Carta de una presunta asesina.

Carta de una presunta asesina



Querido amigo:
Intento escribirte esto sin llorar. Solo quiero pensar que en alguna parte del mundo aún quedan personas con dignidad, aunque sea un poco. Te juro que pensé que pertenecía a una de ellas. Pero al fin y al cabo, no era así.

Quisiera no aburrirte con mis problemas, sin embargo tengo que hacerlo. Comprenderás que es algo que me está mortificando desde hace mucho tiempo y el hecho de no poder gritarlo, lo hace cada vez más.

Esta es la razón por el cual te escribo estas penosas líneas. Te contaré mi desgracia; pero te pido que no trates de averigüar quien soy. Lo único que lograrías sería espantarte y acrecentar mi cargo de conciencia.

Comenzaré diciendo que yo la maté. Sí, así es: yo asesine a mi hermana gemela. Fue en una noche de noviembre. Llovía como si fuese Junio. Me dirigí a su casa vestida con un conjunto de color negro: unos leggins, un impermeable moderno y botas largas de tacón. La única excepción era la bufanda azul intenso, grande como me gusta.

Al llegar al porche, toque el timbre. Ella abrió la puerta y, en menos de lo que hubiera pensado, apunte el arma y le disparé.

Antes de que dejes de leer la simple carta que te envío a causa del párrafo anterior, quiero decirte que tuve mis razones.

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que la principal fue la traición. Ella contó mi secreto, el que tanto le había confiado, sin reservarse el más mínimo detalle. ¿Cuál era aquella confidencia? Lo siento, no te lo diré.

Comprende, por favor, que no puedo darte mucha información. Te lo repito: no trates de encontrarme; de lo contrario, tendré que aniquilarte, y es lo último que quisiera realizar.

Me desvié un poco del tema, así que continuare…

Durante este tiempo, cada vez que me acuerdo de ese noviembre, solía repetirme: ---- El pasado se fue, deja de preocuparte ---. Pero por más que lo intente, no puedo olvidarlo porque cada vez que me miró en el espejo, es como si todas las líneas de mi cara se aclararan solo para reflejar mi desgracia.

Algunas veces me pongo a pensar que desde aquel día todo pasó muy rápido, como el crepúsculo al amanecer. Pero… ¿no es esa la manera? Sé que todos tienen que pagar sus deudas en la vida y tarde o temprano tendré que hacerlo…

¡POR DIOS, QUE HE HECHO! ¿Ahora entiendes mi necesidad de exponerte todas mis calumnias? Me doy cuenta cada vez más en el error que cometí ¿¡Como pude haberlo hecho!? ¿¡Qué clase de ser humano soy!?

Quizás algún buen día el Señor me lleve lejos de aquí y deseo que me castigue.

He aquí, redactado, mi pecado. Te imploro que trates, y en todo caso evites, no traicionar mi confianza. Lo terminal que me queda decir es gracias por comprenderme y leer esta sencilla carta. Hasta siempre.
--A.

P.D: No te diré quién soy, y no intentes descubrirme. Lo digo por tu bien.
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ACLARACIÓN: Bueno este es mi segundo cuento. Les quise demostrar que puedo escribir cuentos de diferentes estilos (estoy en busca del propio). Para escribir esto me base en una canción llamada Secret que es de The Pierces. Si quieren pueden escucharla mientras leen esto, crea una atmósfera increíble. Peace, Love & Rock n' Roll Alison J. Clous