—Por supuesto ¡jo, jo, jo—Rió el hombre robusto al momento de tomar las pieles y convertirlas en una chaqueta. Luego de eso entregó treinta dolares por las pieles.—. Usamos el dinero de una de las pieles para pagar la chaqueta
Me acerqué y tomé el dinero con una sonrisa — Lo sé — dije una vez que tomé la chaqueta para después ponermela e irme junto con los perros — Veré si paso por aquí otra vez~
—Vengo de nuevo, venderé 4 pieles de conejo y venado, respectivamente.—Dije poniendo las pieles sobre el mesón.
— Mucho gusto otra vez gente...— dije riendo un par de veces colocando 3 pieles de venado y una de conejo — Me gustaría venderlas y de paso comprar una revolver media, si no es mucha molestia?
—Ten, chico.—Dijo mientras pasaba 120 dolares por las pieles. —Esto es para ti chica, pero te faltan cinco dolares.—Le respondió mientras en la mesa dejaba el arma de fuego.
— Claro, no importa — llevé una de mis manos a mi bolsillo y le entregué los 5 dolares faltantes para después guardar el arma — Gracias Después de un par de horas volví con dos pieles de venado y una de conejo -- Vengo a vender otra vez pieles... por comodidad
— ¿Tú de nuevo con aquí? — preguntó el hombre mas gordito entre un par de risas mientras tomaba las pieles — Con los conejos son 60 dolares, te faltarían 20 joven
Una pequeña niña de cabellos rosados recogidos en dos coletitas abrió la puerta de la tienda con cuidado, y antes de entrar asomó su cabeza para ver si todo estaba en orden, llevándose una gratificante sorpresa al ver que así era. Cerró la puerta tras de sí y comenzó a caminar hacia el mostrador, y una vez se posicionó frente a éste colocó sus dos codos en la mesa y se puso de puntillas para ver mejor a los encargados de la tiendas. —Hola...—saludó con una pequeña sonrisa. —Venía a comprar una revolver media, si aún les queda. —una vez finalizó, volvió a colocarse normal y entrelazó sus dedos tras la espalda, a la espera de una respuesta afirmativa.
—Jo, jo, jo—Rió el hombre de contextura más ancha mientras de bajo del mesón sacaba un arma y la entregaba a la chiquilla junto a una funda y una cajetilla con 22 balas. —Son ochenta dolares
La pequeña tomó con algo de miedo al principio el arma de fuego junto con la funda y las balas, y lo guardó todo con precaución en su mochila para luego sacar el correspondiente dinero. Lo colocó en la mesa y dio media vuelta para irse. —¡Gracias! —se despidió con la mano y salió del lugar.
—No me sirve tanta bala sin revolver así que quiero uno medio, por favor. Entrego el dinero que bueno hasta el momento en este apocalipsis muy útil, me equivocaba.
—Quiero vender 1 piel de conejo y de venado. También comprar dos cuerdas para poder fabricar una bolsa con flechas para poder comprar una Ballesta, además quiero saber en cuanto y si puedo vender mi revolver mini. @Arno Dorian Items: -Balas de mm (99) -Lampara -Mini-revolver (+25 fuerza y +10 resistencia) -Carne de venado (6) (2 usos) -335 Dolares -Chamarra de cuero (+20 resistencia) -Revolver Media (+35 fuerza y +15 resistencia) -Cuero de Venado (4) -Cuero de Conejo (1)
—Te doy $35 por la revolver, y adelante toma las cuerdas, me las cobrare de las pieles y tomas el resto del dinero, aunque mi pregunta es, tienes todo el dinero para fabricar la bolsa y comprar la bayesta?— le preguntaba al chico el joven de tes blanca y pelo castaño tomando una cerveza.
—Por supuesto que lo tengo. Y casi me alcanza para comprar otra Ballesta. Dámela de inmediato. Items: -Balas de mm (99) -Lampara -Carne de venado (6) (2 usos) -387 Dolares -Chamarra de cuero (+20 resistencia) -Revolver Media (+35 fuerza y +15 resistencia) -Cuero de Venado (3)
Le da la Bayesta con sus Flechas respectivas despues de tomar el dinero. —Eh de anunciarles que en esta epoca el conejo y los venados abundan, asi que su piel sera mas barata de vender, la de conejo la compraria en $5 y la de venado en $10, aunque un oso nunca vendria mal eh! lastima que por aqui no se ven muy a menudo...—
Stephanie ingresó al Centro Comercial un poco dubitativa al principio. Fue el orden y la buena organización del sitio los que relajaron sus movimientos, al punto que entró con paso elegante y una radiante sonrisa en el rostro. En su mano llevaba unas cadenas, así como una curita adherida a su mejilla derecha. —Buenos días —saludó dulcemente al acercarse al mostrador— ¿Son ustedes las amables personas que venden productos a los sobrevivientes —preguntó, recorriendo al trío de vendedores con sus ojos grises—. Me interesaba… C-conseguir un… ¡re-revólver media! —bajó la mirada con algo de pena: jamás se había imaginado comprando un arma de fuego. Al sentirse ridícula por su tartamudeo, un ligero rubor invadió sus mejillas.
El hombre ante la chica sonrió y entrego el arma. —Ten cuidado con ella, siempre mantenla cargada, pero con el seguro puesto. Luego de eso procedió a entregar una funda para la misma y claro, cobrar el dinero.