[Capitulo Trece]: Las cosas pasan sin darnos cuenta

Su tono persuasivo me estaba irritando un poco más de lo que ya estaba. Suspiré, de nada serviría pelear con él así que decidí darle la razón: él sería feliz, yo estaría tranquilo y todos felices. Ignoré que salió desnudo para acercarse al shampoo, así que contesté de manera relajada.

—Dígamos que tenía sueño y...en verdad odio los días lluviosos, por eso (y por la ropa) es que no he salido de aquí —Me crucé de brazos, sería un largo día estar encerrado en el baño hasta que mi trabajo en el café comenzara.

 

Suspiré— Te prestaría algo de mi ropa, pero creo no te gusta el verde y soy más delgado que tú —comenté con calma— es curioso, en realidad de toda la escuela eres el más ancho de espalda —termine de bañarme y me acomode la toalla alrededor de la cintura— por cierto, tenemos compañeros nuevos, una linda chica algo parecida a Len anda por ahí, aunque... —hice una pausa— es algo cortante —empecé a vestirme sin dar mucha importancia a lo demás.

 

Enarqué una ceja, ¿el más ancho de espalda? Ahora que lo veía, Mikuo era demasiado delgado, ni un solo músculo se veía en el y eso me sacó una sonrisa. Tomé la toalla que tiró al suelo y lo golpeé en la espalda.
—Se llama hacer ejercicio —reí en voz alta para escuchar lo que decía de los chicos nuevos—. ¿Enserio? Mmm, quizá la conozca después, primero tengo que buscar algo que me cubra más— miré mi ropa, aparte de ser horrible, era demasiado fresca para el clima que hacía el día de hoy.

 

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Lo que encontré de Hibiki Lui

— Hago ejercicio, sino sería un gordo —comenté con cierta diversión mientras señalaba mi pecho— sólo mira que estoy algo marcado, simplemente no tengo cuerpo de "señor" —sonreí malvado para luego volver a mirarlo— si, la chica no era idéntica a Len pero te daba cierto aire, no sé, como muy "niño" o "infantil" que Len se carga, y de algún modo me le recordó —alcé mi mirada— por un momento pensé que podría tratarse de otro chico, pero la forma en que viste, sus uñas pintadas y esa voz TAN delicada, es incluso más femenina que la de Len y la mía —suspiré— en pocas palabras una chica —empecé a acomodar mi corbata— pues puedo prestarte mi sudadera de puerros que dice "I ♥ Hatsune" —comenté con una sonrisa— eso o puedes recurrir a Luki o a Len.

 

Volví a tomar la toalla y esta vez lancé el golpe en su brazo.
—Cuidado con quien llamas "señor" —reí un poco hasta que recordé que era el mayor de la Academia, suspiré. Escuché lo que decía de la nueva chica, a la descripción, seguro la encontraría tarde o temprano—. ¿Y la besaste? Digo, ya que es la "bienvenida especial de Mikuo" —comenté mientras pensaba en que tal estaría la sudadera pero ignoré esos pensamientos para negarme— mínimo necesito un pantalón.

 

— Lo siento "Gakupo-sama" —dije a tono de burla— pero bueno, no la besé a decir verdad no ando de humor últimamente para andar de infantil —comenté mientras tomaba mi celular y se lo lanzaba a Gakupo— checa los mensajes, parece que las cosas están empeorando —dije con cierto tono triste para después mover la cabeza y sonreír— aún así debo admitir que no es mi tipo, las lolitas no son algo que me llamen la atención —reí— pero bueno... ¿Algún candidato para pedirle ropa prestada?

 

Tomé el celular y leí los mensajes que tenía recientes, al parecer las cosas no iban tan bien como creía. Quizá Mikuo se iría pronto, antes de lo que nos había comentado. Me acerqué a él para entregarle el celular y sacudir un poco su cabello, era de admirar que aguantara en silencio tantas cosas.
—Date un respiro —sonreí un poco—. Lolitas, ¿eh? Tampoco lo mío...Bueno, creo que él único que alcanza un poco mi estatura es Tenchou —comenté con cierta decepción, no sabía si él me prestaría algo que no fueran bloomers.

 

Sonreí— Pero Ten-chan es tan delgado como yo —reí con cierta amabilidad— pero si quieres intentar, adelante, aunque bueno... esto es nada con lo que escuche por ahí de la ropa del café —le miré— no es por nada, pero ese lugar me da escalofríos sobre sus disfraces, por eso solo debute sobre cocinero —luego miré arriba— hablando de "cocina", me pregunto ¿Dónde estarán Len y Luki?

 

Suspiré, ¿cómo no había pensado en eso? No me quedaba mas que salir vestido de esa manera.
—¿Qué escuchaste? —pregunté con terror, no podría empeorar mi día, ¿o sí?— ¿Será algo malo? La verdad es la primera vez que me siento inútil por no saber hacer algo, espero algún día aprenda a cocinar viendo a Len y a ti —comenté llevándome una mano al cuello, algo apenado por admitirlo—. Mmm, no han venido por aquí, quizá aún sigan mal por esa noche...Deberíamos buscarlos, además no me puedo quedar todo el día aquí.

 

Sonreí— Pues no es por nada, pero escuche que los trajes son con... faldas —comenté— ¿Acaso no has checado la página de la escuela para ver el traje? —después de eso tome algo de entre mis ropas— ¡Toma, puede te sirva! era una sudadera negra con un puerro en la espalda —y vamos a buscar a Luki y a Len, a decir verdad extraño sus caras, ¿Tú no?

 

—¿Fa-faldas? —sentí que en aire me faltaba, no podía creer que hubiera olvidado checar la página, quizá me hubiera echo pasar por enfermo. Pero era mi trabajo y tenía que ser parte de él, quisiera o no. Tomé la sudadera sin decir nada y me la puse, estaba en shock...¿por qué falda?— Ahora que lo dices...creo que no hablamos mucho ayer, ¿no es cierto?

 

Moví la cabeza— Claro, casi nadie habló conmigo excepto Luki —comenté mientras metía las manos en mis bolsillos y caminaba con cierto desdén— ¡Ah! Ayer fue un día muy flojo, a decir verdad los recuerdos de ese día me son incluso más borrosos que el día de la cerveza —reí mientras salíamos del edificio— pero dime Gakupo... ¿De qué hablaron ustedes ayer? Sólo por curiosidad, para tener un tema de que hablar en que encontramos a Len —tomé una sombrilla de la entrada para podernos cubrir de la lluvia.

 

Le quite a Mikuo la sombrilla de su mano, ya que era más alto y no tenía que estirar casi el brazo como el hacia. Miré un rato hacia el cielo tratando de recordar, pero tenía la mente un poco nublada.
—Me parece que fueron cosas sin importancia, ya sabes...lo que paso la noche de la borrachera: Len diciendo palabrotas, lo apenado que se encontraba y después de los besos que Luki y tu se dieron. Ahora que recuerdo, Luki parecía bastante sorprendido— dije con indiferencia.

 

Sólo veía el agua escurrir de la sombrilla— Ahora que lo dices, parece que Luki no lo recuerda —baje la mirada un poco confundido, de algún modo me sentía lastimado, aunque no sabía del todo el porqué, su rostro tan parecido al de Luka-san, me hacía pensar, me hacía recordar, y de algún modo en mi mente pasó "Ella no me recuerda", pero nuevamente volví a sonreír— por eso fingí y ya no lo mencione, no ganaba nada perturbando la mente de nuestro introvertido Luki, ¿No crees? —caminamos hasta llegar a un pasillo donde estaban Len y Shion.

 

Miré de reojo a Mikuo, no estaba seguro de porque traía una expresión algo...melancólica, sin embargo no dije nada y continúe caminando.
—Seguro y menos ahora que él parece abrirse un poco más con nosotros, es un gran paso. Debo agradecerle eso a Shion-san, sin ella no hubiera pasado esto. Quizá no tofo es malo— sonreí mientras llegábamos a donde se encontraban Len y Shion-san—. Buenos días— saludé.

 

Me quedé viendo la lluvia, sin pronunciar una palabra, a decir verdad sabía que había tenido gran culpa de los sucesos, pero en parte me sentía molesto, no quería ni verla ni hablarle, Shion era una persona no indeseable pero si incómoda en estos momentos, por lo menos para mí, ya que no había sido lo suficiente directa con Luki, así mismo me alteraba los nervios dijera tan a la ligera que me quería, quizá por mis propios problemas pero me hacía verla como alguien insensible, me limite por ello a callar y observar.

 

Esperaba una respuesta de la ahora callada Shion-san, al final escuché una voz llamarme, al voltear me encontré con el rostro de Gakupo-san.

— ¡Hola! —dije con una sonrisa, llevaba rato que no hablaba con él y escuchar su voz siempre me era relajante y grato— ¿Qué hace por aquí? —luego discerní a Mikuo a su lado— ¿Y con Mikuo? —dije alegremente, para luego ver su ropa, no es que se viera mal pero no era algo acostumbrado ver en Gakupo-san, esos colores tan... ¿Verdes? Parecía más estilo de Mikuo— Amm... lindo atuendo ¿Cambiando look? —comenté tratando de ser amable.

 

—Pues, siento como si hubiera pasado rato que no hablamos todos, así que decidimos buscarte a ti y Luki. Me lo encontré en las duchas, así que venimos juntos—señalé con la cabeza a Mikuo que se notaba distante—. Alguien asaltó mi clóset y me dejo estas ropas de mal gusto, aunque la sudadera me la acaba de prestar Mikuo, no querrás ver que hay debajo de ella —dije con tono dramático—. ¿Has visto a Luki? Por cierto, ¿ya estás mejor? ¿Ya no hay resaca?

 

Reí.
— Pues ayer hablábamos de la sexualidad y esas cosas ¿Recuerdas? —miré la sudadera— ya se me hacían los tonos muy estilo Mikuo —comenté— aún así no creo lo de abajo sea tan malo, al menos que diga algo como "Soy gay" o "Apuñalenme por atrás", no creo tenga algo grave —me puse a reír para luego contestar sobre Luki— pues en los dormitorios seguía en la cama, como es costumbre, él no es muy madrugador que digamos, pero le deje el despertador. No creo prudente despertarlo —luego volteé a ver a Shion-san la cual permanecía callada— creo debo retirarme con mis amigos, por favor piense apropiadamente mi propuesta —le di unas palmadas en los hombros y tome la orilla de la sudadera de Gakupo-san— ¿Nos vamos al trabajo? —ya no iba a darme tiempo de ducharme, pero aún así no creía oler tan mal— sobre mi resaca. creo ya estoy mucho mejor, ya ni la siento.

 

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— Así que de eso hablaban —comenté cuando ya estábamos un poco más lejos de Shion— suena algo interesante ese tema, ¿De qué era? ¿Ropa, preservativos, posiciones, mujeres, pechos? —dije con cierta rima y tonos de broma— a decir verdad un tema así en Len no lo imaginaría —reí mientras aún caminábamos— nunca hubiera pensado que Luki fuera un dormilón, a decir verdad se nota bastante responsable para su edad —posteriormente Len mencionó lo del trabajo, sabía que no era mi hora pero me tocaría el siguiente turno, lo malo es que no había mesero— yo tendré problemas en mi turno —bajé la cabeza un poco deprimido— la tarde, hora pico de clientes y sin mesero —suspiré— pero bueno... por lo menos me alegra oír que ya te sientes mejor "novato".