[Capitulo Diez]: ¿Quién quiere trabajar?

"Oh... tengo la suficiente energía para sacarle una sonrisa a alguien. Tal vez hoy no es el día de mi muerte" divagaba Luki en su mente. —Oh, ¿enfermo? Wow. Será un día extrañamente tranquilo sin su energía tan radiante...— No estaba seguro de si explicar la verdad, pero decidió limitarse a responder a medias, sin mentir. —Vergonzosamente exhaustivo— dijo y volteó a mirar a Akaito. —Yo con suerte estoy despierto. ¿Vamos a la cafetería?

 

Milagrosamente, encontré por mi misma el edificio donde estaba mi habitación. Entré y dejé mis cosas. No vi si mi compañera estaba ahí o no. Vi que era temprano para ir a clases asi que decidi ir por un aperitivo a la cafetería. Tome una bandeja, me acerqué a la barra y me encontré con un chico rubio algo bajito. Yo no soy la clase de persona que hace amigos... ni del modo tradicional ni de ningun otro modo, pero decidí saludarle. —Hola.

 

Otra risita salió de mis labios, hablar con Luki podía ser divertido.
—Sí, este día sera MUY tranquilo— dije haciendo énfasis en el "muy" No quería alegrarme, pero estar sin el carácter tan explosivo de Mikuo sería demasiado relajante. Escuché lo agotador que fue su trabajo y me alegre de que esa nota no me haya llegado a mí. Me miré por ultima vez en el espejo y contesté a Akaito:
—No, ayer estaba un poco exhausto y me quede en mi habitación...No he comido nada— Me dirigí a la puerta y la abrí— ¿Vamos?

 

— ¿Eh? —estaba distraído cuando escuche la voz de una chica un poco más alta que yo, pelo rubio en una coleta a lado, me pareció curioso verla, era raro las chicas me hablarán— ¿Hola? —hice una enorme sonrisa— ¿Eres nueva en la academia? —no dije más, mientras llenaba mi bandeja de unos panqueques, huevos revueltos, pan tostado, tocino y una malteada de banana.

 

Estaba nuevamente en las puertas de la academia. — Otra vez devuelta. — me dije en un suspiro, agarre mis cosas y fui directp a mí nueva habitación. Llege y deje mis cosas alado de mí cama para meterme al baño y darme un baño, sali, me seque, vesti y sali de mí habitación para dar una vuelta por los pasillos y despaso pasar al comedor a comer algo.

[Espero sea así. O~O]

 

El día de ayer, luego de recoger mi paga, regrese a mi habitación, estaba un poco cansada físicamente. En cuanto me acosté el día de ayer, me quede dormida casi de inmediato y finalmente había despertado para empezar un nuevo día, debía arreglar todo hoy. Más que todo quería charlar con Luki, no había actuado bien ayer con él y realmente sentía que debía disculparse. Hoy era un nuevo día y estaba dispuesta a aprovecharlo al máximo. No iba a ocultar que aún se sentía un poco mal, pero realmente el estar de mal humor todo el día no era su estilo.

Tome mis cosas y me dispuse a ir a las duchas, no había nadie allí, así que no me atrase demasiado ahí. Tenía un poco de hambre, así que pensé que ir a la cafetería sería lo mejor. No encontré a nadie de camino, y en la cafetería vi a Len y a una chica rubia junto a él, decidí no molestarlos. Me serví un par de panqueques y un café, y me fui a sentar a una mesa. Sinceramente me sentía tranquila sola, pero si alguien llegará a hablarme tampoco me molestaría.

 

—Si, soy nueva. Mucho gusto, mi nombre es Akita Neru ¿y el tuyo?— dije mientras, igual que él, llenaba mi bandeja con algunas galletas, una rebanada de pay y un café. —P-perdona si me presento de manera abrupta... He vagado un rato por la Academia y no he hablado con nadie.

 

— No te preocupes —comenté mientras veía por lo bajo entrar a Shion-san, la cual se sentaba en una mesa distante, se veía tan seria que no sabía si debía saludarla— mi nombre es Len Kagamine, mucho gusto en conocerla Akita-san —comenté con una sonrisa mientras me sentaba para empezar a comer— el primer día siempre uno se pierde en la academia —comenté sin mucha fuerza mientras metía bocados de huevo revuelto en mi boca.

 

Luki caminó en silencio junto a Akaito y Gakupo. Casi no veía por donde caminaba y estuvo a punto de chocar con objetos o tropezar con el aire. No podía sacarse de la cabeza lo estúpido que fue el día anterior, pero intentó alejar esos pensamientos escuchando canciones en el aire; sin tararear ni nada, ya no le parecía buena idea.

 

Inevitablemente le seguí el paso. —Mucho gusto igualmente, Kagamine-kun.— Claro que ya había dicho "mucho gusto", pero no me permitiría apenarme... ni cometer más tonterías. —¿T-te importa si me siento contigo?— Di un vistazo a mi alrededor: me distraje un poco al oir los murmullos de las personas.

 

— No te preocupes, adelante —reí avergonzado, poco a poco me había vuelto más confiado, aunque no mucho con las chicas— no soy dueño de las mesas y no me molesta —metía pedazos de tocino en mi boca y masticaba lentamente para luego tomar un sorbo de mi malteada— ¿Alguna vez has probado la malteada de banana?

 

A pesar de que no decía nada, Luki-san parecía distraído, chocaba y tropezaba en repetidas ocasiones, sin embargo no dije nada, tal vez necesitaba paz mental. El silencio era un poco incómodo por lo que aceleré el paso. Cuando llegué a la cafetería abrí la puerta.
—Pasen queridos caballeros— traté de bromear.

 

Me senté un tanto aturdida y miré a Len con la mirada ida por un segundo. Reaccioné y sonreí levemente. —¿Eh? Hmm ciertamente no; he probado el helado y las paletas de banana, pero no las malteadas. Apuesto a que son ricas, como las de mango.

 

— ¿¡En serio!? ¡Pero son deliciosas! —no dije más, me levante de la mesa y rápidamente compré una malteada nueva de banana— ¡Toma! —dije abruptamente mientras me volvía a sentar para tomar de la mía— esta bien si no te gusta, pero si nunca la pruebas me sentiré ofendido.

 

Le siguió el paso a Gakupo y sonrió. —Veo que estás al menos un poquito menos cansado ¿no, amigo mapache?— dijo mientras caminaban hacia la barra. Luki tomó una bandeja y pidió su extraño omelette con atún.

//Lo siento, me debo retirar a dormr uwu Buenas noches

 

Sonreí tomando mi mochila al salir —¿No has comido nada?— Era algo malo viniendo de Kamui, definitivamente tenía algo entre manos... algo no muy bueno. —Comencemos el día bien, ¿te parece si comemos berenjena con habanero rallado?— Dí un brinco a un charco en el pasto, y seguimos hasta la cafetería.
Estaban dos cabezas rubias, una pelo azul, y poco más dentro de. Corrí por una charola tomé lo más delicioso que había en venta y me senté junto a Kaiko Shion. —¡Hola, pequeña, quita esa cara!— Dije tratando de bromear.

//Duerme bonito, Venr ♥

 

Llege a los comedores y tome una bandeja, una vez después de qué Terminé de comprar ví a mí alrededor y ví a Kaiko-san sentada sola, así que me acerque a saludarla.— Buenos días Kaiko-san, ¿sucede algo?.— Le pregunte amablemente míentras sonreia. Después llego un chico de pelo rojo a saludarla por alguna razon se parecia mucho a Kaiko pero con el pelo rojo y alto.

 

[Descansa preciosa ^^]

Suspiré, mi mal humor no se esfumaba del todo pero estaba tratando de controlarlo. No quería salirme del control, recordé las cosas que hacía cuando me enfadaba:

—No salió como esperábamos— dijo el asistente de mi padre. Él me había ordenado que el negocio saliera bien, sin quitarle la vista de encima tomé el escritorio por un lado y lo aventé. Todo lo que estaba encima del mismo salió volando.
—Idiota— lo tomé por la corbata y lo empujé haciendo que cayera al suelo— Haz bien tu trabajo y resuelve esto sino quieres formar parte de los desempleados— lo levanté por el cuello de la camisa y lo aventé fuera de la oficina. Seguí pateando las cosas que estaban en el suelo hasta que mi mal humor se esfumó cuando mi padre llamó para decirme que me tranquilizara.

Deseché esos recuerdos y me dirigí hacia la barra, cuando estaba punto de contestarle a Akaito este simplemente se había ido con Kaiko-chan que parecía desconectada del mundo. Tomé un café negro, un pan tostado con mermelada y un plátano. Me acerqué a la mesa de Len y comencé a comer— Buenos días— fue lo único que dije mientras metía una rebana de pan a mi boca.

 

-Casi todas las frutas son deliciosas...- dije pero me di cuenta que de pronto Len había levantado y había ido a comprar otra malteada de banana. Me la dio y me exigió probarla. -Wow, gracias Kagamine-kun- dije y le di un sorbo a la malteada. -Hmm esta delicioso!

(Lamento tener que retirarme, hasta mañana)

 

—¿Eh? ¿Mi cara? — Akaito había llegado a hablarme, menciono algo sobre mi cara, pero no estaba muy segura de a lo que se refería — ¿Tengo mala cara? — Fue lo primero que decidí preguntar, para que luego llegará Rin, la hermana de Len, no la había visto hace mucho tiempo — Oh, hola Rin — Le sucede algo — Ehh~ No, no sucede algo — ¿Realmente se notaba que me pasaba algo? Debía de practicar eso, eran las primeras personas que me encontraba en el día y ya estaban notándolo.