Celebi y el poder de la piedra espiritual

¡Buenas! Este fic fue el primero que escribí hace ya muchos años, concretamente cuando yo tenía diez. La idea de reescribirlo llevaba tiempo rondando mi cabeza, y al final sabía que terminaría haciéndolo... no tengo ni idea de dónde está la versión original, supongo que la guardé pero acabó perdiéndose, así que intento ajustarlo lo mejor que puedo valiéndome sólo de mis recuerdos. De hecho si os digo la verdad no recuerdo ni con qué palabras concluía la historia... improvisaré los detalles que he olvidado, supongo.
En esa versión original tenía ocho capítulos; quizá salgan un par más esta vez, ahora que describo mucho mejor los sucesos. Combinará mi forma de escribir ahora con la de hace años, y con eso quiero decir que no perderá su ligero toque infantil, o al menos a mi parecer. También aviso de que en esta historia incluyo el romance, que al principio no será el tema principal pero hacia el final cobrará más importancia.
No sé por qué escogí a Celebi (y demás Pokémon legendarios, que son casi los únicos que salen y a los que por cierto he otorgado género) como protagonista; no es mi favorita ni nada (pero no me disgusta) pero ella fue y siempre será, así que desde entonces le tengo más aprecio a la primera Pokémon sobre la que escribí...
Creo que no me dejo nada por decir; espero que os guste y que me marquéis los errores.

Capítulo 1: La trampa
El Pokémon volaba veloz entre los árboles. Su diminuta figura asemejaba a un hada de tonos verdes y grandes ojos azules, con dos pequeñas alas sobresaliendo de su espalda y una especie de antenas muy sensibles al movimiento del aire.
Su nombre era Celebi, pero todos la conocían como ''la guardiana de los bosques'', encargada de proteger a las plantas y Pokémon que los habitaban.
Cuando alcanzó un pequeño claro, en el que se colaban finos rayos de luz a través de la espesura del follaje, se sentó a reposar en una rama cercana. Había llegado hasta allí citada por unas buenas amigas, que no tardaron en aparecer.
La primera que surgió de entre los matorrales fue Azelf, la elfa representante de la voluntad. Tenía un tamaño parecido al de ella; su cuerpo era azul claro y su cabeza algo más oscura, de forma cónica, con un rubí rojo incrustado en la frente. Dos rubíes más pequeños adornaban los extremos de sus colas. Observaba atenta con sus ojos amarillos, aquellos que siempre se encontraban abiertos y alerta menos cuando dormía, un mapa viejo y maltrecho que sostenía en las manos. Se adentró despacio en en claro, sin percatarse de la presencia de Celebi.
La siguiente fue Mesprit, hermana de Azelf y creadora de los sentimientos y emociones. Compartía muchos rasgos con la anterior, la única diferencia era que su color era el rosa y poseía algo semejante a dos extensiones casi cilíndricas del mismo color a cada lado. Además llevaba los ojos entrecerrados, otorgándole una mirada astuta y seductora, pero también más amable.
Por último hizo su entrada la hermana menor. Ella era la Pokémon de la sabiduría, a la que correspondía el color amarillo. Lo más destacable seguramente se considerarían sus ojos, cerrados a menos que quisiera borrarle la memoria a alguien con una sola mirada, lo que la hacían ver sumida en un estado de meditación muy profundo.
Celebi sintió una presencia en su mente que intentaba establecer una conversación telepática. No era la primera vez que oía aquella voz, grave y calmada, retumbar en sus pensamientos.
— Uxie... —pensó, al reconocerla. Eso bastó para que la aludida se girara hacia el lugar donde se ocultaba su amiga. Las hermanas se dieron cuenta y corrieron a saludarla en cuanto abandonó la rama para descender hasta ellas.
— Azelf, Mesprit —saludó Celebi. La que había sido mencionada en segundo lugar se acercó para darle un efusivo abrazo.
— ¡Cuánto tiempo! —exclamó mientras la soltaba. Azelf esbozó una media sonrisa al ver como el hada intentaba recuperar la respiración. Los abrazos de Mesprit, de tan cariñosos, podían resultar... mortales.
— ¿Qué es lo que queríais que viera?
— Mira —Azelf le tendió el mapa, pero no fue ella quién habló a continuación. La que se había mantenido más apartada hasta entonces se situó a su lado.
— Esto —explicó Uxie señalando una cruz marcada en el mapa— nos indica la localización de un supuesto tesoro legendario.
— ¿Tesoro legendario? —repitió Celebi, confusa.
— Así es, un tesoro del que se dice que... —comenzó, pero fue interrumpida.
— ¡Un momento! —gritó la Pokémon verde, al parecer muy sorprendida— El lugar marcado... —titubeó, pero su voz se desvaneció, incapaz de continuar.
— Exacto —intervino Mesprit— es el claro donde nos encontramos ahora mismo; el tesoro está justo debajo de nuestros pies.
Apenas terminó, el suelo se resquebrajó y de él surgieron dos brazos de una extraña máquina que aprisionaron a Uxie y Mesprit, conduciéndolas irremediablemente a su interior. Un tercero fue directo a por Azelf, pero ésta fue más rápida y lo esquivó.
— ¡Celebi! —sonó casi como un ruego. La elfa utilizó su poder psíquico para materializar un objeto que depositó en las manos de su amiga justo antes de ser atrapada.
— Si nos encuentras, úsala para liberarnos, es lo único que... —pronunció sin aliento mientras la introducían en la máquina que ya empezaba a alejarse por el subsuelo, y sus últimas palabras eran calladas al cerrarse la compuerta por donde la habían metido.

Continuará...

Y ese es el primer capítulo, espero vuestras opiniones ^^
¿Quién habrá secuestrado al trío del lago? (Como le haga daño a Azelf me lo cargo [?])
¿Cuál será su objetivo?
¿Logrará Celebi rescatar a sus amigas?
¿Qué será el objeto que le ha entregado Azelf?
Bueno, seguro que eso último lo habéis deducido, pero... ¿para qué sirve y cómo funciona exactamente?
¿Vendrá Cresselia a vengarse de mí por lo que les he hecho a sus ''hijas''?
¡Pikapi!
PD. Recuerdos, dulces recuerdos... ¡Ay! Me puse nostálgica ;___;