[Capitulo 5]: Todo un lío

¡¿Qué rayos sucedía con él?! NO podía solo mostrarse como alguien diferente cada que la situación lo meritará. Eso solo hizo que un enojo un poco más profundo cubriera mi corazón, el puño que permanecía abajo de mi brazo se tensó...no podía hacernos esto a nosotros.
—Ahora no Mikuo— mantuve la cabeza baja pero mis palabras salían de los dientes que mantenía apretados en un intento de controlarme, no solo por mi bien sino por el del peli-verde, Len-kun y Luki-kun también —No puedes simplemente regresar a la imagen de chico bueno...hace unos minutos te veían como alguien diferente y tanto Len como Luki estan de testigos también. Simple y sencillamente no puedes mostrarte en unos minutos como la verdadera persona que eres y después regresar a la "normalidad" como si todo estuviera bien...Yo...mejor dicho, todos queremos conocerte bien ¿No eras tú el que quería honestidad? ¿que te parece si empiezas por ti mismo? —esta vez levanté la vista y miré al rubio que solo nos observaba, sin preámbulos y con el rostro serio le pregunté:
—¿que opinas tú len? ¿no merecemos su honestidad?— no quería sonreír así que solo me quede ahí mirándolo, esperando una respuesta afirmativa.

 

— ¿¡Ah!? —no sabía que había provocado y tenía miedo, aferre temblorosa mi mano al brazo de Luki-san y me escondí en su espalda, era un campo de batalla al que no quería acceder— Y-yo solo quiero conocerles, p-pero no quiero a-agre-gre-dirles —dije en un suspiro mientras temblaba de miedo.

 

— ¿Honestidad? —dije jugando con las palabras— ¿Acaso en algún momento te he mentido? —dije con una sonrisa— todo cuanto me han preguntado lo he contestado con honestidad —a pesar de mi sonrisa y mi actitud amable, una pizca de mi que se negaba a desaparecer por completo se asomo por mi mirada hacia Gakupo— si es así perdona, intento ser sincero —rasque mi cabeza y le mire nuevamente— si lo que quieres es que me muestre, es algo doloroso... no quiero esto, no por ahora —mi posición se tenso un poco pero trate de mantener la postura— aún no estoy listo para liberar todo de mi, porque hacerlo puede significar perder todo lo que he forjado hasta ahora —después de eso sonreí nuevamente y me volví a sentar cerca de la batería.

 

Mi respiración se reguló...no podía juzgarlo simplemente por eso. Respiré un poco para que me tranquilizara y cuando por fin lo logré, lo miré de manera seria, el puño de mi mano junto con mi cuerpo se relajó.
— Te entiendo y no te pienso presionar. Tenemos momentos para todo— forcé una sonrisa de amistad — Lo siento mucho, si aún no estas preparado, esperaré a cuando lo estés— dije un poco apenado, si bien Len había preguntado yo había hecho que la simple pregunta fuera todo un tema de conversación y ¡que tema! Al menos esperaba que mis disculpas fueran sinceras. — ¿Alguna otra pregunta que tengan Luki, Len?— pregunté de manera inconsciente, todo con tal de cambiar de tema para el bien de todos.

 

— Pues... —en realidad no habían respondido mi pregunta ninguno de los dos, pero prefería guardarme el comentario al ver tal reacción, así que decidí cambiar al plan original— creo me gustaría saber más sobre Mikuo, la razón por la cual le es tan doloroso ser él, cosas así... —salí de mi escondite y trate de tomar valor— ¿Quién eres Mikuo Hatsune?

[Es todo por mi parte, les leo mañana... bye!]

 

Suspiré, parecía que todo era un plan para descubrir mi fachada, era el problema de volverse cercanos a las personas, era algo que también había decidido... lentamente... volver a ser yo— bueno... —trate de controlarme y tomar una pose intermedia entre mi yo aparente y el real— no tengo mucho que decir, digamos que soy una persona con baja autoestima e inseguridades —sonreí nuevamente— desde que tengo memoria existía algo que ame y odie más que cualquier cosas, y para mis penas era mi propia hermana —mi mirada se torno real, todas mis emociones se concentraron en ser mostradas por medio de ella, mi confusión, mi ira, mi dolor y frustración de aquella época— siempre la cuidaba, siempre velaba por ella, hacía cuanto podía por ser el hermano perfecto y amarle, la amaba, la amo, pero... ella era más talentosa que yo —pase mi dedo por el platillo de la batería, haciendo un ruido casi inaudible— "Miku canta bien", "¿Por qué no eres un poco más como ella?", "No te preocupes, algún día serás como ella" —dije esas palabras con desdén, recordando cuanto me molestaban— y siempre sonreía, ya intentaba ser bueno, quería ser reconocido y quizás lo era, pero ante sus ojos yo no era "Mikuo", yo era el hermano de "Miku" —sonaba incluso ridículo la similitud de nombres— ¡Yo era el hermano mayor! —dije casi en un grito— pero mis acciones y actitudes pasaban desapercibidas... ¿No se suponía que debía ser el ejemplo? Pero... ¿Por qué ella era mi ejemplo y por qué debía ser como ella? —mi voz se quebró y luego trate de sonreír— una voz desafinada y común, un talento nulo para casi cualquier cosa, era el típico chico perfecto que prefirió aislarse de todo y todos —mire hacía arriba— si me inscribí aquí fue para retarme a mi mismo... ¡Quiero ser mejor que mi hermana! ¡Quiero borrar la existencia de ella de mi!

 

En un principio, tras haber declarado con firmeza que quería honestidad sin importar de qué tema se tratase, Luki había escuchado de pie, recargado en la pared, de brazos cruzados, en silencio y sin expresión alguna en el rostro. Las preguntas de Mikuo hacia Gakupo no podían dejar de ser incómodas sabiendo cuál sería la respuesta del segundo, pero agradeció, en silencio aún, que fuese directo en responder y no tratara de ocultarlo. Notó cada una de las emociones demostradas mezcladas en el rostro de Mikuo; cuando oyó su respuesta, cuando la procesó, se la tragó y decidió volver a fingir una sonrisa. Gakupo le robó las palabras de la boca: ¿que había sido eso? El Mikuo que Luki tanto deseaba encontrar, había salido a la luz unos momentos. Y luego un intento más misero que el anterior de sonrisa forzada apareció. Después de que Len reaccionara con sorpresa ante una demanda más de Gakupo por la honestidad de Mikuo, lo que Mikuo dijo lo dejó boquiabierto.
—...aún no estoy listo para liberar todo de mi, porque hacerlo puede significar perder todo lo que he forjado hasta ahora— dijo el peliverde. Una extraña sensación recorrió su cuerpo entero. Similar a una corriente eléctrica leve. El pelirosa había dicho esas mismas palabras alguna vez.
Cuando se dedicó a escuchar sobre la historia de Mikuo, a ratos le volvía esa extraña sensación de familiaridad con Mikuo. Las últimas palabras del peliverde debieron culminar su gran desahogo... o asi parecía por el momento.
No dijo nada aún.

 

Al escuchar a Shion-san mi corazón estaba que latía sin cesar, no sabia que decir, no sabia como responder ante lo que me estaba diciendo— Yo... bueno... no lo se Shion-san... C-c-reo que... sí... —dije algo nerviosa, mis ojos dudosos de que mi respuesta fuera de agrado de Shion-san miraron a los mares rojos del chico...

 

No había duda de que todos los que nos encontrábamos en este lugar habíamos pasado por vidas difíciles, de hecho nadie la había tenido fácil pero si se me permitía decir algo, hubiera dicho que nadie la había tenido más difícil que Mikuo. Me sentí culpable de mi actitud anterior, por pedirle honestidad sin tolerancia alguna sin darme cuenta de cuanto sufría por dentro, era típico: sufrir por dentro pero reír por fuera. Len, Luki y yo no podíamos comparar nuestro pasado con el de él pero también comprendía que el único que podía vencer esos demonios era él mismo. Abandonando mi pose me le acerqué y coloqué mi mano en su hombro en signo de comprensión y apoyo.
—Quizás el que menos te entienda de los aquí presentes, sea yo ya que no crecí con hermanos a los cuales quisiera proteger. Tuve siempre la vida fácil, todo cuánto necesitaba estaba en la palma de mis mano— dije mientras sonreía tristemente— Nunca pase por hambre y mi trabajo solo consistía en estar encerrado en una oficina. Quizás te sientes como una sombra, como alguien insignificante detrás de tu hermana pero de algo estoy completamente seguro...Para mí solo eres Mikuo y te aseguro que Len y Luki piensan lo mismo: Miku es Miku, Mikuo es Mikuo, así de simple— finalicé mientras alejaba mi mano de él y miraba al peli-rosa y al rubio esperando que ellos pudieran decirle mejores palabras que yo...Él era una sombra, yo era -o tal vez soy- un títere.

 

— No puedo decir más —dije mirando al suelo— quizás de los que estamos hoy aquí, soy quien menos las ha tenido duras —me sentía culpable en ese sentido— pero puedo entender que es tener una "hermana" y tener que cuidar de ella —todo cuanto había dicho Mikuo lo había hecho yo la mayor parte de mi vida por Rin— por lo que se que no es fácil, es dejar de ser nosotros para volvernos la fuerza de la persona que queremos, a diferencia de Mikuo yo nunca le tome importancia a mi identidad, no era algo que mis padres mencionaran —a pesar de ser gemelos, de ser quien tuviera más actitud, nunca hubo algo que me hiciera pensar que era la sombra de Rin o que ella era mi sombra, nunca se dio el caso, tal vez nunca pensé sobre ello— por eso en parte me cuesta entenderte Mikuo, a diferencia de mi que desarrollo una dependencia a ser útil a otros, tú desarrollaste el pensamiento de ser nada —sonreí algo triste— pero para mi Mikuo es real y esta aquí, Mikuo es una gran persona y mil veces mejor que Miku —dije recordando el trato de esta última apenas me conoció— yo puedo decir que es alguien que apoya, que te hace reír, a veces es cruel y realmente poco sincero pero sumamente amable, cuida de ti y creo es maduro —mi rostro se sonrojo— ¡Yo realmente te admiró!

 

Estaba de nuevo en su posición ninja (?) recargado en la pared en completo silencio. Las palabras de aliento de Gakupo y Len merecían aplausos. Pero ¿le serviría aquello a Mikuo? A como había contado su historia, parecía haber necesitado desahogarse pero no lo creía fácil el que volviese a poner sus pies en la tierra. Mikuo tenía motivos para ser asi. Luki ya no estaba seguro de tenerlos. Si los tenía no podía culpar a nadie como Mikuo a sus padres o a su hermana. Sería más que nada culpa de Luki tener los trastornos que tiene. Y no sabía si era mejor asi del todo.

 

De pronto todo se quedo en silencio, tal vez Mikuo lo que no quería era la compasión de los demás...aún así nadie se la estaba dando, tratábamos de entender su situación, eso era todo. Len, Luki y yo no buscábamos otra cosa más que la honestidad de los que estaban a nuestro alrededor.
—¿Es qué ahora todos se quedaron mudos?— pregunté con una sonrisa para disminuir la tensión de la atmósfera— ¿Nadie tiene que decir o comentar? Digo, este es el círculo de recuperación emocional...Luki-kun, ¿algo que quiera agregar?— volteé a verlo, de todos, él era el que se había quedado más callado, no había hablado en todos estos minutos. De no haber volteado a mirarlo, creería que ya se había ido.

 

Levantó la mirada hacia a Gakupo, que le había hablado. ¿Que si tenía algo que agregar? No exactamente. No se sentía del todo satisfecho con lo que había escuchado, pero era más que nada por aquellas palabras de Mikuo que le sonaron tan familiares. No se sentía seguro de hablar. —No, creo que no hay nada que necesite comentar... al menos no hoy...— dijo. No es que no quisiera decir algo; aún no sabía como expresarlo. Se quedó pensando en aquello de "círculo de recuperación emocional". —Gakupo, oyéndonos hablar o conociéndonos un poco ¿crees que tú la hubieses tenido más fácil o más difícil teniendo un hermano o hermana menor o mayor?— decidió preguntar. No se atrevería a hablar de él sin que se lo pidieran.

 

Sopesé la pregunta en mi mente...¿realmente yo la hubiera tenido fácil? De pronto pensé en la chica que estaba en casa de mis padres adoptivos, la manera en la que nos tratábamos, la manera en como ella se comportaba hacía mí aún sabiendo que jamás podría mirarme de otra manera sino como lo que era: un hermano, adoptivo, pero hermano. Bajé la vista.

—Más difícil— dije finalmente. Así como era, jamás podría haber tratado con odio o con amor a un hermano(a). Solo me encargaba de alejarme de los problemas, no de resolverlos como era debido y el claro ejemplo de ello era mi hermana adoptiva. Ella se enamoró de mi, a cuestas de lo que eso significaba y yo solo había decidido alejarme de ella para que no siguiera con esa situación. Yo no tenía emociones propias, todas dependían de lo que los demás me dijeran que hicieran, incluso ahora sigo pensando lo mismo— Luki....¿cómo podrías considerarte tú? ¿cómo un mal o buen hermano? —pregunté, aparte de que estuvo callado todo este tiempo también era del que menos conocíamos. Me ahorré las demás preguntas, no era como si esto fuera una entrevista.

 

De cierta manera sabia que besar la ahora no sería de lo más ideal, la pequeña rubia y yo habíamos experimentado bastantes emociones el día de hoy como para rematar con un beso, a pesar de haber aceptado mi propuesta no estaba seguro si ella estuviera de acuerdo con esta acción.. lo único que hice fue tomar su nuca y pegarla a mi, un abrazo para terminar de fundir nuestras palabras. —Dime.. ¿estas segura de lo que acabas de decir?... te noto muy nerviosa ¿estas bien, no quieres ir a otro lado o ir a comer algo?— Sentía la necesidad de hacerla sentir lo mejor posible desde ahora en adelante Lenka era su pequeña princesa.

 

—Oh no, no dudo ser un mal hermano— dijo sacudiéndo la cabeza. —Y lo digo porque se que Luka no pudo haber tenido la culpa de que yo no estuviera feliz con mi vida casi servida en bandeja de plata.

 

caminaba por el colegio cuando a lo lejos pude ver a lenka junto a akaito -- ¡que es lo que esta pasando aquí! -- pregunte molesta

 

Abrace a Lenka asustado por la sorpresa, --¿Yuzuki, que haces aquí?-- no era como si no quisiera estar aislado de la chica, si no que por los nervios del momento sentía que nada era real y que en cualquier momento todo se podría terminar.

 

— Todos se han tensado —dije casi en un susurro mientras me sentaba en el piso— ¿Es realmente duro? —pregunté nuevamente observando a cada uno, de la nada todos dejaron de reír o comentar cosas y solo se sentía la frialdad de sus miradas en torno a sus vidas, era como si estuvieran viendo un cuadro negro y no importando el movimiento este persistiera, ellos solo lo observaban sin atreverse a perturbar sus detalles y aún así eran incapaces de realmente admirar el cuadro— se que soy incapaz de entenderlo, pero... un hermano o una hermana, sin o con ellos... ¿Realmente importa?

 

Miró a Len con seriedad y luego sonrió con pesadez. —Importa Len. La mayoría ama a sus hermanos y/o hermanas; hijos únicos quisieran tenerlos y otros no. Y, admitámoslo los tres que tenemos hermanas: ¿acaso no las hemos culpado de muchas cosas que nos pasan? Algunas veces si tienen la culpa— lo último lo dijo más que nada pensando en los otros dos, pero para aclarar sus teorías decidió cuestionarles —Len, usualmente los gemelos son muy unidos y no precisamente solo en el aspecto de estar siempre juntos. ¿No crees que Rin pudo y/o debió darse cuenta alguna vez de lo que sentías?— luego volteó con el peliverde —Y Mikuo, ¿no crees también que Miku más allá de agradecer que cuidaras de ella, pudo y/o debió haberte ayudado a sentirte mejor, a destacar, tal vez no sobre ella, sino al menos junto con ella?— No lo repetiría pero en su caso no podía culpar a Luka de nada. Les planteaba aquello porque tenía entendido que los hermanos debían siempre apoyarse mutuamente. Y hasta el momento parecía no existir un caso asi.