORTADOR DE ESTA KATANA Una risa sutil se escuchó de fondo, Masaki se giró para observarla ella estaba ya a una distancia de ataque de él; pudo haberlo atacado por sorpresa, pero no lo hizo; esto molestó profundamente a Masaki —El más grande sigue con vida, y tú...—lo miró de arriba hacia abajo con una expresión serena. Era una mujer menuda, su rostro ya mostraba los años vividos; algo en su mirada denotaba seguridad. Su ropa parecía los de una sacerdotiza; pero algo en ella era diferente al resto. Contenido oculto —... no te acercas ni un poco a su grandeza; eres la sombra de los predecesores de esa katana, eres un niño que se acerca a la flama y la toca esperando sentir su suavidad, pero termina herido— mencionó la mujer mirando después hacia Kenzaburo, no le dijo nada, simplemente revisó su respiración, al darse cuenta que estaba vivo, le era suficiente. —¿Por qué interfieres en esta pelea? Maldita mujer, te cortaré primero antes de terminar con él — mencionó para después abalanzarse en un ataque hacia ella; no bloqueó el ataque pero recibió sólo un ligero corte en el hombro, pues su defensa era digna de admirarse. —Lo hago porque he sobrevivido antes a esta katana; y lo hice frente a un mejor portador — lo miró con seriedad, no sonrió, no se burló. Luego fue ella quien atacó, no parecía ser demasiado hábil con el sable; aquello daba una mala señal. Masaki sonrió ante tal demostración; esquivó el ataque con facilidad para después desarmar a la mujer; Masaki soltó una risa burlona mientras lanzaba lejos aquella katana —Y aquí llegas, sacerdotiza... —no pudo detener su burla, pero la mujer seguía serena, sin ningún tipo de temor. Contenido oculto rapuma Clínica [Misato] Aquel hombre terminó de sus curaciones; Misato estaba lista para partir —No fuerce su cuerpo; las heridas podrían volver a abrirse, viaje con cuidado Contenido oculto Kuno Vizard estás al 100% :3 Puedes irte de Chiryu usando tu caballo; o puedes ayudar a Kenzo nuevamente xD Masaki Kenzaburo Misato Sora Nivel 4 Pv= 67 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 2 Fuerza= 9 Protección= 6 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 60 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta) Nivel 5 Pv= 93 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana = +2 (desarmada)
Misato Aoyama El sangrado había sido detenido y el tiempo de tratamiento ayudó a reponer mis energias, estaba algo en paz al haber escapado sigilosamente para evitar dejar un rasgo de sangre; aún podía percibir el aroma ferroso de la sangre pero solo impregnada en mis ropajes. —Muchisimas gracias, tenga su pago—agadeci con una leve reverencia, ahora podría marcharme sin problema alguno aunque....deberé dar la lamentable noticia de la caída de uno de los nuestros...arruge la cara furiosa al imaginar a un asesino robando la espada del samurái. No habría forma de recuperarla si en ese mismo momento partia hacia Kioto donde acabaría en manos de Akishino. —Pero...¿Quien era ella?— mi mente dio entonces con el detalle de la mujer misteriosa que posó su mano, su mirada transmitía un aire de consuelo, un sentimiento de apoyo...reconocí su vestimenta, asemejaba a una sacerdotisa mi hermana mayor solía transmitir energías cordiales al igual que la sacerdotisa de nuestro pueblo... —¿Que habría querido decir? Aquel gesto era sin duda de apoyo y deseos de proteger a los desdichados...si trata con el mundo espiritual...¿Pudo ver nuestra situación a través de mi? ¿Porque aún no deseaba huir? ¿Era por mi nata vocación Shinobi de no dejar a un compañero morir? Me asqueaba que un guerrero, quien ni en el momento que vio la falsa disolución de su clan, no dudo de alejarse de su señor...un hombre que deseaba liberar Japón de cobardes tiranos, capaces de escudarse en poderes y armas del otro mundo; nunca perdió la fe en Takeda... permanecío a su lado, peleando así por recuperar el arma de su señor. Guiada por mi intuición salí de nuevo camino a la armería...a solo unos pasos de nuestro campo de batalla me aproxime con sigilo a la entrada de la misma estaba abierta; alguien había entrado... Agazapada me acerque al borde de la entrada, escuché la voz gutural y demente de aquel sujeto..¿Que estaba ocurriendo? Podía escuchar a alguien más. Con mi pulgar libere una parte de la katana amatista cuyo reflejo aún intacto me mostró como el desquiciado de Masaki observaba con un odio palpable a la misma mujer quien no parecía temblar ante su presencia ¿A caso estaba loca? Y ....recordé sus atuendos...si de verdad era una sacerdotisa tal vez pudiese hacer algo con tan despreciable guerrero. Enfunde la amatista, aún agachada asome mi cabeza y allí lo vi...mi ojos cristalizaron al ver el cuerpo inerte de Kenzaburo en medio de un charco de sangre...pero un vistazo muy detallado me permitió ver su débil respiración ¡Aún estaba vivo! Había aprovechado mi habilidad de sigilo con la esperanza de despistar a Masaki y aprovechar su ausencia para dar una digna sepultara, de un Minamoto a otro...éramos familia y no iba abandonar su cuerpo así como asi. En lugar de eso una oportunidad se presentaba ¡Podía intentar salvarlo! Vi de nuevo y vi que la mujer estaba sin arma alguna, el miserable estaba a poco de matarla, aquel hombre daba asco. —Pero ¿Que planeaba aquella mujer? No muestra ni una pisca de miedo—Murmure mientras intentaba ver quién podía ser ella...pero también debía ver mi oportunidad de salvar a Kenzo...Dioses por favor ayúdenme.
Kenzaburo Shi completó su viaje mortal hasta asestar de lleno en el pecho del samurái, quién al recibir el impacto abrió los ojos incrédulo. Le habían alcanzado en fragmentos tan rápido de tiempo que apenas pudo asimilar que estaba vencido. Se oyó el crujido de algun hueso y la explosión carmesí estallando de su tórax. Kenzaburo cayó de espaldas, sintiendo el golpe en la nuca del suelo frío de la armería. Respiraba con dificultad. Sintió la punzada profunda de dolor seco, luego un inmenso cansancio. Ya no sabía si respiraba. Oyó las voces distorsionadas de Masaki y Sora, como si fueron las voces de los dioses llamándolo con esmero a su reino inmortal. Kenzaburo inspiró aire para recuperar fuerzas y miró a su alrededor. Masaki estaba luchando ahora contra una mujer, una mujer que el ronin no conocía. Se sentó lentamente en el suelo, se puso una mano izquierda sobre la herida abierta del pecho para disminuir la sangre que regaba sobre el suelo de madera y con la derecha tomó su katana y la usó de bastón para ponerse en pie. Su cuerpo se irguió y apoyando la izquierda en el suelo, empezó a levantarse de nuevo. Un samurái de los Minamoto muere en pie o no muere. Herido y sangrando y vacilante pero con orgullo y decisión repitió el movimiento de desafío al Taira, haciendo el giro característico con su katana y bajo la disciplina de la escuela secreta de Kato Harima. Quería hablar, quería decir algo pero su garganta se encontraba cerrada, como si le estuvieran asfixiando muy lentamente. Aquella exhibición de pundonor más allá de todo lo imaginable; todo por una persona, por un hombre, por un apellido. No caería tan fácil, era la mano ejecutora de Takeda y a él se debía todo este esfuerzo inhumano; una lección de dignidad la cual Takeda nunca sabría: Kenzaburo estaba llevando al límite su espíritu. Kenzaburo permanecía así de pie, temblando, sin ver al enemigo, resistiendo.
Casa de armamento [Kenzaburo] Masaki se descontroló al ver como Kenzaburo se ponía de pie nuevamente —¡MUERE DE UNA BUENA VEZ!— gritó molesto atacándolo con fuerza; pero Kenzaburo esquivó el ataque con una facilidad sobrehumana, a pesar de pérdida de sangre. Masaki lo miró aun mas enervado que antes —¡Se están burlando de mi!— después Kenzaburo atacó pero este también logró esquivar, sus movimientos alertaron a Sora. Misato había esperado el momento perfecto; estaba agotada pero podía volver a pelear, esa era su resolución. Esperó para después salir disparada, haría un ataque sorpresa; pero este no funcionó. Masaki giró a tiempo para bloquear su katana —¡Volviste a morir como corresponde! Después fue el turno de Sora quien no trató de recuperar su arma; golpeó con sólo la fuerza de sus manos a la katana de Masaki; pero este logró esquivarla —¿Tratas de destruirla? — volvió a reír —¡No hay poder humano que pueda hacerlo! Contenido oculto rapuma Kuno Vizard el siguiente ataque es para Sora Masaki Kenzaburo Misato Sora Nivel 4 Pv= 67 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 2 Fuerza= 9 Protección= 6 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 60 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta) Nivel 5 Pv= 93 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana = +2 (desarmada)
Kenzaburo Era un autómata; su instinto animal le decía que el borrón más grande que estaba frente a él correspondía a la silueta de Masaki, a la cual atacó con fuerza, pero éste esquivo el ataque de igual forma. Fue tan fuerte el impulso que chocó contra la estantería de la armería, recargando un poco su peso en ella. La resolución de no morir, de no ceder, de no huir era lo que le mantenía con vida, su espíritu de fuego estaba quemando su consciencia, no dejaría que desfallezca sin antes dar todo por el todo: como les dijo a sus amigos de antaño, cuando eran unos críos inocentes: así debían morir los héroes. De pronto sus piernas temblaron y tuvo que sujetarse con mucho ahínco sobre la madera de la recepción. Kenzaburo quiso levantarse pero su cuerpo ya no respondía. Se quedó sujeto como un malnacido, repleto de sangre, suciedad; el rostro feroz, barbudo, rojo por la sangre y la cólera. De pronto dejó de sentir, de pensar, de ser... Sólo le quedaba el murmullo de la fuente del jardín de la casa que lo vio nacer, donde jugaba con sus amigos las tardes de verano, mientras sus padres dormían y el viento mecía las hojas de los árboles con el calor cálido de Japón. Aún así, como movido por los dioses, con el pecho abierto y la herida en su costado, su cuerpo se irguió. No era de una estirpe normal. -La armadura... herrero... -musitó entre toses y flemas de sangre. Atacó nuevamente, sin ver que Misato volvía a ponerse en peligro si eso significaba darle una oportunidad al ronin.
Misato Aoyama El conflicto creció en mi corazón, no sabía si irme como había prometido o aprovechar la oportunidad de salvar la vida de alguien importante, si moría significaría incluso perjudicial; el Lalago...si caía en manos del Taira demente, Yin y su clan serían rastreados y masacrados, la culpa me perseguirla hasta después de mi muerte. —lo siento señor....yo...no...soy distinta s-su alumna después de todo—Dije con un tono melancólico, el clan pagaría un precio alto mi rebeldia, aún con un semblante sereno en mi interior rezaba desesperada por una salvación...regrese al ver a aquella mujer de rostro solenme sentí renovada mi fe. Solo podía luchar y de paso ver a un samurái caer...debería estar orgullosa pero... —Mi corazón está con mi familia, no sé si mi primera familia fue aniquilada...se que usted es un samurái pero espero entienda que valoro el honor y la vida de mi familia— enfoque mi vista en Masaki, rogue a los dioses por un castigo ejemplar para el desgraciado...debía morir la Miko y yo debíamos lograrlo. La mirada de la mujer, revivió el recuerdo de mi último maestro; también en Kato Harima— Y no soportare que un oportunista se jacte de un poder que jamás le perteneció y asesine sin más a alguien que admiro. Tome de entre mis prendas un Kunai y de nuevo me lancé a atacarlo.
Casa de armamento [Kenzaburo] El primero en atacar fue Kenzaburo; cortándole un poco el brazo, después Sora intentó acercarse a él, pero con la katana protegiéndolo le resultó imposible tocarlo, pero no por ello estaba indefensa, se movía con agilidad y fuerza suficiente como para bloquear aquella katana con sus movimientos corporales. Aquello era un estilo de kenjutsu. Mientras tanto el armero le entregó a Kenzaburo el yoroi, para después volverse a ocultar mientras temblaba. Misato también arremetió con mucha fuerza; la katana que portaba le dió un impulso adicional, ayudándola a conectar el ataque a la pierna de Masaki; para después clavar la kunai en su pecho. Lo estaba hiriendo; pero aquel hombre no caía, no iba a hacerlo, su mirada estaba perdida en la locura; comenzó a reír a cada paso que daba, estaba fuera de sí. Contenido oculto rapuma Kuno Vizardeste va para Misato el siguiente ataque es para Kenzaburo Masaki Kenzaburo Misato Sora Nivel 4 Pv= 47 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 2 Fuerza= 9 Protección= 6 Yoroi simple= +10 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 60 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta) Nivel 5 Pv= 93 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana = +2 (desarmada)
Misato Aoyama Los ataques está vez habían sido los esperados, Masaki recibió un daño más considerable y debíamos continuar así, visualice en mi mente como juntaba ambas palmas para implorar fuerzas a los dioses, la sacerdotisa no perdía ni un solo atisbo de calma por lo cual parecía segura de derrotar al desquiciado que no paraba de reír como demonio. Aún conservaba cuatro Kunais debía dar otro golpe en su pecho si deseaba darle fin a esta batalla infernal. Tome el Kunai y me dispuse a atacar de nuevo.
Casa de armamento [Kenzaburo] La pelea se tornaba muy compleja; Masaki parecía perder el control; Atacó a Misato con gran fuerza, abriendo nuevamente sus heridas; estaba en peligro; aun así Misato logró recuperar su arma, mientras que sus ataque fueron nulos debido a que Masaki esquivó los ataque sin ningún conflicto, Ni kenzaburo ni Sora pudieron hacer nada al respecto; Masaki era superior, y si no lo derrotaban pronto; Kenzaburo y Misato terminarían muertos. Aquella mujer juntó sus palmas, un pensamiento que justo pasaba por la mente de Misato en ese momento. — Zao Gongen; quemo mi energía ante ti para que seas tú quien decida el camino correcto— rezó la mujer para después acercarse con una velocidad increíble hacia Masaki. Este respondió ante su ofensiva pero fue mucho más lento. Sora atacó con tres golpes directos en Masaki, lo suficientemente fuertes para hacerlo escupir sangre. Contenido oculto rapuma Kuno Vizard el post de Kuno ayudó a que recuperara su katana; pero no espero al de rapu porque Masaki esquivó los ataques. El siguiente ataque va para Kenzaburo. En este turno Sora utilizará su habilidad (colocada en el post pasado) Y para explicar lo que hizo Sora... pues es de las habilidades más complejas; es la escuela de Shugendo= Contenido oculto: Shugendo Cuando un rival es superior en fuerza, defensa y habilidades; sólo puedes contar con ser escuchado por los kamis. El shugendo te permite pedirle a los dioses por ayuda, a veces serás escuchado y a veces serás ignorado. Los kamis saben ya perfectamente el resultado de la pelea, y esta ayuda, aunque no siempre sea favorable para el que la pide, debe suponer un sacrificio, el que invoca los poderes del shugendo, debe sacrificar algo a cambio. Esta técnica representará un turno, en ese turno ni el jugador ni el enemigo tirarán los dados usuales Lanzará 3 dados de 30 caras; estos representarán el impacto directo a su enemigo (no deja defender ni con sus atributos al enemigo), cada resultado de dado se suma en sí mismo, es decir; si el primer dado es un 15 se sumará 1+5 que da de resultado 6. Ese sería el daño directo del primer dado, y así consecutivamente Los resultados del daño por estos dados se suman a los atributos de fuerza si es que el jugador tiene (incluye bonificaciones por katana y ventajas) Después, sólo el que activó esta habilidad, deberá lanzar 3 dados de 100 caras; estos representarán la experiencia utilizada para activar esta habilidad. Sólo el que ativó la habilidad podra utilizar sus atributos de protección El enemigo debe también lanzar 3 dados de 30 caras; y la suma es del mismo modo. (incluyendo sus atributos de fuerza, ventajas y bonificaciones de katana) Los dados que supere al del otro serán lo que se sumarán. Ejemplo: Jugador tira: 23; 9; 15 Enemigo tira: 13; 4; 20 El primer dado de 23 es superior al dado de 13; así que el jugador suma 2+3= 5 El segundo dado de 9 es superior al dado de 4; así que el jugador suma 9 El tercer dado el 20 es superior al dado de 15; así que el enemigo suma 2+0= 2 Por lo tanto el impacto directo del jugador al enemigo es de 5+9= 14 Y el impacto directo del enemigo es de = 2 Restricciones= Sólo puede usarse una vez por combate Masaki Kenzaburo Misato Sora Nivel 4 Pv= 24 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 2 Fuerza= 9 Protección= 6 Yoroi simple= +10 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 24 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta) Nivel 5 Pv= 93 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana = +2 (desarmada)
Kenzaburo —Misato... La figura de la mujer se abrió delante de sus ojos, allí estaba ella, herida de nuevo, intentando arrastrar a Masaki al infierno. Eran tres contra uno y la bestia seguía dando pelea; era un lobo herido, acorralado, pero toda bestia herida era más peligrosa que antes.
Misato Aoyama Mi orgullo estaba por dictar mi final, estaba buscando un final como las miles de historias de muertes gloriosas relatadas por el abuelo; solo pude reír por lo bajo, reí porque aún con mis experiencias aún era una cría ingenua, buscando emular las epicas luchas de guerreros cuyo final estaba más que escrito...incluso si dejaba en riesgo al clan. —Yin— susurré mientras tomaba el Lalago manchado de sangre, parecía acertado haber despedido al clan Tao aquella noche...estábamos en una guerra por empezar. Era muy posible que más adelante otros más caigan frente a guerreros como Masaki. —Tome esto señora— aprovechando la brecha de tiempo en el ataque a Kenzaburo coloque en manos de la sacerdotisa el Lalago sin siquiera apartar mi vista —usted parece tener más probabilidades de ganar, así que...le ruego apenas termine o escape quiero que espere unos días y lleve esto a Yin Tao....no me importa dar la vida como orgullosa espadachín que soy...pero no soportare ser la que o-ocasiono l-la muerte de alguien muy especial. La sangre escurría de nuevo bañando mis pies, mis fuerzas mermaban pero podía permanecer en pie, ambas debíamos dar el todo para dar un fin a la carnicería que acontecía en la armería. —¡Vamos!—rogando a los dioses me dispuse a atacar nuevamente.
Casa de armamento [Kenzaburo] Ambos seguían peleando, huir no parecía estar en su vocabulario ahora que la pelea estaba por culminar. Sora los veía y le recordaban viejas memorias, sonrió al ver el espíritu tan férreo en personas tan jóvenes. Miró su mano y observó el lalago entregado por Misato; la observó mientras ella le decía lo que parecían ser sus últimas palabras, sonrió y los observó atacar a Masaki quien miraba al cielo en confusión; mareado y lleno de sangre. Bajó la frente al ver los movimientos de Kenzaburo y Misato. "Pero ustedes..." Pensaba Sora mientras se mantenía detrás de ellos, viéndolos correr con sus katanas ensangrentadas hacia el enemigo que los esperaba temblando por el dolor físico. Los tres estaban cerca de la muerte; por eso sus sentidos estaban al límite. "Ustedes no entienden que los kamis ya han decidido este encuentro, negarse a su decisión es como tratar de apagar la claridad del Sol" Siguió pensando Sora mientras veía como Masaki se preparaba para el embate, la sangre escurría de su boca en una mezcla con su saliva —¿Esto querías para mi? —preguntó Masaki mientras los ataques de ambos entraban al unísono, como un equipo completamente coordinado; y esos ataques hubieran bastado para detenerlo de una vez por todas; pero hubo un tercer ataque, uno que nadie de los presentes esperaba. Contenido oculto Masaki clavó a shi en su estómago —Caminaré en el infierno de ahora en adelante; pero no por la decisión de ningún Dios. Porque muero como he vivido, a mi modo —miró a Kenzaburo después a Misato, para después; lentamente ir cerrando los ojos. Sora ya esperaba este resultado —Un alma confundida —mencionó mientras el cuerpo de Masaki caía a los pies de Kenzaburo y Misato —Imaginando que cada evento negativo o coincidencia fueron desencadenados por sus acciones; el creer que él provocó su propia muerta le dio ese sentimiento de estar en control de algo que él ya no poseía, de algo que nunca fue capaz de controlar. Llevó su mano a su frente vendada —Qué dolor de cabeza —dijo para después acercarse a Misato, extendiéndole el lalago —Creo que esto es tuyo... en cuanto a esta espada Contenido oculto rapuma Kuno Vizard Sora destruyó su defensa gracias a la ayuda divina, que en el mundo del rol es conocido como suerte en los dados. Sus ataques bastaron para matarlo y les recuerdo que sólo pueden usar una kunai por turno; Misato al poseer sigilo puede cargar 6 en combate y Kenzaburo sólo 3 Contenido oculto: General; ganancia de EXP Ganar una pelea (todos obtendrán esta EXP en equipo)= 300 EXP Matar un rival nivel 5 = 250 EXP [Kenzaburo ya que él fue quien incitó la pelea] Ayudar a matar a un rival nivel 5= 150 EXP [Misato por ayudar a Kenzaburo] Masaki Kenzaburo Misato Sora Nivel 4 Pv= 0 Fuerza= 10 Protección= 20 Katana shi= +20 ataque Nivel 2 Pv= 2 Fuerza= 9 Protección= 6 Yoroi simple= +10 Katana = +18 ataque Nivel 1 Pv= 24 Katana amatista = +13 ataque (si es que decides usar esta) Nivel 5 Pv= 93 Fuerza= 3 Protección= 27 Katana = +2 (desarmada)
Kenzaburo Finalmente había cedido, bajo su propio filo, bajo su propia ley. Así morían los valientes: ese Taira tenía valor y Kenzaburo admiraba el valor del bueno. No era tan sencillo quitarse la vida. —Esta espada... —mencionó Kenzo mientras se agachaba y tomaba a Shi en sus manos. —Me encargaré de destruirla. ¿Quien eres, mujer? —preguntó a Sora. —¿Porque nos has ayudado? Observó a Misato y afirmó en su dirección. Había vuelto. Acababa de cerrar un círculo de fidelidad por siempre junto al ronin. —Señorita Misato... creo que tenemos que atendernos antes de partir. Se recargó en la recepción, respirando con pesadez, observando el brillo carmesí de la espada maldita. Debía de llevarla junto a Takano y probar ideas para sellar el poder de Mara. Aunque ahora que la tenía entre sus manos sentía una fuerza recorrer su brazo que no podía explicar.