[Capitulo 5]: Todo un lío

—Oh Gakupo, no puedes sonar tan gay como el peliverde que viborea el caminar y movimiento del trasero de sus amigos~—dijo alegremente mientras se separaba del antes mencionado Mikuo. "Eso es muy cerca, señor" pensó mientras se acercaba a jalar las mejillas de Len. —Pero este si es un lindo mapache~~♫

 

— ¡Ah~! —grité mientras sacaba algunas lágrimas, un poco molesto por la acción y lleno de impulso tome el plumón de la mano de Gakupo-san e hice un ataque a su cara lo mejor que pude, lanzando rayones al azar— ¡Ustedes! —aunque al final quedaron marcas leves y por la frustración solo le pinte la boca para que quedara negra como si hubiera usado demasiado labial— ¡Molestos los dos! De Mikuo me la esperaba, pero... ¿Usted Kamui-san? —dije medio frunciendo el ceño, pero al ver la cara de todos empecé a reír descontroladamente, debía admitirlo... era divertido.

 

— ¡Hey! Tan pronto y ya me eres infiel Luki —y con una sonrisa malvada le tome del cuello de la camisa para besarlo, como ya había hecho con anterioridad a Len y a Gakupo— ¡Listo! —sonreí abiertamente— me gusta tanto Luki que no podía evitar no hacer esto tarde o temprano.

 

—No tienes porque alterarte Len. ¿A donde fue todo el ánimo de hace rato? No pude haberlo absorbido todo...— Por un segundo volteó inocentemente al oír a Mikuo acercarse y... wow, no se esperaba eso. Le miró confundido, entre enojado y... más que nada confundido. Muchas cosas pasaron por su cabeza; todas las cosas que llevaba pensando del peliverde para empezar. De pronto todo el ánimo que había llegado a él se esfumó. Fuera de sus casillas, dejó la cara inexpresiva y le metió a Mikuo una bofetada en la cara. No tenía argumentos sobre aquel beso. No tenía palabras. Solo unas que llevaba tiempo queriendo decir. —No es exactamente asi como se cambia para bien tu forma de ser, amigo.— Y diciendo esto, se fue a paso acelerado del edificio.

 

—¡¿Ah?! Ahora estoy bronceado— dije en broma. Adoraba ver reír a mis amigos— Bueno Len, aun no me conoces del todo bien ¿cierto? —le sonreí hasta que escuché algo que pareció una bofetada, de pronto Luki se quejo con Mikuo y se fue apresurado. ¿Cómo había cambiado tan pronto el ambiente? Miré a Mikuo confundido ¿y ahora que seguía? ¿También tenía la culpa de esto?

 

— Vaya... el beso de la amistad siempre da el mismo efecto —dije son una sonrisa mientras empezaba a seguirle para después gritar— te das cuenta que desde que llegaste, eso es lo primero que siento que realmente has dicho de corazón sin darle vueltas al asunto —y me quede parado viendolo fijo, quizás me equivocaba, pero ese beso era la única forma en que podía ver la verdadera naturaleza de la gente, Len como alguien frágil que busca confianza, Gakupo como alguien orgulloso que intenta mostrarse fuerte, Akaito como alguien temperamental, y Luki...

 

Detuvo su paso cuando escuchó las palabras de Mikuo. Dio media vuelta y se fue acercando lentamente mientras hablaba. —Me ha costado decirlo porque me ha costado analizarte. Me preguntaba en cuanto tardaría ese beso en suceder.— Se quedó de pie a un par de metros de él. —He de decir que no me he querido dejar engañar desde que te conocí, y he hecho bien. En el fondo tú no eres como lo demuestras. Probablemente no tenga nada de malo, de algún modo te admiro por fingir mejor que yo. Pero cosas como tus besos amistosos no son del todo correctas, simplemente.— Sonríe. Temía equivocarse con lo que pensaba. Pero quería irlo averiguando; no planeaba hacerlo de ese modo, pero esa mañana amaneció para rebasar límites propios. —Me encantaría que fueramos mejores amigos.

 

— ¿Mejores amigos? —dije masticando esas dos palabras— más que un deseo suena a un reto personal... dime... ¿Qué quieres saber? —por primera vez en mucho tiempo puse un rostro serio— yo había notado que eras como yo, quizás razones distintas y diferentes circunstancias, en realidad no se si lo habías notado —sonreí un poco adolorido— como algo que niega tu existencia en el fondo de tu ser, no sé si lo entiendas —al darme cuenta que estaba divagando sacudí un poco la cabeza para mostrar una fuerte sonrisa— pero acepto tu propuesta querido amigo —Luki era una persona que al igual que yo quería encontrarse así mismo y su lugar como "humano".

 

Todo había terminado mal. Mi rostro se descompuso, no sabía si era yo quien lo había arruinado pero me sentía fatal. MIkuo le gritó algo a Luki sobre su actitud. Él se regreso y le contestó con algunas opiniones para finaliza conque quería ser su amigo, no sabía porqué pero en ese lapsus de tiempo se sentí tan...¿diferente? De alguna manera creía que no encajaba aquí. Espere a que Mikuo contestara y cuando lo hizo me sorprendio de sobremanera...no conocía esa faceta de él pero eso solo me hizo sentir engañado ¿en quién podía confiar? regresaba a mi pasado, en mi mundo.

 

— Parece que una nueva víctima cayó ante Mikuo —le comente a Gakupo-san mientras por reflejo me sostenía de su larga manga, al darme cuenta la solté, era un habito que adquiría para no perderme en el camino, pero llegaba un punto en que se me hacía molesto— tal vez no sea el único que piense que el modo de hacer amigos de Mikuo es algo raro, pero la razón por la que me gusta Mikuo es porque parece que saca el verdadero "yo" de cada uno de nosotros... ¿No cree Gakupo-san? —dije mientras miraba fijo la situación— hoy parece que Luki-san será un nuevo miembro del club.

 

—Tómalo como gustes. No es mentira que estoy interesado en ti. O el que me haya fijado en que no somos tan diferentes.— Notaba las expresiones de su rostro mientras hablaba; seriedad. Cuando empezó a sonreir de vuelta, parecía volver ese mismo "algo" que Mikuo mencionó. —Negando tu existencia ¿eh? Buena forma de plantearlo...— Su sacudida de cabeza, ultima sonrisa y ultimas palabras se lo dejaron un poco más claro. —Si se tratase de meta personal, espero cumplirla.— No supo de si por un momento, estando tan interesado en el. Reaccionó en que no estaban solos. Miró a Gakupo de reojo; parecía querer entender un poco lo que sucedía. Luki tenía un interés especial por Mikuo, pero Gakupo y Len no dejaban de ser otros miembros del Club Mapache.

 

— Si te preocupa que nos miran —sonreí— ellos han experimentado lo satisfactorio del beso de la amistad —cruce los brazos— pero no te preocupes, a veces todos nos aislamos en nuestro propio mundo, pero si quieres conocerme mejor... —le sonreí nuevamente— podríamos hacer una propuesta, tú, Len y yo, sobre el equipo de canciones —con esa frase acabe con todos mis pensamientos del día.

 

—No me preocupa exactamente que nos miran...— ignoró su comentario. Lo de la propuesta lo sacó un poco de onda y luego volvió a la frase que no terminó. —...me pesa un poco el quién nos mira. ¿Gakupo tiene ya equipo para el...? ¿Canciones?— por un momento ve a todos lados sin parpadear y luego ríe. —Ayer no puse completa atención a para qué eran los equipos. —Estaba aprendiendo un poco a aprovechar la magia de la lectura de las expresiones faciales. Aquellos cuatro eran amigos. Aquellos cuatro siempre serían aquellos cuatro.

 

— Bueno... Gakupo menciono algo de estar con Meiko —me rasque un poco la cabeza— y Len esta en tu equipo, yo aún no tengo equipo —sonreí— pero si no encuentro a nadie me gustaría estar en el suyo —le agarre el hombro— ya que lo que son Len, Gakupo y tú son personas que empiezo a apreciar —saque una suave sonrisa, una sincera sonrisa— y desde que te conocí he pensado que más haya que sentimientos alternos —refiriéndome a Luka-san— ti me atraes, quisiera conocerte mejor... claro que es solo un tonto deseo.

 

No podía dejar de mirarlos, ¿Mikuo no era como yo creía? Diantres, me sentí un torpe. La voz de Len me sacó de la ensoñación y parpadeando aterricé en la realidad
—Si, todos pertenecemos al club mapache— dije con tono frío, cuando me di cuenta trate de componerlo— excepto yo ya que gracias a ti Len ahora estoy más negro que el carbón— y sonreí forzadamente. La platica continuo con las parejas y sin darnos cuenta ya estabamos en el salon de clases. —La verdad yo estoy con Meiko no hay problema alguno conmigo— dije mientras abría la puerta. El peli-verde seguía haciendo clic con el peli-rosa, también tenía curiosidad de conocerlo pero no era tan atrevido como Mikuo o tan tierno como Len para decírselo.

 

— A veces siento que estas en otro mundo, otra orbita que no puedo alcanzar —esas palabras salieron de mi boca mientras estábamos en clases, las cosas eran tranquilaz y pasaban lento, me senté a lado de Gakupo-san y tomaba notas, veía como algunos se pasaban papelitos, entonces arranque un pedazo de mi hoja y empecé a escribir— "¿Algo le preocupa Gakupo-san?" —y lo puse en la banca de él.

 

—Oh, está bien entonces. Pero en alguna ocasión deberíamos hacer algo los cuatro juntos. Apuesto a que sería divertido.— Le abraza por el cuello con un solo brazo. —Bienvenido al equipo, con gusto.— Le miró con una sonrisa sincera y luego continuaron su camino al salón de clases. —Deseo, meta, todo está para realizarse. Yo no me rendiré, asi que tu no lo hagas ¿de acuerdo?— *dice mostrándole el puño para que lo choque. De algún modo, no había dejado de pasar la vista por donde iban Gakupo y Len. Aquello debió ser algo confuso; "Podría decirse que fui de los que mejor reaccionaron al 'sello de amistad' de este extraño peliverde" pensó considerando hechos anteriores. Caundo llegaron al salón, se sentó atrás de Len, que al lado tenia a Gakupo y cerca estaba tambien Mikuo. Les miraba de vez en vez, cuando no veia el pizarron o la ventana.

 

Nunca había sido bueno para las clases, cosas como esas hacían que me sintiera deprimido, me había dado cuenta de una cosa, cuando estaba solo y nadie me miraba empezaba a ser yo, escribiendo pequeñas palabras en mi libreta, leves letras de canciones "Adiós es... Adiós nunca volveré a verte" y empezaba a suspirar, me ponía a sacar dulces de colores y a ordenarlos en distintos patrones coloridos y agradables, reía solo y luego recargaba mi cabeza en el brazo.

— Esto es algo molesto —sonrió para mi mismo y dormito un poco.

 

Estaba sumergido en mis pensamientos. No me di cuenta cuando el profesor llego, no sabía que me pasaba, últimamente sentía que algo debía recordar y lo que había ocurrido en el comedor me hacia aterrizar mis pies en la tierra.
Una nota llegó a mi pupitre, cuando la leí miré inmediatamente a Len confundido ¿tanto se notaba? Podía mentirle fácilmente pero no quería hacerlo, así que escribí:

Es solo que me siento inseguro...ya no sé en quien confiar. Mikuo es tan raro en tantos sentidos, lo creí mi amigo pero solo vive ocultándome cosas. Me hace recordar mi vida con mis padres: viviendo engañado.

separé el lápiz del papel y con rapidez la coloqué en su banca.

 

— Ya veo... —suspiré, luego sonreí... parecía que de algún modo MUY raro todos estábamos empezando a volvernos demasiado cercanos a Mikuo, de algún modo lo entendía, así que tome el papel y escribí "Entonces pregúntele de él, ¿Qué quiere saber de él?" y deje el papel en su mesa, parecía extraño pero cada día dabamos un paso a ser mejores amigos nosotros 4, solo faltaba algo.