Drake Orestes Otro Dratini paso por nuestro alrededor. Por el momento el tema de la pesca estaba pareciendo lento y aburrido. Aunque...¿no se suponía que así era la pesca realmente? Algo menos entusiasmado, volví a lanzar la caña. 4/5
Drake Orestes Un...Magikarp. Salto fuera de la charca y comenzo a saltar por todas partes, hasta que lo agarre y lo puse en la cesta. —Puede que solo sea un Magikarp, pero es más grande que el Pokémon que atrapé primero. Deberían pagarme más por el, ¿No? Con esa idea en mente, lance la caña otra vez. 5/5 Wishiwashi (1) Magikarp (1)
Drake Orestes Al lanzar el anzuelo por quinta vez golpeó en la cabeza a un Dratini, quien molesto por el golpe trituro el anzuelo con su boca. Genial, uno menos. Saqué el último anzuelo que me quedaba, y entonces Arcanine me llevo al centro de la laguna montado en su espalda, quizás por aburrimiento o por querer ayudarme con la pesca. —Venga, si capturo más de cinco el siguiente es tuyo—le dije a Arcanine, esperando que esto fuera útil.
Drake Orestes Igual que la vez anterior, el primer invitado a la cesta fue un pescado diminuto. Más diminuto que el anterior, si cabía. Lo metí algo molesto en la cesta y volví a intentarlo. Arcanine de vez en cuando mecía su panza bajo las aguas, y pequeñas olas se removian, inquietando a los Pokémon que por allí jugaban. Si todo esto no ayudaba a atrapar buenos peces, nada lo haría. Wishiwashi (2) Magikarp (1) 2/5
Drake Orestes Otro Magikarp. Por lo menos ahora estaban apareciendo más seguido, esperaba que fuera eso una buena señal. Ahora tenía dos de cada uno, algo que por lo menos podía considerar una buena pesca. Wishiwashi (2) Magikarp (2) 3/5
Drake Orestes Un Wooper. Ciertamente un Wooper no era un pez. Lo deje salirse con la suya y el pequeño no tardó en seguir su camino, aunque más adelante me pareció escuchar un chasquido eléctrico. ¿Electricidad en pleno charco? ¿No era eso demasiado peligroso? 4/5
Drake Orestes Un pez más grande que los otros y de colores vivos salto al frente en cuanto lance la caña. ¡Que bien, por este sí me pagarían algo! Lo puse con los demás antes de intentarlo una última vez. Tenía que volver ya al mercado, o se haría tarde. Wishiwashi (2) Magikarp (2) Bruxish (1)
Orgen Volvía con mi equipo pokémon tras una victoria bastante complicada. Entre Snorunt y Brionne lograron derrotar al enemigo gracias a los problemas de estado. Estaba orgullosos de todos ellos y Pawniard le veía más alegre y confiado. Estaba totalmente seguro de que cuando evolucionara a un Bisharp sería más extraordinario aún. Ahora, nos dirigíamos al desierto, en busca de un tal Tetemeko.
Orgen Tras haber salido de ciudad Mkuu logré llegar de manera plácida a las charcas. Observé a muchas personas pescando pokémon, sin embargo, me dirigí a ciudad Kikabila. Pretendía ver, si en el mercado de dicho lugar habían mejores trabajos.
Orgen Llegué y lancé un anzuelo de pesca, para dar con los pokémon necesarios. Quería atrapar algunos peces para entregarlos en el mercado de Udan.
Drake Orestes Nuestro camino de regreso fue un poco lento mientras masajeaba mis articulaciones despues de tan largo descanso. La verdad no me acostumbraba a tener que recorrer toda la isla caminando, cuando en Galeia incluso Chatot podía ayudarme a ir volando a cualquier sitio en cuestión de minutos. Dartrix de seguro podria aguantar mi peso, pero simplemente el Pokémon no sabía cómo hacerlo. Además, por el momento Dartrix estaba con el Gurú que los cuidaba, así que la idea estaba descartada para el momento en que lo necesitaba. Mientras dejábamos las Charcas atrás, entramos a la ciudad.
Drake Orestes Llegamos poco a poco a las charcas bajo la pista de hielo creada por Floatzel. Al bajarnos en la orilla, Floatzel se despidió y volvió sobre sus pasos, de vez en cuando dando piruetas en el hielo. Supongo que era feliz así. Había vencido a un capitán más, y tenía que seguir entrenando antes de enfrentarme a otro si no quería perder estrepitosamente. Ese Metagross casi había podido contra la mitad de mi equipo él solo, y no podía dejar que la próxima vez mi derrota quedar asegurada. Eso sí, lo primero de todo era que necesitaba joyas. Así que aproveché la cercanía y me dirigí hacia Ciudad Mkuu.
