Fruncí un poco el ceño al escuchar lo de ser políticamente correcta, no por molestia, fue solo que la idea sumó un par de puntos de confusión y me pregunté si mis ofertas, sugerencias o ideas podían pasar por eso con frecuencia. Me gustaba hablar con las personas e involucrarlas, en ese intento más bien lo correcto a veces se me resbalaba un poco y era un problema para los demás y para mí, pero no entraría en explicaciones que nadie pedía. Quizás lo natural fuese que las personas dudaran de las intenciones ajenas, la confiada e ingenua era yo y sabía que eso era un problema muy mío. De todas formas, la confirmación de Kakeru de que si Shinomiya no aceptaba no sería personal me tranquilizó un poco más, ni idea de por qué en realidad si tenía interiorizadas ciertas nociones respecto a que las acciones ajenas no eran siempre una reacción directa a uno o un problema personal. En todo caso, asentí cuando dijo que le preguntaría. —No le des tantas vueltas tampoco, bueno, hasta donde se pueda —dije antes de dar el tema por concluido—. Lo importante es que la pasemos bonito con el almuerzo. Dejó caer el brazo al costado del cuerpo y exhaló, pero renovó la sonrisa. La reflejé una vez más, saqué los brazos de detrás de la espalda y luego de acomodarme el asa del maletín en el brazo sostuve el bento de nuevo para que él pudiera cambiarse los zapatos. Se rio de mi broma y yo fingí una ofensa bastante importante, arrugué las facciones e incliné el cuerpo en su dirección. —¿Estás diciendo que no intimidaría a nadie, Kakeru? —apañé, acusadora, pero terminé soltando la risa y regresé a mi espacio—. ¡Me daría mucho miedo! Por eso te estoy liberando, ¿no ves? Si te quedas ahora tiene que ser por voluntad propia y si tienes que jurarlo frente a las autoridades, más te vale hacerlo, no puedes hacer que me vaya detenida con estas pintas. No sobreviviría cinco minutos en una celda. Con el cambio hecho le regresé el bento cuando extendió el brazo, luego empecé a caminar después de su invitación. —Me dejas una gran responsabilidad, no se vale. Seguro algún espacio exterior para aprovechar el clima, ¡pero a la sombra! Para que nadie le dé un golpe de calor ni nada raro. Contenido oculto por acá cierro x2 el chiste de tenerlo de rehén se volvió una realidad JAJAJAJ nos vemos uwu