[Capitulo Ocho]: Nueva semana... ¡Quiero Morir!

— Pues si tu lo dices —estaba dudando mientras veía por la ventana— ¿Quieren ir a los cuartos? Tal vez veamos a Mikuo ahí —sonreí amable mientras empezaba a caminar hacia afuera.

 

—Claro que... —De repente me miré en un espejo, recordando que yo también estaba maquillado. —No, no quiero encontrarme a Mikuo, soy muy fabuloso para sus ojos. —Sonreí.

 

—No, yo tampoco quiero que nos vea así...Seguro de su boca, solo saldrán palabras "agradable"— dije con un poco de sarcasmo en la última palabra— Lo mejor es que vayas tu solo Len, nosotros estaremos aquí quitándonos el maquillaje...No es que no nos guste— Me adelanté antes de que él se pusiera a llorar o sentirme insignificante— pero no le veo el caso de estar así el resto del día.— lo miré un poco preocupado, esperando su reacción.

 

—Bueno, vamos a conocer al famoso "Mikuo"—dije sonriendo y me dirigí a Ten—No te preocupes, eres hombre, y por el nombre, el también, es imposible que te ligue por mas fabuloso que te veas—me reí—pero esto es incomodo—dije mientras copiaba la postura de mi hermana—Soy mujer, no puedo tener un blomeer de Hombre en mi cabeza. Por lo menos que sea de chica...

 

— ¿Gakupo-san? Si intenta quitarlo solo lo embarrara —le mire a la cara— como es grasa se pega a la cara, es diferente al plumón —me sentí un poco herido— se quita solo con una crema especial y un algodón para que absorba la grasa —trate de sonreír.

 

—Te dejaras el bloomer en la cabeza quieras o no —Aclaré algo molesto. —La verdad yo no quiero encontrarme con Mikuo aún... Quizá alguna mujer para jugarle una broma para ver sí piensa que soy una mujer... —Me rasqué la barbilla. —Ahora que lo pienso... Sí me escogen para el trabajo yo podría dejar que me maquilles para disimular que soy hombre... —Le dije a Len con una sonrisa

 

Suspiré y deje caer la cabeza.
—Ya veo que sera más difícil de lo que creía— De pronto lo miré y vi que trataba de sonreír— ¡Vamos Len! Aún así si no nos quitáramos el maquillaje ahora, mañana en las duchas terminaríamos embarrados...más de lo normal— dije acariciando su cabello—. Por mientras, has demostrado ser un GRAN artista en lo del maquillaje.

 

— El maquillaje es a prueba de agua —murmure con puchero para ver a Tenchou-san y tratar de sonreír— bueno... ¿Quieren comer algo? Quisiera helado de banana —trate de cambiar el tema, parecía que los dos temían por el momento ver a Mikuo, quizá le tendrían miedo a sus burlas— ¿Me invitarían a comer?

 

Levante la vista para ver al bloomer, quizás no era tan malo, por lo menos me dio un blomeer
—Yo también quiero comer—Dije, tanto ajetreo me había dado hambre—No te preocupes Len, yo los invito—le dije sonriendo despreocupadamente.

 

Me di por vencido.
—Pero no de almohadas— susurré, quizás en la mañana amaneceríamos echos un desastre. Vi como cambió el tema y me pareció excelente idea— Me parece buena idea un helado, sigo lleno...comí mucho cuando estábamos con Mikuo— admití, me acerqué a la puerta y la abrí para que salieran uno por uno.— Bien, adelante.

[Por hoy me retiro, no me siento muy bien]

 

—¿¡Comida!? —Dije con los ojos brillantes. —Quizá una merienda, quiero helado y pastel... ¡Delicioso! —Estaba encantado por la idea, luego vi a Gakupo que como siempre era muy educado y abría la puerta, pasé por ella agradeciéndole.

(Oh pobre Syel... Descansa y espero que te mejores.)

 

[Nos vemos Syel D:]

— Pues vamos —Gakupo-san guardo silencio, parecía preocupado, yo mientras caminaba hacia los comedores, sería un gran recorrido— ¿Crees en el café vendan comida igual que en los comedores escolares? —era una curiosidad y un buen tema antes de irnos.

 

Me reí al ver el entusiasmo de todos
—Bien, entonces vamos, ¡Yo invito!—dije estirándome, la verdad, estaba un poco cansado, pero no lo suficiente, estaba acostumbrado a aguantar por los deportes que practicaba—¿Café?, ¿cual café?—le pregunte
[bye bye, Syel, que te mejores :) ]

 

Se encogió de hombros sonriendo. —Llevas... ¿tres helados? Si quieres que por algún motivo ponga límite a tu cupón invisible, que sean cinco ¿no? El cinco es un número hermoso~— Era una curiosidad suya: le gustaban mucho el número cinco y sus múltiplos.

 

—¿Cinco? — Volví a repetir en voz alta para pensarlo — Cinco suena bien — Respondí animadamente, cinco helados en el día estaría bastante bien, eran suficientes para su apetito y no tantos como para hacer que Luki se quedara pobre.

(Lol, a mi no me gustan los números que no sean pares xD)

 

—No, creo que venderán repostería... Solo pensarlo la boca se me hace agua —Dije con los ojos brillosos y babeando ligeramente, mientras caminaba hacia los comedores.

 

— Helado de chile habanero para Tenchou-san —mire de reojo a los tres chicos— pero entonces... si te escogieran mañana Tenchou, ¿Serías feliz? —le mire con una sonrisa mientras sacaba dulces de banana de mi bolsillo y empezaba a comerlos.

 

—Entonces, vamos por el cuarto ¿no?— A él ya no se le apetecía, pero lo dicho estaba dicho y no faltaría a su palabra. —¿Qué sabor es el siguiente?

 

—Que sea de chicle esta vez, por favor — Pedí, y luego me percate de que Luki no había pedido ninguno para él — ¿No comerás ninguno? — Le pregunté preocupada — ¿Es porque solo te alcanzan mis helados y no los tuyos?

 

Rió revolviendo sus cabellos. —Simplemente ya no me apetece. No te apures por mi billetera, Kaiko.— dijo totalmente despreocupado. La verdad es que tenía unos buenos ahorros guardados para ocasiones especiales. De un modo u otro, ese día contaba como una ocasión especial.