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Tema en 'Digimundo' iniciado por Nami Roronoa, 6 Enero 2017.

  1.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    —¡Puedes aguantar eso, Togemon! ¿verdad? —asentí con decisión mirando al digimon y, finalmente, extendí el brazo señalando al Gaizmon X—. ¡Acabemos con un Ataque de Espinas!

    [​IMG]
    Togemon
    Nivel: Adulto
    Atributo: Datos
    Salud: 210/250
    Ataques:
    -Ataque de Espinas: dispara las espinas de su cuerpo como afilados proyectiles (60 Potencia; golpea a todos los enemigos)
    -Puñetazos Veloces: golpea al enemigo con dos fuertes puñetazos (30 Potencia; golpea dos veces)
    -Esporas Venenosas: libera esporas color violeta desde la flor en su cabeza, que envenenan al oponente (Usos: 2/2)
    -Somníferos: libera esporas color celeste desde la flor en su cabeza, las cuales duermen al oponente (Usos: 2/2)
     
    Amane ha tirado dados de 60 caras para Total: 47 $dice
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  2.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    Con el ataque definitivo de Togemon, Gazimon X lanzó un rugido lastimero y se desplomó pesadamente sobre el suelo del derrumbado casino.

    —¡Lo logramos, Lilith! ¡Vencimos! —exclamó Togemon, alzando uno de sus puños en señal de victoria. Se volvió hacia la chica y de repente su cuerpo volvió a brillar con luz blanca, encogiéndose hasta transformarse en Palmon nuevamente. Saltó a los brazos de Lilith para abrazarla—. ¡Logramos detenerlo!

    En ese entonces, el círculo negro que había estado alrededor del cuello de Gazimon X se partió a la mitad en cuanto cayó, y se rompió en mil pedazos en el acto. En cuanto eso sucedió, el cuerpo de aquel digimon desprendió una súbita luz negra y comenzó a encogerse… hasta volver a su estado normal. Un Gazimon pequeño, igual a los demás del casino, se encontraba en el suelo, malherido y temblando.

    —E… ¡ey! ¿Estás bien? —musitó uno de los otros Gazimon, asomándose desde detrás de una de las mesas.

    Poco a poco, los Gazimon del lugar se fueron acercando al que estaba allí tirado en el suelo. Curiosos, los niños elegidos y los digimon también se acercaron a observar. El Gazimon herido se puso de pie con ayuda de otros dos, y lucía visiblemente desorientado.

    —¿Qu… qué sucedió? No recuerdo, yo… lo último que recuerdo es ir a la parte de atrás a buscar el mapa y… y luego perdí el conocimiento cuando encontré… encontré ese aro de color negro y…

    No había caso. Por más que se esforzara, Gazimon no podía recordar más que eso. Pero debió de darse cuenta que los destrozos los causó él de alguna forma, porque de inmediato empezó a pedir disculpas. Se disculpó, sí, pero además…

    —Gracias… ¡gracias, ustedes tres! —exclamó él, volviéndose hacia los tres humanos—. Ellos fueron los que me detuvieron, ¿verdad?

    —Sí, fueron ellos —asintió otro de los Gazimon—. ¡De verdad nos habéis salvado a todos!

    Todos los presentes, tanto clientes como empleados del casino, hicieron una exclamación de "¡hurra!" y agradecieron a los tres humanos y a los tres digimons que los acompañaban. Parecían estar muy agradecidos con todos ellos, realmente… tanto, que le perdonaron a Lilith su deuda con Etemon, diciéndole que era libre de marcharse si ella quería. Además, les entregaron una buena cantidad de comida para su viaje; un "bento" con onigiris para cada uno de ellos (tanto para los humanos como para los digimons) así como también botellas de agua para beber.

    —Lamentamos no tener el mapa, pero… si siguen por la sabana en aquella dirección, llegarán a la Ciudad Fábrica en poco tiempo —indicó uno de los Gazimon—. Allí de seguro tienen más de un mapa. Busquen a Andromon; él de seguro los guiará sin problemas.

    —Oh, ¿por qué no los llevamos? —ofreció otro de los Gazimon—. Tenemos una carreta… si quieren ir hacia allí, sólo tienen que pedirnoslo…

    Parecía ser que todos estaban muy agradecidos por haber detenido a aquel digimon. Palmon se volvió hacia Lilith y sonrió; al fin y al cabo, todo se había solucionado para bien…

    ¡Evento "Golpe de Suerte" finalizado!

    Recompensas para los participantes.
    Amane :
    -Desbloquea Digievolución Adulta de Palmon (Togemon)
    -1200 digibytes
    -Baya Sanadora (x1)
    -Vitaliza (x1)

    GalladeLucario :
    -600 digibytes
    -Baya Sanadora (x1)
    -Defensa (x1)

    Noir :
    -600 digibytes
    -Baya Sanadora (x1)
    -Potencia (x1)


    Si aceptan la propuesta de Gazimon, serán llevados los tres a Ciudad Fábrica; sin embargo, los tres deben responder para que los lleven, no basta con que uno decida por los tres.
     
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  3.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Hana Fairchild

    Y al fin acabó. Aquella imprevista batalla sacada de un shonen contra ese gigantesco Gazimon... al fin terminó. Tras un último puñetazo de Togemon, la bestia se desplomó en el suelo del casino con estrépito.

    Observé por el rabillo del ojo la repentina transformación del digimon de aquella chica, como la luz blanca que lo envolvía disminuía más y más, hasta tomar de nuevo su forma inicial. Observé distraídamente como se abrazaban ambas, felices por haber salvado el casino... e internamente me sonreí. En cierta forma me agradaba la extraña relación que existía entre nosotros los humanos y estas tan particulares criaturas. Por un momento me pregunté si Biyomon también podría evolucionar de esa forma y me pregunté, fantaseando levemente con la idea, que clase de criatura sería. Hmm... no lograba hacerme una idea muy clara, pero barajé distintas posibilidades.

    Repentinamente escuché un ruido, como de un cristal rompiéndose... y reparé en que el digimon de aquella chica no era el único que había retomado su forma original. El extraño collar que poseía en el cuello, negro como una oscura neblina simplemente estalló y el Gazimon pareció volver en sí. Todo el casino nos reunimos en torno a él, incluso yo, curiosa, acerqué mis pasos... aunque prefería mantener las distancias.

    ¿Qu… qué sucedió? —preguntó la criatura con la mano en la cabeza— No recuerdo, yo… lo último que recuerdo es ir a la parte de atrás a buscar el mapa y… y luego perdí el conocimiento cuando encontré… encontré ese aro de color negro y…

    ¡Ah!— solté repentinamente, como si hubiera reparado en algo muy importante—. Eres ese Gazimon que fue a por el mapa a la parte trasera hace unos minutos. ¿Pero qué diablos te sucedió?

    No hubo respuesta. Gazimon parecía incapaz de recordar. Sin embargo, si reparó en los destrozos que había causado a su alrededor y se disculpó en repetidas ocasiones, para después agradecer nuestra ayuda. Viéndome en el centro de todas aquellas ovaciones, junto a aquellos dos humanos despertaron en mí una súbita ansiedad... que traté de ocultar simplemente jugando desinteresadamente con un mechón rebelde de mi flequillo.

    "Tsk, no necesito toda esta atención" — me dije a mí misma—. "Yo solo... quería salir de aquí..."

    Sin embargo, algo en mi interior se removió con alegría. Me sentía bien por haber ayudado, por haber salvado a aquellas pequeñas criaturas, contribuyendo en un combate que ni siquiera pude ver venir y que ni siquiera comprendía como había manejado. Se sentía... tan natural. Como si fuera algo que simplemente estaba destinada a hacer. Que debía hacer sin más.

    Miré a Biyomon de reojo y cuando ella me miró, sonriente, yo no pude evitar que mis labios también se elevaran... y devolverle la sonrisa. Una tenue, leve sonrisa... pero sonrisa al fin y al cabo.

    Los Gazimon del casino nos entregaron provisiones para continuar el viaje; bentos con onigiris que hicieron a mi estómago estremecerse del hambre, de la nostalgia al recordar cuan lejos me hallaba de mi tierra natal. Y botellas de agua para una dura caminata bajo el sol abrasador del desierto.

    —Lamentamos no tener el mapa—
    dijo entonces uno de los Gazimon— pero… si siguen por la sabana en aquella dirección, llegarán a la Ciudad Fábrica en poco tiempo. Allí de seguro tienen más de un mapa. Busquen a Andromon; él de seguro los guiará sin problemas.

    ¿Andromon?

    —Oh, ¿por qué no los llevamos? —ofreció otro de los Gazimon entonces, sonriente—. Tenemos una carreta… si quieren ir hacia allí, sólo tienen que pedirnoslo…

    Sentí repentinamente mi corazón saltar en mi pecho. Al fin podría salir de allí, ¿qué tan genial era eso? Abandonar la calurosa sabana, estar un paso más cerca del viejo Gennai. Pero entonces, reparé en que no era la única que viajaría en aquella carreta. Dirigí una mirada de soslayo a ambos humanos... y entonces crucé mis brazos y aparté la mirada con obstinación.

    B-bueno, si no hay más remedio y es el modo más rápido de abandonar este lugar, por mi parte no hay ningún problema— dije—. Tú también estás de acuerdo, ¿verdad Biyomon?
     
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  4.  
    Amane

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    Lillith Campbell

    Mis labios se ensancharon en una gran sonrisa cuando el Gaizmon finalmente fue derrotado y Togemon, volviendo a ser de nuevo Palmon, saltó a mis brazos. ¡Lo habíamos conseguido!

    Pronto nos acercamos al cuerpo del digimon, que pareció recuperar su forma original también. Parecía todo haber sido culpa de un extraño colgante que, por suerte, ya parecía que no podía dar más problemas. O eso esperaba.

    Los habitantes del lugar parecieron extremadamente agradecidos, pues no solo me perdonaron la deuda del casino (menos mal, porque no parecía que fuese a conseguir pagarla) sino que también nos ofrecieron comida para el camino e incluso nos ofrecieron llevarnos a Ciudad Fábrica.

    La chica rubia, Hana, aceptó aunque parecía algo... ¿molesta? Personalmente, sonreí y asentí con la cabeza.

    —¡Yo estaré encantada de no volver a salir a la Sabana! ¡Hace mucho calor! —dije, alegre, para después mirar a Dylan—. Vienes tú también con nosotros, ¿no?
     
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  5.  
    MrJake

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    Dylan Rogues

    De pronto, el Gazimon volvió a la "normalidad" (dentro de todo lo normal que puede ser un digi-bicho de esos) y actuó como si no hubiese sido consciente de lo que hacía. Contó algo sobre un aro de color negro y nos ofrecieron después subir a una carreta. Y Lilith, como si nada, aceptó. Huh.

    —Ya verás como nos esté mintiendo y nos lleve a un lugar peligroso —susurré a Patamon, desconfiado.

    Pero, con todo, acabé aceptando la propuesta. ¿Por qué? Pues... supongo que no tenía nada mejor que hacer. N-No es como si me preocupase por Lilith ni nada así. Con la planta mutante que ahora podía convertirse en un cactus boxeador... no me necesitaba, siquiera. Quiero decir, ¡solo hay que mirar a Patamon, por favor! Como mucho, un enemigo perdería contra él porque decida dejar de pegarle para darle un achuchón, pero poco más.

    —... está bien. Vamos a la ciudad esa, sí —contesté, apartando la mirada.
     
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  6.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    Cuando los tres niños expresaron su acuerdo con la propuesta, Gazimon los guió hacia la salida trasera del casino. Allí encontraron lo que parecía ser una carreta; un gran carruaje de madera que les recordó a los que en su mundo se usaban hace muchísimos años, tirados por caballos, antes de la existencia de los automóviles.

    Excepto que este, en lugar de ser tirado por caballos, era tirado por digimons. Un Monochromon se encontraba frente a la carreta, atado por dos firmes cintas, y parecía ser el encargado de tirar de la carreta.

    Los niños elegidos y sus tres digimons compañeros se subieron en la parte trasera. Era una carreta sencilla, pero grande; los seis entraban cómodamente. Gazimon se subió en la parte de adelante y tomó las riendas que ataban a Monochromon.

    —Muy bien, ¡en marcha! —exclamó, y poco después partieron.
     
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  1. Nami Roronoa
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