[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

— Bueno, en primer lugar no se cobra en la cocina —dije con una sonrisa— si yo tocara el dinero contaminaría mis manos para preparar la comida —me dirigí a Gakupo-san— lo ideal sería que en la recepción se cobre y sea Gakupo-san, aparte que aún no se ha extendido el recibo —al igual que cuando habíamos ido hace tiempo Mikuo, Gakupo-san y yo, recordaba que se pedía el recibo a la mesa y se cobraba, en ningún momento se iba a la cocina a pagar— por lo que yo no debo cobrar, solo debo cocinar, eso es labor del mesero.

 

Sonreí. Me sentía un poco tonto pero yo no sabía todo acerca de este trabajo, solo me había metido por que él me lo había pedido. Sin embargo me refería un poco más a si le cobraría pero creo que era lo obvio ya que solo había invitado a comer por cuenta de la casa a Luki y Kaiko.
—Kagamine-san por favor vaya a la mesa, en un momento le cobro —pedí con una sonrisa. Tomé una libreta y miré a Len antes de dirigirme a la mesa—. ¿estas peleado con tu hermana? —Tal vez era indiscreción mía pero...me preocupaba un poco por él.

 

Asenti y sali de la cocina para despues ir a la mesa dónde se encontraban Lenka y Kaiko quienes seguian platicando, yo solo me sente en silencio y espere a Gakupo-kun.

 

— ¿Peleados? —le miré confundido y negué suavemente con la cabeza— no, para nada... ¿Cómo puedo estar peleado con alguien con quien llevo más de una semana sin hablar bien? —comenté con inocencia, no es que estuviera enojado con ella, solo resentido y triste, desde que llegue aquí ella me había dejado por mi cuenta, ignorándome la mayor parte del tiempo ¿Cómo debía tratarla? Para mí en esta semana era alguien distante con quien había formado un enorme muro para no ser alcanzado— solo creo que ella se ha dado cuenta de la distancia que hay, que forme yo por su indiferencia —no pude evitar reír.

 

—Ya veo...Supongo que era inevitable, ¿no? Pero en cierto modo creo que es mejor así, de lo contrario seguirías pegado a ella, preocupándote sin que ella viera por ti —le dije con una sonrisa sincera. Sin más me dirigí a la mesa con la libreta y sonreí, como si estuviera alegre—. Veamos, ¿qué va a pagar señorita Kagamine-san? —pregunté con la mano en la pluma y en la libreta.

 

Me encontraba centrada en mis pensamientos asta que una voz me saco de ellos y volte para ver a Kamui-kun.— Haaa.... Dos helados.— Le respondi con una sonrisa natural.

 

—De acuerdo —respondí con una sonrisa mientras comenzaba a escribir en el cuadernillo y le entregaba la nota—. ¿Desea pagar con tarjeta o en efectivo?—quizás una niña no tuviera tarjeta de crédito pero igual era bueno preguntar, ese era el trabajo del mesero después de todo. Esperé a que ella contestará, era increíble el parecido que tenía con Len, ya veo porque a él lo confundían con ella.

 

Acabé mi pastel y aún así no me sentía feliz, en cambio me sorprendí por la lentitud de la chica sentada en mi mesa, ¡Por Dios! Solo había pedido agua... ¿Qué tan difícil era tomarse un vaso de agua? Suspiré, no es que me molestara ella, sólo que no estaba de humor.

— Creo pediré la cuenta —vi a Gakupo ocupado con otras chicas, se parecían tanto a Len que supuse que eran su hermana y su prima, así que solo levante mi mano para indicarle mi necesidad de la cuenta, una vez que pagara me iría de ahí a buscar un lugar donde relajarme, ya me hacía falta algo de paz conmigo mismo.

 

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Creo que haré enojar a Mikuo...¡Ya qué! ^^

Estaba a punto de dirigirme a la cocina de nuevo hasta que vi que Mikuo levantó la mano, me acerqué a él y con una sonrisa le dije:
—¿En qué puedo ayudarte? —Ahora que lo miraba estaba serio, no como naturalmente solía estar casi todos los días eso en parte me preocupó y en parte me inquietó. Vi sus platos, estaban vacíos, quizá quisiera la cuenta...No sabía que hacer, necesitaba que me ayudara con el favor pero también quería dejarle solo por un momento...Aunque viéndolo bien no había mucha gente en el café, tal vez si quisiera ayudarme. No creo que la presencia de Len le moleste.

 

Para cuando Luki se dio cuenta, llegó Rin (a quien no estaba seguro de haber visto, pero obviaba ser la hermana de Len) y ella, Lenka y Kaiko comenzaron a charlar. Se sintió un poco incómodo así que hizo la silla un poco para atrás, echando un vistazo alrededor.Vio que Gakupo seguía atendiendo vestido de oso y... vio a Mikuo. La sangre le empezó a arder por las venas. Respiró hondo tratando de tranquilizarse y se acomodó de vueta en su asiento, pensativo.

 

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No, ¿Cómo crees?

— Solo quiero la cuenta —comenté con sequedad— como le dije, me iré una vez que terminará de comer —por un momento me di cuenta que mi tono era anormal, así que rápidamente lo regularice con una sonrisa amistosa— aparte que Luki parece que me matará con la mirada —eché una leve risa y me concentre en la mirada de Gakupo, parecía extraña... ¿Confundida?

 

Aún si estaba concentrado en pensar en otra cosa que no fuese lo que sucedió en el aula, escuchó lo que Mikuo dijo y lo volteó a mirar de reojo. No sabía que hacer. Quería hablar con él. "Hablar...HA-BLAR" se repetía a si mismo en su mente. No iba a pelear con él (aunque tuviera muchos deseos de golpearlo), pero le gustaría mucho na explicación.

 

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Entonces acá voy .w.

Suspiré, su tono era seco, casi indiferente como si no nos conociéramos de hace vidas. Cuando mencionó a Luki me giré para verle, parecía enojado por algo, miré a Mikuo de nuevo de manera confundida, no entendía sus cambios de humor.
—No sé si esto te hará enojar pero tengo un favor que pedirte, no sé si me puedas ayudar —dije un poco serio, no creía que una sonrisa aliviara todo, ¿o sí? Aún así me limité a mirarlo, tal vez estaba haciendo mal.

 

— Claro, puedes pedir un favor —junté mis dos manos sobre la mesa y puse cara de niño bueno— pero pensaba que todos estaban enojados conmigo —no pude evitar reír mientras buscaba en mi mochila y sacaba los recaditos que me había mandado con Kaiko-chan— tal vez no sea necesario motrarlos, igual no busco justificarme, pero espero esto te de, por lo menos a ti una explicación de lo sucedido en el salón —sonreí amable, era mejor que me odiaran pero tampoco quería irme dejando todo en una confusión mental, yo no traicionaba a Luki, Kaiko-chan lo sabía, que yo era incapaz de sentir algo por ella, para mi no hay otra mujer que no sea Megurine-san.

 

Lo miré...Enserio no entendía sus cambios de humor, traté de acordarme de cuando yo tenía su edad pero...No recordaba que hubiese sido así.
De pronto sacó los papelitos y me los mostró diciendo que no era para justificarse. Traté de ver a través de ellos pero solo lograba divisar algunos dibujos y letras, igual yo sabía que no tenía la culpa de todo por lo que me negué a tomarlos.
—Es probable que suene raro en estos momentos por la manera en como reaccioné en el salón pero...confió en ti Mikuo, sé que no fuiste el culpable al 100% y entiendo como eres...Hasta cierto punto sin embargo no creo que sea a mí al que debes mostrarle esto sino a un chico que esta detrás de nosotros —sonreí de manera amable y le palmeé un poco la espalda—. Como sea, necesitaba que cubrieras el siguiente turno ya que yo...—quería decirle que tenía que hablar con Luki pero decidí ocultarlo aunque no sabía el porque—yo tengo que hacer otras cosas un pooc importantes.

 

— Gracias —bajé la mirada y sonreí levemente— igual tengo culpa, no debería ser tan fácil de provocar —comenté en silencio— sobre Luki, creo es mejor que todo se calme —le mire con amabilidad— ¿Ayudaren el siguiente turno? —le miré confundido— en realidad no me molestaría, pero me gustaría que me dieras más detalles de la situación, porque veo que Len tiene todo en control.

 

Solté una risita nerviosa y lleve mi mano a la nuca. No tenía porque ocultárselo, ¿o sí? Después de todo, nosotros somos amigos, somos del "club mapache" como él lo había bautizado. No debería haber secretos entre nosotros.
—Luki me pidió que hablara con él, a decir verdad no sé la razón pero me interesaría saber porque. No puedo dejar a Len solo manejando la cocina y las mesas, tendría que ir de un lado a otro y quizá los clientes que vengan después se pueden molestar, es por eso que te pido este favor. Créeme que ya no te pediré este tipo de favores —comenté con voz relajada, normal.

 

— Si solo se trata de atender mesas, no tengo problema con ello —mi voz era tranquila— aunque no solo Luki le gustaría hablar contigo, también... —me detuve unos segundos, ¿Qué iba a decir? ¿Cómo podía explicarlo? Solo negué levemente con la cabeza— bueno, después te diré —sonreí— mi única duda es... ¿Qué pasa con el uniforme? —no era por otra cosa, pero suponía que tendría que atender el lugar usando algún atuendo ridículo— al menos que mi ropa común y corriente no sea un inconveniente —reí— a todo esto Gakupo-san... ¿Qué tan enojados están todos conmigo?

 

Sonreí cuando aceptó, estaba a punto de dirigirme a la cocina puesto que ya casi terminaba el turno; solo debía cobrar lo de Luki y Kaiko...No, eso había sido cortesía de Len...Entonces solo tenía que quitarme el traje de oso pero la voz de Mikuo me detuvo, principalmente cuando dijo "también" fruncí el ceño confundido, ¿necesitaba decirme algo? Me encogí de hombros, fuese lo que fuese si era importante o no lo escucharía sin más.
—¿Eh? ¡Ah! Bueno, tienes que usar este —me señalé con una mano—. A decir verdad a mi me queda un poco pequeño, quizá a ti se ajuste —reí un poco. Cuando me preguntó lo último y lo miré de forma seria—. De Len puedo decirte que...comprende como eres, esta enojado contigo pero no hasta el punto de golpearte y odiarte toda la vida, en cuanto a Luki...bueno creo que ya lo has visto, ¿no?

 

— Bueno, se ve bastante mono —comenté con una sonrisa, aunque no estaba del todo de humor para burlarme, por lo que fue un comentario inútil y falto de gracia, cuando por fin menciono lo de Len y Luki, me quede perplejo— Len aún es demasiado inocente, unos años más de vida y maña y odiará a las personas como yo —comenté con sinceridad— en cuanto a Luki, lo comprendo, supongo que Kaiko-chan no comentó que fue ella la que me reto a besarla —reí— al inicio no planeaba besarla, repito que no me estoy justificando, solo quería asustarla para que dejara de retarme así, pero ella no se echó para atrás y todo resultó así —suspiré— soy demasiado inmaduro cuando se trata de retroceder a un reto.