La verdad era que aquí nadie pretendía jugárselas de santo, nunca había sido el caso, nos habíamos encargado cada uno por separado de dejar bien claro que éramos, simplemente, pedazos de mierda. Reyes de nada, de un montón de humo, de aire sin más y nos revolcábamos en nuestro reinado como si domináramos el maldito mundo. El repudio y rechazo que recibíamos de algunos nos lo habíamos ganado a pulso. Encontrábamos un lugar con luz, nos encargábamos de apagar las velas, estallar los bombillos o absorber todo el oxígeno para apagar cualquier llama y seguíamos a lo nuestro, como si no tuviéramos nada mejor que hacer. Hombre, yo lo tenía, pero el objetivo era más o menos el mismo, si podía dejar sin oxígeno a mi propio padre y hacerlo cederme su imperio sin depender de un tercero, lo iba a hacer. Había vivido como una muñeca y era aburrido a cagar de por sí. Puede que este cabrón llevara razón, puede que tuviese a Aaron entre almohadones, colmado de atenciones y permisos que no le había concedido a otro desgraciado. Era el único idiota que había dormido en mi cama y para terminar de hacerla ni me lo había follado, hombre, eso ya era cuestionable hasta decir basta. Fuese cual fuese el caso, al menos hoy no me bajé del escenario. De por sí tampoco había pretendido esconder lo que era en ningún momento. Aaron se había quedado incluso cuando hice el imbécil con Hanson en toda su cara. ¿Qué quería en realidad del crío? Ni puta idea, hasta entonces había tomado cuanta cosa me alcanzara y si hilaba muy fino podría hasta preguntarme si lo que quería era una mascota, al menos si tomaba el lado más cagado del asunto. También tenía esta sensación, bastante molesta, de que este hijo de puta se iba a agarrar de algo que era casi una certeza. El hecho de que podía encajarle los dientes en el cuello por Aaron. Su estupidez que tenía pinta de advertencia, alerta, amenaza o la mierda que fuese me arrancó una sonrisa bastante cagada. Fue amplia, me descubrió los dientes y la acompañó otra risa casi ronca. ¿Qué esperaba grandes cosas? Había decir que sus estándares tampoco estaban muy arriba, no era lo que se dice una mente maestra ni nada. Pero a petición del público~ —Sure thing, darling. El imbécil se quedó esperando su saludo de lo más bonito, como buen niño y todo, hasta se puso algo de inocencia encima. No que me importara, por mí como si tenía la cara del mismo Satanás venía a ser lo mismo, pero no le quitaría el impulso ni nada. El beso fue por la gracia nada más, porque así no me importara hacer el espectáculo a los cuatros vientos, la verdad era que ahora mismo no me interesaba. —Really? Me alegro~ —De nuevo, en sí me daba bastante igual, pero por seguir la estupidez. Ya de paso le dejé ir algo de peso encima cuando me rodeó la cintura con ambas manos y ladeé la cabeza, tragándome la risa—. Me da a mí que ya sabes la respuesta a eso. ¿Te imaginas lo aburrido que sería que ese fuera el regalo? Contenido oculto im back luego de casi morir de angustia en SS *tira una silla por la ventana* i lov these dark vibes huh
Jack me explicó que sí le había afectado algo jugar a los quemados, justo como había esperado que fuese el caso, y aun así no pude evitar fruncir ligeramente el ceño al escucharlo confirmarlo. Hice también una mueca con los labios, pero al final dejé salir un ligero suspiro y recuperé la suavidad de mi expresión. Al menos decía que no había sido tanto problema y, a decir verdad, tampoco tenía motivo para regañarle o algo por el estilo, así que lo acabé dejando pasar. —Nuestro partido fue bien, sí —contesté, con una sonrisa que podía pecar de ser bastante orgullosa—. De nuestro equipo solo lograron eliminar al moreno aquel tan mono, así que terminamos ganando~ Y parte de aquella victoria había sido gracias a mí, ¿verdad? Je~ Por regla general era una chica muy tranquila, y aunque mi vena competitiva no era tan visible o directa como podría ser, no dejaba de existir y, ¿qué decir? Me gustaba ganar. >>Oh, sobre eso. Sí, me trajeron en coche por el mal tiempo, disculpa —seguí respondiendo después, aunque ya recuperé la suavidad natural de mi expresión para entonces—. ¿Te gustaría ir subiendo a la clase? Contenido oculto Bueno, no simpear a Joey así sea poquito siempre que tenga la oportunidad es como pecado, so me disculpan
Realmente si alguien más se atrevía a cuestionar mi forma de actuar de los últimos días como habían hecho los chacales de mi hermano y el mismo Al, así no lo hiciera directamente, me lo había ganado a posta. Llevaba una seguidilla que debía dar hasta gusto en cuanto a estupideces se refería, como si me lo hubiese tomado puto personal y quizás era el caso, quién sabe. El espejo roto del baño de la escuela, el espejo de mi habitación, la pantalla del móvil viejo, seguir evitando a Nagi. Luego la mascarada, la estupidez con Alisha, vender al otro cara de borrego como carne de cañón cuando hasta me había acompañado a buscar un vestido, salir con Kasun y de cereza del pastel la reunión con Shinomiya. El caso era que un poco de razón habían llevado Cayden y Arata al decirme que básicamente me iban a poner escolta, porque debía tenerlos cagados hasta las patas o hartos de la vida a secas. El segundo me había dicho que prefería no seguirme llevando en la moto por obvias razones, el primero se había vuelto más o menos un fantasma, así que al final habían encargado a un pobre desgraciado de los Ootori para que me dejara en la escuela aprovechando que tenía que tirarse el viaje para ir a la universidad, que no quedaba muy lejos del Sakura. Igual no iba a rechazar un aventón, la verdad fuese dicha. Al menos me tocó con la versión relajada, de nuevo, del par de mellizos de turno. El de ojos claros no era que tuviese más paciencia o eso parecía, pero tan siquiera disimulaba más el desagrado que debía tener encima, lo encerraba y se acompasaba a lo que tenía frente a él, así que el viaje se hizo en silencio en su coche. Llegué un poco más tarde, pero todavía no sonaba la campana así que todo normal. Murmuré un gracias mientras abría la puerta y cuando estaba por cerrarla su voz me detuvo, haciendo que asomara el rostro para mirarlo. Sus ojos, de un tono verdoso, me estudiaron varios segundos y me pareció que suavizó los gestos sin darse cuenta. —Ve con cuidado —dijo casi en un murmuro—, Kuro-chan. De nuevo, no hubo desagrado perceptible en su voz, pero tampoco alguna otra emoción en específico. Si acaso logré distinguir apenas un chispazo de preocupación más o menos genuina que me desbalanceó ligeramente, así que me tomó un par de segundos asentir con la cabeza. —Tú también. —Fue todo lo que atiné a contestar ahora sí cerrando la puerta. Crucé el patio frontal sin prisa, el viento me agitó el cabello y cuando entré al edificio suspiré con algo de fuerza, repasando el espacio con la vista sin ninguna intención particular. No me asomé a la fila de tercero, tampoco a la de primero y seguí a la de segundo casi en automático para hacer el cambio de zapatos y subir a clase suponía. Contenido oculto alto relleno, pero en los dos posts anteriores que hice con Kat me olvidé de aventar esto todas las veces xd supongo que queda por ahí just in case
La verdad, estaba dejando correr casi todas mis mierdas con una facilidad estúpida. Vete a saber si algo la habría dejado de mejor humor o si, por alguna alineación astral, había amanecido con la paciencia suficiente para tolerarme. La que fuera me venía bien aunque, vaya, ¿ni un poquito alterada? Qué aburrido~ —Me imagino, sí —concedí, algo distraído, y alcé apenas las cejas—. Ah, aunque ahora que lo pienso... yo también te debo tu regalo, ¿o no? Debía insistir en que no tenía nada personal con casi nadie, sólo un archivo bastante útil de a quiénes les tocaba los cojones y a quiénes no asociado directamente a la proximidad temporal. No era ninguna mente maestra, vaya, tampoco irían a pedirme demasiado. Le dediqué una sonrisa sosegada a Katrina antes de desviar mi atención hacia un costado, en dirección al resto de taquillas y la entrada de la escuela. Chequeé el panorama bastante rápido y cuando comprobé que no había moros en la costa simplemente despegué una mano de su cintura para estirar el brazo. Tuve que leer los nombres, así que también me incliné hacia ella y me pegué un poquito más a su cuerpo. Ups. Abrí el casillero designado, que para la gracia no estaba para nada lejos, y colé la mano dentro. Se me dibujó una sonrisa divertida en los labios. —A ver, a ver, la caja de Pandora —murmuré, extraje lo que parecía una bolsa plástica y la observé de lo más contento—. Lucky~ Happy birthday, Kitty Kat. La dejé caer sobre sus manos, entre nosotros, y volví a calzarme en su cintura tras cerrar el casillero del pelirrojo. La bolsita estaba llena de cookies, anudada incluso con una cinta roja de lo más bonita, y me importó absolutamente nada ser semejante mierda de ser humano. —Las hice con todo mi amor —tuve el puto descaro de agregar, de lo más liviano—. Hope you like them~ Contenido oculto hostia este cabrón me posee y cometo muchas maldades
Ni idea de qué podía salir más como el culo, si cuando le soltaba los mordiscos en el cuello de gratis o subirme al tren de su estupidez. La verdad es que deberían considerarnos un peligro para la sociedad a secas, mira que ir a revolver a Satanás Uno con Satanás Dos tenía que significar el fin del mundo para más de un pobre desdichado que estuviera en nuestro perímetro. No había mucho que hacerle. Cuanto sabía era que cualquier otro día seguro lo habría mandado a la mierda, sobre todo con las cagadas que me había estado tirando mi padre encima, pero digamos que ya se me había pasado algo de la mala leche. Lo suficiente para buscar quitarme cierto aburrimiento de encima. —Qué bueno que lo recordaras tú mismo, estaba por reclamar —dije casi en voz baja a lo del regalo. A decir verdad no esperaba nada de él, de nadie en realidad, pero sabía que se iba a aventar la estupidez de turno y me quedé esperando. Lo vi repasar el espacio, porque al menos esa prudencia tenía el estúpido, para leer los nombres se me pegó algo más al cuerpo y me permití una sonrisa de pura suficiencia. Ni siquiera mi fijé quién salió premiado, empezando porque no le había prestado especial atención a lo que había hecho la pelirroja ni nada. Estiré la mano para recibir la famosa bolsita, de nuevo me permití una sonrisa de mierda y me puse a estudiar el paquetito de lo más interesada incluso cuando me volvió a calzar la mano en la cintura. Me importó exactamente lo mismo que a él ser tal desperdicio de oxígeno sobre la tierra. —Lovely~ —comenté con la diversión impresa en el tono—. Con cintita roja y toda la cosa. Abrí la bolsita, saqué una galleta y me la llevé a la boca como si de verdad estuviesen destinadas a ser mías. En fin, iba a ser que Pierce se iba a encabronar (más) con las tres cabezas… Ya de por sí me había comido a su no-novio en sus narices y ni siquiera me había dado cuenta. Saqué una segunda galleta y la extendí hacia Joey en el espacio entre nosotros. —¿Quieres una, cariño? —pregunté de lo más normal—. I don't mind sharing~ Igual debíamos ir subiendo o algo, pero bueno, ni que se fuese a acabar el mundo por llegar arriba un minuto tarde. Hubiese tenido su gracia saber que las galletas se supone eran para Maze, ¿se hubiese encabronado por una vez en su vida de habernos visto? No lo sabríamos. Contenido oculto Joder a tus propios hijos entre sí? That's my fucking jam. Also dios son tan hijos de puta, who's gonna stop them cuz i cant No me pude dormir y me puse a escribir posts smh por lo menos sirvió para darme sueño
La verdad, no fue hasta clavarme la jodida estupidez del día que reparé en la presencia de Sasha en el pasillo. Tendría que agradecer que andaba distraída, eh, mira que no me cabía duda de que la cabrona sería capaz de cortarme las putas manos si me veía robándole las galletas a... ¿su amigo? ¿Novio? Lo que fuera, me las cortaba y punto. A veces era insoportablemente leal. Aunque tener a alguien peleando así por ti debía ser lindo y todo, ni idea. Por otro lado, hubo una parte de mí que genuinamente dudó si Katrina me seguiría el rollo o si lo consideraría un abuso. No por nada, pero digamos que me parecía la menos caótica de la bestia y, quién sabe, quizá todo el rollo de las galletas era una suerte de prueba. ¿No acababa de decirle que ojalá estuviera a la altura de Cerbero? Mira que andar decepcionándome tenía que ser pecado capital. Por suerte no lo hizo. Recibió la bolsita con toda la tranquilidad del mundo y asentí como un buen niño haría al anotar lo de la cintita. Mira que sí estaba lindo empaquetado y todo, me daba que le había puesto más empeño que a las raciones usuales como la de la otra vez, cuando la molesté con eso mismo. Y también tenía que tener suerte el pelirrojo, dicho sea de paso, salvándose como un campeón de esa y también de esta mierda. Dios, y ni siquiera sabía que Katrina se había comido al puto no-novio desaparecido de Pierce. Qué jodida joya de escenario. Seguí sus movimientos al masticar sin particular maña y asentí tranquilo a lo de si quería una galleta, sólo que en vez de hacerme con la misma simplemente estiré el cuello y esperé a que ella, bueno, me alimentara. Como un buen cachorrito y todo, ¿verdad? Ya que le gustaban tanto de esos~ Mis manos siguieron distrayéndose en su cintura, de tanto en tanto bajaban un poco y regresaban. Pero cuando abrí la boca, así para darle más énfasis quizá, deslicé los dedos suavemente hacia la línea de su cadera. —Oye, Katty-chan —fue casi un susurro, cargó una sedosidad estúpida y no le quité la vista de encima ni por asomo—. ¿Tienes planes para el sábado~? You see, Ali-chan y yo hicimos este amigo que apenas entró a la escuela y andaba con muchas ganas de conocer la vida nocturna de la ciudad. Seguro te gusta y todo, un poco inocente y algo clumsy, pero bueno de corazón. Como tu cachorro, digamos, pero más apuesto. Afiancé el agarre, lo hice por la pura gracia y pegué sus caderas un poquito más a las mías. —¿Qué dices~? Contenido oculto no pude contenerlo JAJAJA he wanna eat her ups
Quizás a ojos de todo Dios podía parecer la más sosegada del trío de desgraciados, quizás porque era apenas más introvertida que el otro par de estúpidos y luego por ser una loca del control y tal. Eso y que en general era, más o menos, de pensar antes de clavarme las cagadas, casi las planificaba y ponía todas las piezas encima de la mesa, observando y observando, hasta encontrar a la que tenía una pata coja. No que importara porque no era una bestia de la calle, pero podía alzarme por encima del tablero si me salía de los cojones. Digamos que era el caos ordenado. Claro que para hacerlo necesitaba de información, bastante, y en ese caso me faltaba el quién había hecho las galletas y para quién, viendo lo bonitas que estaban envueltas y todo el rollo. Saberlo no habría cambiado demasiado, solo me habría permitido ampliar el panorama y me las habría comido más a gusto, quién sabe, no por Pierce, sino por ver si le sacaba alguna reacción al montón de aire que era Maze. Porque vivía de tensar cuerdas. Wickham y yo podíamos matarnos cualquier buen día, eso se sabía, pero también podíamos acompasarnos si nos salía del culo y allí estábamos, revolcándonos como hijos de puta en unas galletas que no eran para nosotros. No me dio por pensar qué habría dicho Aaron de ver esa parte del numerito o si yo me habría detenido de ser el caso, aunque lo ponía en duda. Era como si lo llevara escrito en la frente de por sí. Mira lo que está detrás del humo. No hay nada más aquí. El cabrón estiró el cuello, me tragué la risa y le permití su capricho en resumidas cuentas, lo alimenté como si no fuéramos capaces de arrancarnos un pedazo de piel con los dientes el uno al otro. Sus manos seguían haciendo el imbécil en mi cintura, la verdad ya hasta le había tomado el gusto, poco me faltaba para ronronear. Aún así en el intermedio, digamos, estiré la otra mano para sacudirle una migaja que le había quedado cerca de la boca con una paciencia que dejaría en vergüenza a cualquiera. Sentí sus dedos deslizarse, la gracia me lanzó un chispazo por la espalda y ensanché la sonrisa mientras volvía a cerrar la bolsa de galletas como si tuviese todo el tiempo sobre la tierra. Lo escuché con una atención estúpida ya de paso, todo el cuento que no era necesario y me tragué la risa al oír cómo describía al otro, si lo ponía así cualquiera iba a pensar que me gustaba robarle la inocencia a almas desafortunadas. Qué cosas~ El idiota afianzó el agarre, pegó mis caderas un poco más a las suyas y solté el aire por la nariz, removiéndome apenas. Estiré la mano, delineé su mandíbula y me hice la que estaba pensándose el asunto. —Me habría ofendido si luego venía a enterarme que habían salido de fiesta sin mí, ¿sabes? —respondí bajando el tono también y ladeé ligeramente la cabeza—. Y con lo que me gustaría a mí conocer a su nuevo amiguito. Así que cuenta conmigo, babe. Encontré sus ojos, volví a sonreírme y me estiré para dejarle otro beso en los labios algo más largo que el anterior, ¿por qué? Porque me salió del coño en resumidas cuentas. Cuando le regresé su espacio me desvié, le estampé un beso en la mejilla y se me ocurrió tan siquiera preguntar una cosa. —¿Alguna idea de dónde comenzar el tour del pobre clumsy boy? I'm just curious~ Contenido oculto sis lA TENSIÓN SE PUEDE CORTAR JELP send me to the horny dungeon hell
Suponía que tendría que agradecer por el clima, al menos no estaba lo suficientemente apestado como para arruinarme los planes y, pensándolo bien, ¿a que mejor si no había un sol que rajara la tierra? Que tampoco era nada de vida o muerte, lo sabía, y perfectamente podría haber esperado al lunes si las condiciones no eran óptimas, pero ¿qué hacía si no con todo lo que había preparado? Era una mujer de palabra, por supuesto. La pierna me seguía molestando pero no era nada imposible de manejar y, lo dicho, luego de un rato de actividad física ya casi no lo sentía. Tampoco andaba corriendo ni haciendo locuras y podía descansar de P.E. hasta la semana entrante. Alcancé los casilleros unos minutos antes de lo usual y repasé la línea de tercero, comparando los lockers con los dos nombres que me había escrito en el móvil. Lo había pensado un huevo y medio y fui incapaz de decantarme con la suficiente claridad por alguno, así que quedaba arriesgarse. Tenía exactamente lo mismo copiado en dos post it, que fueron los que dejé pegados del lado de adentro tanto en el locker de Sean como en el de Suiren. Si eres albino hazme caso, si no ¡cómete este papel! Te espero en la piscina al receso, don't be late ♡ Ya sabes quién, y si no sabes pues me ofendo. Algo infantil sí que era, pero peor habían sido los monstruos de las galletas. Que dicho sea de paso, con toda la tontería del almuerzo especial no me dio tiempo a hornear ninguna. Claro que nunca tuve en cuenta que ayer Maze tampoco había recibido las que le dejé. Ya con eso hecho, me di por satisfecha y me fui a mi casillero para cambiarme el calzado. Contenido oculto *whooosh* vengo a cumplir con mi deber Insane lo dicho y Nekita por cosas de la vida a Sean también le cayó la wea JAJAJA ups
La inconsistencia de mis padres era algo que, sinceramente, nunca iba a llegar a entender. Se habían pasado toda su vida ignorándonos olímpicamente, hasta el punto de permitir que Kashya viviese sola con sus dieciséis años o que yo me saltase los estudios con tal de pegarme el viaje que me apeteció hacer de repente un buen día, ¿y ahora repentinamente estaban preocupados por nosotros? Bah, no por mí, tampoco iba a engañarme, pero tampoco les había escuchado mencionar nada de Kachito hasta ese momento, así que aplicaba. Había estado viajando sin ningún objetivo concreto, la realidad era la que era, y como tal tampoco me resultó un gran dilema tener que cancelarlo para ir a Japón de un día para otro. Mucho menos cuando todos los gastos corrían de parte de nuestros padres, claro. Aunque sí que tenía que admitir que no me hacía ninguna ilusión volver a la rutina de ir a clases todos los días, estudiar y todo el rollo... pero en algún momento tenía que hacerlo, ¿no? Kachito no había cambiado ni una pizca, no aparte de haber crecido algo, y lo cierto es que solo aquello me llenó de bastante alivio. No habíamos tenido la relación más cercana aun a pesar de ser hermanos, ninguno éramos las personas más cálidas del mundo ni mucho menos, pero eso no significaba que no la quisiese o me preocupase por ella, especialmente cuando mis padres lo habían pintado de forma tan catastrófica. Qué iba a saber yo que todo venía por un simple nueve en un proyecto escolar. Llegué lo suficientemente cansado como para no pensar mucho en nada, encima al día siguiente tenía que empezar a ir a clases y sabía que no tendría ningún sentido intentar convencer a Kashya de no ir porque solo funcionaba cuando era algún día de mala suerte o algo por el estilo, cosa que no sucedería ese viernes. De camino a la academia, la chica me explicó algunas cosas básicas que necesitase saber y, por supuesto, no le faltó el comentario diciéndome que la biblioteca era el mejor sitio de todo el edificio. —No te preocupes por mí, Kachito~ —canturreé, revolviéndole el pelo, al llegar a los casilleros. Vaya, que era el mayor de los dos y lo último que necesitaba era que mi hermana pequeña me cuidase o algo por el estilo. Además, que no hubiese querido acabar los estudios voluntariamente no significaba que hubiese tenido dificultad con ese tipo de cosas, al fin y al cabo Kashya no era la única inteligente en aquella familia~ Me dirigí hacia la fila de casilleros de tercero silbando una melodía aleatoria, con las manos en los bolsillos del pantalón, y me dediqué a buscar el mío con toda la calma del mundo. Por supuesto, aproveché para echarle un buen vistazo a los alumnos de la zona y, en esas, hubo una rubita que pasó a mi lado que logró llamar mi atención. Eh, no sabía yo que las niñas ricas eran todas tan lindas~ Contenido oculto Voy a estar un poquisho ocupada hoy, pero cuanto antes rolee con el chiquillo, pues antes se me quita el miedo a ello so here it goes aasjda y como obviamente a ali no la puedo dejar descansar, pues la menciono y la dejo por ahí también uwu
El día anterior fue perfecto para comer en los pasillos, bueno, convencer un poco a Génesis de sentarse en el suelo luego de persuadirla y almorzar, hablar de un par de boberías, hacerla reír. Ciertamente aquel tipo de cosas me llenaban de una u otra forma, era como si se permitiese ser la adolescente que era sin atisbos, y yo me daba por bien servido, más aún cuando había logrado que de una u otra forma se quitara la molestia que tenía conmigo. Mi hermano estaba a mi lado intercambiando algo del casillero en lo que me ponía a ver un par de mensajes de mi madre. Le envié el par de fotos que había tomado de los caninos en el patio y me regresó una nota de voz, en donde decía que nos extrañaba mucho, a lo que mis facciones se suavizaron ligeramente. —¿Gen ya se contentó? —Algo. —Es boba —sentí su mirada a lo que la sostuve, guardando el móvil en el bolsillo—, celarte por desaparecerte el sábado, ni que se hubiera enterado que saliste con Shiori... ¿o sí? —No te incumbe. —Uy, ¿será que te la besaste o algo y te pesa la conciencia porque te gusta Génesis?~ Enterré las manos en los bolsillos en lo que relajaba los hombros, porque tanto él como yo sabíamos que aquello era falso, y estaba buscando fastidiarme un poco. —Quieres caerle —murmuré—, como sino te conociera hermano. La sonrisa cagada se le dibujó en la cara y yo apenas pestañeé con calma. —¿Caerle? A quién~ —A Kurosawa. Contenido oculto Ahí quedan los gemelos por si alguien quiere socializarles
Si alguien me lo preguntaba obviamente no estaba entre mis opciones quedar última en, bueno, el equipo ganador. Eso tenía que haber sido cosa de suerte nada más, de hecho lo era, y en realidad a mí de nada me servía una victoria en un juego de quemados. No era competitiva ni nada, así que bueno, me era indiferente pero al menos me había librado de seguir dando balonazos. Por otro lado, en el proyecto les había ido bien y decía les porque yo me lo había saltado como una campeona, solo le había dado mis apuntes a Dunn y el chiquillo los había tomado. Seguía sin regresármelos, pero confiaba en que cuando la neurona la funcionara mejor que cuando lo había visto lo haría y fin del asunto, yo me quedaba más que tranquila con nuestro nueve así me pesara un poquito en la conciencia. ¡Pero es que había cosas importantes que atender ese día! De la manera que fuese, esa mañana llegué al Sakura sola, Laila me dijo que tenía que acompañar a su madrastra a un cita médica así que no podría acompañarme porque llegaría tarde a la escuela. Le escribí a Al, por si quería que nos fuéramos juntos, pero no recibí respuesta para cuando ya debía irme así que lo dejé ser y me retiré. El clima tan siquiera había mejorado un poco, no que fuese un día de diez, pero colaba y cualquier cosa era mejor que la lluvia. Llegué al Sakura a tiempo, como era usual, y dirigí mis pasos a los casilleros de tercero como de costumbre. Repasé el espacio con la vista, noté gente aquí y allá, nada que me interesara demasiado hasta que noté a un muchacho que parecía buscar su casillero o algo así y bueno, ya se sabía cómo era. Me acerqué como si nada, balanceando el maletín en mi mano izquierda y su cara me quiso sonar de algo, pero así como se sabía que le podía hablar al mismo Satanás y pensar en redimirlo, estaba claro que no era muy lista en las cosas del día a día. —Hola~ —saludé con la voz suave de siempre—. ¿Necesitas ayuda o algo así? Perdona por ser tan entrometida. Contenido oculto había un husbando sin gente alrededor y yo soy una pinche basic bitch perdona uwu además te dije que te aventaría a alguien y como el niño seguía disponible pues im here <3 La conversación con Nagi había sido, ¿normal? Lo que quería decir es que podía haber sido muchísimo peor. Con todo había logrado centrar la cabeza lo suficiente para brindarle la opción, darle el tiempo y digamos que dármelo a mí misma, cosa de pensar antes de dar veredictos. Ahora mismo mi fuego rebotaba, giraba, pero no buscaba lanzarse sobre nadie y esa suerte de time-out me permitía medio arreglar algunas cosas, así fuera por encima. De nuevo, el mellizo críptico amigo de mi hermano me dejó en la puerta de la escuela, se despidió, me dijo que me cuidara otra vez y le regresé la sentencia. El viaje había sido silencioso otra vez, pero no había incomodidad en sí, solo se veía que esa era su forma de ser o algo así, al menos con la gente que no conocía muy bien. El caso es que cerré la puerta, observé el patio frontal y caminé hacia la entrada. Ya dentro del edificio estuve por zambullirme en la fila de casilleros de segundo, pero en su lugar opté por echar un vistazo en la de tercero y cuando ubiqué a Kasun, bueno, las opciones se redujeron. Era muy simple en algunas cosas, eso ya estaba visto, así que solo caminé hasta donde estaba sin interesarme demasiado si estaba con su hermano. —Buenos días~ —saludé y le dediqué una sonrisa a ambos, completamente ajena a que el par acababa de mencionarme en su conversación. Este año ya no me moría eso sí, mira que aparecerme justo en ese momento. Contenido oculto ups hola uvu
Si bien no era una persona que tuviese dificultad a la hora de apañárselas para comunicarse en un país extranjero, tenía que admitir que encontrar mi casillero en toda esa fila estaba siendo mucho más complicado de lo esperado. Realmente iba a tener que ponerme a estudiar los caracteres si quería sobrevivir ahí, que encima las expectativas estaban bastante altas en cuanto a quedarme viviendo y estudiando ahí. Aun así, me lo tomé con calma, como hacía con prácticamente todo, y casi como un ángel caído del cielo, una chica se acercó a mí para preguntarme si necesitaba ayuda con algo. Lo dicho, uno se tomaba los problemas con tranquilidad y la solución se presentaba sin necesidad de siquiera buscarla; método 100% recomendado por los Thornton. Me erguí, puesto que me había inclinado para intentar leer unos de los nombres, y giré el cuerpo para mirar mejor a la muchacha. Vaya, con lo blanquita que era y la cara de buena gente que traía, la comparación con un ángel caído del cielo se me hizo repentinamente de lo más acertada. —Buenas~ —le devolví el saludo con el mismo tono de voz y una sonrisa ligera—. Pues la verdad es que sí necesitaría ayuda, así que no te disculpes por ser entrometida —respondí, acompañando el comentario con una pequeña risa, y me volví a girar para señalar la línea de casilleros—. ¿Cómo se supone que se ordenan estos casilleros? He aprendido como se escribe mi nombre en kanji, pero no lo veo por ningún lado. Contenido oculto AAA un Jezzie /u\ perdón si los posts no me salen muy allá, btw, ya tú sabes por qué y todo (?
De nuevo un dia empieza, y estaba de mejor humor que nunca, ¿A que decir lo contrario? Ayer tuve un inicio inmejorable y... Bueno, quería ver si lograba encontrarme con aquellas chichas con las que hablé ayer, me habían caído bien y, bueno, de un modo u otro aguardaba también otro tipo de trato, y dado que ayer tampoco me enseñaron el sitio, imaginaba que quizás hoy podría llegar tener algo más de suerte, así que... Justo al entrar, con una ámplia sonrisa en mi rostro, me dirigí a las hileras de taquillas asignadas a los alumnos de primero y empecé a cambiarme el calzado, más a mi alrededor no tuve la menor suerte, así que, al tenerlo todo listo empecé a caminar con calma, silvando a raíz del buen humor que tenía hoy, el cual parecía que durante todo el transcurso del día de hoy no iba a mancillarse en lo más mínimo, por lo que subí al primer piso.
Además no tenía mucho remedio, si veía a alguien medio desubicado ahí me tenías en dos segundos tratando de hacer algo por mínimo que fuese. En ocasiones era algo tan sencillo como mostrar un casillero, otras era algo más profundo como lo de Anna y fuese lo que fuese lo hacía sin dudar un pelo, cuando en otras circunstancias era casi un conejo asustado. El muchacho se enderezó, deteniendo su aparente lectura que estaba haciendo de los nombres en los casilleros, y se giró para poner su atención en mí. Me devolvió el saludo, solo entonces caí en cuenta que era alto, en plan, alto nivel Al y me sentí de lo más pequeñita, pero no me intimidó ni por asomo así que me quedé allí, con la sonrisa tranquila pegada a la cara. Se veía simpático además, así que por mí mejor incluso si no tenía problema con lidiar con amargados. —Ah, los casilleros —atajé con calma y se me escapó una risa floja—. Cuesta un poco asimilarlo al principio, es como si tuvieras que pasarlo por la mente dos veces, ¿no te parece? Caminé un poco para acercarme a donde estaba, estiré la mano y señalé los nombres en las taquillas. —Por apellido, claro, pero el orden es diferente al... Ya sabes, el A, B, C. Inicia con las vocales, luego el resto de letras en orden occidental aunque en japonés se ordenaría distinto. Giré el rostro en su dirección en lo que regresaba la mano a mi espacio, sujetando la hebilla del maletín de nuevo y hasta entonces se me ocurrió hacerle la pregunta que correspondía. —¿Cómo te llamas? Contenido oculto quería algo chill así que jezzie fue la elegida uwu una bienvenida soft para el husbando also sure bby <3 ya sabes que no pasa nada, todo como te vaya saliendo and no worries
También me di cuenta al erguirme que la chica era bastante más bajita de lo que hubiese estimado en un principio, pero a decir verdad, estaba bastante acostumbrado a que fuese el caso así que no fue algo que me preocupase mucho. Ella tampoco pareció inmutarse mucho por la diferencia, cabía aclarar, así que más motivo para no darle importancia a la misma. La escuché con toda la atención del mundo, sería bastante maleducado por mi parte no atender a una chica tan bonita que se había acercado a ayudarme voluntariamente, y asentí un par de veces con la cabeza mientras ella hablaba. Al final no pude evitarlo y solté una risa floja, repasando de nuevo un par de nombres de los casilleros con la vista antes de volver a mirarla, alzando una ceja. —Qué ganas de complicarse~ —solté, a modo de queja, aunque realmente lo hice con un tono de voz tan suave que ni podía pasar por queja. Se había acercado para señalarme mejor algunos casilleros a la hora de la explicación, así que en cuanto terminó con eso volvió a alejarse y yo seguí sus movimientos en todo momento, procurando no ser demasiado invasivo, eso sí. >>Kenneth Thornton, encantado~ —me presenté, echando mi peso sobre la fila de casilleros, y le dediqué una nueva sonrisa suavizada en el proceso—. ¿Y tú? Aunque creo que voy a empezar a llamarte "mi ángel de la guarda" o algo por el estilo~ Casi no podía creerme lo tranquilos que estaban siendo aquellos días. Es decir, todo lo tranquilo que podía considerarse sin tener en cuenta que aun no sabía qué tal estaba Anna y que de repente iba a aparecer un hermano mayor misterioso de Kashya en la academia... que igual era bastante, pero sentía que podía ser bastante peor. La cuestión es que estaba siendo relativamente calmado, y si bien me lo estaba tomando a bien, no podía evitar sentir un pequeño pinchazo de ansiedad bien al fondo de mi cabeza. Como si estuviese esperando que en algún momento toda la calma desapareciese y me estuviese mentalizando para cuando fuese a suceder algo que lo desestabilizaría todo de nuevo. Claro que puede que estuviese siendo paranoica, así que intentaba apartar lo máximo posible aquellos pensamientos. Sea como fuere, ¡era un día nuevo! Lo que significaba que, una vez más, le había preparado un bento especial a Anna y planeaba dejárselo en su casillero escondido, en caso de que hoy sí se encontrase con las energías para venir a clase y pudiese así recibir la sorpresa. Sabía que podía ir a su casa para asegurarme de como estaba, y quizás si sus faltas se alargaban más de lo normal lo haría, pero por el momento pensé que sería mejor no agobiarla. Con la misión cumplida, quise asomarme a la línea de casilleros de tercero para ver si lograba reconocer al misterioso hermano de Kashya, pero al final decidí ser respetuosa y me aguanté las ganas de chismosa. Pensé que la muchacha me lo presentaría cuando lo creyese oportuno, y ya si no lo hacía vería de sacar mis dotes de metiche~ Y como había decidido comportarme, pues me quedé en nuestra línea y me cambié los zapatos tranquilamente. Contenido oculto Gigi Blanche heyo uwu lo mismo que la otra vez, no quiero entrometerme en planes pero la niña va a seguir insistiendo hasta que Anna aparezca so (?) Y bueno, nobleza obliga avisar, sowwy (?)
Si uno lo pensaba mucho seguro debía dar hasta risa como yo con este tamaño de tanuki de repente me revolvía con gente que me sacaba una cabeza de altura o más sin siquiera pestañear. Gracioso decía, porque me metías un empujón sin querer y seguro me regresabas a Holanda, pero bueno no era nada raro en sí mismo y solo lo pasaba por alto. El muchacho me prestó atención, ni modo, ¿qué más iba a hacer si él había preguntado? Cuando terminé intercambió la vista entre los casilleros y yo, su comentario me sacó una risa baja, cosa de nada, y me encogí de hombros como diciéndole que no tenía mucho remedio. De pequeña me había costado internalizar la idea, pero ya para estas alturas seguro me costaba más el otro orden alfabético que este. Había seguido mis movimientos y tal, pero solo lo dejé correr como un montón de cosas en la vida y arrugué ligeramente los gestos al escuchar su apellido. Iba a preguntar, pero se veía que a la gente le pagaban por tirarme bombas apenas conocerme o algo, porque soltó lo del ángel de la guarda y el color me subió al rostro en cosa de segundos. Me quedé ahí de pie, el otro había echado el peso en la línea de casilleros y me había medio derretido el cerebro sin siquiera esforzarse. Solté el aire despacio por la nariz. —Supongo que sería mejor que Usagi-chan —murmuré antes de enderezar la espalda, que ni me había dado cuenta estaba un poco encorvada, y alcanzar a sonreírle de nuevo para presentarme—. Jezebel Vólkov. Lo repasé con la vista un poco porque sí, ya con el sonrojo disipándose, y al final me picó más la curiosidad. —Thornton como Kashya. ¿Familia suya o algo así?
Mira que la tontería entre Génesis y Zoldryck si que se había alargado por años, mi hermano fingiendo no darse cuenta de nada para evitarle a ella cualquier tipo de malestar, yo fingiendo que me daba igual que siguiesen en la estúpidez disfrazada de ignorancia. Aflojé la sonrisa en lo que mencionaba si me interesaba caer, porque venga, raro sería sino fuese el caso. —Te respondería pero ya lo sabes —fue entonces que la cabellera negra se abrió paso, notándola por el rabillo del ojo en lo que llegaba su saludo. La miré entonces al igual que mi hermano, saludando ambos casi al unísono. Qué cosas~ —¿Qué tal tu mañana, Kurosawa? —Preguntó Zold sonriendo con su particular suavidad. Pfff, vaya que Allen capturarse por algo tan simple como eso. Enterré las manos en las bolsas del pantalón y por ahí noté la cabellera rubia de la barbie, que vaya, había estado en la azotea en lo que Cathy y yo charlabamos, así que un poco moví la cabeza hacia Shiori y Zold, como quien se va largando de ahí. Caminé hasta la barbie, si aún faltaba bastante para entrar a clase, no veía el por qué no utilizar bien ese tiempo. —¿No ha llegado tu novio?~ —murmuré tras ella, burlón de por sí. Contenido oculto Amane Hola Ali-chan, traigo tu dosis de satán
La pobre chica se puso roja como un tomate por mi comentario, sinceramenmte tampoco había esperado otra reacción por su parte, y simplemente seguí con la sonrisa suave pegada al rostro mientras observaba el espectáculo. Ladeé un poquito la cabeza, dejando que un par de mechones del flequillo se deslizasen con el movimiento, y esperé pacientemente a que se recompusiese. El comentario de mejor mi apodo que el de Usagi-chan me hizo un poco de gracia, y eso que ni siquiera tenía todo el contexto de la situación, pero al final la chica se presentó como Jezebel y me quedé con la información sin mayor problema. Pareció relajarse un poco, hasta me repasó con la vista y todo, y terminé alzando las cejas cuando escuché su pregunta. —Algo así, sí. ¿La conoces, acaso? —pregunté, solo un poquito más serio que antes, cruzándome de brazos. Al final del día, lo cierto es que era una chica de lo más simple. Un receso con hablando con Joey y un par de besos por su parte tenían el suficiente efecto para hacerme olvidar la existencia del imbécil de Aiden y hasta lograr que me diese igual haberlo visto en el portón de la academia esperando para recogerme como había prometido. Tuvo que darse cuenta de que algo había pasado para mejorarme el humor, quizás hasta se imaginó que había sido obra de quien había sido, pero no dijo nada al respecto y hasta me dejó tranquila durante la tarde, así que lo iba a considerar una victoria. Por supuesto que a la mañana siguiente volvió a aparecerse en mi casa para acompañarme hasta la academia, y toda la tontería realmente me estaba lanzando recuerdos de cuando lo conocí y todo, pero como no sabía si eso era bueno o no, preferí no pensar mucho al respecto. Me despedí de él con el mismo tono de molestia, su presencia seguía siendo un incordio en general, y en aquella ocasión me dirigí directamente hacia los casilleros. Vi al albino aquel que parecía más perdido que la mierda leyendo los letretos de las taquillas, pero en cuestión de segundo apareció la conejita para ayudarlo y pasé a ignorar por completo la presencia de ambos. No que fuese yo la persona más preocupada por ayudar a los demás tampoco, aunque solía hacer el esfuerzo cuando se trataba de un chico guapo~ También había notado a los gemelos no muy lejos, pero decidí comportarme de buena mañana y me centré en el cambio de zapatos. Claro que se me había olvidado que eso de comportarse era prácticamente imposible cuando se trataba de mí, qué cosas~ —¿Novio? —repetí, en un murmullo, justo antes de cerrar el casillero y girarme para encararlo—. Qué va, we're just friends. Todo tuyo si lo quieres, ¿eh~? —seguí hablando con voz suave, y ladeé la cabeza al decir aquello último, con una sonrisa divertida. A ver, ¿un poquito cabrona de buena mañana? Quizás. Tampoco era como que Joey se fuese a enfadar conmigo por eso, ¿verdad~? Contenido oculto Im just gonna say: grrr
Igual si alguien me decía que este par acababa de estar hablando de mí me subían un poquito el ego o lo que fuese, porque en realidad no conocía mucho la vergüenza y esas cosas. No tenía tiempo para avergonzarme suponía, ni idea, nunca me lo había cuestionado demasiado y la gente a mi alrededor tampoco, así que daba un poco lo mismo. Despedí Zeldryck con un movimiento de mano cuando se retiró, cosa de no pasar de él completamente, y regresé la atención a Zoldryck que me había preguntado qué tal la mañana. Me encogí de hombros, no había mucho que añadirle en realidad, al menos me estaba ahorrando los viajes en tren con todo el trauma que le había echado encima a los amigos de mi hermano y tal. Entre lo malo, lo menos peor. —Normal, ya sabes. No me quejaría si hiciera un poquito más de sol —respondí antes de dejar salir un suspiro algo pesado—. Se supone que estamos en primavera y ya van no se cuántos días grises. ¿Tú cómo estás? ¿No quedaste muy cansado de las pruebas y eso? Intercambié el peso de un pie al otro sin prisa, fue más manía que cualquier otra cosa. El otro se comió el espectáculo con la tranquilidad que había manejado hasta ahora, la tontería estuvo a nada de empeorarme el bochorno pero gracias a Dios logré mantener algo de compostura. Qué gracia esto de conocer a la gente con la cara color tomate, es que de verdad, esto de ser así de paliducha no era ninguna ventaja si me lo preguntas, ¿pero qué me quedaba? ¿Que algo así? Ah, ¡pero haciéndose el interesante a las ocho de la mañana y todo! Las cosas que se llevaba una por andar de buena samaritana, qué novedad. Igual lo había dicho algo más serio, pero es que eso no me respondía mucho la pregunta que digamos, en realidad me dejaba casi igual. Tomé aire despacio y me encogí de hombros después. —Algo así —atajé un poco por la gracia, de la forma que fuese acabé por sonreírle—. Es amiga mía. Club de lectura~ o club de la lejía, tú eliges, pero contéstame bien la pregunta o la próxima te dejo perdido a mitad de la escuela. No me lo creía ni yo, pero bueno que aprovechara que me había pillado de buen humor con todo y el día así medio gris. A ver, que no había ido detrás de Anna luego de lo de la azotea, pero ayer había intentado enviarle mensajes y llamarla sin éxito alguno, el aparatejo estaba apagado o la mierda que fuese, ya ni recordaba. Total que me empecé poner impaciente de lo lindo, impaciente nivel Sonnen para la gracia, estaba a nada de acudir a la puta llave maestra de mi padre por vete a saber cuánta vez ya y esa mañana me lo pensé seriamente, tanto que hasta se me hizo tarde y no vi unos mensajes de Jez diciéndome que si nos íbamos juntos. No había hecho una gracia de las mías porque tampoco quería ser un puto acosador de mierda, eso había que decirlo, pero ya se me había agotado bastante la paciencia y más que eso la asertividad o lo que fuese que lograba con ella. Si no sería hijo de Janet Sonnen, vamos. La preocupación no me dejó desayunar bien, se me atoró todo a medio camino y al final todo lo que hice fue zambullir una mandarina en la mochila, a ver si me la comía al bajar del tren o lo que fuese. De nuevo, no iba a aparecerme como un puto loco en su casa, no todavía al menos, pero ella misma tenía bien claro que no tenía un máster en quedarme quieto así que cuando llegué a la academia pasé directo a la fila de los de segundo. Busqué los nombres como si no estuviera persiguiendo ningún diablo, abrí su casillero al tiro y no me pasó desapercibido el bento que no podía ser de otro ser humano que no fuese Hodges. Me desinflé los pulmones despacio para no ir a joderme yo solo, me quité la mochila del hombro y escarbé por hoja y bolígrafo. Ya en la carta impresa le había dicho que mi caligrafía, en grandes rasgos, daba pena, pero bueno uno hacía lo que podía con lo que tenía y ya. Me forcé a escribir un poco más claro, que mira que escribirle en jeroglíficos no era la idea tampoco, le puse mi nombre a la nota solo por si acaso. No he podido contactarte. Estoy preocupado, eso es todo. Al. Dejé la nota sobre el bento y estaba por regresar las cosas a la mochila cuando se me ocurrió pensar un plan B, porque nunca se era lo suficientemente intenso suponía. Arranqué otro trozo de hoja, tuve que volver a escribir más o menos decente y le puse bien grande en la parte de arriba: Hodges. Si apareces y el bento sigue aquí, tal vez puedas llevarle la otra nota a Anna. Gracias. De parte de Altan, obviamente. Segunda nota encima del bento, di mi misión por finalizada y después de regresar lo que había sacado a la mochila cerré la taquilla sin demasiada fuerza. Suspiré, me pasé las manos por el rostro y me moví a la fila de tercero para cambiarme los zapatos. No tenía especiales ganas de atender a la escuela, pero qué iba a hacerle. Contenido oculto Fear of the water did this Gigi Blanche qué pendeja intenté etiquetarte como Belu JAJAJAJA ayuda me muero. Anyways, lo mismo que gabi en su spoiler, no quiero entrometerme en planes pero a este pobre pendejo le iba a dar un infarto si no dejaba sus notitas y nobleza obliga (?? lo iba a hacer desde el inicio de día pero ya sabes que life happened chale also Amane a ti te iba a etiquetar como gabi dios mío notita para Emi-chan too, just in case porque del pánico viven mis hijos
Seguí el vuelo de sus hebras rubias, deslizando las pupilas en lo que éstas se acentuaban en sus curvas antes de regresar a sus ojos, acentuar la sonrisa floja y relamerme los labios por puro vicio más que otra cosa. La escuché en lo que parpadeaba con calma, como sino me estuviese ofreciendo al cabrón en bandeja de plata, que venga, poco necesitaba yo de eso, además... —Entonces estás libre, es decir, me evito cuestiones estúpidas de celos y eso~ Entre estar echándole los perros a la rubia noté a Suiren entrar con su hermana, esta continuó directo al asensor, pero el lobito blanco se quedó leyendo lo que parecía una nota. Vaya, apenas llegando y ya con citas de lindas señoritas, porque bueno, conociéndolo no me imaginaba que se tratase de un hombre~ Regresé mi atención visual a ella. —Uy, Ali, tienes una matica en tu cabello —bajé el tono de la voz en lo que estiraba la izquiera para quitar una hojita en la punta de sus cabellos, cerca a su ombligo como tal, aunque apenas y fue un roce sobre la tela. Asentí en lo que mi hermano se retiraba, regresando a Kurosawa a medida que ella hablaba. De cierta forma esperaba y no hubiese escuchado el intercambio, porque no quería hacerla sentir incómoda ni mucho menos, que venga, no es como si llevase mucho tiempo conociéndola para intuir el cómo se lo tomaría, aunque una parte de mí me decía que probablemente no diría nada al respecto, y eso me hacía sentir algo más tranquilo. —Ahora que lo dices... si, debería hacer un poco más de sol —miré apenas hacia la puerta principal, intercambiando con el atardecer de sus pupilas—. Uff, la verdad, más que las pruebas fue el acondicionamiento fisíco antes de ello —comenté risueño—. ¿Y qué tal las clases? Imagino que ustedes igual tuvieron un proyecto o algo, ¿qué tal te fue en eso?