Liza White Ahora que volvía a sentarme allí a pescar, me daba bastante pereza ciertamente. Umiko, Hana, Ryu, Haru, Touya y Marsy (pobre, también se merece un mote. Ya se me ocurrirá algo, lo prometo) tenían la posibilidad de hacerlo, por muy peculiar que fuese ver a un pokémon pescar a otro. Marshadow por supuesto que no salió, pero el resto se fue turnando para probar aquella extraña práctica de los humanos. La primera fue Umiko, quien intentó sujetar con sus aletas la caña con cierta dificultad. De un momento a otro, el anzuelo pareció picar. —¡Ahora, ahora! Y tiró. Quizás, con demasiada fuerza.
Liza White —Anda, un Bruxish. ¡Bien hecho, Umiko! —la felicité, chocando la palma de mi mano con su aleta. Me volví hacia el resto—. ¿Quién quiere probar suerte ahora? Y la valiente fue Haru, quien procuró sujetar la caña endeble sin partirla, haciendo un esfuerzo titánico para no dejarla hecha cenizas.
Liza White —Nada, Wooper no nos vale, lo siento —dije, devolviendo el pokémon al agua. Le di una palmadita a la Dragonite, quien se alejó resignada. Ahora fue Hana quien quiso probar suerte, pero como me daba miedo que hiciese alguna trastada de las suyas, me quedé vigilando a su lado. Veamos qué sale... [3/5]
Liza White —¡Genial, otra Bruxish! Me estoy empezando a acordar de Akali —reí, recordando la reciente batalla que conseguimos ganar con emoción. Ryu dirigió una mirada de circunstancias, pues no tenía las articulaciones necesarias para sostener la caña aparte de su boca. Touya frunció el ceño cuando le miré: los Glalies no tenían brazos...—. S-supongo que esta vez probaré yo, sí. Y lancé la caña una vez más. [4/5]
Liza White —¿Veis? Los 1 sí que sirven para algo —me regocijé hacia nadie en concreto, sin darme cuenta de mis palabras. La caña estaba a punto de partirse, por lo que me giré hacia mi sombra con una sonrisa amable. Dejé la caña entre un par de rocas y le pedí a mi equipo que cerrase los ojos. Yo hice lo mismo, dándome la vuelta—. Adelante, prueba sin miedo. Marshadow, al ver que nadie le miraba, salió con cierta cautela y desconfianza, y tiró de la caña sin comprender muy bien cómo iba la acción. Cuando picó se escondió de nuevo. Había conseguido sacar algo.
Liza White Decidimos volver a intentar la pesca tras el satisfactorio resultado, dispuestos a potenciarnos todo lo posible para el combate contra Msita. Tenía ya una desventaja de equipo entre mis filas y dos pokémon del mismo tipo que mi oponente, por lo que debíamos intentar conseguir mejorando todo lo posible para el enfrentamiento. Así, volví una vez más a la pesca, esta vez con algo más de rapidez. No iba a estar todo el día dando vueltas, quizás esta fuese la última vez antes de combatir de verdad. [1/5]
Liza White Nada, un Dhelmise. Quizás habíamos gastado toda la suerte con la otra pesca, que no fue poca a decir verdad. Pero como no perdía nada por intentarlo (bueno, tiempo, eso sí), continué lanzando el anzuelo a la espera de que picase otro pokémon. —Vamos... Otro Bruxhis... Mi equipo observaba expectante. [2/5]
Liza White ¡Sí, otro Bruxish! Sin duda este era nuestro día de suerte, y habría que aprovecharlo al máximo antes de que volviese a ser como siempre. Recogí el anzuelo, lancé una vez más la caña con el pez a nuestro lado, y tomé una bocanada de aire, esperando el siguiente. A ver qué tal nos iba ahora. [3/5]
Liza White —Un Wishiwashi, ¿eh? ¡Genial! —exclamé, emocionada con la pesca por una vez. Se sentía estupendo cuando las cosas empezaban a ir bien—. No le queda demasiado de cuerda a esta caña, pero aún puede dar algo más de sí. >>¡Siguiente tiro! El agua de la charca se removió con el contacto del anzuelo. [4/5]
Liza White Bueno, Magikarp era otro pez, ¿tendría más valor uno que otro en ciudad Kikabila? Volví a lanzar el anzuelo una última vez, esperando ver su resultado. Los peces de la charca ya huían al verme realizar esa acción, pobres. Y no les reprochaba por ello, yo también lo haría. Una vez la caña se rompió por su uso, recogimos nuestras cosas y nos dirigimos hacia el mercado de Kikabila, a la espera de ver qué tan bien nos había ido ahora. [5/5]
Liza White —¡Así se hace, equipo! —exclamé con alegría tras volver de Kikabila. Habíamos logrado una recompensa genial, la suficiente como para que Marshadow pudiese incorporarse al equipo para enfrentarnos a Msita—. Espero que confìes en mí lo suficiente como para querer combatir a nuestro lado~. Marshadow no dijo nada. Pero parecía estar escuchando.
Liza White —¡Bien! —exclamé, dándome una palmadita en las mejillas. Mi equipo no me quitó la mirada de encima—. Ahora que todos somos un poco más fuertes, creo que tenemos algo más de oportunidad contra Msita. No contamos con mucha cobertura de tipos, ni tenemos mucha variedad de movimientos, pero sé que podremos hacerlo. El ánimo parecía contagioso, y me pregunté si Marshadow también tendría ganas de luchar. A todo esto, ¿de qué tipo sería ese pequeño? ¿Siniestro? ¿Fantasma? Supongo que pronto acabaría averiguándolo.
Liza White Vaya, qué pokémon más peculiar. Jamás había escuchado que un pokémon necesitase dos piedras para evolucionar. Sin embargo, aquello solo me daba más y más curiosidad por verle en persona. Me preguntaba qué era lo que nos esperaba al otro lado, hacia la siguiente ciudad. Tenía muchas ganas de seguir explorando Udan, así que con más ánimos nos dirigimos hacia Mkuu. Aún quedaba un poco de trayecto, pero merecería la pena. Ahora que lo pensaba, ¿cambiará un poco el clima de allí?
Lucas Diamond Junto a mis Pokémon, una vez en la charca, me senté y preparé el anzuelo para coger peces. —¡Qué emoción! Me pregunto que pescaremos. ¡Ojalá algún Bruxish bien hermoso! He escuchado que por ellos pagan bien. Esperamos a que la caña se moviese, signo de que algún pokémon había picado.
Lucas Diamond —Oh, un Dhelmise... Bueno, no creo que eso nos sirva de momento, necesitamos peces, no... Anclas, o lo que sea eso. ¡Aunque se ve muy chulo, debe ser un gran Pokémon! Proseguí pescando, en busca de un dichoso pez. ¡Vamos, salid! ¡Necesito cumplir mi trabajo! Anzuelo: 2/5
Lucas Diamond El Pokémon que apareció ahora fue un Dratini. ¡Vaya, qué Pokémon más inusual! Aunque recordaba que Liza tenía uno. Y Uchawi también... Vale, tal vez no eran tan inusuales. ¡Pero sí que eran fuertes! Los Dragonite eran Pokémon muy fieles, siempre podías confiar en ellos. ¿Cuál sería el siguiente en picar el anzuelo? Pronto lo sabría, cuando notase la tensión de la caña. Anzuelo: 3/5
Lucas Diamond ¡Un Wooper! Eso también era una hamburguesa. Aunque tampoco nos servía. ¡Qué rabia, ya había conseguido todo menos lo que realmente necesitaba para conseguir más joyas! —Oye, Aegislash, ¿podrías ayudarme a pescar? A ver si a ti se te acercan los peces... ¡Yo hoy no consigo nada! Anzuelo: 4/5
Lucas Diamond Jo, el anzuelo estaba a punto de romperse... ¿¡Por qué narices ahora no encontraba nada!? En fin, ya no podía quejarme, solo me quedaba esperar y aprovechar el poco tiempo que me quedara. Después, volvería a comprar otro para seguir con el trabajo. —¿Has encontrado algo, Aegislash? ¿No? Vaya... Qué pena.
Lucas Diamond ¡Vamos, esta vez sí que tendría suerte! Esta vez iba a pescar un montón de peces, ¡y ganaría muchas joyas! No me iba a volver a ocurrir lo mismo... ¿verdad? Eso sería muy mala suerte. —Vayamos con paciencia, ¿sí? No hagamos movimientos bruscos, o los Pokémon se ahuyentarán.
Lucas Diamond ¡Toma ya, qué suerte! Un bruxish fue pescado, ¡eso seguro que me proporcionaba un montón de puntos de cara al cobro! Ya podía oler esas joyas. Uno de tres, a ver si seguíamos con esta racha tan buena. —Venga, el siguiente pez está en camino... ¡Otro igual, yo lo sé! Anzuelo: 2/5
