Catedral de la Causalidad [Inicio]

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Creo que llego muy atrasado xd

Novena

Creo que llego tarde a la fiesta

Me reí un poco al ver a la gente que ya estaba

Debería mejorar ese aspecto de mi personalidad, sería mas puntual para la próxima, pero lo importante era que ya estaba aquí, en la Catedral

—Bien... Todo este rollo me da curiosidad... ¿Me ayudan?

 

Décimo

Yo estaba ahí, muy paciente.

Eventualmente, más participantes fueron surgiendo. Me sentí muy asqueado, debo admitirlo, ante las palabras del Octavo. Aquella seguridad en un mundo de armonía era algo que no hacía más que darme ganas de vomitar. Por otro lado, el Cuarto, un niño de no más de 11 años, parecía muy asustado y no hizo más que reafirmar mi propósito: Alguien tan joven podía aún ser salvado... Evitaría a toda costa que presenciara todo los horrores de la humanidad. La Tercera y el Doceavo no nos hicieron esperar más.

Una vez que la mayoría eligió sus diarios, Deus Ex Machina dio inicio formal al juego de supervivencia. En este punto me pareció que la tensión rebalsaba. La Primera, escandalosa como siempre, se despidió no sin antes insinuar una curiosa y general invitación. Le miré sin mayor sorpresa hasta que su figura se desvaneció. De igual forma, atendí cierto contacto entre el Séptimo y el Doceavo. Los demás aún no se movían. ¿Qué pensamientos recorrerían sus nauseabundas cabezas? No tenía ningún interés en saberlo.

Esto, sin ninguna duda, no sería tarea fácil. Yo no era ningún asesino. Tome aire y reflexioné nuevamente sobre el único motivo que me movía ahora (y el único que tendría en toda mi llana existencia) Era casi como hacerles un favor a todos. Cegados por la inocencia, la ambición de poder o de paz... Lo único que realmente necesitaban era expirar y yo les daría el gusto.

—Bien, bien, supongo que los estaré viendo... — Antes de desaparecer entre el brillo que emergía del inferior de la plataforma, y con un tono de voz lo suficientemente alto para ser escuchados por todos, pronuncié —Pero si alguien, incapaz de matar, quisiera acabar con toda esta pesadilla... Por favor, no dude en contactar conmigo. Estaré muy agradecido.

Ya no estaba ahí, impaciente.

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Gracias por la edición Nekita <3

 

"Bien... Todo este rollo me da curiosidad... ¿Me ayudan?"
​

Sorprendido ante lo que oía, me giré para observar a la nueva figura que se había reunido junto a la mesa. ¿Es que acaso había estado durmiendo mientras Deus hablaba? Pues bueno, no era obligación mía el ponerla al corriente de toda la situación y no iba a perder mi tiempo en ello. Sin embargo, mientras guardaba mi libreta y contemplaba cómo los demás comenzaban a marcharse, simplemente le dije al pasar a su lado:

—Sólo escoge uno de los objetos que quedan. Supuestamente servirán para que no te matemos.

Y sin agregar más, dejé que aquella luz blanca me absorbiera.

 

Contenido oculto: aviso que quiere ser leído (?)

La wea no sé por qué hice esto ni cómo (?) Pero bueno, se advierte al usuario que no lea este post si no quiere leer cosas de adolescentes pasivos con las hormonas revoloteadas, o sea, pura cosa diabética y sin sentido que idk aún debo acostumbrarme

really

no leas

por lo que más quieras :c

te wa pinshar (?)

okno
chau (?)

Doceavo~

Miré el suelo algo cohibido. No sabía por qué había hecho aquella pregunta, pero tampoco me arrepentía de ello. A ver, que sí, que no es lo más normal del mundo querer conocer a estas personas en este tipo de situación, pero, ¿qué más daba? ¡Yo no quería estar solo!

En vez de una respuesta por parte de Deus, la pequeña niña se aproximó hasta mí, mirándome de una forma que me resultaba incómodo.

"Vaya vaya vaya, recuerdas que el resto son tus enemigos, ¿verdad?"

—Pero yo no lo veo así... aún... —Murmuré algo inseguro, porque realmente no lo sentía así, simplemente estaba rodeado por personas que no conocía de nada y ya. Pero, como lo esperaba, la niña me ignoró.

"Podrás comunicarte con aquellos que tengan móvil, claro, pero para eso os tendréis que dar los números, ¿no? Si el otro acepta, podrán comunicarse las veces que quieran. Digamos que es la pequeña ventaja que tienen los móviles, teehe. "

Oh, ¿esa niña también era una diosa? Porque me subió el ánimo a los cielos. Pero, ¿alguien confiaría lo suficiente en mí para darme su número? Sí, me esperaba una corta vida solitaria.

"En cambio, podrás hablar con Deus o conmigo cuando quieras, ¡estaremos pendientes del espectáculo!"

Bueno. No estaría tan solo como pensaba. ¿A Deus le gustaría charlar conmigo sobre.., no sé, las estrellas? ¿Acaso él trendría algún hobby? Parecía ser guiado por la pequeñaja, la cual salió corriendo en búsqueda de unas palomitas... ¡y la muy tacaña no las compartía! ¡Qué maja, eh!

"Es hora de dar comienzo al juego. Aquellos que porten un diario entre sus manos sobre vuestras plataformas serán dirigidos hacia el área donde se desarrollará todo."

Y tal como Deus habló, me di la vuelta con mi diario en manos, algo intrigado sobre el área en cuestión. ¿Una habitación? ¿Un parque? ¿Un bosque? ¿Serían esas opciones posibles?

Pero al dar un paso alguien me detuvó cogiéndome del brazo, y no pude hacer más que tensarme. Sentí que tiraba de mí, hasta chocar contra un fuerte pecho. Un fuerte pecho que desprendía semejante olor atrayente... tan atrayente que... que...

—Pero, ¿qué?—Exclamé algo desconcertado, alejándome un poco.

En nada me di cuenta de que aquella era la silueta de Séptimo. Mi rostro se calentó al instante y no supe qué hacer. ¿Qué quería? ¿Por qué me paró? ¿Por qué olía tan bien? ¿Y esos brazos tan...?

>>¿Qu-qué pasa...?

Se acercó a mí rápidamente, sintiendo de pronto su aliento en mi oreja, provocando que pequeños escalofríos viajasen por mi cuerpo. ¿Qué me pasaba? ¿Tan pronto como llegaba y ya estaba enfermo? ¿Podrá Deus curarme? Porque, ugh, me sentía realmente mal. Y aquello empeoraba cuando Séptimo se acercaba así, aún sujetándome.

Cuando susurró aquellos números... ¡tuve que coger rápido mi teléfono para que no se me olvidase! ¡Séptimo me había dado su número! ¡Podría hablar con Séptimo en cualquier momento y lugar!

"Esperaré tu llamada, doceavo"

¿Era normal emocionarme tanto? Sí, sí, muy normal.

Tras eso él se marchó a su plataforma. Y yo no pude decirle nada. Y en realidad no me sentía capaz de abrir mi boca. Me sentía confuso, perdido. ¿Por qué? Bueno, eso no importaba. Debía dirigirme también a mi plataforma. ¡Era la hora de empezar! ¿Adónde iríamos a parar?

Observé cómo algunos ya iban desapareciendo en aquella luz blanca, influenciándome cierto temor al imaginarme envuelto en ella. Me coloqué en mi plataforma y respiré hondo, sujetando fuertemente mi diario. O teléfono, lo que fuese. Cerré mis ojos y esperé impaciente que aquel halo me tragase.

"¡Hey, Doceavo! " Rápidamente busqué con la mirada al portador de aquella conocida voz. Séptimo. Comenzaba a verse rodeado por la luz, así como yo también estaba siendo envuelta por ella. "Encuentrame."

Y así fui completamente arrastrado por la claridad, quedándome confuso y con el recuerdo de aquella melodiosa risa.

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tbh no soy capaz de leer ni una palabra de este post porque me muero
pero
omg
qué calor
me muero
me morí chau

*huye*

 

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Estoy muy atrasado aquí xd, tengo que ponerme las pilas ya

Novena

Hmmm, debería tomar algo para evitar que me mataran, pero...

—¿Que es lo que debo de tomar?

Todo esto me daba mas dudas que respuestas, así que debería ponerme al tanto lo mas rápido posible

Hmmm, si debo evitar que me maten, debo matar, ¿Verdad? Ufufu, eso me gusta~

Al parecer había que tomar un aparato, así que pues, no dudé en hacerlo

Era una tablet, se veía bien a decir verdad

—Hm, me gusta como se ve

Había una plataforma cerca, así que bueno, me acerqué y y me subí, esperando a ver qué hacía

 

Treceavo

Parte de los “invitados” de esta extraña Catedral se retiraron. Si no me tomé la molestia de hacerme notar ante las siluetas oscuras, fue porque estuve masticando una mezcla de impresión y cautela. Desde el comienzo de la reunión tuve la sospecha de que no me convenía darme a conocer de entrada, decisión de la que me sentí bastante orgulloso cuando nos enteramos de que tendríamos que matarnos para ser el nuevo Dios de todo.

¿Cómo decirlo? ¡La idea era horrenda y atrayente! Vi por un instante un mundo ideal, donde las personas gozaban de una libertad auténtica y podían ser ellas mismas sin el temor a ser juzgadas o abusadas por el prójimo. Siempre creía qu a las reglas universales, de cualquier índole, les hacía falta una ligera modificación. Ahora me servían la solución en bandeja. Una pena que la bandeja no fuese de plata, sino de cartón sucio: porque para alcanzar estos poderes tendría que matar a los otros “elegidos”.

¡Menuda farsa, hum! Me sentí realmente especial e importante cuando aquella chiquilla me llamó “elegido” el día que nos conocimos. Saber que no era el único fue un fiasco total. Y saber que ellos podrían matarme… ¡Peor!

Ahora no sólo sentía impresión, sino miedo…

Aunque… No me extrañaba. Siempre intuí que el precio de cambiar el mundo debía de ser alto. Demasiado alto. Doce vidas, para ser exactos. Suspiré al recordar la cantidad de veces que pensé en ello, en la soledad de mi habitación.

—Me llevaré este —dije una vez alcancé la mesa de los “Diarios”.

Enseñé a Deus y su ayudante el móvil negro. Luego de lo cual, tras dar media vuelta y volver a mi plataforma con una delicada seguridad, me dejé llevar por la claridad que manaba de su base. Rumbo al campo de juego…

Que Dios me ampare. Sólo yo puedo ampararme…

 

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Asdihgfgf llegó medio millón de años tarde… ¡PERDÓN LIZA! Estuve a mil entre los roles que manejo, la facultad y el hecho de que mi internet estos días se fue a la B, gomenasai </3

Ahora me puse al día con todo aquí y voy a escoger mi diario (tengo entendido que la grabadora no la agarró nadie; si me equivoco me dices y escogeré otro diario, pero releyendó los posts me pareció que nadie la tomó)… here comes Eleventh :D

Durante todo el tiempo que duró la reunión con el que aclamaba ser el Dios del Tiempo y la niña que se había llamado a si misma MuruMuru, la figura de la Onceava se había mantenido allí de brazos cruzados, callada, fría e impasible, sin que nada la inmutase. Era alguien que se tomaba su tiempo para actuar, pero… lo cierto era que, aunque por fuera mostraba aquella determinación de hielo, por dentro su mente estaba encendida.

¿Convertirse en una diosa que manejara el tiempo? Eso no sonaba nada mal. ¿Nada mal? ¿Pero que acaso era idiota? ¡Eso sonaba genial! Era un poder inimaginable. No había ninguna duda sobre ello. Y para obtener ese gran poder, lo único que tenía que hacer era matar a unas cuantas personas… ¡a su juego la habían llamado! No había ninguna duda de que estaba más que calificada para ello. Se convertiría en una Diosa del Tiempo y…

Un momento, ¿podía volverse diosa del tiempo? El título era Dios del Tiempo, no diosa… ¿acaso eso significaba que tendría que someterse a una operación de cambio de sexo para conseguir el puesto? Meh, tampoco era para tanto. No tenía tanto interés por su cuerpo; si la hacía más fuerte, con gusto lo haría. Pero esa no era la cuestión ahora… pero era una cuestión, ¿verdad? Oh bueno, ¿a quién le importaba? Tuviese el órgano reproductor que tuviese, de todas formas iba a masacrar a todos sus enemigos y convertirse en dios/diosa del tiempo, así que no era más que un detalle, ¿no es cierto?

Con pasos firmes, poco a poco se acercó a la plataforma del centro. Tomó en sus manos lo que parecía ser una grabadora de voz… le inspiraba más confianza que el otro diario que aún quedaba allí. Silenciosamente, se dio vuelta y regresó al lugar por donde había llegado a aquella enorme sala. No había más que decir. Era momento de actuar.

—Es hora de que me ponga en movimiento entonces —dijo la Onceava, cruzándose de brazos, lista para ser llevada al mismo lugar que los demás.

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Liza White calculo que necesito que publiques mi perspectiva cuando aparezco en la ciudad como hiciste con los demás, así que esperaré a tu post ahí :3

 

Sexta

Me había quedado quieta todo ese rato en el que el tal Deus y Murumuru aclaraban las dudas de los que serían mis enemigos, que se encontraban en la misma situación que yo. ¿Yo? ¿Ser diosa? Tío, que eso me emociona, al fin podré saber más de mi historia. Sonreí para mí misma al pensar en eso. Tenía que ganar sea como sea. Al pensar en eso ladeé mi sonrisa y comencé a maquinar algún plan rápido.

Perfecto. Esperaría a que todos tomaran los supuestos diarios. Quizás con eso me daría alguna ventaja que alguien ya haya comenzado a asesinar a alguien... O quizás una desventaja porque todos ya habrían encontrado cosas para sobrevivir o para asesinarme... Hm, me sentí con algo de suerte, correría el riesgo.

Ya que todos habían desaparecido, me tomé la libertad de ir a paso lento para tomar mi diario... El único que quedaba que era la cámara. Suena escalofriante hasta cierto punto. Me troné los puños al igual que el cuello haciendo un gran círculo con la cabeza.

— Whoah! Estoy lista para este rollo. ¡Venga! Que tengo ansias de ver... ¡Sangreeeee! —grité celebrando, esperando a que Deus me mandara al mismo lugar al de los demás.

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Liza White uwu <3 No es lo mejor, sorry :C