[Capitulo Seis]: Día Libre

—Se llama Yokune Ruko— no quería abordar más el tema, era tener que decir que ella se había enamorado de mí, que quería estar conmigo y eso no era bueno en ningún sentido...una razón más por la cual huir de "casa"— ¿Cómo ha estado el pastel? —pregunté con la clara intención de cambiar el tema.

 

-¡Ha estado delicioso! - Le dije con una sonrisa - ¿No quieres probar un poco? - Le acerque un poco la cuchara que tenía pastel - No te hará daño probarlo - Mencione en broma.

 

—¿Enserio?— sonreí abiertamente y miré la cuchara que tenía frente a mí. Sin razón comencé a sentirme nervioso y tal vez un poco apenado— ¿estará bien que me des de comer así Kaiko-san?— pregunté recordando un poco del encierro que tuvo en la cabina junto con Luki— ¿no me tiraras el pastel en mi ropa? Confiaré en ti, si me hace daño serás la responsable— contesté jugando mientras abría la boca y me acercaba a la cuchara sin dejar de mirarla a los ojos.

 

-Di ahh~ - Dije en modo de broma y tranquilamente, Gakupo-kun termino con la cuchara en la boca sin ningún inconveniente -¿Ves? No estuvo nada mal - Y solte una pequeña risa.

 

—Cierto— dije masticando el último bocado y la acompañé con su sonrisa— Oh, creo que me duele el estómago— coloqué mi mano en mi abdomen y me incliné, mostrando dolor, hacer pequeñas bromas como estas era gracioso. —¿Ves? Por eso no me gustan los dulces, Au— me incliné mas mostrando un gesto de dolor.

 

-¿Ahhh? - Me quedé pensando que hacer un momento - ¿Te duele mucho? Quiero decir, si es así no me molestaría acompañarte al hospital o algo así...

 

—¿Qué es eso? Queda más pastel— estiré la mano y tomé un poco de la crema que quedaba en el plato con el dedo índice— Justo aquí— Y en ese momento embarré la crema en su mejilla derecha y reí— Ese color te sienta bien Kaiko-san— coloqué mis brazos en la mesa y la miré con una sonrisa amigable.

 

Reí un poco con esa conducta de Gakupo-kun, y luego aclare mi garganta - Pero si en ese plato ya casi no hay nada... - Susurre mientras lo observaba de cerca - ¡Pero aquí si! - Y también le embarré pastel en la mejilla - Creo que deberíamos hacer algo con este color, porque este color nos sienta de maravilla - Dije, para reír nuevamente.

 

—¿Qué haré? Me gusta más este color que mi color natural— dije con un poco de dramatismo mientras tomaba un poco de la crema de mi mejilla— pero me gusta más en ti—esta vez se la coloqué en su nariz, dejando una manchita café justo en la punta— Oh ¡perfecto!— y reí en voz alta, como si no hubiera nadie con nosotros— Ahí es donde debería estar.

 

-Mmm... - Observe mi reflejo en la cuchara y sonreí - Dejare el pastel ahí, creo que en verdad me sienta bien ¿no crees? - Dije eso entre risas, no podía creer que estuviéramos en medio café jugando como si nada.

 

—Sí...es como un lindo lunar— era gracioso que bromeáramos así y más que nada en ese café, donde tantas veces me reuní con mi padre a charlas sobre nuestra "relación" por un segundo dudé de sonreír pero continúe, era lo mejor— ¿qué me dices de la mía?— le mostré mi mejilla, como si estuviera modelando— ¿debería tener otra?

 

-Mmm - Fingí estar seria mientras observaba con "cautela" la mejilla - Creo señor, que usted debería de tener otra en su otra mejilla - Mencione - Si me permite, me tomaré la libertad de hacerlo -Hable con un tono elegante muy fingido, y seguidamente le embarre la otra mejilla con pastel mientras se me escapaba una risita.

 

—¿Así que quedaba más eh? Bueno, creo que me veo mejor ahora ¿tu que crees? Es raro ver a una berenjena con chocolate— dije mientras mostraba ambas mejillas con seriedad fingida. Las personas que caminaban solo nos miraban por los vidrios y no podía evitar reírme cuando señalaba a Kaiko-san con un dedo acusatorio.

 

-Pienso que esta berenjena... - Dije refiriéndome a él - ¡Se ve bastante bien con chocolate! - Comenté con un pequeño gritillo - Estoy muy orgullosa del trabajo que hice contigo - Limpie una lagrima falsa de mi mejilla.

 

—¿Enserio? Es el cumplido más bello que me han hecho en la vida— dije mientra tapaba mis ojos con una mano para tapar las lagrimas falsas de felicidad— Y yo estoy orgulloso de dejarte como un helado con chocolate— la miré y le sonreí, no me importaba comportarme como un niño, solo quería una cosa de la que quería asegurarme— Kaiko-san...¿eres mi amiga?— esta vez mostré la seriedad que me solía caracterizar.

 

-¡Yo estoy muy feliz de ser un helado de chocolate! - Dije con felicidad - ¿Amigos? Mmm... -Pensé por un momento - No suelo ser amiga de berenjenas, pero por ser tú, aceptare - Y reí - ¡Claro que somos amigos, no debería ni preguntar!

 

—¿No me querías por ser una berenjena eh? —la miré con el ceño fruncido, tratando de infundir miedo o arrepentimiento en ella pero mi sonrisa hacía que todo se fuera la basura. —Vieras que yo odio los helados pero el que tengo enfrente me hace querer probarlos— dije a medio de broma. me sentía feliz de que tuviera alguien con quien hacer todo esto— ¿Te gustó venir aquí señora helado con chocolate?

 

-Pues nunca yo he probado las berenjenas, y no quería probarlas, pero contigo cambie de decisión totalmente - Reí un poco por los comentarios de "berenjena" y "helado" - Me encanto venir aquí, y me gustaría venir otra vez - Le dije y es que realmente había disfrutado.

 

—Gracias por el cumplido— reí— Me alegra que te haya gustado, es un lugar agradable ¿cierto? Yo solía venir aquí con mi padre antes, solo cuando teníamos reuniones personales y eso, nada del otro mundo— miré por la ventana, no pensé que este día me llevaría buenos recuerdos— Ahora la pregunta del millón: ¿saldremos así? ¿qué pensarán los demás? Por cierto...aún no se ha levantado nadie ¿verdad?

 

(comentario sin ninguna intención, en el capitulo seis debería llamarse "La visita de Gakupo y Kaiko a la cafetería." :3 )