Caprichosa Venganza

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Marinen Bell, 20 Febrero 2007.

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  1. La trama es muy floja o raya en lo "cliché"

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  2. Creo que puedes mejorar tu redacción y de paso la ortografía

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  3. La autora o.O

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  4. Nada para ser sincer@ carece de muchas cosas para ser un buen fic

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  1.  
    Marinen Bell

    Marinen Bell Guest

    Título:
    Caprichosa Venganza
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    73
     
    Palabras:
    2112
    Re: Caprichosa Venganza

    CAPÍTULO 17: DILEMA

    Esperaba tras la blanca puerta a que la mujer saliera. En esos momentos se sentía estúpido. Por hacer algo de caridad con una pequeña de torcido andar y quien sabe por qué más, tenía un ramo de flores entre sus manos dispuesto a ser entregado a la chica de hermoso cabello negro. No era un detalle digno de un Taisho, se veía ridículo, pero no se le ocurría a nadie más que quisiera un montón de rosas en una tarde de Agosto. Seguramente ella aborrecería su presente. No quiso joyas. Un cursi e insignificante ramo de flores no le sería de gran utilidad.
    La puerta se abrió y tras ella, vestida en un lindo vestido blanco estaba una hermosa Kagome completamente sorprendida y a la vez encantada por lo que veían sus ojos chocolates.
    Inuyasha: --Kagome yo…—dijo extendiendo el ramo para entregárselo. No pudo terminar su oración, porque sus delicados brazos ya lo estaban rodeando con suave caricia después de arrebatarle el obsequio conmocionada. Ahora estaba más confundido que nunca –“que mujer tan extraña. Se alegra por simples rosas pero rechaza los diamantes”-.
    Kagome: --¡gracias, muchas gracias!—repetía mientras se separaba lentamente de él, aspiró el suave perfume de las flores y dijo: --están preciosas--. Su mente divagó por unos instantes con una sonrisa en los labios. ¡Y pensar que tenía pensado reclamarle por su actitud indiferente!, en definitiva se le había adelantado… y de que forma.
    Inuyasha: --cielos, no pensé que te gustaran tanto las flores—respondió rascándose la cien en señal de desconcierto.
    Kagome: --pero por supuesto que sí. Espérame un momento, las pondré en agua ahora mismo—se adentró tras el umbral de la puerta otra vez y miró una vez más agradecida los rojos pétalos de su sencillo pero hermoso regalo.
    Inuyasha se quedó a fuera a la espera de que ella volviera. Se apoyó en el muró al lado de la puerta y pensó una vez más en lo que iba a hacer, de verdad ¿Kagome Higurashi podía ser la persona indicada para cuidar tan valioso tesoro?, sacó de su bolsillo la perla que traía consigo y la observó con fascinación jugueteando con sus dedos. Tal vez era mucha responsabilidad para una mujer como ella, para una muchacha al fin y al cabo inocente saltándose su profesión que no merecía ser involucrada en un asunto como este. Dio un respingo al oír el sonido rítmico de los tacones de Kagome acercarse a la entrada y guardó la joya con rapidez en su bolsillo para volver a una postura más relajada.
    Kagome: --¿listo para irnos?—.
    Inuyasha: --seguro—.
    Partieron al estacionamiento por su carro camino al restaurante donde tenía hecha ya una reservación. Nada elegante, más bien íntimo y acogedor, una monada según la perspectiva de la azabache que otra vez lo sorprendía con su actitud de ‘no importa el maldito lugar que escojas si tú me invitas’.
    Una tarde deliciosa, acompañado de una mujer sencilla que no paraba de hacerlo reír y sorprenderle con su sofisticado y juvenil sentido del humor. Algo que lo remontaba a sus años de escuela, cuando todavía; las empresas, negocios internacionales y los ‘estafadores engatusa novias’ hacían parte de un mundo totalmente aparte del suyo.
    La frescura y el liberador deseo de la compañía de Kagome eran un nuevo aire a su vida de responsabilidades y obligaciones. Una nueva forma de desprenderse de sus pesares, sentirse nuevo y renovado. Y es que no podía evitar sentir vacío, percatándose de cómo su vida se había ido a la mierda todos estos años haciéndose cargo de ese enorme emporio y echándose el peso de un mundo de finanzas y mentiras sobre sus hombros. Con Kagome todo eso desaparecía. ¡Como amaba esa sensación que solo ella le sabía entregar!
    Kagome: --¿en serio nunca has ido a Lago Ashi?—preguntó asiéndose hacia el borde de la mesa para acercarse a él mirándolo como si fuese un bicho raro.
    Inuyasha: --pues no, por lo general no tengo mucho tiempo para hacer turismo—
    Kagome: --entonces por lo visto tendremos que organizar un par de excursiones cuando tengas tiempo libre— sugirió con arrebato imaginando miles de aventuras que enseñarle a este duro hombre de negocios.
    Inuyasha: --créeme, no tengo mucho tiempo libre—le gustaba su espíritu. Pero había muchas cosas que lo arraigaban en ese lugar por ese momento, la edición de cierto vídeo cuyas tomas ya estaban listas por ejemplo.
    Kagome: --tranquilo ya sacaremos algo de tu tiempo-- dijo con dulzura terminando de sorber el último trago de su limonada.
    Pagó la cuenta y manejó camino de regreso a casa escuchando la gentil voz de Kagome tararear “Art of Life” cual sensual susurró en las partes del piano y divertido murmullo cuando sonaba era el turno de la guitarra eléctrica. ¿Era posible aburrirse con esa mujer?
    La respuesta no tardó en hacerse presente, claro que sí. Todo pasó después de que lo convenciera a base de pucheros de quedarse con ella viendo una película de su entretención en su apartamento. Un drama romántico como para cortarse las venas en el que se contaba la historia de una muchacha enferma de cáncer que se enamoraba de un arquitecto y viceversa, donde ella le ocultaba de su discapacidad. Aburrido.
    Inuyasha: --Kagome…-- refunfuñaba apoyado sobre el brazo de su sofá.
    La muchacha lo ignoró y siguió mirando absorta la escena en que ella le pedía que se alejara y que fuera feliz con otra que tuviera un futuro. Una inmensa tristeza la inundaba a pesar de que sabía que eso era solo una película.
    Inuyasha: --por favor, eso es solo una cursilería y una completa mier…--lo que sintió después fue el impacto de uno de los almohadones contra su cara antes de que terminara de articular su palabrota.
    Kagome: --¡Inuyasha!—lo regañó --¿Qué no puedes mantener la boca cerrada por un momento?—volvió su atención a la pantalla otra vez.
    Él se cruzó cómodamente de brazos y se hizo enojado contra el asiento.
    Minutos después estaba la mujer llorando a cántaros contemplando el último beso de los protagonistas. Lo primero que hizo fue echarse tempestivamente a un medio dormido Inuyasha para encontrar alivio en sus brazos pegándole un susto de muerte a éste último y haciendo que se ruborizara.
    Inuyasha: --¿Q- qué, qué haces Kagome?—
    Kagome: --¡abrázame maldita sea Inuyasha!—reclamaba sollozando a todo volumen pegándose más a él.
    Inuyasha no daba crédito de lo que escuchaba y mucho menos de lo que ella estaba haciendo. Todo por una estúpida película. Con algo de asombro observó la coronilla de su cabeza y sintió la humedad de sus lágrimas mojar su camisa, para su sorpresa en verdad estaba triste. Impulsivamente lo único que se pudo hacer fue abrazarla y confortarla. Ya no veía a una mujer berreando, veía a una niña sollozando suavemente sobre su pecho, otra prueba más de que de alguna manera era especial. Tiempo después el llanto cesó tras hacer efecto el consuelo de su abrazo.
    Kagome: --tú disculpa—secó las lágrimas con su mano y lo miró con alegría –siempre me pongo así con estás películas—.
    Inuyasha: --descuida, supongo que está bien en una mujer—colocó ambos brazos detrás de su cabeza aparentando indiferencia ante el asunto. Pensaba que no había sido mala idea acompañarla después de todo. No después de que le sonrió como lo hizo.
    Se reclinó sobre su lado derecho para acomodarse y pudo sentir el bulto en su bolsillo. ¡La perla!, lo había olvidado y esta era la oportunidad perfecta para decirle, no más dudas, si quería poner algo como eso en manos ajenas, debía ser en las de Kagome Higurashi.
    Inuyasha: --¿Kagome?—llamó su atención mostrándole la pequeña reliquia entre sus manos –necesito hablarte de algo--. En un santiamén se encontraba contándole la no tan larga historia de la joya y ella no hacía otra cosa que asentir inocentemente. Ahora llegaba la parte más difícil del asunto, pedirle ese tan delicado favor por el que la había invitado a cenar.
    Inuyasha: --entonces yo me preguntaba si… ¿si podría ocultarla aquí contigo?—lo cierto es que no estaba muy esperanzado, por favor, ¿quién querría ocultar una valiosísima perla, codiciada por multitud de mafiosos, arriesgando su vida y encima de eso gratuitamente?
    Kagome: --¡claro no hay problema!—exclamó segura para sorpresa del ejecutivo.
    Inuyasha: --¿qué? ¿Entiendes que puede ser peligroso?—
    Kagome: --desde luego que sí pero… si tú estás confiando algo tan valioso en mis manos, lo mínimo que puedo hacer en fiarme de tu promesa de que nada malo me va a pasar—los ojos marrones brillaron dulces y vistosos, y sus labios se curvaron en una sonrisa radiante cuando tomó su mano con ternura.
    Inuyasha estaba perplejo, y era tan bonita. Se sonrojó al sentir el suave tacto de su mano sobre la suya, -“como un adolescente, ¡maldición!”- pensó mirando hacia otro lado para disimular el matiz rojo de su rostro.

    Continuará…
     
  2.  
    Bella-chan

    Bella-chan Fanático

    Capricornio
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    Re: Caprichosa Venganza

    Hola!!

    que conti, parece que Inuyasha ya esta enamorado hasta la medula de Kagome...

    antes con ese tipo de peliculas no me pasaba nada, ahora parezco una magdalena cada vez que las veo...

    que lindo Inuaysha tan "romantico" jejeje y ¿como le van a gustar mas las rosas a los diamantes? bueno cada uno lo duyo jajaj

    siguela pliss besos bye!
     
  3.  
    leti

    leti Guest

    Título:
    Caprichosa Venganza
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    Fantasía
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    Re: Caprichosa Venganza

    ¡Hola Amiga!
    Me perdí una conti, pero creo que al final es mejor, por que leo dos de corrido y así no te mato por dejarme en suspenso, jejeje. Fíjate que a mí sí me gusta mucho Kagome, como personaje me identifico con ella, a pesar de que a otras personas no les gusta. Pero en un punto de tu fic, conservas tan bien su personalidad, que hasta las cosas cotidianas me hacen sentirme afín al personaje. Por ejemplo, eso de Inuyasha no conoce el lago Ashi y que Kagome se lo quiera mostrar, es algo que yo siempre ando haciendo, de guía de turistas, jejeje. Me sigue gustando tu fic. Esperaré el siguiente capítulo.

    Pero tengo algo que decirte, nuevamente me quedaré sin red en mi casa y eso hará que no te pueda postear como hasta hoy. Ten por seguro que sigues contando con mi apoyo para todas tus empresas. En algún momento te estaré dejando mis comentarios, solo que no sé cuándo. De antemano agradezco tu comprensión.

    TE mando un gran beso y un enorme abrazo amiga.
     
  4.  
    Marinen Bell

    Marinen Bell Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    CAPÍTULO 18: FAMILIA

    Olía a sereno, a humedad… a todo menos a un día soleado por supuesto. Suspiró. Esta vez no estaba tan animada como en otras ocasiones, el clima no ayudaba, sus sandalias la hacían sentir incómoda e Inuyasha aunque lo negará estaba más tenso que las cuerdas de una guitarra. Incómodo, agarrando con ambas manos el volante como muestra de su ansiedad y todo porque reflexionaba una y otra vez como constituir esta mentira, mucho más mentirosa de lo él se imaginaba por supuesto.
    Habría que convencer a su familia, convencerla de que ella era su adorable novia desde hacía años; muy distinguida, elegante… y quien sabe que otras patrañas más para justificar el hecho de que quería hacerla pasar por Kikyo.

    [Flash Back]

    Era una noche común en su departamento, a diferencia de otras veces ella no fue a calentarle la cama… sólo a hacerle compañía. ¿La razón?, pedir otro favor por parte de Inuyasha.
    Como siempre mucho misterio; una cena, discutían por alguna tontería y al final cambiaba su tono de voz a uno más serio, ronco… seductor más bien para atender la cuestión. Tal vez si sabía convencerla después de todo.
    --¿Kagome?—preguntó.
    Ella estaba recogiendo los platos, llevando la vajilla al fregadero para lavarla, -“me siento en mi casa, como atendiendo a papá…”- pensó y rápidamente hizo una mueca. Su padre sólo lograba que lo atendieran cuando se hacia el desvalido para no atender sus quehaceres. Y él ni siquiera se tomaba la molestia de fingir, se libraba de todo eso porque ella pasó de joven despreocupada a sirvienta no proclamada.
    --“la próxima vez, el lavará los platos. Me vale cuantas joyerías tenga aquí o en la China”—.
    --¿Kagome?—volvió a llamar al no conseguir respuesta.
    Saliendo de sus pensamientos y dejando los platos en el fregadero, sucios desde luego, se dirigió decidida al comedor--.
    --¿sabes algo Inuyasha?, sería justo que te encargaras de los trastes por una vez—respondió sentándose en una de las sillas.
    --Kagome…--.
    -no, es de verdad. No me gustaba servir a nadie en casa y no pienso hacerlo ahora—continuó sin dejarlo hablar.
    --Kagoome—volvió a repetir, pero fue inútil. Hablaba y hablaba de un no-se-qué de los platos que al caso ni venía. –“Por lo visto no se callará”--, pensó, así que lo mejor era soltarle la sopa de una buena vez.
    --(…) pero de igual forma no es justo y…--. Interminable la perorata.
    --¿Kagome, quieres conocer a mi familia?—profirió cortante.
    Silencio. O por lo menos en el exterior, porque ella hubiera jurado escuchar una cubeta de agua helada caerle de repente, en su mente.
    Bonita forma de acabar un brote común de rebeldía femenina en contra de la opresión.
    [/Flash Back]

    Bufó. No sabía que ser dama de turno iba a ser tan complicado, aunque, inexplicablemente no se negaba que le gustaba que él la considerara para el papel de ‘novia’, así fuese de apariencias. Quizá porque era lo más estable que había conseguido en meses, --“patético”--, ó quizá porque guardaba relación con que cada vez que estaba a su lado multitud de emociones se agolparan en su pecho. Él la hacía sentir, ¿cómo?, ni la misma Kagome lo sabía.

    --¿falta mucho?—cuestionó discreta.
    --je, ya hemos llegado--, y se sonrió con altivez por averiguar lo despistada que podía llegar a ser.
    Kagome se incorporó en el asiento y miró a ambos lados desconcertada, sintiéndose estúpida por ese nada breve lapsus. Si habría apostado a que apenas acababan de dejar la ciudad. Era la última vez que mezclaba aspirinas con Red Bull.
    Bajó del auto y allí la vio. La residencia Taisho se levantaba ante sus ojos con majestuosas proporciones en un magnífico terreno rodeado de altos árboles decorados con los colores del otoño, sin duda muchísimo más grande que el viejo templo en donde se crió. A sus espaldas el enorme portal de manera que en ningún momento se percato de pasar. Por lo visto en ese lugar no conocían la palabra humildad.
    --¿y bien?, ¿no te lo he dicho?, estás cordialmente invitada a mi humilde e infernal antigua morada—dijo con sorna introduciendo ambas manos en sus bolsillos y avanzando un par de pasos.
    --¿humilde?, ¿infernal?, por lo visto tú y yo distamos mucho de los significados de esas dos palabras—respondió echando una mirada fisgona a la calzada bajo sus sandalias tacón 7’5.
    Ya le había comentado sobre la relación con su familia. Según Inuyasha Taisho, su padre era un charlatán sin remedio, su hermano mayor un fastidioso egocéntrico y el menor una lacra hiperactiva…, de su madre no mencionó nada, prueba de que al menos guardaba algo de respeto por un ser en este mundo aparte de él.
    Caminaron hasta la entrada y un hombre veterano y bajito los recibió con alegría:
    --¡amo Inuyasha!—exclamó. –Al fin se ha dignado a venir a una de las reuniones, su señor padre estará muy complacido sin mencionar la dicha de su señora madre—resolvió justando las manos en un gesto de aprobación. Porque alabado sea Kami-sama, ¡el hijo pródigo ha vuelto!
    --como sea Myoga, a mí también me da gustado verte--.
    Él viejo vasallo sonrió con satisfacción y se giró a ver a la jovencita que examinaba con diligencia las molduras de la ante-sala.
    --vaya, vaya, veo que trajo compañía—repuso interesado y pícaro con un brillo culposo en los ojos.
    --claro, ella es Kagome Higurashi. Mi novia—, y las palabras resonaron con elegancia tras su adecuado énfasis.
    Música para los oídos de la chica.
    --ya veo. Un placer tenerla aquí señorita Higurashi—dijo asintiendo con una reverencia. Ella correspondió al gesto y susurró:
    --el placer es todo mío--, bárbaro era el doble sentido que Inuyasha le encontraba a esa frase.
    Caminaron por un corredor que se extendía a lo largo de la mansión, en cuyas paredes, sentía reposaban años de historia antigua según suponía.
    --permítame decirle amo, he de reconocer que mal gusto no tiene en lo que respecta a escoger pareja. Fue egoísta al ocultarnos por tanto rato a semejante ‘sorpresa’--. Eran Myoga y sus comentarios, la única herencia que ese anciano atrevido podía dejar.
    --nadie te lo ha preguntado. Si te ocuparas más de tus cosas en vez de fijarte en que mujeres traigo a esta casa, posiblemente pasarías a ser más que un mayordomo bien pagado—canturreó orgulloso en su ocasional pose, con lo brazos detrás de la cabeza.
    Una nimiedad, un susurro al aire pero lo suficientemente fuerte como para que ella lo oyera, y lo suficientemente eficaz como para hacerla sonrojar. Menos mal ninguno de los dos lo notó.
    Llegaron al final del pasillo, dejando atrás la penumbra del interior para dar paso a un luminoso y enorme jardín, que hacia justicia al resto de la mansión.
    --¡¡¡Inu-chan!!!—exclamó una voz a lo lejos.
    Inuyasha puso los ojos en blanco e hizo una mueca algo penosa, --“¿es que nunca va a dejar eso?”--, pensó. Caso contrario era el de Kagome cuyo rostro se iluminó reprimiendo una risotada.
    Una mujer con un delantal de cuadritos se acercó presurosa a su encuentro irradiando felicidad por doquier. Con su pelo lacio de un negro noche, a sus cuarenta y cinco años no aparentaba más de treinta y tres. Un encanto de mujer, así era Izayoi de Taisho.
    --Inu-chan, hijo. No sabes la alegría que me produce verte—dijo echándose a los brazos del muchacho a punto de romper en llanto.
    --madre…--se aventuró a decir correspondiendo a su arrumaco, --yo también estoy muy contento de verte--.
    Y no mentía. Si hay algo sagrado en el corazón de la mayoría de los hombres era la propia madre. Él no era la excepción, si había algo que se recriminaba en este mundo era haber dejado a su madre, porque cada vez que le imaginaba sola añorando su regreso, la melancolía lo embargaba con el agua que se precipita sobre la cubierta de un barco averiado.
    Kagome miró con ternura la escena, y de inmediato, un sentimiento de nostalgia por su propia madre le invadió.
    --¿y es que a mi no me piensas saludar?, hijo—dijo una voz guasona más atrás.
    De fornida contextura, cabello blanco perfectamente cortado y familiares ojos dorados; el ex general Inu no Taisho llevaba unos cuantos años a su esposa, muy, muy bien camuflados cabe aclarar.
    InuYasha retiró sus brazos de alrededor de su madre y se incorporó para mirarle con agrado para luego cambiar su semblante por uno más serio, dirigido, como siempre, a su padre. Dio un par de pasos, con los brazos cruzados, para encontrarse con él frente a frente bajando las escalinatas que comunicaban la casa y el jardín.
    --hola padre—pronunció seco, masticando cada sílaba como si le costara decirla. Extendió un brazo, sin descruzar el otro, para asirle una mano en un saludo cordial.
    El padre enarco una ceja mirando la mano extendida frente a él.
    --¡no hagas estupideces hijo!—exclamó, --¡más bien dale un gran abrazo a tu padre!--, y lo apretujó tempestivo coscorroneándole, igual que cuando era niño, con esa vitalidad natural en él.
    --padre…--musitó intentando zafarse ante la mirada divertida de la joven. Izayoi sonrió.
    --ya, ya, tampoco es para tanto--.
    Se hizo una pausa en la cual miró de reojo algo encrespado a su progenitor.
    --¿y bien Inu-chan?, tal vez ya es hora de que nos presentes a esta linda señorita—añadió mirando a Kagome con dulzura.
    --en lo absoluto, ¿no nos dirás que esta hermosa dama es la novia de la que nos comentaste?—dijo lanzando una mirada ladina el patriarca de la dinastía de los Taisho. Y, otra vez como era de esperarse, la chica sintió los colores subirle a las mejillas.
    --como siempre tan contemplativo papá—siseó socarrón, --ella es Kagome Higurashi, mi novia—repitió.
    Saliendo de su azoramiento, hizo una reverencia en señal de respeto y saludo, diciendo un educado “un honor conocerles por fin”. Era increíble el asombroso poder que tenían esos ojos ambarinos, los mismos que la cautivaron aquél día en el pasillo, cuando recién todo había empezado.
    Myoga los condujo servicial a una mesa bien puesta en el centro del jardín. Y algo retirados de ella, dos personalidades se situaban, cada uno en sus respectivos asuntos.
    Por un lado un hombre de 30 años sentado en una silla mirando el horizonte, con su impecable traje de oficina, su pose seria y sus facciones limpias e inalterables. Valía la pena hacer su descripción. De alta estatura, tenía la cabellera de un inusual blanco platinado, corta en ese entonces, enmarcando un perfil agraciado y masculino, con la piel nívea sin lugar a imperfecciones y para completar el paquete los conocidos ojos dorados bañados por una mezcla de displicencia e indiferencia, ¿hacía falta decir que era atractivo?
    El otro individuo era un muchachito de unos 15 años de edad que jugaba entre absorto y aburrido con una coca*; cabello pelirrojo más o menos largo recogido en una coleta, ojos verdes, sonrisa carismática y un aura juvenil, casi juguetona, que se percibía con el brillo auténtico de su mirada. Muy simpático la verdad, a pesar de no encajar en la anhelada descripción de un Taisho como los otros dos.
    --Kagome, ellos son Sesshomaru y Shippo. Hermanos de Inu-chan—dijo Izayoi.

    ……………………………………………………………

    Este no es todo el capítulo, es sólo una parte porque, pasa y acontece que es mucho más largo que el resto. En vista de la dedicación que requiere me he tardado algo para terminarlo, por lo que dejo parte de él por anticipado para que se vayan haciendo una idea y perdonen algo la demora…
    Gracias, muchas gracias por los comentarios, de verás que los agradezco de corazón. Me motivan mucho a seguir. No desesperen que entre estos días coloco la siguiente parte, prometo que no se van a arrepentir, para más detalles tendrán que esperar a la segunda parte ^^.

    Besos
     
  5.  
    Sayakito

    Sayakito Guest

    Título:
    Caprichosa Venganza
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    Palabras:
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    Re: Caprichosa Venganza

    ME ENCANTAAA!! T.T
    y espero que lo puedas continuar pronto, pero a los buenos fic se les espera cuanto sea, asi que toimate tu tiempo!
    la verdad....me gusta muchoi tu redaccion y la forma en que narras la historia, los personajes y sus personalidades, que si bien no cambian en relacion a la serie, se ve una marca personal del autor, en este caso autora, osea tuya!
    espero que pronto se sepa la verdad de kag, e inuyasha no tenga una reaccion demasiado extremista, o bien, que se sienta demasiado miserable por creer que kag era una de aquellas mujeres =)
    mucha suerte y todo mi apoyo!
    saludos
     
  6.  
    - mvss;'

    - mvss;' Usuario común

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    Re: Caprichosa Venganza

    bueno para empezar soy nueva en tu fic ero decidi entrar y que aye lo empeze a leer y lo ui leyendo porque me gusto mucho de lo que se trataba y porque me gusta como narras la historia; el ultimo capitulo que pusiste me gusto mcho ya que faltaba sshomaru en l historia en eneral me gusta tu fc y tomate el tiempo que ncesites cuidate y nos vemos
     
  7.  
    Marinen Bell

    Marinen Bell Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    Los dos le miraron con curiosidad, o mejor dicho, Shippo le miró con curiosidad, Sesshomaru a penas le miró si es que un vistazo frío por el rabillo del ojo contaba.
    --mucho gusto—dijo Kagome con una sonrisa en el rostro. El muchachito hizo un mohín de aprobación y volvió la vista a su juego.
    --¡muy bien!—exclamó la señora de Taisho. –Ya que todos nos hemos presentado creo que es hora de comenzar el almuerzo—concluyó juntando las manos con innato regocijo.
    --genial, ya moría de hambre—se apresuró a comentar Inuyasha en dirección a la mesa.
    --¡Inu-chan!, no hagas como si no te hubiera enseñado modales—dijo la madre bloqueándole el paso con un brazo, --primero los invitados--. Llevó a Kagome a una de las sillas y le pidió que tomara asiento, después de ello los demás se acomodaron según Izayoi les permitió.
    La comida llegó, grandes platos con carne asada… lo lógico, era un asado en el jardín al estilo familia Taisho. La chica no sabía si llegaría a completar la ingesta de todos esos alimentos.
    Un silencio durante la acción de gracias de la señora Izayoi e Inuyasha repiqueteaba desesperado sus dedos contra la mesa ganándose, después de acabar los rezos, una mirada fulminante por parte de su querida madre.
    --¿ya podemos comenzar? ¿O es que faltó mencionar a los niños pobres del siglo pasado?—descortés, impaciente, franca; así era la respuesta de Inuyasha Taisho.
    Otra mirada de muerte propinada por los ojos café destellantes.
    --sí, YA podemos comer--, y los ojos de su hijo se iluminaron con una media sonrisa.
    Cada uno empezó con su plato; la señora Izayoi fina como la punta de una aguja se tomaba su tiempo y saboreaba cada bocado, Shippo estaba más entretenido en hacer puré sus papas que en comerlas, el señor Inu no Taisho junto a Sesshomaru e Inuyasha devoraban a increíble velocidad su ración, ¿lo más asombroso?, no perdían la elegancia y tampoco el apetito. Finalmente quedaba ella, ella que estaba anonada porque todavía no podía creer que estaba almorzando en la casa de su ‘novio’.
    --¿pasa algo querida?—era la dulce voz de la señora Izayoi que la sacaba de su abstracción.
    Todos pararon de comer y ¡oh por kami! Pudo sentir el peso de tres miradas ambarinas, una esmeraldina y la otra diamantina sobre ella. Siendo el centro de atracción. Por primera vez sintiéndose algo minúscula y cohibida.
    --ehhh, no… no, no pasa nada sólo estaba acordándome de que mi gato que está solo en casa y creo me está llamando—explicó, estaba muy nerviosa y fue lo único que se le ocurrió. Reconociendo tamaña estupidez bajo la cabeza a su plata y comenzó a comer.
    Ya momento superado.
    --¿ha dicho que escucha a su gato llamarle?—preguntó el ex general Taisho por lo bajo a su esposa.
    --déjala en paz, debe quererle mucho si tiene un vínculo tan estrecho con él—la defendió.
    --enano, porque no has comido tu plato—dijo Inuyasha mirando de reojo a un Shippo distante.
    --no es de tu incumbencia—resopló echando a un lado la servilleta.
    --oye no me hables así, si no tienes hambre entonces puedes subir a tu habitación y cederme tu parte--.
    --¡no quiero!, mejor concéntrate en acabar lo tuyo ¿quieres?--.
    --¿qué crees que hago? Hoy has estado extraño—sugirió.
    --no, sólo no tengo prisa en ahorrarle el trabajo de limpiar los trastes a la cocinera—casi ladró.
    --ja, y por lo visto hoy estás de malas pulgas. Seguro y volviste a cargarte Anatomía y no has querido decirlo—discutió.
    --¿si fuera así qué?—dijo desafiante.
    --pues que confirmo mis sospechas de que tienes más boca que cerebro, anatomía es una asignatura burda que sólo necesita memorizar unos cuantos conceptos para tontos--.
    El chico lo miró con hastió y empuñó su tenedor entre su mano.
    --de hecho, a mí no me parece nada raro. Memorizar la ubicación de lo 650 músculo en nuestro cuerpo no es cosa de tontos si me lo preguntas. Nuestro sistema de educación cada vez es más inclemente—se atrevió a decir para defender al pobre chico de los comentarios de su fanfarrónirrespetuosohermanosabelotodo.
    Silencio. Y nuevamente sintió las mirada de todos sobre ella, mientras se hundía un poco en su silla.
    --vaya, vaya, al fin hemos encontrado a quien le logre cerrar el pico a mi hijo, además de su madre—bromeó el jefe del hogar. Inuyasha gruñó.
    La Higurashi se avergonzó un poco con el comentario; pero fue la mirada inquietante, fría e impenetrable del mayor de los tres, Sesshomaru, la que la hizo perturbarse más hasta ruborizarse cuando sus ojos cafés se encontraron con aquellos dos pozos de intenso oro dorado.
    --“cómo va a ser posible que Inuyasha no sea guapo y atractivo, si viniendo de una familia donde todos son así. Guapos y atractivo”—se dijo mentalmente claro.
    Después Shippo carraspeó y dijo:
    --de todas maneras yo no he perdido ninguna asignatura, sólo me fue mal en un examen justamente del tema que Kagome ha tratado—añadió triunfal para un enojado Inuyasha. Luego sonrió a la morena con agradecimiento introduciendo algo de su puré recién echo en la boca. Ella correspondió, se notaba que el chico era una dulzura.
    --¿podrías cerrar la bocas?—señaló el agredido.
    --claro, y este es el supremo heredero al que confiamos todo nuestro patrimonio. Padre mis felicitaciones, no sabía que los niños de 5 años pudieran manejar emporios tan bien—fueron las palabras del platino que por primera vez pronunciaba palabra en la relajada y grata reunión familiar.
    --S-sesshomaru…--musitó el doblemente agredido levantándose de la silla con la vista llameante en rabia. Era los ojos hechos candela contra los de glacial indiferencia.
    Una batalla campal se estaba por desatar. Y la señora Izayoi aún no estaba dispuesta a tirar a la basura varios días de planeación para un almuerzo t-r-a-n-q-u-i-l-o así que se apresuró a decir:
    --¿por cierto quien quiere postre?—el postre ni siquiera estaba servido –oh, nadie quiere, bueno. Kagome linda, ¿por qué no nos comentas a todos a que te dedicas?--.
    De allí, sólo pasó. Inuyasha de un momento a otro se comenzó a atragantar con la ensalada rectificando mentalmente las palabras de su madre. –“Jo-der, esto no lo había pensado”—se regaño a sí mismo.
    --¿estás bien Inu-chan?—sí, y todavía tenía el descaro de seguir poniéndole ese diminutivo estúpido de cuando tenía 7 años.
    Kagome puso los ojos en blanco. –“la justicia llega tarde…”—pero llega, si es que, no se justifica que sea la única que lo pase incómoda por sus ideas.
    Ya más calmado, miró a Kagome con alerta tomando un vaso de agua mientras una diminuta gota de sudor le recorría el cuello.
    --soy fisioterapeuta, tengo mi propio centro de estética y yo misma me encargo de atenderle—respondió calmada, algo divertida con la cara del ambarino de cabello oscuro que descansaba juzgando la originalidad de su respuesta. Era la verdad después de todo.
    --ya veo—susurró y pestañeo un par de veces. – ¿Querrías ayudarme a despejar esto?, creo que ya todos los sirvientes se han ido a descansar y tengo algo que comentarte allá en privado--.
    La acompañó a la cocina con algunos platos en mano. Sí, aparte de querer permitir a los hombres de su casa destajarse los unos a los otros un rato para calmar los ánimos, también quería comentar cosas importantes con la morocha.
    --Y… ¿cómo es que has conocido a mi hijo Kagome?—preguntó amable enjuagando unos traste.
    --pues, su hijo y yo, su hijo y yo nos conocimos, nos conocimos porque… somos vecinos—titubeó temiendo la reacción de la señora.
    --¿Vecinos?—preguntó extendiendo un plato limpio para que la muchacha le secara. –En aquella repisa a la izquierda—señaló adelantándose a su pregunta.
    --Sí, es curioso, pasa que nos conocimos porque yo, bueno, yo me he mudado al departamento de al lado--.
    Izayoi miró de reojo a la muchacha, que apretaba un paño húmedo de secar con firmeza entre sus dedos.
    --¿al lado?—repitió, y un esbozo de sonrisa apareció en los finos labios –vaya que el destino es caprichoso--.
    Los dulces ojos se volvieron hacia ella, un poco más relajada pero con la garganta enmudecida.
    --dime, ¿le amas?--, una pregunta con dos respuestas. La una era la que se suponía debía de ser, y la otra…, la otra no tenía remedio, era la que se suponía no debía ser.
    A pesar de todo eso se lo pensó muy bien, --“¿le amo?”—se preguntó, --“no lo sabes”—le dijo otra voz en su cabeza. Genial, ahora la conciencia le jugaba sucio.
    --ehmm, por supuesto que sí—aclaró al final para no dar más cabida a la duda. Otra vez sintió las mejillas arder, percatándose de como las palabras le salían tan aprisa, naciendo en su garganta y expirando raudas en la punta de sus labios. Sonó desesperada y rogaba porque la señora no lo notara.
    La mujer la miró satisfecha y comentó girándose en torno a la ventana que daba hacia el jardín. Justo donde su familia seguía discutiendo. Supiró.
    --a veces cuando no estamos seguros de lo que sentimos, es bueno dejar de lado todo lo que nos impide amar—añadió echándole una mirada de soslayo. –Sólo tienes que mirar a Shippo--.
    --¿a Shippo?—interrogó confusa volviéndose hacia el lugar que la amable mujer contemplaba. Un momento, ¿Qué tanto sabía de lo que pasaba entre ella y su hijo?
    --nunca se le ocultó la verdad. Por lo tanto, lo lógico en su pequeña cabeza era quizás odiarnos, y créeme, de verdad lo intentó. Cuando se cansó de hacerlo, supo que, realmente no había nada que lo excluyese de tener una familia--. Un dejo de tristeza se visualizo en las suaves facciones de la señora.
    --disculpe pero no le entiendo—.
    --¿por qué crees que Shippo no guarda ningún parecido con Inu no Taisho o con Inuyasha o Sesshomaru?--.
    La verdad es que no lo había pensado.
    --Shippo no es nuestro hijo legítimo. Lo fue de uno de los amoríos de mi esposo y otro hombre. Al morir ella durante el parto de su segundo hijo, evidentemente de Inu no Taisho, le rogó a mi marido que se hiciese cargo de él. Desde entonces ha estado con nosotros e Inuyasha nunca ha podido perdonarle a su padre su engaño. Sin embargo nunca ha rechazado al niño, aparentemente se llevan mal, pero yo sé que muy a su manera lo estima mucho—y con esas palabras todo se hacía más claro.
    Quizá para Kagome, eso fue más información de la que quería conocer. No sabía que le asombraba más, si la nobleza de Izayoi al acoger a un hijo impropio o la de Inuyasha reconocerle como su hermano. Dadas las circunstancias podía agradecer tener la familia que tenía y comprender el motivo por el que Inuyasha repudiaba tanto la idea de visitar a su padre.

    ***

    --ese idiota de Sesshomaru, ¿Qué se ha creído?—se quejaba molesto de vuelta a casa.
    --no lo sé, pero debes admitir que en algo te ha alegrado volver a la casa donde has crecido—dijo Kagome.
    Los ojos de Inuyasha se crisparon al instante; como iba extrañar debatir con el amo y señor del hielo, discutir con su niñato hermano y aguantar los comentarios de ése bufón al que llamaba padre. Gruñó. Odiaba que ella tuviera razón, mejor sería cambiar de tema.
    --y bien, puedo preguntar que te ha dicho mi madre--.
    Se hizo un silencio tras el cual la chica respondió:
    --sólo cosas, cosas de mujeres--.
    --¿y qué son exactamente “cosas de mujeres”?—se interesó al fin.
    Pero la muchacha no iba a entrar en detalles con él, si su madre confío en su palabra haciéndola prometer no decirle nada, ella lo cumpliría. Curvó los labios en un gesto erudito y contestó:
    --nada, sólo eso, cosas que los hombres no pueden saber por ser eso, hombres--.
    --eso es sexismo ¿vale?—dijo, dando un giro a la derecha para tomar la autopista y llegar más a prisa.
    --vale, pero aún así no te voy a decir nada, Inu-chan--.
    Y curveó una de sus negras cejas con fastidio mirándola de reojo.
    --Vuelve a decir algo como eso otra vez y conocerás el metro como transporte de vuelta a casa--farfulló.
    Kagome rió con ganas, --“tan fácil de molestar”--, pensó.

    Continuará…

    N/a: a) Gracias por sus comentarios Sayakito y - mvss,', son de gran apoyo y bienvenidas a esta humilde historia.
    b) Aunque Sesshomaru no tenga el cabello largo sigue siendo atractivo.
    c) La razón por la que cambié mi estilo de escritura es porque el otro me es más incómodo y considero que de esta manera se aprecia más la historia.
    d) La siguiente parte es lemon y un momento clave para la relación InuxKag, por lo que si quieren leerla sólo deben pedirla para enviárselas por PM. Aun así, no es imprescindible leerla, pero… como comprenderán, contiene una gran dosis de romance.
    e) Creo que no hay e, sólo espero que este capítulo haya sido de su agrado y me dejen sus opiniones o reclamos en un lindo post. Adiós.
     
  8.  
    _ShIoRI_

    _ShIoRI_ Iniciado

    Virgo
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    Re: Caprichosa Venganza

    KYAAA!!!!
    acabo de leerme el fic y me ha encantado *¬*
    aunque Inuyasha es un poco tonto por pensar que Kagome es una ... en fin
    me ha encantado
    siguelo pronto!!!
    yo kiero conti lemon please nnee

    atte: _ShIoRI_koko
     
  9.  
    Bella-chan

    Bella-chan Fanático

    Capricornio
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    Re: Caprichosa Venganza

    Hola!!!

    Lamentono haberme pasado antes. La familia de Inuyasha esta bueno... ahi todo siempre es una fiesta, y vaya comen como bestias... Izayoi tiene como 100% de paciencia. Y Shippou siempre siemdo molestado por Inuyasha que va. Con esos suegros pobre de Kagome. Que ridssa que Inuyasha casi se muere con la preguntita del millon jajaja me gusto mucho!!!

    Siguela plisss!!! Cuidate besos bye!!!

    pd: yo tambien quiero conti lemon....
     
  10.  
    love inu

    love inu Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    buenas!!!

    me acabo de leer el fic entero y permiteme decirte que me ha encantado..
    todos los personajes tienen elcaracter de la série pero le has dado un toque personal

    espero que pongas laconti rápido y si puedes mandame el lemon por PM
    merci
    atte:love inu
     
  11.  
    Siara

    Siara Entusiasta

    Tauro
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    Re: Caprichosa Venganza

    Hola!!!! Me enncanta la conty!!! Es muy buiena! Siguela porfavor! Me encanta tu forma de escribir y redactar! Espero que aya muxo más KgxInu x q me encanta!!!
    Un bss!
     
  12.  
    inu-irz92

    inu-irz92 Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    Hola!!
    acabo de leer la conti y me impresionado!! O-O
    escribes super bien!!
    y quiero conti!! :llorar:
    espero q no tardes mucho plizz....
    me gustaria q me enviaras el lemos por MP ^^
    gracias!!

    besos de tu amiga Sango-chan *sango y kirara* *kirara*
     
  13.  
    Bella-chan

    Bella-chan Fanático

    Capricornio
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    Re: Caprichosa Venganza

    Hola!!

    Me gusto mucho la continuacion lemon, esta muy buena. Que divertido que se mojaran, de seguro no dejaron nada a la imaginacion de sus vecinos con l aropa taaan pegada al cuerpo, me gusto que ella se confesara, pero es triste ya que al aprecer él solo la desea sexualmente, pero igual y yala necesita. ¿Qué hará Kagome, le explicara lo de su profesion?...

    Siguela pronto pliss!! la dejaste en la mejor parte, en la confusion jijij.

    Cuidate besos bye!
     
  14.  
    inu-irz92

    inu-irz92 Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    Te felicito por tan fabuloso lemon!
    Lo decias todo perfecto, paso a paso, q casi me metia en el papel de kagome xD
    Lo davas todo con detalle.
    Me ha encantado. Mucho, en serio ^^
    Y en ese sentido, inu es un--- pq solo buscaba divertirse con ella… ¬¬
    Aunque kag se confiesa. V.V
    Pero me gusto mucho el lemon. ^^
    Pon conti q tu fic me encanta!!
    Cuentas con mi apoyo!!
    Besos de tu amiga:

    :rosa: Sango-chan :rosa: *sango y kirara* *kirara*
     
  15.  
    inu_yeni92

    inu_yeni92 Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    oye la neta me ha gustado mucho tu fic xq tiene un poco de todo y hasta me da sentimiento cuando lo leo y todo, apenas lo empezé a leer ayer pero me ha encantado y espero lo q lo continues pronto y q me puedas mandar el lemon de vdd te lo agradeceria mucho.
    atte:
    cristina
     
  16.  
    Marinen Bell

    Marinen Bell Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Re: Caprichosa Venganza

    Oh bueno, posteo porque me veo en la necesidad de aclarar algo importante.
    La relación que ellos llevan en este fic es muy parecida a la del anime. Inuyasha a pesar de que sólo quiere a Kagome para rastrear los fragmentos de Shikon, desarrolla cierto cariño y apego a la chica (como aquí) pero ella se enamora accidentalmente de él (repito, como aquí).
    Que la desee no quiere decir que no la quiera, sólo que ya saben, es hombre y, el resto ya lo saben :rolleyes:.
    Ahora es cuando comienzan las confusiones y los verdaderos problemas para probar realmente a la pareja.
    Gracias por los comentarios, sus opiniones son el alimento que sostienen mi moral para seguir este fic xD.
    Por otro lado...
    LOL's, xD ¿te cae?
     
  17.  
    inu-irz92

    inu-irz92 Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Palabras:
    11
    Re: Caprichosa Venganza

    hombre..
    lo decias mb!!!
    profundizabas el tema.
     
  18.  
    - mvss;'

    - mvss;' Usuario común

    Acuario
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    Re: Caprichosa Venganza

    me gusto mucho la conti y si me puedes mandar el lemon seria genial :) ya que me ah gustado mucho tu fic kagome si que se la ingenia es muy inteligente bueno nos vemos y te cuidas
     
  19.  
    love inu

    love inu Guest

    Título:
    Caprichosa Venganza
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    Palabras:
    54
    Re: Caprichosa Venganza

    buenas!!
    inu_irz92 tiene razón vaya con el lemon
    y o no!! al final ella le dice que lo ama i el se asusta.. si es que no aprenderan nunca..XD
    a ver para cuando la siguiente conti que ahora si me tieenes aquí enganchada...
    bss
    atte:love inu
     
  20.  
    leti

    leti Guest

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    Caprichosa Venganza
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    Palabras:
    285
    Re: Caprichosa Venganza

    Hola amiga. Perdón por pasarme hasta hoy, pero bueno, sabes, me quedé sin red en casa y eso hace difícil que lea en línea, pues en el caber el tiempo es oro. Así que me llevé tus capítulos a mi casa para leerlos con calma. Por esta razón, espero que me disculpes si no posteo tan seguido como antes, tú sabes que cuentas con mi apoyo.

    Pasando al fic. Me han gustado mucho estos capítulos. La repentina visita a la familia de Inuyasha le ha dado a Kagome una visión del mundo de su amado, aunque tenga dudas hasta cuando le preguntó su suegra. Me gustó esa parte de que su padre haya engañado a Izayoi y de ahí naciera Shipo, pero tuviste un error que me dejó de seis, pusiste que fue hijo de los amoríos de su esposo con otro hombre. Eso es imposible, jejeje, pero bueno, un error lo comete cualquiera. Solo te lo digo por que me súper extrañó, me dio asco imaginarme a dos hombres y luego me dio risa andar imaginando esas cosas, en fin, no hagas caso a mis desvaríos, pero tú tienes la culpa por poner esas cosas, jijiji. Ah, de seguro Inuyasha piensa que Kagome mintió en eso de decir a qué se dedica.

    Pues bueno amiga, sabes que cuentas con mi apoyo para tu fic. Seguimos en contacto y espero tu siguiente capítulo. Besos.
     
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