One-shot de Naruto - Celebremos por primera vez

Autor: Caótica/Insane
Título: Celebremos por primera vez.
Tipo: One-shot.
Género: Ni idea...
Advertencias: Nada :3
Palabras: No recuerdo :c

La nieve empezaba a caer con cautela, rodeando la aldea de un ambiente frío y lúgubre.

—Llama a Tobi —ordenó Pein, levantándose del suelo para dirigirse a una de las muchas ventanas, observando como los habitantes comenzaban a decorar sus viviendas con cosas verdes y rojas; de paso, poniéndole color a las calles.

La joven asentó y desapareció por unos minutos, volviendo con el hiperactivo encargo.

—Cumpliste tu palabra —. Y cada integrante de Akatsuki empezó a llegar, unos más serios que otros.

—¿Y bien, cómo se celebra esto? —cuestionó Hidan, rascándose la cabeza.

Tobi sonrió entusiasmado, empezando a dar órdenes como si fuera el líder de la organización, pues Pein le había prometido el año pasado que éste si celebraría el 24 por primera vez.

Y empezó todo.

Itachi se dirigió a la cocina con Konan, Hidan y Kakuzu se encargaron de decorar el lugar, empezando a convertirlo de un gris a un color vivo y familiar, por otro lado, Kisame y Zetsu salieron a cortar un pino para ponerlo como árbol.

—Sasori, tú y Deidara-Sempai consigan luces y medias para colgar que ahí habrán dulces.

—Tobi, ¿y qué hago yo? —murmuró molesto al ver que siendo el verdadero líder ni dirigía, ni hacía nada. El chico con mascara lo volteó a ver, pensando en qué faltaba.

—Oh, tú acompáñame a comprar los regalos.

Ambos masculinos desaparecieron, mientras el resto seguía en sus deberes para que este día fuera inolvidable.

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—Itachi, saca las galletas del horno.

El joven chasqueó la lengua por lo bajo, pues nunca se imaginó haciendo galletitas de chocolate.

Por otro lado la femenina batía crema para el pastel, lo cual se le complicaba, pues no le quedaba como ella quería.

—Aquí están las galletas —el Uchiha las dejó en el mesón para ver el pavo —no calienta lo suficiente —susurró.

Konan divertida al detallarle el delantal al frío joven sonrío.

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—Estás gastando mucha pintura, ¿sabes cuánto dinero hay ahí? —Hidan torció los ojos ante las palabras de su compañero, ignorándolo de manera olímpica.

—Mejor ve poniendo los manteles de la mesa y el tapete de la entrada —Kakuzu lo miró con ganas de masacrarlo, levantándose del suelo y haciendo lo que el de cabellos blancos había pedido.

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—Ese está bien —señaló el chico tiburón.

—Córtalo entonces —murmuró la mitad de la cara del joven planta.

Llevaban así treinta minutos, Kisame siempre encontraba un pino mejor que el otro, y las mitades de Zetsu no hacían nada más que estar en desacuerdo.

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—Deberíamos meterle explosivos a los dulces, así esta navidad sería artística —comentó el rubio mientras colgaba medias navideñas de forma exagerada.

El de cabellos rojos no hacía más que ignorarlo, buscando una marioneta en especial para organizar las luces de una forma más sencilla.

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—¿Tobi ya vamos a acabar?

El mencionado volteó a mirar como le fuera posible, pues tenía los brazos llenos de obsequios.

—¿Estas preocupado de que pase algo entre Itachi y Konan mientras cocinan?

Pein frunció el ceño, tirándole una caja que traía en las manos, haciendo caer a su colega con todos los regalos encima.

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Pasando alrededor de tres horas los ninjas empezaban a terminar sus deberes, pues la mayoría nunca había celebrado esta época del año, y aunque hubiesen querido no tenían con quién.

La mujer de la organización ya empezaba a salir de la cocina con Itachi atrás, ambos con las manos ocupadas de lo que parecía una exquisita cena navideña.

Por otro lado el ambicioso y su compañero inmortal se estaban lavando las manos, pues ya habían terminado de pintar y poner adornos, los cuales eran entre colores navideños y uno que otro de halloween.


—¿Y el árbol? —cuestionó el Uchiha al verlos llegar sin nada.

Kisame torció la cara y puso a Zetsu en la mitad de la sala, pues había sido culpa de él no encontrar el pino adecuado.

—Él es nuestro árbol de navidad —el chico que parecía una planta guardó silencio mirando a todos con ganas de asesinarlos.

—Deidara puso explosivos a los dulces de las medias, no los coman —advirtió Sasori cambiando totalmente el tema de conversación.

—¡Hola a todos! —ahí llegaba el de personalidad exagerada, ordenando los regalos al redor de Zetsu al no ver ninguna otra cosa verde con aspecto de árbol.

Los shinobis tomaron lugar en la mesa, cenando y disfrutando por primera vez en lo que creían que era una familia.

Y ahí, tras tomar sake, comer dulces y cenar pavo empezaron las bromas de Tobi, acosando a Deidara lo cual le causaba gracia a más de uno, sintiéndose total comodidad en el ambiente, dejando de lado el frío corazón que traían los ninjas, convirtiéndose en paz y diversión.

Al terminarse la comida sirvieron más y más sake, pues los obsequios podían esperar, eso sí, este día sería inolvidable para cada uno de ellos.

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Para el concurso de navidad villanesca