Capitulo Siete: Último día

Respiré profundamente, no podpia enfadarme demasiado con él, ya que había sido en parte mi culpa que terminara en ese lugar por intoxicación.
—Algún día te enseñaré a hacerlo— le contesté ya calmado, sonreí un poco molesto— Si esta mejor...¿podremos golpearlo sin culpa no?— comenté mientras miraba la dirección que me había dado Len y comenzaba a caminar

 

— Si —poco después distinguimos una sombra verde, ahí estaba recargado en la pared un chico risueño y malvado, no dude en aventarme para patearlo— ¡Tarado! —fue todo lo que dije mientras dejaba a Gakupo-san atrás.

 

— Hola —dije con una sonrisa mientras esquivaba la patada de Len— ¿Por qué tardaron tanto? —sabía que debía disculparme pero no podía evitar sentirme divertido con la situación, creo en el fondo es mi pasatiempo molestar a la gente— bueno... antes de reclamos —dije rápidamente, antes de que fueran lanzados más golpes— sería bueno que sepan que lo que hice no es un delito y que lo siento mucho —sonreí e hice una reverencia— pero realmente odio los hospitales.

 

—¡Idiota! ¿Crees que nosotros no odiamos los hospitales? ¿Por qué crees que no estábamos ahí cuando despertaste? No fue por gusto— dije molesto mientras me cruzaba de brazos—Eres un insensible— quería golpearlo pero a la vez no...respiré profundamente y me crucé de brazos— ¡Eres un idiota! tengo tantas ganas de golpearte que...¡Agh! Por eso odio relacionarme con demasiadas personas— solté bruscamente y apreté mis puños mientras cerraba los ojos, concentrándome en controlar mi ira.

 

— Tonto... —dije entre dientes aún molesto— ¡Gakupo y yo estamos muy enojados! ¡No consideras nuestros sentimientos! —grité, sabía que no era correcto hacer un escándalo así a media calle pero verdaderamente no sabía que más hacer, estaba realmente con la sangre en la cabeza y a punto de darle una fuerte patada, pero me contuve.

 

— Bueno... —me tiré en el piso— se que no fue correcto, pero se estaban tardando demasiado y no me dejaban salir del cuarto —subí la mirada al cielo— y bueno... eso me hizo recordar cosas desagradables —cerré mis ojos para volver a ese lugar, yo en la cama del hospital y mi hermana llorando a un lado.

"Mikuo... ¿Estarás bien? ¿Qué voy a hacer sin ti?"

Cosas como esas, mis padres no regresarían hasta una o dos semanas después, y Miku que dependía de mi se encontraba sola, yo era responsable de ella pero no quería serlo, me sentía tan solo, sin nadie a mi lado, sin nadie que me acariciará y dijera que todo estaría bien, me sentía en un mundo adulto que no quería vivir.

"Si... todo saldrá bien, pronto regresaré a casa"

En cambio era yo quien siempre debía consolar a su llanto, pero nadie consolaba el interior de mi corazón, me sentía vacío y con miedo, sabía que no debía sentirme así, después de todo yo era el hermano mayor, pero no podía evitar sentir este gran vacío en mi corazón.

— Lo siento... —dije con toda sinceridad— pero me sentía desesperado.

 

Respiré una y otra vez.
—Si no me sintiera un poco culpable de lo que te paso, estarías en el suelo, tenlo por seguro— le dije mientras me recargaba en la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados. En verdad parecía arrepentido en su tono de voz— te acepto tus disculpas, solo por que sé que en verdad lo sientes...estarías enfermo de no hacerlo— La desesperación es el modo de mostrar nuestros miedos— murmuré, dirigiéndole una mirada seria...¿Cuánto sufriría él también?

 

— Bueno... —dije con una sonrisa— ya estoy en el suelo si te es un consuelo —y me eche a reír desde mi posición mientras agarra aún a un enojado Len y lo sentaba en mis piernas para abrazarlo— aparte mira a este pequeño hamster que sigue enojado... ¿No me vas a perdonar? —le dije en un tono calmado y con una sonrisa— si les consuela pueden preguntarme hoy cualquier cosa de mi, prometo ser sincero —luego mire a Gakupo fijamente— ya que recuerdo antes alguien tuvo mucha curiosidad sobre el asunto.

 

— ¡Ah! —estaba rojo como un tomate, nadie nunca me había cargado así aparte de mi padre, y eso cuando era muy pequeño— ¡Si! ¡Si! ¡Te perdono! —grité desesperado con tal de que me soltará, necesitaba libertad— ¡Pero ya! —me levante bruscamente y le mire algo nervioso— pero cumple tu palabra y responderás mis preguntas —luego me apoye en Gakupo— ¿Verdad?

 

Miré a Len y Mikuo y solté un suspiro. Era tentador hacerle preguntas pero en cierta manera sentía que lo estaba forzando a responder
—Sí...pregunta tú Len, yo no tengo una buena pregunta en estos momentos— le dije en una sonrisa. Era una mentira blanca.— Estoy seguro que tienes casi un cuestionario para él— miré a Mikuo y le sonreí tristemente, mostrandole que rechazaba su oferta educadamente.

 

— Hoy estoy de buenas Gakupo —dije calmadamente— si no quisiera responder no ofrecería este trato —sonreí— tal vez sea la única vez que lo ofrezca así que es mejor aproveches o puedes seguir quedando con la duda —después de eso me levante— conozco un maid café cerca, ¿Desean que vayamos ahí a hablar?

 

Lo miré, no me sentía a gusto tener que hacer preguntas de este modo pero tenía razón era una de las pocas oportunidades que se presentaría.
—De acuerdo— acepté mientras descruzaba los brazos y esperaba a que se pusiera de pie— Aunque ya hemos desayunado nosotros— dije un poco apenado, esperaba que aquello no le incomodara— Len...¿tú que dices?

 

— ¿¡Café de Maids!? —dije emocionado— ¿Dónde hay chicas lindas vestidas de personajes de anime? —mis ojos se iluminaron, solo había escuchado de ello pero nunca había tenido la oportunidad de ir a un lugar así, era como un sueño hecho realidad— ¡Quiero ir! —dije ignorando cualquier protesta anterior entre Gakupo y Mikuo y empecé a caminar— ¿Por dónde es? ¿Por aquí? —dije emocionado— ¡Vamos! ¡Vamos!

 

— Si es uno de esos Len —le dije con una sonrisa mientras empezaba a caminar— es por aquí —señale— mis trajes favoritos son las chicas con orejas de animalitos —empecé a caminar con las manos en los bolsillos y con una sonrisa tarareaba una canción— ¿A ti no te gustan Gakupo? —le dije con una sonrisa burlona— las chicas son muy lindas.

 

Lo miré un poco apenado pero decidí hablar con la verdad.
—Si Len no hubiera hablado jamás sabría lo que era ni a donde me llevabas— comenté. Caminaba a su lado con los brazos cruzados, Len iba hasta adelante agitando las manos emocionado—¿Cómo es que conoces este tipo de lugares?— pregunté para quitarme la incomodidad de no saber lo que eran y de imaginarme a las chicas con orejas de animales.

 

— Bueno... ahí preparan el mejor pastel de chocolate —dije tranquilamente mientras sacaba mi celular— en este mapa registro los lugares donde venden buenos platos, es ahí donde los pasteles son muy dulces y las chicas te tratan bien —dije llegando al punto— y la verdad es un lugar divertido, siempre tienen música alegre —gue ahí cuando entramos al lugar, era colorido y siempre con globos flotando, había chicas disfrazadas atendiendo el lugar— después de ustedes —sonreí para tomar una mesa y sentarnos, yo tome la cartilla y ordene un pastel de chocolate con unos puerros hervidos— les recomiendo a Gakupo el dulce de berenjena y a Len el pay de plátano, estoy seguro les gustará.

 

— ¡Entonces pay de plátano será! —dije con un tono cariñoso mientras admiraba todo, era tan nuevo para mi— ¡Es increíble! —dije fascinado mientras escuchaba la música que daban ganas de bailar y jugaba un poco con los globos— espero realmente el pay sea bueno —sonreí retando a Mikuo— sino volveré a enojarme contigo.

 

Tan pronto escuché puerros sentí nauseas pero respire lentamente, olvidándome del sabor.
—Suena bien lo de la berenjena— respondí con una sonrisa algo forzada. El ambiente era bueno y Len disfrutaba como nunca lo había visto, se cruzó por mi mente si disfrutaba por los globos y la música o si era por las chicas disfrazadas— Creí que no conocerías estos lugares, como estabas siempre con Miku para cuidarla...pero me equivoque, me gusta el lugar— sonreí y miré los globos...me sentía en otro lugar

 

— Bueno... —dije mientras tomaba el delicioso té negro, la única bebida que se ofrecía en el lugar— cuando era estudiante Miku empezaba a no necesitarme más que para hacer el desayuno o limpiar, en parte creo ella intentaba ayudar pero ya era algo tarde —empecé a ver un poco triste el lugar— ella iba con sus amigas y me quedaba solo, la verdad socializar con la gente no era algo que me agradará porque los chicos que se me acercaban, al conocer a Miku, no podían evitar decir "ustedes se parecen" o "¿Por qué siempre sonríes?" cosas así que son molestas desde la misma esencia —cuando llego lo que ordenamos empecé a comer los delicioso puerros mientras sentía la alegría del sabor— "Les gustan las mismas cosas", "Se comportan igual", todo cuanto hacía era un reflejo de mi hermana menor y me sentía molesto, entonces empezaba a vagar solo —volví a tomar algo de té— no quería volver a casa pero no quería estar del todo solo ¿Qué podía hacer? Entonces empecé a buscar lugares para comer, como un pasatiempo.

 

— Delicioso —empecé a comer ese delicioso postre y me sentí feliz, era ligero, suave y esponjoso, casi se derretía en la boca, pero no tuve mucho tiempo para disfrutar, mientras escuchaba la conversación entre Gakupo y Mikuo, no es que no me importará, pero no sabía que decir, entre ellos siempre había tensión, como si estuvieran destinados a ser rivales o enemigos, pero a la vez sentía que entre ellos se podían entender muy bien, era algo complicado de explicar.