[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

Abrí los ojos por la sorpresa, no me esperaba algo así. Len comenzó a gritar y lo miré.
—Tranquilo Len, después de todo son razones de mayor peso —miré a Mikuo y asentí con una sonrisa triste—. Comprendo, da igual cuanto quieras separarte de la familia, por "x" o "y" razón siempre tienes que volver, ¿no? Tienes mi apoyo, ahora sé porque actuabas tan extraño, creí que morirías en cualquier momento —solté una risita nerviosa, no podía evitar sentirme un poco deprimido, después de todo se había vuelto un buen compañero...Mejor dicho un buen amigo, uno de los mejores que había conocido, a pesar de todos sus defectos. Me puse serio y miré el suelo—. Espero que regreses Mikuo, de verdad lo espero. A decir verdad, creo que es una noticia que me esta afectando mucho y no solo a mí, ¿verdad Len?

 

Escuchó atentamente la verdad, que no creyó pudiera obtener tan fácil. Mucho menos creía que, tratándose de algo... podría decirse que MUY serio, Mikuo pudiera continuar manteniendo la calma. Sus últimas palabras lo dejaron helado. —Pri...— Estaba mudo, no sabía bien cómo comenzar. —Primero que nada, debo decir que lamento la situación de tu madre. Debe estar siendo duro para tu familia— dijo con seriedad, acercándose despacio a Mikuo. —En segundo lugar...— Puso la mano sobe su hombro. —A pesar de que hoy y otras veces nos has puesto las cosas difíciles... Creo que hablo por los presentes cuando digo que te extrañaríamos mucho si no volvieras a la Academia.— Si alguna vez estuvo enojado con Mikuo durante el día, ahora más que nunca creía que era injustificado. Su seriedad se volvió tristeza. Quería abrazarlo pero no quería después recordarle que no había respondido a su primera pregunta.

 

Empecé a llorar.

— Mikuo... —corrí a abrazarlo— aunque eres un maldito desgraciado sin vergüenza medio hijo de su santísima y preciosa madre, sabes que todos te queremos, por lo menos te considero un gran amigo y ya te lo he dicho muchas veces —soné mi nariz en su manga tratando de hacerlo reír— ¡Así me recordarás! —comenté mientras corrí a refugiarme en los brazos de Gakupo-san.

 

Me quedé frío con las palabras de todos, me sentí peor de lo que debería.
— Aunque siempre me quejo, yo realmente crecí en una familia amorosa, mis padres no eran malos, mi madre era muy cariñosa —traté de sonreír— el único problema siempre fue mi identidad... quien era yo —luego los miré— yo también espero volver, pero no depende de mí. Mis padres presionan que regrese y al punto en que estamos no creo sea conveniente vuelva a la academia, igualmente no se ha confirmado la enfermedad de ella, puede que no sea nada grave —luego observe a Luki— repito que no puedo justificarme, y me limito los comentarios sobre tu primera pregunta, ya que es algo que Shion debe contestarte —saque de mi bolsillo los papelitos que intente darle a Gakupo hace unas horas atrás— pero si te sirve de algo, lee esto, están numerados y te darás una idea de lo que sucedió en el salón. Por lo menos la mitad de los sucesos son mi culpa y no me extrañaría que me odies, y sería lo mejor... así nadie me extrañaría —sentí unas terribles ganas de llorar, me sentía molesto y confundido, al final no pude más que cerrar mis ojos y apoyarme en el hombro de uno de los tres, el más cercano... el de Luki, oculte mi rostro en su hombro y empecé a llorar en silencio.

 

Reí ante las palabras y acciones de rubio, aunque fue una risa ahogada. Era increíble como con una sola noticia podía cambiar el ambiente, incluso Luki parecía triste por la partida del pelo verde. Len se acercó a mis brazos y abrí los ojos por la sorpresa, sin embargo lo abracé como si fuera un hermano menor y acaricié su cabeza.
—Yo no quiero un recuerdo como el de Mikuo —traté de bromear con él pues no paraba de llorar. Escuché todo lo que decía el pelo verde y cada vez me sentía peor, no le deseaba lo peor, solo quería que volviera ya que era parte importante de todos. De pronto se recargó en Luki y su espalda comenzó a contraerse...estaba llorando. Miré a otro lado.

 

Las palabras de Mikuo confirmaron lo que quería saber: Fue un si indirecto, no necesitaba más. Apretó los papeles entre sus manos y los metió a su bolsillo. Rodeó a Mikuo con sus brazos. —Quiero que te olvides de lo que pasó hoy y de la idea de que te odio— se limitó a decir. Lo abrazó con más fuerza cuando sintió las lágrimas de Mikuo en sus ropas. Bajó la mirada resisitiendose a llorar también.

 

Mis manos se aferraron a sus ropas mientras seguía llorando, por un momento sentí mi garganta seca y sin abrir los ojos ni un momento, sin separarme de su hombro, empecé a hablar, no quería que me vieran en ese estado tan... ¿Vulnerable?— Luki... culpame a mi —musité, sabía que era algo confuso y extraño de pedir, más aún después de todo lo dicho— es probable que no vuelva y la quieres mucho ¿Verdad? —mi cuerpo temblaba de furia al recordar las palabras de ella, cuando dijo que me quería... ¿¡Que podía ella saber!?— sin importar lo que pienses o leas en esos papeles, piensa que todo es mi culpa porque es así, ella es solo una victima más de este imbécil —traté de reír. Me quede unos minutos más así, en silencio, cuando me percate que las lágrimas habían desaparecido, me reincorporé con una sonrisa— ¡Serán siempre un buen recuerdo!

 

Me quede en los brazos de Gakupo-san, terminaba balanceándome para luego soltarme.

— Si Mikuo se va en una semana —empecé a hablar con calma y alegría— entonces hagamos una fiesta de despedida —comenté feliz— empecemos a prepararla para despedirnos de ti, nos divertiremos con juegos, bebidas, comida, solo nosotros cuatro —traté de no llorar, trataba de deshacer ese ambiente tan malo— ¡Será una fiesta de hombres! Incluso podríamos instalar la fiesta en el cuarto de Luki-san y mío o el de Gakupo-san y Mikuo —ahora que lo pensaba estábamos los cuatro compañeros de clase— podríamos meter muchas cosas y divertirnos o simplemente hablar, aparte pensemos que Mikuo volverá... ¿Verdad Mikuo?

 

No levantó la mirada tampoco. Frunció los labios molesto. Puso su manó sobre la cabeza de Mikuo y jaló levemente sus cabellos. —Ni te culpes ni la defiendas— dijo mirándole con cierto enojo una vez que levantó la mirada. —Ella me ha rechazado y me ha mentido...— miró a Len y a Gakupo por un momento. —No puede salir invicta por su cara bonita tampoco...— dijo riendo. Jamás creyó que diría algo asi, mucho menos de Kaiko. Pellizcó las mejillas de Mikuo. —La idea de Len es muy buena, ¿no crees? Más buenos recuerdos para todos.

//Debo irme a dormir. Hasta mañana bonitas gentes .w.

 

Al caminar junto a Defoko e Ia, me sentía distraído por estar tomando la dulce mano de la primera. Tuve una sensación de que alguien me estuviera matando con la mirada, pero no debía ser nada, suelo sobre-exagerar. Así que ignorando esto volví a mirar a mis acompañantes.
—¿De qué querrán su helado? —pregunté con una enorme sonrisa.

Contenido oculto: No lo abran... ¡Quedan advertidos!

Es broma... Aquí no hay nada interesante. @Ryo Yosuque Himari @Ia Shinone

 

Vi a Luki enojado, sentí su furia no hacia mi sino a Shion y me sentí más culpable... ¿Qué había hecho?— No me culpo ni la defiendo, pero no quiero acabar con aquello que es importante para ti... no quiero lastimarte —por un momento sentí que veía a Luka-san y moví la cabeza sonrojado, me sentía molesto, me sentía triste, por mi culpa Luki experimentaría lo que yo experimentaba... un amor no correspondido— aparte siento que ella solo esta confundida, necesita tiempo para ver lo gran chico que eres —traté de animarlo cuando escuche la petición de Len— ¡Suena bien! —traté de sonreír mientras la culpa me consumía.

 

No quería amargarles más la situación, diciendoles que debían prepararse para lo peor, que incluso debían pensar que él ya no regresaría. Una punzada se sintió en mi corazón, solo 3 días serían los decisivos...Comencé a sentir el vacío . Luki y él parecían seguir hablando sobre Shion-san, cuando aceptó lo de la "fiesta" sonreí un poco forzado.
—Haremos que sean días inolvidables para Mikuo, pero por favor chico...No te metas de nuevo con las sodas de berenjena, ¿esta claro? —dije en tono de broma. No quería recordar lo mal que lo había pasado en el hospital. Vi a Mikuo, tenía los ojos rojos pero no comenté nada, solo lo miré como si ya estuviera partiendo, como si ya nunca lo volviera a ver.

 

Sonreí— Si quieres que sea inolvidable... ¿Qué tal si convives conmigo a beber sodas de puerros? —hice una sonrisa malvada mientras me alegraba un poco, los chicos parecían animados— a todo esto, ¿Qué tal si vamos a el cuarto de Gakupo y mío a continuar esta conversación? —sonreí amablemente— si les soy honesto quiero beber algo de alcohol y tengo algo escondido en nuestro cuarto, ustedes conocen las reglas de la academia sobre las bebidas —murmuré— a veces bebo cuando Gakupo no está, pero esta vez me place beber con todos y terminemos durmiendo ebrios en el cuarto de ser necesarios... ¿Me acompañan? —sabía que sonaba irracional mi petición, pero era algo que necesitaba... compañía.

 

Me quede sorprendido, nunca noté que la habitación contenía alcohol de manera ilegal. Era una sorpresa pero aún así sonreí animadamente, este Mikuo era el que me gustaba ver, el que quería convivir de forma normal, sin bromas pesadas ni nada por el estilo.

—Los puerros no van conmigo —comenté, regresando la broma. Me puse de pie y comencé a caminar hacia la salida—. Yo iré, después de todo es mi cuarto, ¿no? ¿Dónde dormiré si me rehusó? Además estoy agotado de soportar tantas emociones, supongo que un trago aliviará esto— me giré y esperé a que Len abriera la puerta principal. ¿Beber delante de Len estaría correcto? Me encogí de hombros, probar cosas nuevas una vez al año no hacía daño.

 

No pude evitar sonrojarme ante la declaración de Mikuo, recordaba a Yowane-san cuando la conocí y me preguntó por alcohol... ¡Simplemente estaba mal! ¡Era ilegal a las reglas de la institución! Pero quería hacerlo, quería estar con los demás y divertirme, cuando Gakupo-san menciono si era correcto beber frente a mí, me quejé.

— ¡Tengo 15 años! ¡Ya no soy un bebé llorón! —tomé la mano de Gakupo-san y abrí la puerta y empecé a correr con él agarrado de la mano— ¡Aparte no es malo experimentar nuevas emociones —me solté a reír mientras caminaba con ellos hacía la habitación.

 

Observe a Len alejarse emocionado con Gakupo y no pude evitar reír un poco mientras caminaba atrás de ellos, entonces observe a Luki, aún me sentía mal, sentía que mis acciones no eran correctas, seguía queriendo llorar y me sentía mareado como aturdido, puse mi brazo en su hombro y apoye mi peso sobre él mientras caminábamos— en serio me sentiría mejor si me golpearás —susurré para continuar el resto del trayecto en silencio.

 

Las palabras de Mikuo lo hicieron suspirar hondo. Decidió no comentar nada al respecto pero... No quiero lastimarte? Mikuo realmente no había hecho nada malo. "Se mostró... Encantador a su estilo con Kaiko? No puedo enojarme por eso" pensó riendo. Mentalmente le había dado un cumplido a Mikuo? "Será beber la mejor idea?" pensó. Sus pensamientos fueron interrumpidos por un susurro de Mikuo. Alzó su mano detrás de la nuca y golpeó su cabeza como diciendo "cállate" y sería probablemente el único golpe que recibiría de el por el momento.

 

El golpe que recibí por parte de Luki no era lo que esperaba y no me satifacía, hubiera preferido que él me hubiera odiado, gritado, pateado, tanta amabilidad y condolencia me hacía sentir asustado, por lo general las palabras de: "Hatsune deberías cambiar un poco", "Hatsune ¿Cómo puedes comportarte así?", "¡Hatsune idiota!", "¡Te odio Hatsune!" y mi favorita "Hatsune deberías ser más como tu hermana", me hacían sentir hundido pero me había acostumbrado al rechazo natural que la gente tiene hacia mí mismo, incluso me sorprendía la tolerancia de Gakupo y Len, pero por ahora la que me sacaba del juicio era la de Luki.

— Creo que llegamos —comenté mientras me balanceaba a lado de Gakupo y abríamos la puerta, era la primera vez que entrabamos juntos al cuarto, nunca habíamos cruzados los dos esta puerta— es como si estuviéramos casados... ¿No? —comenté en broma. Una vez adentro todos se sentaron, yo corrí a donde estaba un baúl de ropa adentro del closet y en lo que sacaba unas prendas de ropa, saque una hielera con varios paquetes de cerveza— no soy aficionado a la bebida pero me relaja beber de vez en cuando, estas provisiones salieron del último día libre —sonreí mientras acomodaba la hielera en el centro de la habitación y me sentaba en el suelo, recostando mi cabeza en el piso por unos segundos para posteriormente levantarme y tomar una de las bebidas y abrirla para comenzar a beber.

 

Era de agradecer que los cuartos no fueran estrechos, pero, al menos Luki, no terminaba de sentirse cómodo desde que entró. Se recargó contra una pared cruzado de brazos, mirando a Mikuo un tanto divertido. —No he bebido más que una vez en mi vida... Y la experiencia posterior no fue muy divertida— admitió sin poder evitar reír, sólo porque aquel entonces la situación había sido muy estúpida.

 

— ¿En serio? —una sonrisa se dibujo en mis labios mientras tomaba una lata y se la aventaba a Luki, pues entonces tu segunda experiencia no será mejor que la anterior, me atrevo a decir que será peor —reí levemente, las crudas no eran nada divertidas— en todo caso quien debería estar más asustado aquí es Len —miré unos segundos al rubio para volver a ver a Luki— porque considero que todos los demás aquí presente hemos bebido antes.