Casa del Montañero Subastas

— No tengo para mas..— termino el joven. Luego de esto se retiro del lugar.

— Vendida al mejor postor entonces— sonrio ampliamente el montañero mietras sacaba la Piedra Trueno de la cajita y se la entregaba a la chica.

 

Estaba en la entrada de la casa del Montañero y toqué la puerta a la espera de que abrieran

 

La puerta fue abierta por el chico de pelo castaño que movio bruscamente a Rojo para luego irse del lugar montado en un gran Pidgeot.

— ¡Ho-Ho!— grito el montañero.— Tenemos otro interesado en la evolucion por Piedras

 

Entré en la casa de aquel montañero
—Hola, he oído que tienes de toda clase de piedras evolutivas, quisiera compar la Piedra para Misdreavus, cuyo nombre no recuerdo —sonreí—

 

—Muchas gracias—me di la vuelta para salir—Hola rojo—lo salude antes de salir de la casa y montarme en arnine.

 

— ¡Oh! ¡La Piedra Noche!— dijo sonriendo.— ¿Cuanto me ofreces por ella?

 

—Ofrezco 400

 

De la nada un pequeño chico aparecio con un Lampent a su lado, no media mas de 1.50, debia ser de 10 años.

— ¡Le doy 1200!— dijo de inmediato con su aguda voz.

 

Miré a ese niño, enfurecido, ya no podía dar más

 

El montañero noto que el joven mas grande no hizo mas que mirar con mala cara al pequeño

— Entonces para ti sera pequeño— le dijo mientras este entregaba la piedra al niño pequeño que se fue saltando y celebrando.

 

Suspiré, y empecé a caminar a la salida, se me jodieron los chances de evolucionar a Misdreavus, ¿Es que la mala suerte me acecha?

 

— Hey, niño— le dijo el montañero antes de que se fuera.

 

Me detuve
—¿Pasa algo? —me volteé a ver que diría el montañero—

 

— ¿Con cuanto dinero andas?— le pregunto con una sonrisa.

 

—Pues, con 1200 —me volteé completamente y miré al montañero—

 

— No suelo hacer esto, pero como soy una buena persona te dare la piedra por 1500— dijo— claro, pensaras "Solo tengo 1200" pero bueno, por ahora pagame lo que tengas y cuando juntes los otros 300 me los puedes pagar— sonrio ampliamente.

 

Lo consideré muy bien
—Pues, vale —sonreí, siempre pago mis deudas—

 

— Pero si no lo haces tu veras eh— sonrio con malicia mientras le entregaba la Piedra Noche.

 

Asentí rápidamente con algo de susto y tomé la piedra
—Gracias

 

— recuerda venir a entregarme los 300 que faltan— finalizo mientras se retiraba de ese lugar y entraba a uno de sus cuartos.