Cautivada por tú corazón

Cautivada por tú corazón ​

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Hace mucho tiempo habian criaturas magnificas e increibles que solo en tu imaginación o en tus sueños podrian existir para mi esto es real al igual estar encerrado a la vez amado.​

Mirando la noche note como salia la luna llena mostrando su luz plateada, mire como mi familia volaba para festejar mientras yo estoy encerrado y a la vez usando cadenas para que no me escape tan facilmente me me jure a mi mismo que un día los matare para ser libre.​

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Capitulo 1​

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Yo vivia con toda mi familia desde que tengo uso de razón mi madre no solo era hermosa tambien tenia poderes sobrenaturales su principal arma es señar a seres anormales que no es de nuestro mundo, mi padre les gusta platicar con los seres más debiles pero en verdad es tan amable pero ante todo mi hermano es el mejor hasta mi abuelo siempre lo anulaba.​

Nunca en mi corazón hubo un resintimiento y si lohubo fue despues que mis padres se murieran hasta le pedi que no queria ver a seres anormales pero ahora me arrepiento porque ahora todos estan muertos.​

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Desde que mi hermano murio fui engañada por su mejor amigo y firme papeles que sea vendida el hogar de mi hermano y del mio pero ni eso tuve dinero para ello, solo agarre lo que necesito y me fui lejos donde habia un bosque si alguien supiera donde vivo ahora nadie vendria por mí.​

Aunque llevo 6 meses viviando aquí y llendo a la escuela donde otorgaba becas oportunidades para personas pobres como yo.​

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- Aveces deseo que mi vida cambiara – me dije a mi misma miestras salia de la casa de campaña para prender las lamparas ya que era de noche para mi mala suerte escuche unos unos ruidos y para mi mala fortuna era unos maliantes.​

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Salí corriendo lo más pronto posible para salvar mi vida pero ellos estaba atrás de mí por mi mala fortuna me cai al suelo.​

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- ¡Por favor no me hagas nada! – cuando estaban a punto de hablar esos tipos fueron asesinados de golpe, sin que yo viera la persona - ¡¿Quién esta ahí!? –​

- Eso no te importa – dijo un chico que estaba parado en la rama de un árbol pero lo más sorprendente que desafiada la gravedad ya que el estaba parado hacia abajo.​

- ¡Mi nombre es Kagome! ¡Y dime eres un asesino! –​

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Aquel joven de cabellos plateados salto, al instante ya estaba enfrente de mí mirandome con esos ojos dorados y esos cabellos plateados que brillan con la luz de la luna, en ese momento no sabia que hacer o que decir hasta que decidio hablar.​

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- Kagome hace 6 meses vives en mis territorios y te he permitido vivir pero es mejor que vayas con tu familia – ​

- Familia – tan solo reordar esas palabras se claron en mi corazón ya que mi unica familia que me quedaba era mi hermano – perdón pero yo no tengo familia –​

- ¿Qué clase de mujer eres? – no sabia que decir, no podria decirle que mi familia tiene poderes sobrenaturales seguramente él me mataria al instante pensando que soy el enemigo – Al parecer eres la hermana de él –​

Me sorprendí mucho lo que habia dicho - ¡¿Conoces a mi hermano?! – ​

Él me miro – Tu hermano es muy molesto – luego sonrio friamente – olvidando siempre que soy un asesino de sangre fria -​

 

Capitulo 2





Desde que supe que mi hermano tenia una relación con un asesino, me sorprendi mucho, en verdad habia cosas que no conocia en este mundo desde que tome en esta decición.
No pude olvidar como mi madre sonreia pero era fría conmigo nunca me dejo tocar su criatura que la acompañaba. La primera vez que la toque fue cuando mi mamá le dio un mensaje a otra persona pero cuando volvio estaba parado en frente de mí.
Yo lo miraba con asombro, su pelaje de color café crema y esos ojos verdes, lo unico que sabia que era un zorro de fuego por mi curiosidad toque su pata entonces escuche un grito y era mi madre.

- ¡Kagome! – escuche la voz de mi madre que salia de golpe cuando se acerco lo primero note su mano quemada - ¡Te dije que no lo tocaras! –
- pero… -
Mi madre no me dejo continuar – ¡Entiendelo todo lo que tocas se muere! –




En aquel momento solo observaba hasta que se lo pedi, mire mi mano y me pregunte a mi misma ¿soy una asesina? Hace tiempo que no me preguntaba desde ese accidente.



- Llevas 3 días aquí y me estoy artando de tu compañía – hablo aquel joven de ojos dorados que tan solo verme me hace extremeser y dudar de mí
- perdón – le respondí
- ya son 10 veces que me pides perdón, momentos como este me hace pensar que si estoy sosteniendo la cordura por dejarte vivir o ya me volvi loco – me contesto




Cordura esa palabra no lo habia escuchado hace mucho tiempo para mi familia ver criaturas es normal pero un día mi hermano me hizo compañarlo para purificar las pesadillas de un hombre que estaba volviendosé loco.
Para mi sorpresa ese señor habia destrosado su departamento y habia mucha sangre que no era de él si no que él habia matado su familia y se habia tormentando por ello.
Me sorprendi mucho su acompañante era ese espiritu que estaba atrás de él en ese entonces mi hermano me dijo algo muy importante “Kagome vez este hombre se volvio loco no solo matar su familia si no él espiritu trata que no se mate” “ Esos hombres que no estan acombrandos pierden la cordura y para esos seres son tan faciles para manejarlo”




Mire aquel joven de nuevo – ¿Haz perdido la cordura? –
Aquel joven solo se rió tan friamente no sabia si era su sonrisa normal o ya estaba demente – Es algo que ni yo sé – de pronto se habia marchado




Al día seguiente me habia levantado y habia guardado todo en un bulto que no ni grande solo era mediana, donde mi hermano me lo habia entregado antes de partir junto de muchas cosas para prender lo que debia aprender.



- Te marchas – dijo el joven seriamente, note claramente que habia matado algo, no sabia si eran animales o personas solo sabia si me quedo con él morire tarde o temprano.
- Si comienzo a pensar que si me quedo morire por tus propias manos además nunca has dicho tu nombre – le replique
- Yo no tengo nombre o tal vez si tenga muchos nombres pero ninguno de ellos es mi nombre real – se me acerco cada vez más – y con un solo dedo toco mi frente sin vacilar o dudar y eso me sorprendio tanto que me hizo tan feliz - ¿Quién eres? –
- Un asesino –
Le sujete su brazo con mis propias manos - ¡No! Eso ya lo sé ¿Quién eres en realidad? No eres un espiritu menos algo que antes nunca habia visto –
- Soy una bestia pero es imposible que me veas porque tus ojos estan cellados hasta que elijas un compañero –
- ¿Un compañero? – pregunte
- tu hermano me dijo “Si quieres ver de nuevo necesitas un compañero” –
- ¡Entonces se mi compañero! – le dije pero solo rio de mí
- No me conoces en realidad al igual a tu hermano, te dije que soy un asesino y no me temes tan solo te toque por ahora, soy una bestia y son dificiles de manejar y no soy un espiritu que han manejado toda tu familia –
- Mi familia simpre han tenido espiritus muy fuertes pero lo unico que quiero es verlos de nuevo –
- Pero si me tienes puedes perder la razón aparte no me veo como un sirviente –


Me sorprendí lo que habia dicho, lo solte de golpe yo anelaba ese deseo ser como los demás de mi familia pero lo unico que tengo es este poder que destruye lo que no me gusta.


- Tienes razón – me separe de él, desanimandome, mi deseo tan egoista estoy volviendome así otra vez –
- Tu eres rara pero eres poderosa, tu hermano siempre hablaba de ti – me dijo



En aquel momento el suelo se movia como si hubiera un terremoto, vi como el suelo se partia, al parecer eso le moslestaba mucho.



- ¿Qué debo hacer para que esas mi sirviente? – le pregunte
- Ya te lo dije no me veo como un sirviente perderas la razón ya que yo luchare hasta morir para ser libre y are que te mates – en ese momento me sorprendí mucho pero tenia razón en algo.



Pasaron las horas y ya habia vuelto de nuevo donde estaba él, no sabia porque sigo volviendo si ya me hiba de este lugar.



- Alguien te lastimo – me dijo, mientras sostenia algunas vendas, su piel era blanca que no dudaba que ese color fuera natural entonces sin darme cuenta me habia curado la herida
- debes tener cuidado, si huelo mucho a sangre te puedo matar –
- perdón – le respondí
- ¡Estoy arto! – me habia golpeado la cabeza
- ¡¿Qué te pasa?! ¡porque me pegas! –
- ¡No paras de decir perdón! ¡Eres igualita a él! ¡Son tas fastidiosos! –
Sin darme cuenta me habia carcagiado de golpe – Siempre decian que mi hermano era guapo, fuerte e inteligente principalmente amable y generoso pero por primera vez escucho algo malo de él –
- Estas demente – me contesto
- tal vez pero si estuviera loca ya me hubiera curado hace tiempo – le espondí
El solo se rio de mí por lo que habia dicho – En verdad somos dementes por cierto soy Inuyasha –
- Inuyasha – sin darme cuenta hice lo que debia hacer aunque sea egoista de mi parte, un beso le habia dado para señar el contrato de sirviente y dueña – perdoname pero necesitaba de ver de nuevo –
- ¡Estupida! – me habia empujado que me cai en el suelo
Lo mire de nuevo y podria ver lo que en verdad era en realidad - ¿Eres un perro? – mientras le salia las orejas plateadas eran tan monas que queria tocarlas pero no me atrevi
- ¡Eso que te importa! –
- ¡Soy tu dueña y debes obedecerme! – le grite
- ¡Yo no soy un objeto! Primero te mato – dijo Inuyasha



En aquel momento aparecio un gran terremoto que hizo que su enojo desapeciera por completo y el suelo se volvio a partirse de pronto aparecio una mujer ciempies.



- Pense que habia matado a todos – dijo Inuyasha
- nunca pense que una bestia seria sirviente de un humano – dijo el la mujer ciempies
Inuyasha se habia molestado tanto que se puso atrás de mí – para tu imformación esta humana peleara por mi –
- ¡No decidas por tu cuenta! – le grite a Inuyasha
- Tu decidiste por tu cuenta entonces tu me debes un gran favor – dijo Inuyasha mientras me empujaba hacia esa criatura
- enserio pelearas conmigo – dijo la ciempies
- soy una noveta hace tiempo que no purifio solo te digo que te atrevas a tocarme pasara algo muy malo – puse mi mano en su brazo y se quedo paralizada
- ¿Qué me haces? –
- nada solo moriras – le respondi

Mire a Inuyasha y me acerque – la razón que deje de ver fue por esto –
Inuyasha solo sonrio con esa malicia que me absorve – En verdad eres tan rara –

 

Capitulo 3​

- ¡No puedo matarte! – grite con todo mi fuerza aunque ese joven de 20 años con quien estoy luchando me hizo ver la diferencia del bien y del mal y ahora está enfrente de mi arrodiñandose
- ¡Mátame! - grito el joven de 20 años ya que su único familiar es una niña
- No puedo – mientras bajaba mi mano desaparecían mis garras y llorando de tristeza
El me miro y note que no podía aguantar más – por favor prométeme que cuidaras a mi hermana y la aras feliz – Lloraba por él y me dije a mi mismo, él no debe que morir por mi culpa y continuo hablado – Con esa mano que mataste tanta gente inocente ese pecado que creaste esa será tu carga –
- no continúes por favor – lloraba
- ¡Mátame! – grito y enseguida con mis propias manos he matado la pequeña felicidad verdadera que he tenido.




Me levante de golpe y me dije a mi mismo que solo fue una pesadilla, adentro de mi me duele tanto por matarlo; baje para ver cómo estaba Kagome y por un segundo pensé ¿Por qué Sota me dejo a esta niña?



- Porque mi vida está ligada con esta niña – me dije a mi mismo
- Lo siento mucho pero… si estas demasiado cerca te puedo dar otro beso –
Me aleje de inmediato - ¡Eres igualita a tu hermano! –
Ella solo sonrió – tienes suerte que no te cogido por la fuerza – tan solo escucharla me hizo sentir sucio y me voltee para irme - ¿A dónde vas? –
- me marcho, ya obtuviste lo que querías ya no me necesitas –
- está bien – solo sonrió



Me fui volando pero no me fui muy lejos ya que cerca de aquí se encuentra una laguna, mire al cielo y mire la luna llena que brilla todo su resplandor.
Entonces decidí convertirme en mi forma original, un gigantesco perro plateado, comencé a volar un rato y por ultimo volví de nuevo a la laguna; mi gran sorpresa que Kagome me esperaba ahí.



- en verdad eres hermoso – se me acerco y yo tranquilo ya que dude que ella sabía quién era realidad – mi hermano siempre cuenta historia sobre los perros ¿Puedo tocarte? –
Solo moví mi cabeza diciendo un sí pero se detuvo, su mano comenzó a templar como si temiera algo. Entonces recordé algo muy importante.





Lo que recordó Inuyasha



En aquel día Sota, no me había visitado o molestado pero adentro de mí sabía que algo no estaba bien, comencé a volar hasta encontrarlo y según estaba peleando con un ¿árbol?

- esa pelea es injusta ¿Por qué no peleas conmigo? – le dije a Sota. Sota tenia expresión muy fea como si estuviera molesto por algo luego me puso unos ojitos que hizo malo
- le dije a mi hermanita que su poder es para matar a los mostros y espíritus – antes que abriera la boca ya estaba abrazándome la pierna como si le hiciera un milagro – ¡Dime que hago! –
- ¡Es tu hermana! ¡Ese no mi problema! – me senté de golpe –Si quieres le puedo borrar la memoria o buscaras como hacerla feliz de nuevo –
- En verdad eres un gran amigo – mientras se secaba sus ojos
- ¿Sota su poder es tan grande? – le pregunte pero tardo en responder
- No solo es grande es peligroso – respondió Sota

Fin del recuerdo…





- No quiero estar sola – hablo Kagome con su mirada triste que debería hacer entonces solo me acerque lo suficiente hasta que pude rozar su piel luego me acosté para seguir escuchando.
Kagome se recostó a mi lado y comenzó hablar – Sabes no me gusta estar sola creo que por eso siempre regreso a lado de Inuyasha pero ahora está molesto porque ya no es libre –
- Si supieras que no soy libre hasta que conocí a tu hermano – me dije a mi mismo
Kagome me miro – es extraño si le pido que se quede a mi lado – mientras se cerraba sus ojos – o estoy volviéndome egoísta tan solo desearlo… -
Al terminar, ella se quedó dormida profundamente.

Kagome​

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No quería levantarme ya que hace mucho tiempo no sentía el calor de algo, cuando apenas abrí los ojos me sorprendí mucho, Inuyasha me estaba abrazando delicadamente, podría oír claramente sus latidos y sentir su respiración pero lo más importante para mí es ver de nuevo esos ojos dorados.



Cuando mire de nuevo esos ojos dorados solo respondí – ¡Buenos días Inuyasha!
Inuyasha al instante me arrojo al lago, pensé que podría morir pero donde me arrojo no era tan profundo.

- ¡Te dije claramente que no hagas eso! ¡¿En verdad quieres morir!? – mientras se acercaba



Me levante y estaba toda empapada, para colmo solo tengo 2 ropas una de la escuela y el deportivo. Yo sabía claramente que soy tan podre pero ahora me siento que no tengo nada y lo mire.



- He soportado peores – lo dije sin ánimos luego lo mire – ¿Tienes ropa? –
El me miro – ¿para que si tienes ropa puesta? –
- Si pero esta mojada, me puedo enfermar y si me miras comprenderás – le conteste



Inuyasha me miro, y vio como me abrazaba lo peor este uniforme tiene camisa blanca y falda negra y es obvio que la camisa al mojarla se quede trasparente.


Inuyasha se me acerco y me abrazó – para mí te vez hermosa – luego se separó un instante pero no se alejó – Kagome –


Yo levante mis manos para tocar ese bello rostro, cuando lo hice empuje su rostro hacia mí pero no se alejó de mi rostro por un minuto pensé que debería besarlo pero solo le di un beso en la mejilla.



- Yo quiero estar a tu lado – le respondí
Inuyasha sonrió fríamente y dijo – Soy lindo contigo y me dices eso pero mi mala suerte soy tu esclavo y debo estar a tu lado –
- y sirviente cómprame ropa y una casa –
Inuyasha se molestó tanto que me tiro de nuevo al agua - ¡No soy un sirviente! –
- ¡Basta! – le grite y una luz tan grande hizo que Inuyasha saliera volando.



Me asuste mucho, solo corrí hacia él para ver si estaba vivo tenia unas leves quemaduras en su brazo y su ropa se había desgastado drásticamente y tenia partes que estaban quemadas.



- Maldita – mientras gruñía sin verme cuando se senté y me miro yo estaba totalmente asustada - ¿Acaso estas asustada? – levanto su mano para tocarme
- No me toques – lo dije con una voz cortada
Inuyasha me miro – No tengas miedo fue solo un accidente – mientras me acariciaba mi cabello – además soy muy fuerte –
- Inuyasha – mientras lo miraba pero su sonrisa fue más sueva, tan solo verla me tire hacia él para abrazarlo – ¡Perdóname! No quise lastimarte –
Inuyasha sequia acariciándome mi cabello – no hay nada que perdonar -